todo queda en famila ( . )( . )

Senti que la habia cagado por mi forma de responder , es que esa delantera desde chica siempre atrajo las miradas del más distraído transeúnte. Silbidos, persecuciones e invitaciones nada santas fueron una constante durante su adolescencia, porque lo que llevaba por delante quitaba el aliento a cualquiera, unas tetas como pocas veces he visto aun hoy.

Enormes, firmes, como riéndose de la gravedad, un par de masas de carne que sugerían pecado y hacían soñar con dejar descansar la cabeza entre ellos para no levantarla nunca.

Por eso en ese momento trate medir mis palabras para que mi prima no se enfadase más, pero pude ver a travez de su mirada el gran enojo que tenia.

_ Todos los hombres son iguales . ¡ solo piensan en eso !
— lo siento —me disculpé mientras me acercaba a ella—. Me he pasado con lo que te he dicho.

Ella se giró, hay pude ver que sus ojos estaban vidriosos. Tenía sus brazos recogidos en el pecho, elevando un poco su busto.

—Más bien, lo siento yo —dijo con voz ahogada—. He sido muy bruta contigo.

Con suavidad, la atraje a mí, pero para mi sorpresa, lo que mi prima hizo fue abrazarse sin más. Sentir su piel contra la mía, el calor de su cuerpo y sus pechos aplastados contra mi torso me hicieron hervir por dentro. Aunque tenso, traté de comportarme lo más normal posible. La envolví en mis brazos, acariciando su melena oscura mientras dejaba que se calmase...

 

Cada vez se pone mejor............continue cofra Koeman, excelente relato!!!!!!!!!!!

 

Tetas, tetas, tetas...!!!

 

hola cofra
continuando con esta parte de mi vida que me convirtio en el loco tetas que soy ahora.



—¿Estás mejor?

Ella asintió como respuesta. Tras esto, recostó su cabeza en mi pecho y así la dejé por un rato. Seguía nervioso, pero me encantaba verla de esa manera.

—Yo solo quería lucir este bikini —me decía mientras seguía abrazada a mí—. Quería llevarlo puesto para ver cómo me quedaba. Lo que no esperaba era que llamase tanto la atención de los chicos. Cuando noté a tantos mirándome, me enfadé mucho.

No pude evitar reír un poco ante lo que decía. Ella no me miró ni dijo nada ante esto, aunque yo enseguida me sentí arrepentido.

—Bueno, tenías que saberlo, viendo el conjunto —comenté desenfadado—. Sabes cómo somos los hombres y lo que nos encanta mirar a chicas guapas.

—Quería que vinieses hoy conmigo para ver si así me dejaban en paz —comentó—. Pensé que a tu lado, me dejarían tranquila.

Al escuchar esto, tengo que reconocer que me sentí algo mal por mi forma de reaccionar. Ella siempre había confiado en mí. Desde niños, estuve siempre a su lado, cuidándola y protegiéndola. Me había convertido en su mayor apoyo y pese a que en su momento, no valoré esas cosas, ahora me daba cuenta de ese tierno aprecio. Y de lo mucho que me gustaba. Alzó su cabeza y al mirarla, noté su cara llena de timidez y cariño a la vez. No pude evitar acariciarla con una de mis manos. La llevé hasta su mejilla, donde ella se apoyó en la palma, ladeando un poco su cabeza. Se veía radiante y encantadora.

—Perdona por lo que te he dicho antes —me disculpé—. No soy quien para decirte como debes vestir y si te gusta ir con ese bikini, llévalo. Pero eso sí, acostúmbrate a los mirones indiscretos.

Eso último, la hizo sonreír y me agradó verla tan contenta. Me gustaba que estuviera de ese modo. Es su estado natural, una chica alegre y divertida a la que no le preocupa nada y solo quiere pasarlo bien. Y a mí me encantaba ser parte de ello. De hecho, en ese momento estaba sintiéndome más atraído de lo que esperaba hacia ella , aunque notaba que era por algo más de lo que imaginaba. Se abrazó a mí tras esto. Yo la estreché más entre mis brazos. Poco me importaba sentir su cuerpo contra el mío. Y a ella también parecía darle igual.

 

—¿Ya estás mejor? —le pregunté mientras se apartaba un poco.

—Si —me respondió al tiempo que una espléndida sonrisa se dibujaba en su cara.

Nos quedamos mirando momentáneamente el uno al otro. No pude evitar bajar un poco mi vista y fijarme en sus preciosos pechos, que se veían bien al haberme despegado de ella. Me quedé hipnotizado ante tan deslumbrantes redondeces. Y fue al subir la mirada cuando me crucé con los ojos atentos y examinadores de mi prima.

—¿Te gustan mis tetas ?

Fue hacer esa pregunta y retrocedí inquieto. Ella seguía igual, mirándome con aquella amplia sonrisa aún dibujada en su cara.

— ¡ te juro que fue sin querer! —dije tratando de disimular a pesar de que resultaba difícil.

—He notado como me las mirabas —comentaba con tranquilidad mi prima al tiempo que se acercaba—. ¿Te parecen bonitas?

Las volví a mirar ya descaradamente . Emití un fuerte suspiro y para cuando volví a su rostro, le conteste.

—Sí, son preciosas.

Tragué saliva, incapaz de poder creer la situación en la que me encontraba. Mi prima me continuaba observando de forma maliciosa. No tenía idea de que pretendía, aunque me estaba haciendo una idea.

—Antes habías dicho que tenía un cuerpo muy atractivo —rememoró de manera perfecta—. Por lo tanto, debo suponer que te gusto.

—Eres una chica muy guapa —comenté paciente y cuidadoso

Ella se acerco aun mas , hasta quedar a escasos centímetros de mí y sin dudarlo, pronunció las palabras que me condenarían para siempre.

—¿Quieres tocarme las tetas?...

 

La ptm se me salio el kuquer que enormes

 

Cofra ya te imaginaras como estaba yo frente a tales descomunales tetas , estaba loco loco loco.

 

Su propuesta no podía quedar más clara, ya no tan solo al decirme esto, sino al mostrar sus turgentes senos con todo ofrecimiento.

—¿De verdad quieres que te las toque? —pregunté con mucho deseo

—Sí, deseo que lo hagas —respondió ella con voz apasionada.

Fue ese “deseo” lo que terminó de encenderme. Ya todo me daba igual. Poco me importaba que fuese mi prima.
Sin dudarlo, acerqué mis manos a ese par de maravillas redondas que me obsequiaba con tantas ganas.
Cuando las toqué por fin, toda la sangre de mi cuerpo hervía como la lava de un volcán.

cofras era la primera vez que tocaba unas tetas , ¡¡¡ y vaya que tetas !!!

Apreté entre esas magnificas tetas, notando la dureza y suavidad que poseían. Pese a estar ocultas por el bikini, podía palpar lo cálida y tersa que estaba la piel. Mis yemas recorrieron aquel redondeado relieve , no podía creer el tamaño de esos globos , a veces percibiendo los endurecidos pezones que parecían querer perforar la prenda que los ocultaba. Ella gemía con cada caricia. Se notaba que le gustaba.

—¿Que te parecen? —me preguntó llena de deseo.

—Son increíbles —contesté extasiado ante tan maravilloso tacto—. Pero me encantaría verlas sin nada.

Dicho y hecho, se desató el bikini por detrás y yo le bajé los tirantes.
La prenda cayó al suelo quedando ambas tetas al aire y de esa manera, pude admirar tan hermosos pechos.

Sus areolas y pezones eran pequeños de un suave color rosa ,eran una obra de arte.
Dejo ante mi sus dos melones completamente desnudos y a mi entera disposición.

Volví de nuevo a llevar mis manos a ellos y pude sentir el sedoso tacto de su desnuda piel.
Las apreté, notando su consistencia y con uno de mis dedos, pellizque con cuidado uno de sus pezones.

Emitió un pequeño chillido, más de placer que de dolor.

 

—¿Te gusta lo que te hago?

—¡Si, me encanta!

Notaba el intenso deseo que había en ella, al igual que en mí.
Mi pinga se encontraba muy dura, a punto de reventar el short.

Sin dudarlo, me incliné para besarle el cuello.
Mi lengua fue descendiendo hasta llegar a esos globos soñados, hundiendo mi cara en medio de ellos , asfixiandome de placer , no podia creer que porfin estuviera disfrutando las tetasas de mi prima que tanto habia deseado, asi que los comencé a lamer y chupar con gula.
Los bese de todas las formas imaginables.

Atrapé uno de sus pezones en mi boca, chupándolo sin piedad, lo cual causó un enorme suspiro por parte de mi prima.
No cese de succionarlo al tiempo que mí otra mano acariciaba la otra teta.
Fui alternando entre ellas, dejándolas llenas de brillante saliva. No paré ni un solo segundo.
Sus pezones ya estaban tan duros como una piedra.
El placer que sentía mi prima era tal que sus ojos se cerraron en una mueca de placer.

_HMMMMMM…- Gimió descontroladamente al tiempo que le succionaba sus ricos pezones.

Mi prima tenía tal cara de excitación que me hizo saber que le estaba gustando muchisimo, nuevamente me zambulli en sus tetas chupandolos como un desquiciado.

-AAHHHHhhhhh…- gimió ahogadamente.- se siente muy bien -dijo miestras yo me estaba engolosinando con sus magnificos melones.

Yo estaba en la gloria!! El sabor de sus tetas me fascinaba!

_Podria estar chupandote las tetas todo el dia … eso te lo aseguro…! - le dije .

_ ahhhhhhhhhhhhh mmmmmmmmmm primo !!!!!!- gemia con una cara de profundo placer.

No sé cuánto tiempo estuve mamadole las tetas a mi prima, chupando cada centimetro de sus enormes senos , en eso ella entra en un trance producto de la excitación ante tanta mamada de teta que le esta dando y en seguida deslizó su mano por mi torso hasta acabar justo encima de mi short.
Una vez allí, apretó mi endurecido paquete, haciendo que me estremeciese de pies a cabeza.

—Que dura la tienes —logró decir entre tanto suspiro.
—Sí, estoy a punto de reventar —dije antes de engullir nuevamente uno de sus pezones.

Con su mano, abarcó mi pinga , frotando con deseo sobre este. No me corrí de milagro. Entonces, escuché un susurro en mi oreja , se había acercado para decírmelo.

—Por favor, enséñame tu pinga.

No pude resistir tan tentadora petición...

 

Y que más paso valla que quedo en la mejor parte el relato

 

Por un momento mis manos y mi boca dejaron de gozar de sus enormes tetas, para que yo me bajara mi short y mi pene salió disparado hacia delante, todo erecto y bien duro.
Mi prima se quedó muy impresionada. Sus ojos de pronto se abrieron como platos. Y sus carnosos labios de pronto dibujaron una mueca de sorpresa. Poder ver en sus ojos tanto asombro me llamó la atención.

Supuse que era la primera vez que veia un pene porque no le conocia enamorado o un amigo intimo hasta ese entonces , con toda seguridad digo que yo era su mejor amigo y confidente.

—¿Qué te parece? —le pregunté.
—Me gusta mucho — dijo , mirando mi pinga con curiosidad.
_Es toda tuya , tú me la pusiste así.
_Nunca había visto una .

La expresión de mi prima delataba que no me mentía. No era la típica mentira piadosa femenina, mi prima realmente lucia sorprendida.

_En serio es la primera vez que ves una ?
_Si es la primera vez , y veo que esta rojo y tiene muchas venas .
_ Es para ti prima.

No se quedó quieta por mucho tiempo. Pese al shock inicial, no tardó en llevar su mano a mi pinga y volver a acariciarlo.
Gruñí como un animal cuando noté aquel suave roce y más loco me puse cuando sus dedos se enroscaron en mi tronco, apretando con suavidad.
La miré, esperando cuál sería su siguiente paso. Ella me miró a mí, como si me pidiera permiso. No hizo falta ninguna palabra para dejarle bien claro que continuase.

Su mano comenzó a moverse de delante hacia atrás. Al principio, de forma tosca, pero no tardó en cogerle ritmo y la cosa fue más suave.
Al mirar, vi como cada movimiento retiraba el pellejo que ocultaba mi glande para luego ocultarlo en el siguiente.

—¿Lo hago bien? —preguntó un poco nerviosa.

Mirándola a los ojos, le dije que sí. Ella sonrió complacida. Al tiempo que la paja continuaba, yo llevé mis manos de nuevo hacia sus tetas, apretándolas y moviéndolas .
Mi respiración se tornaba más intensa conforme la masturbación avanzaba y sabía que solo era cuestión de tiempo que me vaceara.

—Primo, ¿te vas a vacear?

Esa pregunta me hizo mirarla. No creo que tardase. Mis manos en sus tetas. La suya en mi pinga, no dejando de menearla.
La situación tan morbosa en la que nos hallábamos que estaba completamente loco de placer, de adrenalina, de excitación furiosa. Apretaba con mucha fuerza sus pechos amasandolos con intensidad . Todo me acercaba de manera inexorable hacia el orgasmo. Así que no pude contenerme y se lo dije:

—Prima , creo que me voy a vacear...

 

Ese aviso pareció asustar un poco a mi prima, quien me miró algo inquieta. Pero yo le dejé bien claro que no iba a pasar nada malo.
Incitada por ello, volvió a pajearme, brindándome un gran placer que aprecié con mucho gusto.
Mientras mis manos seguían manoseando sus tetas, ella se dedicó a masturbarme con ganas.



Yo podía ver su cara de vicio con su mirada clavada en mí mientras me pajeaba, lo cual me excitaba aún más .
Agarrandomela fuertemente y bajando con fuertes golpes hasta los huevos.

La empezó a menear cada vez más rápidamente, cada vez mejor, que placer, que locura, que forma de menearme la pinga .
Yo estaba totalmente extasiado con los ojos cerrados disfrutando como un poseso y cuando abrí los ojos un poco , pude ver mis líquidos preseminales blanqueando la mano de mi prima mientras ella no paraba de meneármela frenéticamente, fue bestial, que maravilla, a ella no parecía importarle y seguía masturbándome para llevarme al éxtasis.
Todos estos estímulos fueron más que suficientes para que me corriese.

Mi cuerpo entero se tensó, a la vez que cerraba los ojos y apretaba los dientes en una clara mueca de sobresalto. Pude sentir como mi pinga eyaculaba chorros de semen, descargándome de una manera como nunca antes había imaginado.

Ya una vez terminó todo, dejé escapar una enorme bocanada de aire. Respiré tratando de llenar con oxígeno mis vacíos pulmones.
Cuando abrí los ojos, me encontré con todo un espectáculo . Para empezar, todo el semen expulsado había acabado manchando la mesa de cristal que había en el centro del comedor. No podía creer que el chorro hubiera llegado hasta allí. Un reguero había acabado en el suelo y un poco, sobre la mano de mi prima.
Ella seguía aferrada a mi miembro como si no quisiera soltarlo.
Tenía los ojos bien abiertos, como si acabara de ver algo imposible. Me preocupé un poco.

—Oye, ¿estás bien?

Pude notar lo impactada que se hallaba. Viendo todo lo que habia descargado, no me extrañaba .

—Has echado mucho —comentó entrecortada.

Volví a fijarme en la mesa llena de mi leche.

—Tenía bastante acumulado.
—como lo vean mis tios se van a molestar jajaja —comentó mientras soltaba mi pene.

Miestras ella limpiaba todo lo que habia descargado , yo llame y me asegure que toda la famila seguia en la reunion de uno de mis primos , asi que me quede tranquilo sabiendo que hiban a llegar muy tarde.
Lo limpio hasta que ya no quedó ni rastro de mi leche. Eso sí, el aire seguía cargado de su fuerte aroma.
Una vez terminado, mi prima se volvió sonriente hacia mí.

—Bueno, con un poquito del limpiavidrios , quedará como nuevo —comentó divertida...

 

No pude evitar sonreír ante su ocurrencia. Estaba en esas, cuando la noté de nuevo cerca. Comenzó a tocar mi cuerpo causándome un cosquilleo inesperado. La veía observándome con venerable fascinación.

—¿Te gusta? —pregunté.

Sus ojos se clavaron en mí. En ellos, pude adivinar un deseo intenso.

—Me gustas , eres adorable— afirmó

De repente, me dio un beso. Me encantaba. Sus cálidos labios contra los míos, su lengua invadiendo mi boca.
La abracé con fuerza y noté sus afilados pezones clavándose contra mi piel.

Conforme el tiempo pasaba, el beso se tornó más intenso. Nuestras lenguas se entrelazaron en un húmedo abrazo del cual parecían no querer soltarse.
Mis manos, ya satisfechas de tanta teta, descendieron por la espalda hasta llegar a su culito, contra el cual los estruje .
Palpé aquellas maravillosas nalgas .Poseído por una gran excitación, me aparté por un momento de mi prima.

—Ven, vamos a mi cuarto —le señalé.

Ya estando allí, nos volvimos a besar con pasion. No podía creer lo ardiente que estaba resultando ser mi prima.
Volví a acariciar sus tetas, aunque mis manos no tardaron en desplazarse en dirección hacia sus piernas. Acaricié sus muslos.
Ella volvió de nuevo a tocarme la pinga, la cual volvía a tenerla dura.

Empezó a hacerme otra paja, pero la detuve, pues ahora era yo quien deseaba tocarla en su lugar más íntimo.
La tumbé con cuidado y me puse encima, comenzando a besarla por todas partes.
Mi prima gemía placentera al sentir mis labios sobre su piel y yo fui bajando ante estas incitaciones.
Chupé sus pezones, besé su barriga y lamí sus torneadas piernas. La notaba muy excitada.

—Prepárate, te voy a hacer disfrutar —le dije mientras ella me miraba anhelante.

Le retiré sus delgadas braguitas, cosa a la que ella no se opuso y vi cómo se abría de piernas, indicando el deseo que le llenaba por tener sexo.
La contemplé por unos segundos. Su pelo largo y revuelto. Su piel clara. Sus tetas coronadas por los sonrosados pezones.
Su vientre plano. Sus piernas largas y estilizadas. Su pubis perfectamente depilado. Quedé extasiado ante tan maravillosa visión.
Mi pinga esta recontra fierro.

Sin perder más tiempo, hundí mi cabeza en su entrepierna. Comencé a lamer su húmeda conchita .
Mi lengua recorrió de arriba abajo su sexo, arrancándole fuertes gritos a mi prima, quien ya se retorcía muy excitada.

—Ohhhhhhh ¡esto es genial! —gritaba envuelta en el inmenso placer que le proporcionaba.

En unos pocos minutos se corrió. Emitió un fuerte chillido, tan fuerte que creí que todo el vecindario nos escucharía, aunque me daba igual.
Se retorció varias veces, como si le estuviera dando un ataque. Me preocupé un poco al verla de esa manera, pero al ir calmándose, me tranquilicé.

— ¿quieres que siga? —pregunté cauteloso.

—Si primo. No te detengas por nada del mundo...

 

No pensaba hacerlo. Sin dudarlo, concentré toda mi atención en su sexo húmedo. Abrí los labios mayores y pude ver el interior colorado, donde se veía la vulva coronada por su clítoris. Mi lengua no tardó en viajar por todos aquellos mojados pliegues, describiendo todo el relieve que conformaban hasta que llegué a la cima, esa prominente carnosidad que tanto estimula a las mujeres.

—¿¡Que me haces?! —decía entre sorprendida y exitada.

Emitió un profundo grito mientras jugueteaba con su clítoris, golpeteándolo con la punta de mi lengua y acariciándolo con mis dedos. Se encontraba a las puertas de otro orgasmo y no quise que se contuviera. Descontrolada, profirió otro estruendoso alarido, arqueó su espalda y movió sus caderas, todo ello, mientras degustaba la explosión de flujo que inundó mi boca.

Se movía degustando cada pequeño momento de placer que le proporcionaba. Podía verla humedeciéndose los labios con su lengua y acariciándose sus pechos.

—¡Ahhhhhhhhhhhh sigue! —gimió con fuerza.

Mientras, me dedicaba a chupar y lamer su clítoris. Mi prima no dejaba de gemir de forma desesperada. Estaba disfrutando como nunca.

—¡Ah, primo, me voy a correr! —dijo entre incontrolados alaridos.

Todo su cuerpo tembló con fuerza mientras se venía. Resultaba increíble. Arqueó su espalda un poco y dio varias sacudidas hasta acabar rendida, respirando con dificultad .Me levanté y vi como ella se fue relajando, cerrando sus ojos. Mi boca estaba toda mojada de sus fluidos .

Me limpie y me recosté sobre ella y comenzamos a besarnos. Relamia mi boca con un fuerte sabor a su concha pero no le importo mas bien me beso con mas ganas.
Mis manos volvieron a ese par de preciosas tetas, las cuales volví a acariciar y estrujar con mucho deseo.



Estuvimos así por un rato, tranquilos y sin prisa.

—¿Has disfrutado? —pregunté muy interesado.
—Aja —contestó ella—. Ha sido increíble.
—Me alegro —comenté con una amplia sonrisa.
—Um, parece que la tienes durita —dijo en ese instante.

Mi pinga estaba aplastada contra su barriga y comenzó a frotarlo con delicadeza, haciendo que me excitase de nuevo...

 

—Primo, quiero que me la metas , no te preocupes , todo va a estar bien.

Tenía a una preciosa chica frente a mí que deseaba tener sexo. Estaba dudoso no queria que quedara embarazada , pero al ver esas hermosas y enormes tetas querian que fuesen solo para mi y para siempre, asi que queria satisfacelar y ademas queria meter pinga experimentar ese placer por primera vez y ya no me importo nada , acerqué mi miembro a la entrada de su conchita y me preparé para meterlo.

Gimió un poco ante esto y más lo hizo cuando comencé a frotar la punta contra su sexo, arrancándole más placer.
Me di cuenta de que volvía a estar húmeda. Era una clara invitación para entrar.

¡qué maravilla! —decía entre suspiros.

Yo estaba listo, así que no lo dudé más y la penetré. Mi pinga fue abriéndose camino por su interior y enseguida note lo estrecha que estaba.
Me llamó la atención, así que decidí preguntarle.

—Es tu primera vez verdad ?

—Si , solo me metia los dedos cuando estaba con muchas ganas —me explicó, No he estado con nadie. Solo ahora contigo claro.

Aquella respuesta me convencio y explico porque no sintio dolor al ser penetrada por primera vez , quizas al masturbarse se haya metido algo mas que sus dedos jejeje

Ya tenia medio pene metido dentro, así que fui empujando con suavidad. Aunque apretado, fui adentrándome con tranquilidad hasta que por fin, tenía todo el miembro metido dentro. Nuestros pubis chocaron y noté como mi prima temblaba.

—¿Te duele? -pregunte al ver como mordia sus labios

Ella negó con la cabeza y yo vi esto como una señal para iniciar el cache . Fui empujando de forma lenta, sacando mi pinga un poco para luego meterlo de nuevo. Resultaba algo tosco, pero prefería empezar así para no lastimarla demasiado. Su vagina bastante estrecha y mi miembro la abría con fuerza, así que más valía ser cuidadoso.

Sin embargo, conforme pasaba el tiempo, las cosas se hicieron fáciles. Aunque escuchaba algunos gemidos, suponía que estos eran más de placer que de dolor y con cada nueva estocada, notaba mi viaje por el interior más fluido. Su conchita ya se encontraba más lubricado.

—¿Te gusta? –le pregunté.
—Sí, ¡no pares! —fue su respuesta.

 

Hermosas ( . )( . ) Es evidente q se hacen maravillas con semejantes tetas, Cofrade gracias x compartir.

 

cofra ya te imaginaras todo lo que le hice a ese par de mangasos, disfrute buen tiempo de sus tetas.

 

Enseguida, comenzaron los besos y las caricias. Mi prima gritaba con fuerza. Yo meneaba mis caderas con decisión, penetrandola con intensidad.
Podía ver como respiraba con dificultad emitiendo gemidos fuertes, cerrando sus ojos y abrazándose con fuerza.

La expresión en su rostro mostraba placer y tormento por iguales, su piel estaba colorada y sus preciosas tetas se movían de un lado a otro ante el bamboleo incesante. Clavé mi pinga una vez más y mi prima se corrió.

El grito fue intenso y todo su cuerpo vibró. Pude notar las fuertes contracciones en su vagina y la explosión de cálida húmeda que envolvía a mi pene.
Dejé que se recuperase. Le iba dando besitos por toda la cara hasta que ya respiraba más calmada.

—¿Has disfrutado?
—si muchisimo —dijo con una sonrisa picara —. Quiero más.

Aquella petición no hizo más que encender mi deseo.
Volvimos a cachar de manera intensa. Su conchita era cálida y estrecha, ofreciéndome unas placenteras sensaciones, mientras la penetraba.
Así que no podía estar disfrutando más de esto.

Me pegué más a su cuerpo. Noté como sus tetas se aplastaban contra mí y como los pezones arañaban mi piel.
Nos besamos con ansia viva, mordiendo nuestros labios y jugueteando con las lenguas.

Quise tenerla arriba , asi que me tumbe boca arriba en la cama mi prima se aprestó a sentarse sobre mí, entre ambos ayudamos a colocar mi verga en su sitio y empezó a intentar cabalgarla.

Con buena porción de mi pieza en su interior, empezó a erguirse y con ello mi verga empezó a hundirse más y más dentro de ella.
Una vez la tuvo toda dentro, empezó a disfrutarla, a moverse en forma circular, lo cual me daba un enorme placer a mí y a ella , empezo a cabalgar teniendo toda mi barra de carne en su interior y lo disfrutaba con descontrol. Ambos estábamos viviendo una experiencia inolvidable.

Mientras ella se movía, el bamboleo de esas tetasas invitaban al manoseo asi me prendí de sus tetas estrujandolas y amasandolas , era increible como rebotaban , estaba totalmente hipnotizado al ver como semejante melones se movian, asi que me prendi de ellas nuevamente como un bebe.

Mi prima se movía de maravillas, en forma circular, arriba y abajo, pero rápidamente, con una agilidad increíble. Yo no podía creer que esa leona había sido virgen como yo, minutos atrás. Sentía que mi pinga llegaba al fondo, hacia tope, y salía casi completamente para desaparecer dentro de ella nuevamente.
La mire y supe que el momento llegaba.

_ ya no aguanto mas me voy a correr- le dije

Seguí moviéndose y yo devorando sus tetas sin parar, hasta que no pude aguantar más.
Emití un estruendoso gruñido y me corrí. No fui el único.Mi prima gritó con fuerza, señalando que también había llegado al orgasmo.

 

Mi prima termino derumbada sobre mi. Quedamos así por un rato, relajados .
Note sus ojos fijos en mí. Parecía mirarme con admiración, con ternura, yo diría que incluso, con amor. Me estremecí un poco, no era lo que estaba acostumbrado a ver en ella, aunque tampoco me parecía raro.

—¿Te ha gustado? —pregunté.
Asintió con energía.

—Ha sido maravilloso —dijo, tras lo cual, me dio un pequeño beso.
—Es genial lo que hemos hecho, ¿verdad? —comentó mientras acarisiaba mi cabeza.

Yo la miré al oír lo que decía. La notaba tan feliz y esplendida tras lo sucedido.
Nuestros cuerpos desnudos estaban en contacto y su cálida piel me gustaba mucho sentirla. Resultaba agradable.
Mi pene segui dentro de ella y no queria que se despegase.

Reímos, nos abrazamos, nos besamos y nos llenamos de caricias. Nos costó mucho despegarnos , pero lo hicimos como dos enamorados. Como dos primos enamorados.

Al día siguiente, todo volvió a la "normalidad". Pero había detalles que hablaban de la hermosa tarde que habíamos vivido. Los rasguños en mi espalda, la imborrable sonrisa que mi prima tuvo en su rostro el resto del día. Su mirada mas complice que nunca.

La semana siguiente me dijo que me tenia una sorpresa y que fuese a la casa de una de mis tias .No dudé en contestar que sí.

Llegue hasta la casa , toque la puerta , cuando abrió mi prima llevaba puesto un escueto bikini rosa que no dejaba nada a la imaginación.
Sus pechos volvían a resaltar increíbles bajo el fino sujetador y las braguitas dejaban al descubierto parte de su ingle .
La miré alucinado, como si jamás hubiese contemplado nada igual.

—¿Te gusta el bikini que llevo? —preguntó con una cara de malicia.
—Embobado le respondi : Es muy bonito - teniendo la mirada fija en sus enormes tetas

_“Te apetece venir a la piscina conmigo”.dijo

Se suponía que ella sabia que si hibamos de nuevo a aquella piscina atraería las lujuriosas miradas .
Sin embargo, yo entré a la casa . Desde luego, no era lo que pretendía, pero ya todo daba igual. Cerré la puerta y miré alrededor.
Mi prima no me quitaba ojo tampoco.

—¿Hay alguien en casa?
—Acaban de irse a trabajar —contestó ella—. Volverán tarde.

Esa última frase fue lo que desató la inevitable.

Sin previo aviso, me abalancé sobre ella y comencé a besarla. Me abrazo para que estuviera más pegado a ella .
Mis dedos recorrieron cada centímetro de su cuerpo, maravillándome con su hermosa anatomía.
Ella hacía lo mismo, palpando mi piel. Me separé un momento y llevé mi boca a su oído. Una vez allí, le susurré:

—Me encanta tu bikini, pero ¿sabes que como me gustaría verlo?

El silencio sirvió como anticipo de lo que me disponía a confesarle y eso la volvió más loca.

—Arrancado de tu cuerpo y en el suelo.

Y allí fue a parar, junto con mi short. Fuimos al sofá, follando sin parar. Cuando terminamos , la miré fijamente a los ojos.
No tuvimos que decirnos nada para saber que a partir de ese dia hiba a cambiar nuestra relacion .
Nos volvimos mas unidos que nunca , cualquier oportunidad que teniamos de estar junto lo aprovechabamos, teniendo sexo sin parar y gozando como los locos que eramos .
Durante los siguientes años nuestra pasión no hizo sino crecer, disfrutando del sexo en todas las formas posibles.
Y asi fue por mucho tiempo.

 

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Pucha Cofrade he seguido cada palabra de su narración, continúe está interesante, quiero saber hasta donde llegaron y si es q siguen juntos, saludos.