Lo que mis ojos no deberían haber visto....

… Oía la voz de Cofrade en mi cabeza, y veía la imagen de mi madre, arrodillada ante su enorme pene, con la boca abierta buscando que esos chorros de leche llenen su boca.

Desperté muy agitada, deseando que todo hubiera sido una terrible pesadilla. ¿Cómo había podido pasar eso? Ni en mis peores pesadillas habría podido imaginar algo así. ¿Mi madre estaba loca?, Y encima con ese... ese...

La imagen del enorme pene de cofrade, justo antes de penetrar a su “zorrita”, el contraste de aquel enorme pene con la pálida piel de mi madre. Los gemidos y la cara de placer de mi madre… noté como movía inconscientemente mis muslos, recordando las sensaciones recientemente vividas.

Me sentía horrible. ¿Cómo puedo calentarme con eso? luego de ver como mi madre recibía en su boca el semen de cofrade subí a mi habitación sin hacer ruido, y tirada en mi cama me masturbé llegando a un increíble orgasmo quedándome profundamente dormida, y ahora aquí estaba, eran ya las 5 am y me volvía a atormentar estos sueños.

Faltaba una hora para que mi madre despertara, no quería verla me moriría de vergüenza, revise mi móvil y mi enamorado estaba en línea, era 3 años mayor que yo y vivía en un pequeño departamento, hable con él y en menos de media hora ya me estaba recogiendo en la puerta de mi casa, deje una nota y hui de ahí.

En el auto hablamos poco, el debió notarme preocupada y sumida en mis pensamientos, no era para menos, no todos los días veías a tu madre en esa situación como una, una “zorrita”.

Ya en su departamento estábamos tomando un jugo de guanábana que tanto me gustaba, por una extraña razón ese jugo me trajo malos recuerdos, el color, lo espeso, parecía semen, note que mi enamorado hablaba, pero yo solo tenía en mente el pene de cofrade lanzándome en el rostro su leche y yo devorándolo sintiendo el sabor de la guanábana ….

Puse el vaso sobre la mesita y me arrojé a mi enamorado, estaba excitada y él tenía la obligación de ayudarme con esa calentura. El no desaprovecho la oportunidad y me dejo hacer quitándose la polera, me encanta mucho su vientre plano y empecé a besarlo mientras trataba de abrir sus pantalones y liberar su instrumento, el presuroso me ayudó, normalmente no soy de las mujeres que toman la iniciativa, pero estoy segura que esto no le desagrado.

Cuando logré bajar su pantalón y calzoncillo me arrodille ante su miembro, lo tome en mis manos, se sentía tan caliente, por fin tenía un pene que saciaría mi deseo, pero….

La imagen del enorme pene de Cofrade antes de penetrar a mi madre volvió a mi mente. A su lado, la de enamorado parecía un juguete...

-Deja de pensar en eso- Me dije a mi misma, traté de concentrarme y comencé a lamer el pene que tenía delante, lentamente, disfrutando del olor y el sabor de mi enamorado, estuve un rato lamiéndolo como me gusta, suave, pausado, recreándome en cada centímetro de esa masa de carne

- Oh, Dios qué bien me la chupas, estas irreconocible me encantas...- Decía mi enamorado disfrutando de mi tratamiento y cogiéndome de la cabeza para guiar mis movimientos de cabeza. Normalmente no me gusta ese tipo de tratamiento, pero hoy era diferente y quería complacer a mi hombre.

Me dejé llevar por sus embistes y poco a poco su pene se fue introduciendo en mi boca, mi novio dueño de la situación, empezó a meterla más al fondo de mi garganta unos segundos, para luego sacarla de mi boca y volverla a hundir... En verdad me encantaba la situación, cerraba mis ojos y me veía ahí chupando el pene de… cofrade siii era su pene en mi imaginación.

-Reacciona boba- fue lo que mi inconsciente me dijo, y me la saque de golpe, vi a mi enamorado ahí desnudo con su pene hinchado, no lo pensé 2 veces, me quite el buzo que llevaba y me subí encima de él introduciendo su pene de golpe, qué sensación lo necesitaba.

Mi enamorado me atrajo a él y terminando de desnudarse se dedicó a lamer mis senos, yo gemía más de la cuenta y mi enamorado trataba de callarme tapándome la boca. Cuando cerraba los ojos veía nuevamente a mi madre y a cofrade todo sudorosos mientras él le arrancaba gemidos y alaridos de placer.

- ¡Me voy! ¡golosísima me voy a venir, salte de encima!

Reaccione como pude y me desmonte rápidamente, sin pensarlo me arrodille entre las piernas de mi enamorado.

- ¿Qué haces? - Preguntó este. yo nunca había hecho nada parecido, se la había chupado, pero nunca después de hacer el amor, y mucho menos con una cara de vicio. - ¿No irás a...?

Lo masturbe con desesperación mientras me metía su pene en mi boca y mirándole con ojos de deseo. Mi enamorado no pudo más que correrse de inmediato.
Recibí gustosa su semen. ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué me había comportado así?

La imagen de mi madre arrodillada ante cofrade acudió nuevamente a mi mente, me veía a mí misma de rodillas ante ese enorme pene recibiendo todo su semen caliente, aaahhhhh gemí gustosa llegando al clímax, para ser consciente de la situación; me había portado como una cualquiera. Rápidamente escupí el semen de mi enamorado, sin saber qué decirle:

- Yo... Yo... Esto estuvo mal... - Balbuceé; pero mi enamorado, me levanto en sus brazos, me llevó a su habitación y esta vez hicimos el amor.
De regreso a mi casa, mi enamorado, estaba feliz; mientras me hablaba de cómo debíamos repetir esta experiencia, sinceramente no me reconocía a mí misma.

"¿Por qué me está pasando esto?" no me entiendo, gire mi rostro frente al vidrio del auto y aun podía ver a aquel cabrón ante mi madre. ofreciéndole su tremenda verga y ella comiéndosela toda satisfecha y con un rostro que aún no reconocía en ella.

La imagen de la mujer cariñosa, hogareña y con valores había cambiado por la de una mujer con el único deseo de satisfacer a su hombre.
¿Por qué mi madre había caído tan bajo? y lo peor ¿qué me estaba pasando a mí?

continuará
 
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