alberto112
Cabo
Cofras, les quiero contar una historia que me pasó con una amiga que conozco hace muchos años. Espero les guste y si es así la puedo continuar.
Tengo una amiga que conozco desde los quince años, haciamos el mismo deporte y teníamos un grupo grande de amigos del mismo club. Su nombre es Daniela. De pequeña nunca me llamó la atención, no era fea pero simplemente no me gustaba. Ella en cambio, estaba templada de mi, todos sabían que yo le gustaba, pero como siempre somos los niños, nos molestamos entre todos y nos jugabamos bromas.
Pasaron los años y nos dejamos de ver. Cada uno fue por su camino en la vida profesional y también en la vida personal. Yo llevo años trabajando en una empresa peruana, soy Gerente de área y de pronto un día me la encuentro sentada en uno de los sitios de los jefes de ventas.
- "Hey Daniela como estás?"
- "Alberto! a los años! bien bien, acá en mi primer día, no sabía que trabajabas acá"
- "Si claro tengo cerca de 8 años acá, bienvenida! Qué te parece si almorzamos y nos ponemos al día?
- "Ya perfecto"
Salimos a almorzar y me contó que se acababa de casar hace 3 años y que no tiene hijos aun. De mi lado, le conté que yo también llevaba casado hace un par de años sin hijos. Recordamos las épocas del basket y nos dimos cuenta que ninguno había vuelto a juntarse con los amigos de esa época. Le ofrecí mi ayuda para cualquier cosa que necesite en el trabajo y quedamos en vernos más seguido.
Sinceramente, al menos de mi lado, no había ninguna segunda intención, pero tengo que admitir que su físico sí me llamó la atención. Ella era una chica alta, de 1.70mts, blanca, había mantenido un cuerpo fit porque continuaba haciendo deporte. De cara era normal, pero tenía unas tetas realmente grandes que resaltaban aun más sobre su cuerpo tonificado. No tenía claro si eran operadas o no, ciertamente de pequeña no las tenía así pero tal vez se había desarrollado luego ya que nos dejamos de ver por muchos años. Tenía un culo de tamaño normal, sin lugar a dudas lo que jalaba la vista de otros era lo imponente de su altura y ese par de tetas que tenía.
Será tal vez el hecho que la conocía de muchos años atrás que a mi no me llamaba la atención, objetivmanete hablando era normal de cara y con un muy buen cuerpo. Pero a mi no me parecía nada "wow". Sin embargo, en el trabajo sí hablaban de la chica alta que había entrado a trabajar a la empresa.
Pasaron los años, retomamos la amistad y se unió al grupo de amigos que yo tenía. Conocí a su esposo y ella a mi esposa, de hecho nos hicimos amigos todos y eramos un grupo de cerca de 15 personas. Hicimos algunos viajes al norte, fuimos a algunos matrimonios y era normal que tengamos salidas con el grupo de trabajo. Nuevamente, sin segundas intenciones.
Después de 5 años pasó a formar parte de mi equipo, ambos teníamos el mismo jefe y éste ns invitó a pasar el día a Punta Hermosa, donde tenía una casa de playa. Nos fuimos un viernes de verano por la mañana las 5 personas del equipo a relajar un día de playa y tragos. El día transcurrió con normalidad, tomamos chelas, comimos piqueos y conforme los tragos fueron avanzando le fuimos metiendo algunos juegos como "verdad o castigo".
En una de las preguntas, le preguntaron a Daniela:
- "Es verdad que Alberto te gustaba de chiquita?" no sé de dónde mi jefe se habrá enterado de eso, pero la agarró desprevenida y a mi también
- "Jaja si claro, 100%. Pero nunca me daba bola porque siempre estaba con enamorada" contestó sin problemas
- "Oye Alberto" me dijo Pablo, un amigo. "Mira lo que te perdiste jajaja" señalando a Daniela
Para seguirle el juego ella se puso de pie y se dio una vuelta. Llevaba un bikini rojo, su cuerpo era realmente fit, n tenía ningun rollo, sus piernas eran dura, sus tetas... eran granes y redondas, y su culo estaba paradito. En ese momento me di cuenta que podía no gustarme, pero sin duda sería un cache excelente y ya entendía por qué en la oficina hablaban tanto de ella. Por algun motivo nunca la había visto con esos ojos.
Los tragos siguieron fluyendo y las preguntas eran cada vez más subidas de tono. Había más confianza en el grupo y claramente todos estabamos al menos "picados". De las respuestas que más recuerdo y me sorprendieron fueron Daniela comentando que el sitio más raro donde había tenido sexo era un sauna con su esposo, dijo además que había llegado virgen al matrimonio y solo había tenido sexo con una persona en su vida. En un momento Pablo dijo que le gustaba el sexo anal sobretodo si la chica era primeriza, yo asentí indicando que a mi también me gustaba hacerlo por ahi, y Daniela, dentro de su borrachera dijo que ella nunca lo había hecho por ahí. Eso, sumado a las otras respuesta que había dado, me dejó pensando que su esposo era medio tela en la intimidad y que no la había hecho disfrutar de muchas cosas.
Luego de un rato de jugar todos nos fuimos a cambiar para irnos de regreso a Lima. Fui al baño para meterme a la ducha y al abrir la puerta me encuentro cara a cara con Daniela que estaba desnuda saliendo de la ducha. Ambos nos quedamos mirando helados por unos segundos sin saber cómo reaccionar. Esos segundos bastaron para que recorra con la mirada todo su cuerpo de arriba a abajo y me gustó mucho lo que vi.
Lo primero fueron sus tetas, totalmente redondas y de forma perfecta son afectarles las gravedad. Lo cual me dejó claro que eran operadas, sin embargo no vi ninguna cicatriz. Sus pezones eran rosados y pequeños y estaban erectos apuntadome. Seguí bajando la mirada por su abdomen plano y ligeramente marcado para encontrarme con una vagina totalmente depilada y blanquita, por lo menos en esa mirada rápida no vi labios salidos sino más bien una conchita cerradita.
Ella se cubrió rápidamente con las manos porque no tenía la toalla cerca. Una mano fue a cubrir las tetas; sin embargo, eran tan grandes que no las podía cubrir totalmente y aun podía ver parte del pezón derecho. Y la otra fue a cubrirse la vagina. Solo atiné a pedirle perdón y cerrar la puerta.
No nos dijimos nada en el camino de regreso del carro, de hecho ella no me podía mirar a los ojos. Estaba realmente avergonzada. Yo por mi lado, me había corrido una paja maravillosa en la ducha y había botado leche por montones recordando esa escena.
Luego de eso me había puesto un objetivo: necesitaba probar ese cuerpo de arriba a abajo y hacerla explotar de placer. De hecho pasaron muchas cosas desde ese momento hasta entonces...
Tengo una amiga que conozco desde los quince años, haciamos el mismo deporte y teníamos un grupo grande de amigos del mismo club. Su nombre es Daniela. De pequeña nunca me llamó la atención, no era fea pero simplemente no me gustaba. Ella en cambio, estaba templada de mi, todos sabían que yo le gustaba, pero como siempre somos los niños, nos molestamos entre todos y nos jugabamos bromas.
Pasaron los años y nos dejamos de ver. Cada uno fue por su camino en la vida profesional y también en la vida personal. Yo llevo años trabajando en una empresa peruana, soy Gerente de área y de pronto un día me la encuentro sentada en uno de los sitios de los jefes de ventas.
- "Hey Daniela como estás?"
- "Alberto! a los años! bien bien, acá en mi primer día, no sabía que trabajabas acá"
- "Si claro tengo cerca de 8 años acá, bienvenida! Qué te parece si almorzamos y nos ponemos al día?
- "Ya perfecto"
Salimos a almorzar y me contó que se acababa de casar hace 3 años y que no tiene hijos aun. De mi lado, le conté que yo también llevaba casado hace un par de años sin hijos. Recordamos las épocas del basket y nos dimos cuenta que ninguno había vuelto a juntarse con los amigos de esa época. Le ofrecí mi ayuda para cualquier cosa que necesite en el trabajo y quedamos en vernos más seguido.
Sinceramente, al menos de mi lado, no había ninguna segunda intención, pero tengo que admitir que su físico sí me llamó la atención. Ella era una chica alta, de 1.70mts, blanca, había mantenido un cuerpo fit porque continuaba haciendo deporte. De cara era normal, pero tenía unas tetas realmente grandes que resaltaban aun más sobre su cuerpo tonificado. No tenía claro si eran operadas o no, ciertamente de pequeña no las tenía así pero tal vez se había desarrollado luego ya que nos dejamos de ver por muchos años. Tenía un culo de tamaño normal, sin lugar a dudas lo que jalaba la vista de otros era lo imponente de su altura y ese par de tetas que tenía.
Será tal vez el hecho que la conocía de muchos años atrás que a mi no me llamaba la atención, objetivmanete hablando era normal de cara y con un muy buen cuerpo. Pero a mi no me parecía nada "wow". Sin embargo, en el trabajo sí hablaban de la chica alta que había entrado a trabajar a la empresa.
Pasaron los años, retomamos la amistad y se unió al grupo de amigos que yo tenía. Conocí a su esposo y ella a mi esposa, de hecho nos hicimos amigos todos y eramos un grupo de cerca de 15 personas. Hicimos algunos viajes al norte, fuimos a algunos matrimonios y era normal que tengamos salidas con el grupo de trabajo. Nuevamente, sin segundas intenciones.
Después de 5 años pasó a formar parte de mi equipo, ambos teníamos el mismo jefe y éste ns invitó a pasar el día a Punta Hermosa, donde tenía una casa de playa. Nos fuimos un viernes de verano por la mañana las 5 personas del equipo a relajar un día de playa y tragos. El día transcurrió con normalidad, tomamos chelas, comimos piqueos y conforme los tragos fueron avanzando le fuimos metiendo algunos juegos como "verdad o castigo".
En una de las preguntas, le preguntaron a Daniela:
- "Es verdad que Alberto te gustaba de chiquita?" no sé de dónde mi jefe se habrá enterado de eso, pero la agarró desprevenida y a mi también
- "Jaja si claro, 100%. Pero nunca me daba bola porque siempre estaba con enamorada" contestó sin problemas
- "Oye Alberto" me dijo Pablo, un amigo. "Mira lo que te perdiste jajaja" señalando a Daniela
Para seguirle el juego ella se puso de pie y se dio una vuelta. Llevaba un bikini rojo, su cuerpo era realmente fit, n tenía ningun rollo, sus piernas eran dura, sus tetas... eran granes y redondas, y su culo estaba paradito. En ese momento me di cuenta que podía no gustarme, pero sin duda sería un cache excelente y ya entendía por qué en la oficina hablaban tanto de ella. Por algun motivo nunca la había visto con esos ojos.
Los tragos siguieron fluyendo y las preguntas eran cada vez más subidas de tono. Había más confianza en el grupo y claramente todos estabamos al menos "picados". De las respuestas que más recuerdo y me sorprendieron fueron Daniela comentando que el sitio más raro donde había tenido sexo era un sauna con su esposo, dijo además que había llegado virgen al matrimonio y solo había tenido sexo con una persona en su vida. En un momento Pablo dijo que le gustaba el sexo anal sobretodo si la chica era primeriza, yo asentí indicando que a mi también me gustaba hacerlo por ahi, y Daniela, dentro de su borrachera dijo que ella nunca lo había hecho por ahí. Eso, sumado a las otras respuesta que había dado, me dejó pensando que su esposo era medio tela en la intimidad y que no la había hecho disfrutar de muchas cosas.
Luego de un rato de jugar todos nos fuimos a cambiar para irnos de regreso a Lima. Fui al baño para meterme a la ducha y al abrir la puerta me encuentro cara a cara con Daniela que estaba desnuda saliendo de la ducha. Ambos nos quedamos mirando helados por unos segundos sin saber cómo reaccionar. Esos segundos bastaron para que recorra con la mirada todo su cuerpo de arriba a abajo y me gustó mucho lo que vi.
Lo primero fueron sus tetas, totalmente redondas y de forma perfecta son afectarles las gravedad. Lo cual me dejó claro que eran operadas, sin embargo no vi ninguna cicatriz. Sus pezones eran rosados y pequeños y estaban erectos apuntadome. Seguí bajando la mirada por su abdomen plano y ligeramente marcado para encontrarme con una vagina totalmente depilada y blanquita, por lo menos en esa mirada rápida no vi labios salidos sino más bien una conchita cerradita.
Ella se cubrió rápidamente con las manos porque no tenía la toalla cerca. Una mano fue a cubrir las tetas; sin embargo, eran tan grandes que no las podía cubrir totalmente y aun podía ver parte del pezón derecho. Y la otra fue a cubrirse la vagina. Solo atiné a pedirle perdón y cerrar la puerta.
No nos dijimos nada en el camino de regreso del carro, de hecho ella no me podía mirar a los ojos. Estaba realmente avergonzada. Yo por mi lado, me había corrido una paja maravillosa en la ducha y había botado leche por montones recordando esa escena.
Luego de eso me había puesto un objetivo: necesitaba probar ese cuerpo de arriba a abajo y hacerla explotar de placer. De hecho pasaron muchas cosas desde ese momento hasta entonces...