El Rincon del Sagrado Angel

Capitulo 03:

Al volver a Lima, recuerdo yo, me encontraba totalmente triste, abatido y lleno de un mar de confusiones… ¿Por qué esto debía acontecerme a mí? ¿Que debía yo hacer para evitar este camino? ¿o es que acaso sería correcto lo que estaba haciendo en Ica?. Yo, no podía responderme semejantes interrogantes, y simplemente, seguí con mi vida, tan común y silvestre, y a la vez, rutinaria.

Ya en Lima, estaba en la preparación de los últimos detalles para mi próximo viaje. Para ello, ya todo estaba calculado, porque la ingeniera de minas a la cual había contactado, ya tenía listo todo su itinerario a realizar.

Un día antes de viajar, y en medio de las típicas confusiones que me caracterizan, fui donde la kine Karen, pero no para atenderme, sino para conversar y relajarme un rato. Al verme entrar, noté su molestia. Pero luego de un rato, estaba mas calmada y yo, echado en la cama, conversando con ella.

Ahí, en un cuarto de un hostal de cono, le comenté sobre mi trabajo y sobre el viaje que realizaría. Le hice una descripción rápida de mis actividades, mis funciones, de la zona a la cual viajo y lo que se hace en la zona. No sé yo, si la mencionada dama habría entendido mis premisas, pero ¿acaso tenía yo alguna persona para conversar y contarle mis existencialidades?. Le comenté, además, que en ese lugar escapa algunas necesidades básicas para la supervivencia…, tanto la habré asombrado, que la dama se interesó para acompañarme en alguna futura ocasión.

Sin embargo, mi tiempo como consumidor sexual, se terminaba y yo, me sentía mas aliviado de haber desfogado mis penas, tal vez no en la persona correcta. Antes de retirarme, Karen me pidió algún dato para contactarme, pues se me “notaba muy carente de ánimos” y ella me llamaría “para alegrarme el día”. A pesar que no fui crédulo a sus comentarios, le dejé el número del único teléfono comunal de la zona. Luego, partí a mi hogar.

Viajé a esta zona minera, lleno de estrés, de penas, de agonías internas…, pero yo debía realizar mis actividades laborales, y aferrándome en eso, logre superar esta recaída. Estas actividades en la zona minera, se pasaron en un par de días, no mas de 4 días creo, sin embargo, lo mas rescatable de esta visita, es que, a hora de la noche, cerca de las 7 p.m., se oye por el alto parlante de la municipalidad, un llamado a viva voz.” El Ingeniero Jesús Manuel acercarse al teléfono, tiene llamada urgente”

(Nota del autor: no es que este en contra de la “ingeniería” y los “ingenieros”, pero DETESTO; ODIO Y ABORREZCO que en las comunidades, en las cuales se hacen los trabajos de campo, me digan “INGENIERO”…, pregunto yo, ¿carajo, acaso la “ingeniería” es la única carrera o profesión que se puede ejercer en estas zonas? ¿Por qué a los científicos sociales nos “tipifican” como ingenieros si no lo somos?). Listo, mi querido lector, ya una vez que he desahogado este inconveniente, pasaré a narrar el hilo de mi novela.

Me acerque al fono, pero me puse a pensar en quien me estuviera llamando. Que yo sepa, no podía ser de mi chamba porque ya no era orario de oficina…, además, rara vez me llaman para monitorearme…, entonces ¿Quién me llamaba?.

Mi sorpresa fue muy grande, al tener el auricular en mis manos, y escuchar a una persona: Karen, quien me llamaba para preguntarme sobre mi estado emocional y cómo me sentía. Pude notar tanta sinceridad en sus palabras, que esa llamada me devolvió la razón de ser…, y le agradecí por ese gesto. Luego, ya para despedirse, me dijo que la busque al llegar a Lima, a lo cual, yo le prometí que así lo haría.

Las actividades en la comunidad, se terminaron en las fechas indicadas y para el día 07 de marzo, ya estábamos en Ica. Sin embargo, por malos cálculos míos, el día siguiente, 08 de marzo, aparte de ser el “Día Internacional de la Mujer”, ese mismo día, en la zona de Parcona, se presentaba el informe final de la investigación realizada en estos 2 meses (sí señores, todo ese rollo de las encuestas y entrevistas).

Así que, despaché a la antipática ingeniera de minas (y digo antipática porque esta señorita me llegaba al pincho con sus delirios de grandeza… por favor, si eres ingeniero de minas y te aterra entrar a socavón, pregunto yo, ¿para que “diablos” estudias algo que no va contigo?..., esta flaca de porquería, me hizo salir de mis cabales pacifistas, pero lo bueno es que hizo su chamba y luego ya rompimos vínculos).

Como mencioné, el 08 de marzo había evento, y para esa fecha, vendrían algunos compañeros desde Lima: la adorable jefecita que tengo y un par de técnicos, para este evento. Sin embargo, quien les escribe, seguía confinado y con orden de “inamovilidad” en la zona de Ica.

Una vez en la zona mencionada, llamé a Isabel, quien por suerte mía, estaba en la zona. Al poco rato, se apareció en la Ag. Soyuz. Sin embargo, podía notarla algo fastidiada, o tal vez indispuesta, pero no me atreví a preguntarle el porqué de su actitud. Luego, alquilamos una habitación, y ella, se quedó sólo un rato conmigo, y al retirarse, me dijo que “volvería mas tarde para conversar”.

La espera culminó cerca de las 6 p.m., hora en la que se aparece Isabel. Como la notaba algo diferente en sus actitudes, le dije para conversar. Ella, me preguntó sobre esta relación y “que tipo de relación se estaba llevando”, si “ella significaba algo para mí” y si “a pesar de las distancias, pudiera existir un sentimiento entre los 2”.

No supe como responderle semejantes interrogantes, a pesar de notarle semejantes confusiones. Simplemente, ella me abrazó, y yo le pedí que se quedara esta noche conmigo, y si no lo deseaba, no pasaría nada entre nosotros. Por un lado, debo confesar que Isabel se quedó esa noche conmigo, pero por otro lado, no pudimos cumplir la promesa de “no hacer nada”, puesto que una vez dentro, en la cama, la tentación entre los 2 era tan grande, que terminamos “pecando”.

La mañana llegó al ritmo de un sol radiante, muy típico en las tierras iqueñas. Al despertarme, Isabel estaba en la cama, despierta y mirando la televisión. Al verme, me saludó y me dio un beso. Me comento, además, que más tarde viajaría para Nazca, donde su familia. Por mi parte, le dije que volvería para el 17 de marzo, puesto que tenía actividades en la zona minera y “siempre el destino hacía que parara en Ica”.

Luego de un suculento desayuno, regresamos al cuarto. Sin embargo, teníamos como 6 horas hábiles antes que llegasen mis compañeros desde Lima en la camioneta institucional. Así que, para amenizar la mañana, compramos una botella de cachina, y comenzamos a jugar a los dados. La regla era simple: el que perdía en cada partida, elegía una opción, o un vaso lleno de cachina, o sacarse una prenda.

Ya en lo mas avanzado y divertido del juego, me encontraba yo, sólo provisto de un short y mi ropaje interior, mientras que la linda Isabel, solo estaba provista de su ropa interior. Para mucha suerte mía, en los siguientes tiros, ella salía perdedora y elegía en quitarse las prendas…, además, ya estábamos algo mareados por algunos vasos que ya nos habíamos servido con anterioridad.

Sería ilógico suponer que, al perder el juego la linda dama, y al estar “en cueros”, sería tonto, o necio, pensar o imaginar que no pasó nada entre ambos. Debo recordar, que este encuentro fue uno muy memorable, un buen “polvo”…, ya que Isabel era romántica al hacer el amor…, ella irradiaba en cada encuentro nuestro, mucha gala de pasión, ternura, inocencia, inexperiencia…, sobretodo, era muy sincera al entregarse a mí. Yo, por la forma de comportarse en la cama conmigo, empecé a suponer que la linda dama estaba sintiendo algo especial por mí…, pero ¿quién era yo para preguntárselo?.

Terminado este episodio, alistamos nuestros equipajes y nos duchamos. Luego de una comida algo rápida, le acompañé a la Agencia para despedirla. Pero, antes de partir, ella me dijo algo conmovedor: “una relación a distancia no funciona” y que lo mejor sea que todo esto, quede en una amistad. Podía notar semejante sufrimiento en ella al pronunciar esta frase. No solo eso, podía observar el cómo se desbordaba un llanto de sus delicados ojos. Yo, la abracé muy fuerte, con mucho sentimiento, y le dije que “vendría pronto…, solo para verla”. Isabel me dio un beso, cargado de amor, tal como si besara ella a su enamorado, y luego de recobrar la sonrisa, abordó el bus con destino a Nazca.


Al poco rato de ser participe de este cuadro tan melodramático, llegaban mis compañeros de trabajo. Ya en la reunión, a pesar de recibir honores por la investigación realizada, no había algo que pudiera levantarme el alicaído animo.


Continuará...

 

buen relato ...bien detallado todo ...

 

gracias estimado ... parece que tu eres el unico q lee mis novelas....

 

no maestro yo tambien las leeooooooooo.
Me parecen muy buenassss
Gracias y sigue escribiendo.

 

te lo agradezco ... pero mas tel o agradeceria si me mandan "THANKS"

 

EXcelentes relatos estimado, captas la atencion de tus lectores, espero con ansias la continuacion de la historia.

 

nadie mas lee por aca????

 

postea angeldelamuerte , yo te leò .......

 

buen relato sigue asi man.

 

Parte III​

Mes de marzo del 2008.

Capitulo 01. La kinesióloga de un hostal de cono…, y sus fervientes palabras de ánimo.

Al regresar a Lima, está demás decir, que me encontraba atravesando por un dilema existencial tan agudo, casi cruel diría yo. Tenía tantas confusiones en mi mente…, las cuales se iban disipando a medida que me reintegraba a mis actividades laborales, puesto que tenía muchos informes que presentar.

Sin embargo, con todo el estrés encima, fui a visitar a la linda Karen, quien al verme, se encontraba molesta conmigo por tantas fallas de mi parte, pero esa molestia se le desapareció la ver las lindas rosas rojas que le llevé.

No me atendí con Karen. Pero le pagué por la sesión y en lugar de ello, me quedé conversando muy amenamente con la dama sobre mi trabajo que realizaba en la zona minera, en Ica, en Lima…, y sentía que Karen me escuchaba. Es más, sentía que me comprendía, y yo le estaba muy agradecido por ello, pues al finalizar el tiempo, me retiré de ahí, y antes de irme, Karen me dijo que “si necesitaba conversar con alguien, que la llamara no importara la hora porque ella me escucharía atenta”: Nuevamente, le agradecí por ese gesto y me retiré a mi hogar.

Los 2 siguientes días, recuerdo que me los pase en mi trabajo, ya sea haciendo labores oficinescas o como apoyo en algún proyecto que necesitara ayuda..., sin embargo, mi rutina se vería afectada al recibir una llamada de Karen, quien preocupada, me preguntaba cómo me encontraba. Por mi parte, le agradecí de sobremanera por esta actitud, y le respondí que me encontraba bien, algo tenso por la chamba, pero bien. Ya antes de despedirse, me dijo que si “necesitaba conversar, que la busque con toda confianza”. Le dije para verla en la noche, después de su chamba, como quien sale a cenar algo, y me aceptó la propuesta.

Fui a recoger a Karen de su centro de trabajo (un hostal), y luego de ello, partimos hacia un chifa cercano. Podía apreciar yo, la naturaleza tan humana e imperfecta de esta chica, quien, acá afuera del hostal, no era nada mas que una simple mujer, una mujer metida en este mundo del meretricio por alguna razón, la cual, yo desconocía.

Sobre este detalle, quise conversar con ella, y ahonde en algo mi curiosidad. Ella me respondió que este oficio era temporal y que pensaba retirarse en unos meses, pues ya le faltaba poco dinero para hacer su sueño realidad: un negocio propio, el cual sería dedicarse al comercio de lencerías. Le felicité por esa iniciativa y le dije que “todos sus sueños se harán realidad, si los pide con el corazón”.

Luego de la cena, y siendo ya un poco tarde, partimos a tomar nuestras combis con destino a nuestros hogares. Pero antes que Karen se fuera, dudé, puesto que quería besarla. Aún con dudas, lo hice pensando en que tal vez podía ganarme un lapo, peor mi sorpresa fue grande, la ser correspondido por ella.

Al poco rato, me manda un mensaje de texto al celular, diciendo: “Cuídate mucho JM”.

Recuerdo que todo este mes de marzo, me la pase en Lima, sin realizar viajes a al comunidad minera. Por otro lado, enfocaba mi trabajo a las labores de gabinete, a la participación en eventos y a otras actividades de apoyo. Pero también, mi tiempo se compartían en salir con Karen, ya sea a pasear, a cenar o a comprar, pues según me daba cuenta (y me negaba a aceptarlo), era que ambos estábamos “atados a un sentimiento en común”.

Continuara….

 

buen relato esperamos la continuacion

 

en eso estamos, tipeando el siguiente capitulo ... gracias por tu apoyo.

 

Capitulo 02. Las nostalgias de un Sagrado Ángel de la Muerte.

Un par de días antes del 29 de marzo, fecha en la que falleció mi padre, mis ánimos se encontraban por los suelos y con una depresión muy tremenda..

Recuerdo que Karen me llamo la atención por ser depresivo. También me dijo, como bromeando, que si yo seguía con una actitud como esta, “ella ya no seguiría conmigo”. Aunque parezca iluso, esta frase me dejó aun mas confuso y me puse a cuestionar algunos aspectos: ¿Acaso ella era algo mío? ¿Acaso yo era algo para ella mas que un cliente?. En ese momento, le quise hacer estar interrogantes, pero no las hice, no se porque, simplemente, le dije que ella era un linda dama, muy bella, y cómo era posible que se estuviera dedicando a este oficio, le dije que se buscara otra chamba, algo digno.

Karen quedó callada, y me dijo algo muy sutil: “¿Si yo dejara de chambear en esto, tu seguirías buscándome?”. Le dije que sí, que si ella tomaba la decisión de retirarse de este mundo, yo también estaría apoyándola en sus nuevas actividades…, y que seguiría a su lado. No podía entenderme a mí mismo, no sabía en que momento estas palabras afloraban desde mi alma, y lo decía con toda sinceridad.

La reacción de Karen, fue muy tierna en ese momento: me abrazó como nunca y me tomó de la mano como una muestra de afecto hacia mí. A partir de ese instante, cada vez que nos encontrábamos, íbamos cogidos de la mano, como una pareja común y corriente.


Los días pasaban, y los comportamientos entre ambos se iban modificando. No pude contenerme mas, y le dije lo que sentía por ella, le dije que “a pesar de haberla conocido en un hotel, quería conocerla y tratarla aun mas, porque se estaba volviendo alguien especial para mi”. Karen quedó fría, tal vez no esperaba un comentario mío de esa manera, y me dijo que yo “era muy sincero, que confiaba mucho en mí y que se alegraba de haberme conocido”. Por mi parte, tomé esto como un “SI”. También, le dije que se buscara otra chamba, pero no por mí, sino por ella, y me respondió que en eso estaba, en la búsqueda de algo digno para ella.

Esa noche, y ya luego de despedirnos, le mandé por mensaje de texto, la letra de una canción (para los que conocen, la canción era “Yo sin tu amor” de “Los Caribeños”). Al poco rato, me llamó y me dijo, literalmente: “Gracias por la canción, te quiero mucho JM, cuídate”.

La noche siguiente, fui a recogerla para irnos a cenar. Ya luego de la cena, existía un ambiente romántico y cargado de sentimentalismo entre los 2. Sin embargo, estuvimos caminando, y por una casualidad, pasamos por la puerta de un hostal. En ese momento, nos embargó un sentimiento de pasión y entramos al hostal.

Yo me había atendido anteriormente con “Valery”, pero ahora tenía frente a mí, a Karen, a la verdadera mujer. Esta vez, fue una experiencia diferente, inexplicable creo yo.., mejor dicho, incontable.

Luego de este rato de pasión vivido en el cuarto de un hotel, y debido al tiempo apretado, procedimos a retirarnos a nuestros destinos.

Sin embargo, la felicidad no puede ser eterna, puesto que le comuniqué a Karen que en los próximos días, me iría de viaje a la comunidad minera y que volvería pasando la quincena de abril. Podía notar la tristeza en el rostro de Karen, pero supo comprender los gajes del oficio.

Antes de viajar, me encontré con ella, y le dije que se dedicara a otras chambas…, ella me respondió que, a mi regreso, haría lo posible para que yo “me sienta orgulloso de ella”.

Nos despedimos y al día siguiente, y con el alma completamente destrozada, partí con destino Ica, en donde debía quedarme un día, para luego viajar a la comunidad minera.

Continura….

 

Estimado .. con este capitulo se acaba el mes de marzo ... , luego, vendran lso de abril, mayo y junio. el de junio promete, porque es la antesala de la aparicion de la chica de botas ... y el de julio ... ya no te puedes iamginar,,,

asi que .. a esperar nomas ...

 

Que buen relato , buern "filin " como se dice .... Ptm me dejàs con las dudas que pasò con Karen ........

Esperò que leas mi relato , voy a publicar uno mas tarde ......

 

Parte IV​

Mes de Abril del 2008.

Capitulo 01: Reencuentro con una linda dama.

Recuerdo que, un poco triste, pero debía realizar mis actividades laborales, así que partí con rumbo a la ciudad de Ica, a la cual llegué al promediar el mediodía, para luego instalarme en el hotel de siempre. Además, como tenía un día para quedarme acá, salí a dar una vuelta por la Plaza de Armas, luego de recibir una llamada de Karen, quien me decía que me “extrañaría y que la llamara a mi regreso” y que además, “me llamaría estos días a la comunidad”.

Me encontraba paseando por la ciudad de Ica, en medio de un calor abrasador, frente a la Plaza de Armas, cuando de pronto, de una heladería, veo salir a 3 chicas (con sus helados en las manos, claro esta). Lo mas sorprendente de ello, era que una de las mencionadas era mi amiga Isabel.

La linda niña, se encontraba en compañía de 2 amigas, pero al verme aparecer, soltó su helado, y vino a abrazarme de manera frenética, dándome un reverendo beso en la mejilla. Yo, me quede muy perplejo, pero un sentimiento de felicidad recorrió mi ser.., ya que después de algún tiempo, me veía con esta linda niña.

Una escena como esta, será difícil de olvidar, puesto que en plena calle, me encontraba con la linda Isabel, quien me tenía cogido del cuello, sin importarle las miradas de sus amigas y cogiéndola por la cintura. Sin embargo, ya luego de un rato, nos dimos cuenta de nuestros comportamientos, y nos entró nuestro rato de cordura. Isabel procedió a presentarme a sus amigas, a quienes, les dije para ir a almorzar algo por ahí. Lamentablemente, las chicas debían hacer algunas actividades y me quedé a solas con Isabel, con quien me fui a almorzar. Esta demás decir que durante el almuerzo, la linda Isabel desbordaba un brillo por sus ojitos, es más, podría asegurar que sus lindos ojitos estallaban de felicidad, tal vez por verme despeas de muchas lunas; y no paraba de hacerme muchas preguntas, relacionadas a mi tiempo de ausencia por esta zona.

Una vez acabado el almuerzo, le dije para que me acompañe a mi cuarto, “al hotel de siempre”. Ella caviló, pero luego aceptó mi propuesta. Una vez dentro, nos echamos en la cama y conversamos como nunca. Sin embargo, podía notar a Isabel muy inquieta, como esperando que yo tomara la iniciativa para algo…, pero no supe como actuar. Entonces, ella se levantó y me dijo que volvería en un rato porque iría a comprar algunas cosas. No le puse impedimento y la dejé ir, no sin antes hacerle prometer que volviera, a lo que me dijo que “no te preocupes, yo volveré y lo recordaras”.

Quedé en la cama, echado y confuso, tratando de descifrar el mensaje que me quiso dar. Luego de un rato, se apareció la chica, ya más tranquila y con una gran bolsa en la mano: era agua mineral, galletas, frugos y algo mas, que lo oculto en la mesita de noche y que no me dejo saber qué era.

Sin embargo, ya no pude contenerme, y le pregunté a esta linda chica, el porque de su inquietud, a lo que me respondió que “me había extrañado mucho y que por mas mensajes o llamadas, me extrañaba”. Luego de ello, Isabel me abrazó como siempre lo hacía, con esa carga de ternura en su ser. Yo me encontraba confundido…, puesto que levante la barbilla de Isabel, y le vi esa mirada tan tierna, que ponía antes de entregarse a la pasión.

Yo dudé, y no sabía si tocar a esta chica sería lo correcto. Juro que mi mente dudaba. Pensaba en Karen…, pero ¿Isabel…, acaso no era sincera conmigo al decir esas palabras? ¿Y yo? ¿y Karen…, alguien me aseguraba que no estaría en sus labores del meretricio?. Dios mío, podía sentir que todo una constante filosófica se me venia por encima y debía actuar de prisa…., así que, abrace fuertemente a Isabel, quien luego de ello, me besó, con la misma emotividad de antes.

No se por qué, pero me era muy difícil evitar la tentación cuando estaba al lado de esta linda dama. (Quiero recordar a Isabel, por su tierna mirada, por la apasionada manera de amar, por su talla promedio, por su lindas pecas en el rostro, por su lindo cabello lacio, sus ojitos achinaditos …, por sus lindos senos, por sus caderas …, pero sobre todo por ese pequeño cuerpo que, al amar y entregarse, se fundía en llamas y pasión con el mío).

Ese día, tuve un buen encuentro cargado de pasión, al lado de mi linda Isabel. ¿Y la bolsita que ella escondió en la mesita de noche?, pues, eran los condones que ella había traído para este reencuentro.


continuará-

 

pareciera que solo tu eres quien lee mis novelas ...

 

Capitulo 02: La despedida.

Llego el amanecer, y cerca de las 7 a.m., me desperté puesto que mi carro para la comunidad minera partía a las 10 a.m., y lamentablemente, si no abordaba a esa hora la movilidad, tendría que quedarme otro día más en Ica. La linda Isabel, quien dormía en la misma cama que yo, también se despertó y me encontró en plena preparación de mi equipaje, pues, al verme tan apresurado, le dije que solo me quedaban 3 horas mas para estar en la ciudad, así que, luego de ello, bajamos a desayunar de manera muy rápida, y una vez terminado el desayuno, Isabel me dijo que regresemos al cuarto, pues “quería darme algo muy especial”.

Ya en el cuarto, se quitó las zapatillas y se sentó en la cama. Me volvió a decir que “tenía algo especial para darme..., algo con lo cual la recordaría, pero a cambio, quería que yo le diese algo mío…, algo personal”.

La idea me pareció justa y accedí a la petición de la linda Isabel. En eso, ella sacó algo de su bolsillo, y con el puño cerrado, me lo puso en la palma de mi mano. Al abrir mi mano, vi que era un lindo collar, tejido a hilo, con un caracol marino fosilizado. Isabel, muy humildemente, me dijo: “como te gustan los collares, conseguí este…, espero que te guste porque es un caracol que encontré en Ocucaje y te lo mande a tejer de collar…espero que te agrade”. Mi ser se quedó enternecido.., demasiado enternecido diría yo, así que la abracé y no supe que darle a cambio. Entonces, le mostré las muñecas y le dije que eligiera cualquiera de las pulseras que a ella le gustara. Isabel eligió una, la cual lamentablemente era una de mis consentidas, pero ni modo, se la obsequié a cambio de su presente.

Está de más mencionar, querido lector, que este ambiente era de por sí, una invitación no solo al pecado, sino también a la lascivia..., pues, Isabel tenía esa típica mirada cuando quería entregarse a mi..., la tenía tan cerca y me dijo algo al oído. Yo, le escuche pacientemente su petición, y luego de ello, dudé, pero la tentación en el contexto era más fuerte.

Mientras me encontraba en mi clásica duda existencial, en la cual dentro de mi cerebro había una disyuntiva entre la ética y el placer..., Isabel, se desnudaba sensualmente frente a mis ojos..., mientras que yo me quedaba perplejo, cual si fuera una estatua, y al mismo tiempo, siendo desvestido por ella.

La propuesta de la linda Isabel, lejos de ser muy tentadora, me pareció algo “irresponsable”, diría, pues la dama quería hacerlo, por única vez, sin la protección adecuada, usando solo óvulos espermicidas, hasta el final del acto, argumentando que no se encontraba en días fértiles.

Ya desnuda, en la cama y con el ovulo puesto sin que me diera cuenta…, me tomo de la mano y me echó a su lado…, por mi parte, yo busqué los últimos preservativos que quedaban.

Dejo a su imaginación, querido lector, sobre la decisión que tome en ese instante. Pero, lo que no puedo negar jamás, es que en esta ocasión, diría yo que tuve un buen encuentro amatorio junto a esta hermosa y delicada dama llamada Isabel de Ica.

Recordemos que mi tiempo ya estaba predestinado para viajar a la comunidad minera y ya era casi la hora indicada para abordar el carro.

Fue muy noble el gesto de Isabel, al a cual nunca olvidare, de acompañarme hasta el paradero de la combi que me transportaría a esta comunidad. Por suerte, luego de nuestro encuentro amatorio, llegamos a tiempo, puesto que la combi partía a las 10 a.m. y aún había asientos. Por lo pronto, deje mi equipaje dentro para asegurarme un asiento, y luego baje para despedirme de mi linda Isabel. Sin embargo, la encontré triste y sollozando…, lo cual me destrozo el corazón. Yo le dije que un fin de semana vendría para buscarla, o que la visitaría en Nazca, pero nada la reanimaba. Aun así, me regalo una sonrisa y un beso. Me despedí de ella con un fuerte abrazo y cuando estaba por subir al a combi, sus ojitos se volvieron a llenar de esa ternura que la caracterizaba y me dijo algo que no olvidare: “JM, te quiero mucho…, cuídate…, mi amor”. (NOTA: .XESSSS, esas palabras tan dulces y lindas, en ese instante me hicieron sudar).

Quise arrepentirme y quedarme un día mas al lado de ella, peor me llene de fuera y subí. Ya dentro, le hice un ademán de despedida con la mano y la combi partió…, dejando en Ica la imagen de mi linda y pequeña Isabel, la chica del busto agraciado y la cara con diminutas pecas.

No sé porqué, pero dentro del a combi, algunas personas me observaban y yo me sentía incomodo por ello. Para mi mala suerte, me senté al lado de una señora que iba hasta Ingenio, quien me dijo: “Joven, esa señorita lo ama…, UD. Debería buscarla cuando regrese a Ica”. No le dije nada a la señora mas que una sonrisa… y luego saque mi mp3 y me la pase el resto del camino, algo triste, pero oyendo música y haciendo anotaciones en mi cuaderno de notas.

Estuve cerca de 15 días, los más largos y crueles, en la comunidad minera. Mi tiempo se distribuía entre reuniones con la población, talleres, salidas de campo, redacción de informes, toma de fotografías, cervezas, webeo y huaqueo, perdón, digo, exploración arqueológica.

Sin embargo, mi rutina, la cual era muy monótona para mí, se vería alterada al recibir una llamada de Karen. Juraría que con esa llamada, mi estado de animo cambió por completo y la soledad que me estaba derrotando, se alejó de mi lado…, solo una llamada para hallar la luz en un camino de espinas y oscuridades. Lo mejor de todo, era que Karen, me llamaba para decirme que gracias a mis consejos y a mis palabras, había salido de ese lascivo mundo del puterío, para dedicarse a otra actividad. Me alegré mucho por ello y le dije que en un par de días, estaría de regreso en Lima. Luego, me dijo que penas llegara, la llamase. Esa fue toda la conversación. Algo corta tal vez, pero suficiente para mi.

 

Capitulo 03: El Sagrado Arcángel de la Muerte, volviendo a casa y realizando la monotonía de su trabajo.

Recuerdo que regresé a Lima un lunes 14 de abril, cerca de las 8 p.m. al estar ya en mi casa, abracé a mi madre y a mi pequeño hijo, sobretodo a él, puesto que sin darme cuenta, entre cada viaje y viaje, lo veía que crecía mas y mas y ya pronto cumpliría los 5 años.

Pero, ni bien llegué a Lima, y en mi chamba ya me inscribían a una serie de eventos, pues recuerdo que para el 16 y 17 de abril, había algunos relacionados a la salud ocupacional…, sin embargo, los pagos aun no salían y eso me enervaba aun mas. Aun con todo en mi contra, llame a Karen para anunciarle mi llegada y me comentó que se encontraba apoyando a una amiga, en un negocio de venta de lencerías femeninas y que salía a las 8 p.m. como es de suponer, fui a recogerla esa noche y tuvimos u encuentro sensacional en todo sentido del a palabra. Fue cuando me comentó que no le iba bien en esta chamba, pues solo apoyaba a su amiga, y la paga no era muy buena…, y que pensaba regresar a la “nota” por un par de meses, pues a le faltaba un mínimo capital para hacer su negocio propio.

Yo no podía oponerme. Sólo redije que lo pensara detenidamente, que analice los pros y los contras. Ella me preguntó que si regresaba al asunto, si yo seguiría a su lado. No le respondí, pero por mi silencio, ella sacó sus conclusiones.

A los pocos días de este incidente, un día sábado, tenia tanta porquería emocional dentro de mi ser, que me metí una borrachera con 2 buenos amigos míos de promoción escolar. La borrachera se dio lugar en mi cuarto, en el 3er piso de mi hogar. Ya en medio de un éxtasis alcohólico, llamé a Karen, pasada la medianoche, y le dije que “así regresara al ruedo, que cuente conmigo para todo”. Por un lado, se alegró de oír mi decisión, y por otro lado, se molestó por el hecho que me encontrara libando… y que me quería mucho.

Lamentablemente, a los pocos días a Karen le robarían su celular y no había manera de contactarme con ella…, a menos que la llamara a su casa, pero esa era una alternativa a la cual aún no quería llegar. Recuerdo que, en medio de un evento, Karen me llama y me contó esta noticia de su celular, con mucha tristeza, mientras que yo le dije que me encontraba ocupado y apenas me desocupe, la llamaría a su casa.

Esa semana, estuve con full chamba…, como un demente, asistiendo a eventos y en simultáneo, coordinando algunos eventos con los mineros de la comunidad, pues para el 26 ya habíamos programado actividades en la zona.

Conversé con Karen y le dije que viajaría nuevamente a la comunidad por 3 días, acompañado de una amiga economista, para realizar eventos con los mineros…, y que ya el mismo 28 estaría de regreso en Lima. Para comunicarnos, le dejé mi celular, puesto que en la zona minera, la señal no existe.

El día 25 partimos de Lima cerca de las 3 a.m. con rumbo a Ica, para abordar las movilidades a la zona minera. Por suerte, hubo buena convocatoria para el taller del día 26, y nos retiramos al día siguiente, en la primera cosa con ruedas que saliese a la Panamericana Sur, pues para el día 28 de abril, ya estaba inscrito, contra mi voluntad, en un evento sobre la presentación de un libro relacionado a la salud laboral.

Ese domingo, 27 de abril, a muy primera hora, abordamos con mi compañera, un auto que nos saque de este lugar, con destino hasta Ica. Al llegar a Ica, llame a Karen, quien me dijo que era el santo de su madre y que se encontraban en celebración familiar. Ya en Cañete, la volví a llamar, y se notaba el ambiente de festejo. Pero no solo el festejo sino también podía notarse que Karen estaba ya con los estragos del alcohol, pues comenzó a decirme que “me quería mucho” “que agradecía al destino por conocerme”…, cuando en eso, alguien le quita el celular, y conversa conmigo. Era la hermana de Karen, quien al tener el celular, me dijo: “Seguro tú eres JM…, mi hermana no para de hablarnos de ti.., que tú viajas, que trabajas con los mineros y otras cosas…, cuando vienes para conocerte”.

Yo quedé sorprendido por estos enunciados. Luego, Karen le quito el celular a su hermana, y para despedirse, me dijo “JM, te amo…, no te apartes de mi vida…, te quiero mucho”. Yo, le dije que ya no tomara más y que mañana lunes la llamaría.

Al día siguiente, 28 de abril, era el Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo, y habían tantos eventos a los cuales nos habían invitado, que no podíamos abastecernos, pero aún así, por mi parte, me di tiempo para asistir a un par de eventos, los cuales consideré como los mas importantes.

Pero, lo mejor de todo, sucedería al día siguiente, el martes 29 de abril, día en que tenía un evento relacionado al trabajo infantil y que duraba todo el día.

Cuando llamé a Karen, me dijo que se encontraba en la carretera central, investigando sobre alguno huariques para chambear.., yo le dije que estaba en eventos y que sea como sea, la vería al día siguiente.

 

emocionante historia , buena jasòn y buena redacciòn ..... sigue escribiendo