La practicante de mi área

Cófrade, el relato no muestra a una mujer sometida con poder. Muestra a una mujer que, sintiendo interés por el poder de un hombre, se deja someter voluntariamente. De lo contrario se llamaría violación, y creo que nadie por aquí le tendría simpatía a algo así.

Las reglas son simples: Todo está permitido si la mujer lo consiente; y si manifiesta que ya no consiente, hay que parar. Eso es todo. Las motivaciones que una mujer pueda tener para consentir son cosa de ella. Algunas consienten por dinero, otras por interés (interés por el dinero y/o el poder). Otras consienten por amor, y otras consienten por diversión. Y en todos los casos está bien, por que consienten.

 

cada uno es dueño de lo que hace, el poder del dinero seduce a cualquier mujer

 

Ha pasado el tiempo y sigo pensando, que fue de Daniela?

 

hay de todo en la viña del Señor... y estoy muy de acuerdo contigo

 

Mister, no descuide este relato por fa. Continúe! Muchas gracias

 

Que será de Jenny, la secretaria de Alberto...

 

De acuerdo, ese personaje también me encantó

 

La pregunta del millón la flaca habrá sufrido alguna ets o termino totalmente limpia ?

 

Parte 37
Entramos al baño y había un jacuzzi bastante grande donde entrabamos cómodamente los cuatro. Alvaro y Carmen estaban echados con los ojos cerrados relajándose en un baño de espuma y con música tenue. El ambiente nos gustó y no dudamos en entrar y ponernos cómodos.
Cuando nos escucharon entrar en la habitación, Alvaro abrió los ojos y se dirigió a Daniela:

- “Venimos follando hace horas y no me acostumbro aun a tu hermoso cuerpo. Esas tetas grandes y tiernas son espectaculares” le dijo pasandole una mano por la pierna mientras ella entraba al jacuzzi
- “Gracias” contestó Daniela timidamente y con visible incomodidad

En este momento Daniela ya había vuelto “a la normalidad”, los efectos de las pastillas y el Popper habían pasado por lo que estar desnuda al costado de un viejo de más de 50 años que podía ser su padre y recibir cumplidos no era exactamente lo que más le excitaba.

- “Vamos Dani, con todo lo que hemos hecho y lo que has gozado en el cuarto… no te me vas a poner tímida otra vez” le dijo Alvaro
- “No es normal para mí esta situación… si me puse así fue por lo que me diste”
- “Ah, pero vaya que gozaste como nunca antes lo habías hecho”
- “Eso no lo puedo negar… creo que fue obvio” dijo poniéndose roja
- “Vamos no pasa nada! La idea es que todos disfrutemos, sobretodo Carmen y yo jaja”
- “Bueno relajemos un rato todos” interrumpió Carmen que hasta ese momento había estado callada

Yo cerré mis ojos, al igual que los demás y efectivamente aprovechamos para recargar energías. El ambiente, la temperatura del agua y la música se prestaban para eso.

En algún punto debo haberme quedado dormido ya que me desperté escuchando la voz de Daniela.

- “Ya no quiero amo”
- “Como que ya no quieres esclava? Has olvidado nuestro acuerdo?”
- “Es que ya hemos hecho de todo y estoy realmente cansada. Además, qué más podríamos hacer? No te has aprovechado suficiente de mi cuerpo?”
- “Uuff.. qué más podemos hacer dices? No te imaginas todo lo que podemos hacer. Se nota tu poca experiencia sexual, pero no preocupes que eso va a cambiar esta noche y verás cómo lo vas a terminar disfrutando y pidiendo repetición”

Hasta ese momento yo no había abierto los ojos, solo escuchaba la conversación. De pronto dejé escuchar a los demás, hasta que oí un sonido de aspiración fuerte, seguido por otro más. Y luego nuevamente dos más. Ya sabía lo que eso significaba, pero a diferencia de las veces anteriores, esta vez había aspirado una dosis más alta, el doble prácticamente.

Abrí los ojos y giré para mirar a mi mujer que estaba a mi derecha. Tenía los ojos abiertos pero estaba mirando el techo y respirando un poco agitada. Solo atinó a decir:

- “Uuf qué calor siento”

Alvaro la jaló hacia si mismo, la sentó encima de él y se empezaron a besar. Daniela no opuso ninguna resistencia, más bien al contrario lo envolvió con los brazos y podía ver sus lenguas entrelazarse. Mientras ellos estaban en lo suyo, Carmen se sentó encima mio y me puso sus enormes senos en la cara.

- “Ya que te has portado tan bien Alberto, llegó tu momento de disfrutar, no crees?”

Yo había estado toda la noche con ganas de reventarle el coño y comerme esas tetas así que no desperdicie ni un segundo y empecé a besar, chupar y lamer esas tremendas ubres y grandes pezones. Cada pareja estaba en lo suyo y esto ya se había convertido en un intercambio de parejas real. Carmen me sobaba el pene por debajo del agua y yo ya estaba tieso y listo para penetrarla. Mientras que a su vez Daniela y Alvaro seguían besándose y a Alvaro le faltaban manos para sobarle y apretarle el culo y las tetas.

De pronto, Alvaro sacó la mano del agua y tenía cogido el plug anal que con mucho cuidado le había metido Carmen a Daniela hacia varios minutos. Daniela ni se inmutó, no lanzó el menor quejido cuando se lo retiró. Alvaro tiró el plug anal afuera de la tina y siguió en lo suyo.

No me importó, yo seguía embobado con las tetas de Carmen y tenía la pinga tan dura que la levanté levemente y se puse en la entrada de la vagina. Ella no dudó en bajar y metérsela toda. Me sorprendió lo mojada que estaba a pesar de estar bajo el agua, pero la pinga entró como cuchillo caliente en mantequilla. Empezamos un mete-saca muy rico que hacía que sus tremendas tetas salten y salpiquen agua por todo lado.

Al parecer Alvaro hizo lo propio con Daniela porque ella empezó a tener gemidos cada vez más fuertes. Al rato Alvaro nos pasó la voz a Carmen y a mi.

- “Miren cómo está este culito. Ponte de pie putita”

Ambos giramos a mirar mientras yo seguía penetrando a Carmen y Daniela buscaba ponerse de pie lentamente y empezó a girar dándonos la espalda.

- “Qué les parece? El Popper es un dilatador espectacular” volvió a decir Alvaro

Me sorprendí un montón… Daniela ya había sido penetrada analmente en la orgía que tuvimos con los viejos hace algunos meses, pero esta vez tenía dentro del culo tres dedos hasta el fondo y la mano de Alvaro no era pequeña.

Los gemidos de mi mujer no venían de la penetración vaginal de Alvaro, sino de sus dedos entrando uno por uno en su culo…

- “Te gusta esclava?”
- “Sí amo, está rico”
- “Quieres uno más?”
- “Sí por favor”

Yo seguía sorprendido, no solo porque no le doliera sino porque estaba pidiendo más!

Lentamente Alvaro acomodó su mano meterle un cuarto dedo, el cual entró bastante más fácil de lo que pensé. Solo quedaba afuera su dedo pulgar.

- “Qué rico se siente tu culito abriéndose acá adentro… estás a un dedo de tener mi mano dentro. Lo intentamos?...”