Crónicas del Placer Ignis Asmodeo

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Por ser el comienzo muy interesante seguiré leyendo

 

Buen aporte kofra continualo

 

Buen relato pero con mucha publicidad ja ja ja

 

La flaca resultó ser bien cariñosa contigo ya con eso de que te buscaba en los breaks ya te insinuaba algo no crees

 

Resulto ser una cacherita al sexo bien ahí y se olvidó se su enamoradito de la que se armaria si se llega a enterar el violento ese

 

Que tal chica que te la has tirado resultó ser exquisita así dicen todas es la última ves pucha eso no me la creo ni a bajas

 

Resulto ser más bipolar la condenada bueno a seguir viendo tu relato

 

Asu broder tuviste que inventar lo que pasó pero aún no se la creyeron seguimos leyendo

 

Lo hizo por despecho de su violento enamorado y bien por ella así se alivia de más maltratos

 

Cómo sea te buscaba para que ella valla a tu depa ya le gusto tanto maltrato pero sexual tu si ah campeón

 

Que interesante te enamoraste de ella y ella no se dio cuenta que mal por ella

 

Esperemos la continuacion broder muy buenas tus historias

 

Continúe doc, no deje en el aire su historia.

 

Segunda temporada
(Parte uno)
Intro
Era una cleptómana
De bellas fruslerías
Robaba por un goce
De estética emoción
Linda, fascinadora
De cuyas fechorías
Jamás supo el severo
Juzgado de instrucción.
La sorprendí una tarde
En un comercio antiguo
Hurtando un caprichoso
Frasquito de cristal
Que tuvo escancies raras
Y en su mirar ambiguo
Relampagueó un oculto
Destello ideal
Se hizo mi camarada
Para cosas secretas
Cosas que sólo saben
Mujeres y poetas
Pero llegó a tal punto
Su indómita afición
Que perturbó la calma
De mis serenos días
Era una cleptómana
De bellas fruslerías
Y sin embargo quiso
Robarme el corazón
(Acosta/Luna)
(Fin de la intro)

 

(2)
Desde esa tarde en que le rompí el culo a Rosa y ella bebió mi sangre, las cosas se tornaron muy extrañas entre los dos.
La mordida en mi labio demoró días en cerrar y fui la burla de mis colegas y la desaprobación de mis amigas. Hasta la directora del proyecto sabía de mis andanzas con Rosa, ni qué decir de la secretaria.
Y para colmo de males, Rosa cada vez venía menos a la huaca, dejándome con una pena enorme, que me quitó hasta el apetito y empecé a adelgazar.
Pero eso no era lo peor, desde ese día tenía pesadillas, donde una mujer o ente se subía encima mío, lamía todo mi cuerpo y colocaba mi verga en su tibia y jugosa vagina, ajustándola de manera sobrehumana, al punto de sentir que me partía el pene en dos, mientras sentía como movía sus caderas y golpeaba sus nalgas en mis muslos y en mis testículos, bajando en cada orgasmo para morderme el cuello y el hombro con dientes que parecían aserrados... Y su olor, su perfume... Era el mismo que el de Rosa. Yo no podia despertar de ese estado catatónico hasta que me desmayaba y sentia morir cuando expulsaba de mi glande chorros de esperma.
Despertaba sudororo y con huellas de moretones y mordeduras extrañas en mi cuerpo , como si hubiera sido atropellado y mi piel arrastrándose por el asfalto.
Me daba vergüenza desvestirme en el ambiente de hombres, esperaba que todos salieran pero una vez fue inevitable, como fue inevitable la reacción de mi amigo Carlos.
- La putamadre, Nacho, qué te pasó?
- No es nada, Carlos.
- No es nada? Te pasó un camión por encima o qué?
- Algo así, me caí de la bicicleta.
- Huevón, desde cuando usas bicicleta?
En verdad estaba muy preocupado, lo primero que se me ocurrió fue que tenía eso que llaman transtorno de sueños o de pesadillas, quizá una parálisis de sueño... Sí, eso pensé que era, tan obvio!
Busqué en la guía telefónica al mejor psicólogo clínico que mi presupuesto podía pagar y separé una cita:
- Hola Ignacio, que gusto.
- El gusto es mío, doctor.
- Échese en el diván y cuénteme todo detalle, lo noto muy demacrado.
Al momento de contarle la historia y decirle que tenía huellas en mi cuerpo, el psicólogo no podía creerme.
- Desvístase por favor.
Cuando me saqué la camisa, no pudo evitar de poner un rostro de estupor.
- Nunca había visto algo así, Ignacio. Está seguro que no ha tenido un accidente?
- Totalmente.
- Es que en casos de parálisis de sueño, los moretones se los hace el mismo paciente, se ahorca, araña, asfixia... Pero estos moretones son imposibles que usted se hiciera.
- Insinúa que estoy mintiendo?
- En lo absoluto, quizá sea consecuencia de un proceso febril, una infección interna... Esa herida en el labio, también fue durante la parálisis de sueño?
- No, no, no... Fue una mujer de carne y hueso.
- Tuvo relaciones sexuales con ella?
- Tengo que responder esa pregunta?
- Si, por favor.
- Es correcto, tuve sexo con ella.
- Y ella es la misma que usted me cuenta tiene el mismo olor del Asmodeo.
- Dijo Asmo... Asmodeo?- pregunté balbuceante.
- Si, porqué la pregunta? Todo bien, Ignacio? Está muy nervioso, quiere un vaso de agua?
- Quién o qué es un Asmodeo? Le pregunté casi a gritos.
- Creo que necesita un calmante, Ignacio... Asmodeo es un demonio que aparece en el antiguo testamento y en el talmud, es una deidad de Mesopotamia, como todos los "demonios" de los judeo-cristianos.
- Y qué tiene de especial?
- Que es el demonio del placer carnal.
- ...
- Ignacio, qué le pasa.
- Ella...
- Ella? Quién ella?
- Rosa...
- Qué es lo que pasa con ella? Ignacio es normal que otorgue a la alucinación que aparece en su parálisis de sueño atributos de su pareja sexual u objeto de obseso psicosexual.
- Es que no entiende...
- Qué es lo que no entiendo? Ignacio, los demonios no existen.
- Ella...
- Ella no es un demonio, Ignacio.
- Ella es Ignis Asmodeo.
(Continuará)

 

Excelente relato cofra, pero que gran trama, siga deleitándonos por favor. Saludos.

 

(Continuación)
- Toma los cigarrillos, pero por favor usa el cenicero.
- Tontito, no los fumaré.
- Pensé que sí, algunas prefieren fumar después del sexo.
- Es para culminar el ritual.
- Qué ritual?
- En el que tú serás mio cada noche de tu vida.
- Qué demonios... No necesitas ritual alguno, Rosa. Deja a Sergio y múdate conmigo!
- No entiendes nada aún, Nachito.
Dicho esto se puso de pie, mientras encendía los dos cigarrillos que le pasé. Empezó a fumar con fuerza, dejando las colillas por el suelo.
- Rosa, por favor. Usa el cenicero...
- Cállate que me desconcentras.
- ...
Rosa empezó a hablar en un lenguaje extraño, mientras daba forma con las cenizas una figura en cuyo centro estábamos los dos, desnudos.
Luego se sentó en el suelo, mirándome a los ojos profundamente como nunca antes lo había hecho me dijo:
- Dame tu mano.
- tómala, qué vas a hacer?
- ahora toma la mía.
- Ah, okey...
Ella cogió la colilla de cigarrillo aun incandescente y sin avisarme lo apagó en mi mano derecha.
- Rosa, pero qué carajo???
- Shhhh aguanta que ahora te tocará a ti.
- A mí, qué cosa?
- apagarme el otro en mi mano.
- Estás loca!
- Hazlo! O no quieres que, pase lo que pase, estemos juntos para toda la vida?
Esas palabras bastaron para apagarle la colilla de cigarro, dejándole una cicatriz en la mano, imposible de borrar, igual a la que me acababa de dejar.
No se Porqué razón el dolor me trajo una fuerte erección, que ella notó enseguida. Y como en esa vieja película de Juliette Binoche y Jeremy Iron, ambos terminamos copulando en el suelo, piernas enlazadas, mirandonos, en un vaiven frenético que no tenia otro destino final que nuestros orgasmos.
- Ahora eres mío, Ignacio!
- Y tú eres mia, Rosa!
- No, no eres de Rosa.
- Perdón???
- No me llamo Rosa, soy Ignis Asmodeo!!!.

Fué entonces cuando la vi...

"Vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo."
(Borges)



- Ignacio, a la cuenta de tres,vas a despertar: 1, 2, 3!
- Ahhhhhh, demonios! Eso fue intenso! Doctor, sirvió la hipnosis?
- hijo, soy un hombre de ciencia, pero tu caso no lo he visto jamás.

 

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ohhh, sobrecogedor, esto esta muy interesante