Hay que ser un bestia para correr en las carreteras rusas. Vi un accidente similar en Vía Expresa apenas unos días de su apertura al tráfico en agosto del 2002, a la altura del Pte. San Luis. Si la memoria no me traiciona fue un animal que corría en una madrugada lluviosa. La garua nuestra es tan peligrosa como el hielo.
Hay que ser un bestia para correr en las carreteras rusas. Vi un accidente similar en Vía Expresa apenas unos días de su apertura al tráfico en agosto del 2002, a la altura del Pte. San Luis. Si la memoria no me traiciona fue un animal que corría en una madrugada lluviosa. La garua nuestra es tan peligrosa como el hielo.