Historias del MontCarlo

Tema en 'Relatos Eróticos Peruanos' iniciado por megatronxxx, 27 Dic 2023.

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    BIENVENIDOS.
    Para ustedes seré Lucas.
    En este blog escribiré historias de aventuras, pensamientos, cosas que sucedieron en esta ciudad, ideas, experiencias y asuntos similares relacionadas a las noches y sus actividades. Son cuentos para adultos, son cosas que me sucedieron alguna vez, le pasaron a algunos o le pasaran alguna vez.
    Las imágenes son de dominio público obtenidas de bancos de fotos o de producción propia cuando se indique.
    Estas historias las escribí hace un tiempo y me anime a subirlas aquí recién estos días. Espero les guste.
    Como decían en los ochenta: "Que la noche os sea propicia".
     
    megatronxxx, 27 Dic 2023

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    MONTCARLO
    Sucedió una tarde. Después de clases fui con un amigo a almorzar a una cebicheria cerca de la universidad, era pequeña y había poca gente. Se acercó una señorita de hermosas piernas y caderas (mi debilidad) y nos trajo la carta del menú, nos dijo la oferta del día que era una fuente grande para tres personas con tres cervezas gratis. Le dije que si se sentaba conmigo ordenaba esa fuente y ella se sonrojó, sonriendo me dijo que no podía, que tenía que trabajar, que en otra oportunidad podía ser. No importaba, al final pedimos cada uno un plato de cebiche y nuestras cervezas y nos quedamos conversando un buen rato. Pedimos dos cervezas más y la continuamos por un par de horas. De rato en rato buscaba a la mesera con la mirada y me di cuenta que ella también me observaba.
    A eso de las 5 decidimos irnos y mi amigo pidió la cuenta, yo fui al baño a lavarme las manos y al salir me encontré con la mesera. Le sonreí y le dije “chau”, ella me sonrió y me dijo “chau, espero que vuelvan”. Mis sentidos se activaron, la mire de nuevo y le pregunté si ya estaba de salida y me respondió que sí. Sin pensarlo le pregunté si le gustaría ir a tomar algo, a otro sitio, solo los dos. Ella sonrió y me dijo no.
    Pasaron los días y pensaba en la mesera. No sabía ni su nombre pero había algo en su coquetería que me tenía distraído, me gustaron sus piernas y su culito se veía muy bien, no pude dejar de imaginarla varias veces desnuda. Ese fin de semana fui a la misma cebicheria con mi amigo y ella estaba ahí, me reconoció y se acercó a nuestra mesa sonriendo, no perdí el tiempo y le dije que se veía muy bien, le di un besito en la mejilla y le dije que quería la oferta de las tres cervezas y que se siente con nosotros. Obviamente ella no lo hizo, solo se acercaba de rato en rato y yo aprovechaba para coquetearle y mirarla de pies a cabeza. Eso le gustaba y se movía provocativamente. En un momento me levante para ir al baño y al salir ella estaba afuera, casi chocamos y quedamos cerquita uno del otro. Mis instintos me empujaron a besarla en la boca y ella se sorprendió pero rápidamente me correspondió, nos besamos rico por unos instantes y la lleve conmigo al baño. Nos seguimos besando y ella medio aturdida trató de controlarse, me miro y me dijo “loco” y nos seguimos besando mientras mis manos apretaban ese culito hermoso y sentí como ella se dejaba llevar. En un momento ella se detuvo y respirando agitadamente me dijo que me controle, justo cuando ya estaba por quitarle el brasier. Se arregló la ropa y me dijo que la llame más tarde, saliendo del trabajo podíamos vernos y al ver que mi pene estaba duro bajo mi pantalón solo me miro pícaramente y con un beso se fue. Tuve que esperar un momento en el baño para que no se me note la erección y al salir mi amigo estaba esperándome afuera, nos fuimos y yo ya estaba ansioso por llamarla.
    Cuando hablamos por celular esa misma tarde me dijo que la espere en una calle cerca al estadio. Al llegar vi que se había cambiado con un jean negro que le resaltaba esas caderas y esas nalgas que había tocado hace unas horas. Por ahí cerca había una discoteca y fuimos a bailar y divertirnos, no aguantaba las ganas de volver a tocarla y verla desnuda en mi cama, ella se movía sensualmente y me besaba con lengua, rozaba su cuerpo al mío y nos calentamos mucho. Fue inevitable y le propuse salir para ir a un sitio más íntimo. Ella aceptó.
    Al salir no tenía planeado nada, pensé en llevarla a mi cama pero no me pareció adecuado así que mejor un hotel. Ahí cerca había uno, a primera vista me pareció bien y toque el timbre, nos abrió una señora algo mayor y después del hacer los pagos nos llevó a una habitación en el tercer piso. Una habitación simple, limpia con ventana a la calle que daba a un parque infantil, adecuada para el asunto que teníamos en mente. Nos comenzamos a besar y poco a poco la desnude, estaba ansioso y feliz de ver por fin ese cuerpo junto a mí, ella se quedó en ropa interior negra que le resaltaba sus senos muy bien, se detuvo y me dijo que me desnude, yo ya tenía el pene erecto y me quité toda la ropa. Me acerque a ella que se puso de espaldas a mí y comenzamos a movernos suavemente, sentía su piel caliente en mi pecho, sus piernas suaves eran justo como me gustan: proporcionadas, suaves, de un color canela hermoso. Mientras bailábamos mi pene se erectaba más y se hundía entre sus nalgas que eran lo mejor de ese cuerpo. Mis manos tocaban sus pechos debajo del brasier y poco a poco, mientras le besaba el cuello con mi mano derecha le baje la tanguita lo suficiente para tocar su vagina que ya estaba caliente y húmeda. Ella seguía moviéndose pegadita a mí y sentía como respiraba y hacia ruiditos que me calentaban más. Era una locura sentirla así delante mío y mientras me concentraba en tocarla y acariciarla sentí que su mano agarraba mi pene que ya estaba muy duro y comenzó a masturbarme lentamente, lo hacía de una manera suave pero firme frotando todo el largo de mi miembro, se abrió un poco de piernas y se lo puso entre medio. Mi pene quedo a las puertas de su vagina y ella se frotaba encima. Quise penetrarla ahí mismo pero ella me contuvo. Fuimos a la cama y me dijo que ella quería arriba, se quitó el brasier y la tanga negra, ahí mismo tomo mi pene con su mano y lo puso en su vagina que pude ver tenia poquísimos vellos y estaba mojada. Aún recuerdo la cara de placer que puso mientras la cabeza de mi pene ingresaba en esa vagina que se abría para el placer. Humeda, caliente, como un guante para mi pene que se movía con libertad.
    Disfrute mucho de esa noche. Lo hicimos en la cama, en la silla, contra la pared y frente a la ventana. Ella sabía lo que le gustaba y traté de estar a la altura de sus deseos, pasamos una noche que recordaré toda mi vida hasta que bañados en sudor y con el corazón a mil nos quedamos dormidos.
    En la mañana me desperté cuando ella salía de la ducha y la vi vestirse en silencio. Era temprano y yo quería seguir en la cama. No dije nada y solo nos miramos, ella se vestía rápidamente y su cabello aún húmedo mojaba su espalda. Se despidió con un beso en la boca y me dijo que la había pasado muy bien. Salió corriendo y no la vi por varios días, sentía confusión y las ideas recorrían mi cabeza. ¿Qué debería hacer ahora?, ella quiso que pase todo esto por una noche o quizá debería buscarla. Mi cabeza me decía que deje las cosas así, que el amor no existe, que fue una noche y nada más, que ella también quiso lo mismo, pero no me sentía tranquilo, creo que había algo mas …
    Una noche la llamé y ella respondió, hablamos y me sentí mejor.
     
    megatronxxx, 27 Dic 2023

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    AMANDA
    Amanda era mi amiga, mi confidente, la persona que me escuchaba siempre que la buscaba, la que llegaba a mí cuando me sentía solo. Bastó una noche para tenernos confianza y desde ahí nos veíamos regularmente en nuestro sitio de siempre, a la hora que fuese y como fuese.
    Cuando nos conocimos ella tenía como 22 años. La esperé en una habitación de hotel y me la recomendaron en recepción cuando llegue esa madrugada de un viaje agotador y solo quería relajarme. Cuando al poco tiempo tocaron la puerta una chica de presencia agradable se presentó ante mí, era delgada, piel canela, cabello lacio pintado, me saludó con una sonrisa y rápidamente me sentí en confianza con ella.
    Nos sentamos en la cama y sonriendo me explicó cómo era el trato: solo esto y aquello, no hago esto ni esto y por todo este tiempo cuesta así. Me sorprendió la naturalidad con la que se expresaba, el avergonzado era yo y me pareció curioso. Le di el dinero y me eche en la cama, le dije que acababa de llegar de un viaje en bus y solo quería relajarme, que ella haga todo. Se echó a mi lado y me preguntó si quería pedir unas cervezas y así lo hicimos. Cuando se levantó para abrir la puerta pude ver que tenía una colita hermosa en ese jean ajustado, estaba en un top blanco y se notaba su brasier negro. Vino con las cervezas y le dije que se quite el pantalón, ella lo hizo y se echó de nuevo a mi lado como esperando que haga algo. Le dije que tenía bonito cuerpo, que no me esperaba una chica así esa noche y ella solo reía, me dijo que había chicas más bonitas y también chicas más feas, que muchas trabajan en ese hotel cuando las llaman y que felizmente esa noche nos tocó conocernos. Me quité la ropa menos el bóxer y un polo blanco mientras tanto conversábamos y la pasábamos bien, nos reíamos y yo miraba sus piernas y su calzón negrito que tapaba solo lo justo y mi miembro empezó a despertar. Acariciaba su piel y me acerque a sus labios para besarla, no besaba muy rico la verdad pero lo compensaba con sus manos, sin avisar me toco el bóxer y su manito pequeña comenzó a jugar con mi miembro. Me calenté en un instante y también pude tocar sus nalgas, sus piernas, sus senos hasta dejarla desnuda a mi lado. Ella seguía jugando con mi pene, creo que le gustó porque me quitó el bóxer y lo miraba de cerquita con esa carita reilona que tenía. No lo esperaba y comenzó a hacerme un oral, se sentía muy rico esa lengua en la cabeza de mi pene y sus manos que apretaban mi miembro. Yo mientras tanto pude ver su vagina depilada, comencé a tocarla con mis dedos y jugar con su clítoris, hicimos la 69 pero no me atreví a poner mi lengua ahí, solo la toque y acaricie a mi gusto. Esa vagina de labios delgados se abría rosadita frente a mí.
    Nos levantamos de la cama y la senté sobre la cómoda que estaba al costado, abriéndola de piernas pude ver muy bien como mi miembro duro entraba en esa vagina y desaparecía adentro. Ella me tomaba del cuello y me apretaba a su pecho al tiempo que sus caderas y las mías se sincronizaban en un movimiento fuerte y placentero. Después ella bajo las piernas y dándome la espalda se apoyó sobre sus manos para mostrarme su trasero abierto, húmedo y ansioso de que la penetre nuevamente y en esa pose la disfrute un buen rato. Fuimos a la cama para hacer el perrito y comenzó a gemir despacio, eso me encantó, terminamos una noche de placer intensa, los dos cansados y yo feliz de haber tenido esa experiencia inesperada. Echados uno al lado del otro nos reímos, me dijo que le gustó mucho y se acurruco en mi hombro como si lo hubiéramos hecho siempre. Desde esa noche surgió una bonita amistad entre nosotros y fuimos confidentes. Recuerdo las cosas que hablamos, los lugares a donde fuimos, los problemas que la confundían y sobre todo nuestras noches.
    Un día conoció a un militar, comencé a verla cada vez menos, se fué a otra ciudad con él hasta que finalmente la perdí de vista hasta hoy.
     
    megatronxxx, 5 Ene 2024

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    COMO EN EL MAR
    Cuando tenía 16 años pasaba mucho tiempo en las salas de chat, siempre fui una persona solitaria y hacer amigas me resultaba difícil; en cambio chatear me resultaba muy fácil y me divertía mucho. En una de esas oportunidades conocí a Karen y hablamos durante un par de horas hasta que se me ocurrió invitarla a salir, sorprendentemente ella acepto. Acordamos vernos en la Plaza de Armas a las 7 de la noche y apenas me dio tiempo para ir a mi casa a cambiarme.
    Mientras subía a la plaza pensaba en que decir, que hacer, a donde ir, etc. Por lo que me dijo en chat ella parecía una chica alegre que salía a divertirse todos los fines de semana, por su descripción pensaba que ella era una chica hermosa dispuesta a todo. Cuando llegué ella ya estaba esperándome; no era muy alta, ni delgada ni gordita, no era muy bonita pero tenía algo agradable que me gustó. Estaba con una mochila, jean y zapatillas, como si hubiera salido de clases. Nos sentamos en una banca y conversamos un rato; efectivamente estaba en una academia de preparación y me dijo que esa tarde no le dio la gana de entrar a clases y se fue a chatear, que quería hacer algo divertido y loco, por eso aceptó salir conmigo; entonces solo se me ocurrió llevarla al bar de un amigo en San Blas para conversar más a gusto.
    El bar era pequeño dentro de una casona y como era martes había poca gente. Nos sentamos y la pase bien con ella, me contaba sus cosas y nos reíamos, hablamos de todo con un par de jarras de cuba libre. No sé en qué momento nos pusimos románticos y nos besamos, seguro fue efectos del alcohol y de la buena vibra que sentimos pero nos besamos y nuestros cuerpos se acercaron más y más, toqué su pierna debajo de la mesa y no dijo nada; al contrario, abrió un poco sus rodillas para que pueda tocar más adentro. Nos quedamos un buen rato en el bar tomando, conversando, besándonos y poniéndonos más calientes; toque sus senos por encima de la ropa y se sentían muy bien, eso le gustaba y cada vez que nadie nos veía me dejaba tocárselos a mi gusto. Le dije que vayamos a un hotel, que ya tenía muchas ganas de hacerlo y me respondió que no, que quería que la lleve a mi habitación, que quería hacerlo en mi cama; no en un hotel ni en ningún otro sitio que no fuera mi cama, en mi casa. Al principio me negué pero ya estábamos muy calientes y no quería dejar pasar la oportunidad. Cuando uno es adolescente no piensa bien cuando estas en situaciones así.
    Llegamos a mi casa y le dije que no haga mucho ruido, entramos en silencio hasta llegar a mi habitación. Nos besamos y nos tocamos todo el cuerpo antes de desnudarnos, recuerdo que fue ella la que me quito la ropa y yo solo intentaba disfrutar la noche sin hacer ruido, estaba nervioso y ella se veía feliz y cómoda con la situación. Nos echamos en la cama y ella abierta de piernas quiso que la penetrara, me dijo que lo haga despacio y así lo hice, la penetré lentamente mirándola al rostro. Ella con los ojos cerrados y la boca entreabierta hacia ruidos ligeros, con sus manos agarraba mi trasero para apretarlo contra su cadera mientras hacíamos el amor al ritmo de la noche. Sus senos no eran muy grandes pero tenía los pezones muy bonitos, chiquitos y paraditos se sentían muy bien en la lengua; me gustó jugar con ellos y lo hice todo el tiempo mientras seguíamos conectados por la cadera. Cambiamos de pose y ella subió encima, comenzó a moverse lentamente sonriendo con los ojos cerrados, sus senos pequeños eran hermosos de ver mientras se los tocaba ella misma, la escuche decir que se sentía como un barco en el mar… yo también cerré mis ojos y me deje llevar por las sensaciones.
    En la mañana me desperté temprano y la vi desnuda a mi lado entre las sabanas. Me quedé un minuto observando su rostro cuando despertó lentamente y como siempre me sonrió diciendo buenos días; sentí su pierna tibia a mi lado y como su mano recorría mi pecho lentamente cuando de pronto me dijo que debía irse. Al minuto siguiente ya estaba vestida y arreglándose el cabello me pidió que me apure, que la ayude a salir de la casa rápidamente porque sus padres seguramente estaban preocupados por ella. Me vestí y salimos despacio, era una mañana fría con un poco de lluvia; vi la hora mientras caminábamos calle abajo y era poco más de las 5 al tiempo que un taxi se detuvo, nos despedimos con un beso y quedamos en llamarnos. La vi irse en el taxi con un sentimiento raro, era la primera vez que me acostaba con una chica que acababa de conocer.
    Volví a entrar a mi habitación en silencio, me quité la ropa y me acosté automáticamente sintiendo el perfume de Karen entre las sabanas de mi cama. Me desperté unas 3 horas después y en mi casa parecía que todo estaba igual que siempre. Me bañé, me cambié y desayuné tranquilamente; cuando volví a mi habitación retiré las sabanas para hacer la cama y encontré una mancha roja. Era sangre, estaba en mi cama y no era mía.
     
    megatronxxx, 13 Ene 2024

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    #4
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    DESPERTAR
    (Historia real compartida por una amiga)

    No diré que me arrepiento de lo que hago. Siempre fui una chica libre de cuerpo y mente tanto que mis padres siempre confiaron en mi cuando tomaba mis decisiones; mi vida era normal y no quise que fuese aburrida, yo quería vivir y seguir mis instintos.

    Desde mi adolescencia sentí una curiosidad enorme por la sexualidad, por el cuerpo femenino y masculino. Mi primer recuerdo sexual es de cuando tenía 14 años y fuimos de vacaciones a Mollendo, nos hospedamos en un hotel y una noche mirando por mi ventana vi un chico de unos 25 años descansando en una hamaca de la piscina. Estaba con un traje de baño azul, pequeño y ceñido a sus caderas, se le notaba el pene claramente y fue la primera vez que sentí que mi vagina se calentaba, que algo en mi cuerpo cambiaba; mientras observaba ese cuerpo sin darme cuenta empecé a tocarme los muslos y morderme los labios. Imagine que venía hacia mí y que me besaba apasionadamente, que me tocaba el cuerpo y me decía cosas excitantes; pensaba en su pene y como sería tocarlo y acariciarlo, eso me calentaba y nuevas sensaciones aparecieron en mi vida.

    No tarde mucho en aprender cosas nuevas; con una amiga del colegio hablábamos de estas cosas siempre que podíamos y me gustaba resolver mis dudas de cualquier modo; quería sentir y experimentar todo lo que ella me contaba y lo que veía en internet así que cuando un amigo de otro salón me pidió que sea su enamorada acepte sin dudar. No sentía nada por ese chico; me gustaba pero yo solo quería sentir emociones nuevas, que otras manos me toquen y tocar también yo. No me importó ser tan directa y el primer fin de semana que estuvimos solos le pedí que me bese el cuello, que me bese las orejas, que me bese la boca con lengua; estábamos en mi sala esa tarde y sentados en el mueble nos besamos muy rico y yo solo esperaba que me toque los senos o mis caderas. Eso no pasó, no sé porque él se contuvo y después de un rato se fue y me dejo sola y caliente, molesta subí a mi habitación pero no se me pasaba la calentura, nunca me había masturbado y tenía muchas dudas de hacerlo en ese momento pero mi cuerpo lo pedía; echada en mi cama metí mi mano bajo mi pantalón y comencé a acariciarme por encima del calzón, se sentía delicioso y relajante, lo hice un rato largo siempre por encima del calzón que ya estaba mojado hasta que sentí que me desmayaba, sentí que me faltaban las fuerzas y mi mente se fue lejos. No sabía que había pasado pero me encantó y quise más.

    No entiendo porque pero mi enamorado nunca se ponía caliente, ni se me insinuaba y nunca pasábamos de besos y conversaciones tontas a pesar de que cuando estábamos solos en mi casa siempre me ponía coqueta y me vestía con los shorts más pequeños que tenía. Me aburrí de él. Un fin de semana fuimos a la fiesta de 15 años de una amiga, ahí vi a un muchacho que de inmediato me atrajo físicamente, era alto, calculé que tenía unos 20 años y era muy guapo; no apartaba mi vista de él y cuando salió a bailar a la pista me levanté de la mesa y con mis amigas fuimos a bailar también. Hicimos contacto visual y le sonreí, traté de bailar sensualmente porque sabía que me estaba viendo y comencé a excitarme rápidamente, mi cuerpo estaba vivo y buscaba satisfacciones, quería que me tome y me lleve fuera de ese lugar para hacerme suya. En un momento de la noche mientras estaba sola tomando aire se me acercó y comenzamos a hablar mientras me ofrecía de su cuba libre; el alcohol aceleró mis palabras y le dije que me gustaba, me dijo lo mismo y que le gustaba mi forma de bailar. No recuerdo los detalles pero si recuerdo que fuimos a la habitación que la quinceañera usaba como cambiador y deje que haga conmigo lo que él quisiera.

    Empezó por besarme los labios y era tan diferente a como lo hacía mi enamorado que de inmediato empecé a mojarme ahí abajo. Tocaba mis piernas y tocaba mis senos de una manera tan frenética que me gustaba mucho, yo media desmayada no podía decir nada y solo sentía, escuchaba su voz y escuchaba mi corazón al mismo tiempo; cuando sentí sus labios en mis pezones fue el éxtasis para mí, no sé cómo explicarlo pero su lengua recorriendo mis pechos me desconectaba del mundo. Le quité la camisa y le bajé el pantalón, no soportaba las ganas de ver su pene y de tocarlo; mientras nos besábamos como locos pude por fin tocar un pene erecto, se sentía duro, caliente y enorme en mi mano, me quede impresionada porque no comprendía la posibilidad de que tamaña cosa pueda entrar en mi pequeña vagina; comencé a acariciarlo y con mi dedo pulgar tocaba la punta de esa verga hermosa y vi que salían pequeñas gotas. Ya estaba muy mojada y solo quería que me la meta, me eché en el sillón y abierta de piernas le dije que me haga el amor; cerré los ojos y sentí la cabeza de su pene en mi vagina empujando suavemente buscando ingresar en mí, sentía como me mojaba más y como me la metía despasito; entraba un poco y sacaba un poco, de nuevo entraba un poco y de nuevo sacaba un poco; no podía más con lo que sentía ese momento, era una mezcla de dolor con placer que poco a poco se convirtió en puro goce sexual. Abrí mis ojos porque quería ver cómo me penetraba y vi su verga completamente dentro de mi vagina, vi sus testículos pegaditos a mi ano y sus vellos púbicos enredados con los míos; nos miramos a los ojos y él empezó a embestirme, lo abrazaba con mis piernas mientras él me la metía una y otra vez al mismo tiempo que sentía su respiración en mi cuello y yo comenzaba a sudar por todas partes. En ese momento no lo supe pero sentí mi primer orgasmo, solo recuerdo que casi me desmayo de todo lo que estaba sintiendo y mi pelvis comenzó a estremecerse fuertemente; él siguió haciéndome el amor hasta que tuve otro orgasmo y él también tuvo el suyo, lo vi eyacular toda su leche encima de mi vagina pero unas gotas lograron llegar hasta mis pechos. Mi vagina seguía palpitando de placer y yo con la respiración entrecortada me quedé sobre el sillón observando ese pene completamente mojado de semen y de mis fluidos vaginales que aún estaba erecto. Lo toque y comencé a masturbarlo, el aroma que desprendía el semen en mi cuerpo me encantaba; él se acercó muy cerca de mi rostro y casi por instinto puse mi lengua en la cabeza de su pene, lo besé y lo chupe lentamente mientras seguía masturbándolo; al mismo tiempo el metía sus dedos en mi vagina que seguía caliente y húmeda. Yo no quería terminar jamás pero en ese instante alguien tocó la puerta y nos despertó del viaje; él se vistió rápidamente al mismo tiempo que yo intentaba limpiarme el cuerpo asustados por si nos descubrían; nos vestimos y arreglamos en silencio hasta que dejaron de tocar; después de eso salimos y nunca nadie se enteró de lo que pasó ahí dentro.

    A partir de esa noche mi vida no fue la misma, quería tener sexo todos los días, quería hacerlo en todas partes, fantaseaba todo el tiempo con que algún desconocido de la calle me haga el amor en cualquier esquina, he tenido al hombre que quise y mujeres también. Ahora tengo 28 años y he pasado por muchas cosas, he hecho todo lo que he querido sexualmente y aunque me he ganado problemas no me arrepiento de nada. Seguiré viviendo a mi manera.
     
    megatronxxx, 6 Feb 2024

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    #5
    A Bisonte1977 y polo35 les gusta esto.

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