Las 20 cosas que debes saber este verano... si pasas por Asia

Colegas

Esto salio hoy en Caretas 2066
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Dedicado a los cofrades Alquimista Estatal e israfel (en buena onda tios... ya que esta zona es webbing)

Entonces, aqui va estos consejos para las tias "asiaticas", incluyendo a la "china" Tudela, que nuevamente sale en las paginas de Caretas.


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Las 20 cosas que debes saber este verano... si pasas por Asia

Si no sabes catar, olvídate de fintear.
Manual básico de supervivencia en el balneario de moda. Una tragedia social podría acontecerte si pasas por alto estas recomendaciones. Léelo, medítalo y hazlo circular entre tus amigas si no quieres naufragar en las tormentosas aguas del qué dirán.

1.- Tener tema de conversación.
Quedarse muda en la playa o en una mesa con desconocidos es, socialmente hablando, como ponerte la soga al cuello y patear la silla que te mantenía en pie. Tu bonita sonrisa puede ser un buen recurso pero de corta duración. Querida, ya es hora de que te vayas poniendo al día con las noticias, son un buen salvavidas para iniciar el diálogo.

2.- Jamás te interpongas entre un hombre y el fuego de su parrilla.
Respeta su territorio. Si quiere mancharse con el carbón y broncearse con el fuego milenario del asador, allá él. Pero tampoco lo abandones a su suerte. Sé amable e interésate por su labor: “Gordo, ¿con qué corte de carne nos vas a sorprender hoy?”.

3.- Mantener la dignidad a flote.
Si todavía no sabes, ya es hora de que aprendas a nadar. No hay espectáculo más desalentador para un caballero que ver a una sirena chapoteando patéticamente y sin avanzar en una piscina.

4. - Tiritar en la orilla.
Si eres de las que tienen la histriónica manía de retorcerse de frío apenas sumergen un pie en el agua, recuerda la sabia oración del doctor Christian Barnard: “Todo está en la mente”. Mujer, ¡todavía no han inventado las playas temperadas! Toma valor y zambúllete de una buena vez.

5.- Evitar una pelea.
Pasadas las seis de la mañana algunas discotecas de Asia terminan convirtiéndose en un ring de valetodo por quítame estas pajas. Durante un conato de bronca, y por más que la ofendida seas tú, ni se te ocurra echar más leña al fuego. “Vamos amor, no vale la pena”, podría ser el remedio para evitar que tu pareja termine en la comisaría o en la posta médica por trenzarse a golpes con un desconocido.

6.- Comentar un vino sin creerte Cristina Vallarino.
Estás en el balneario de Asia, no en un congreso de enólogos en Bordeaux. Si no conoces las técnicas para catar un vino, no asomes la nariz en la copa ni la observes a contraluz. Usa el sentido común y tu instinto para expresar un comentario honesto.

7.- Huir del falso ecologismo.
No, querida, llevar tus compras en las bolsas biodegradables del Wong de Eisha no te convierte en una abanderada de Green Peace. Ya es hora de que empieces a interesarte de verdad por la ecología. Salvar el planeta es más que una moda.

8.- Ante todo mucha calma.
Mantén la compostura y la elegancia ante percances menores. Por la picadura de una malagua, por ejemplo, no es necesario llamar a tus contactos en el Ministerio de Salud. El veneno se disipa aplicando arena caliente sobre la zona afectada.

9.- Desconéctate.
Apaga el plasma. Deja tu laptop en casa. Olvídate del Blackberry y del iPod.
Huye de los establecimientos con sistema WiFi y ni se te ocurra entrar a tu Facebook, a tu blog personal o a tu Hi5. La playa se ha hecho para descansar.

10.- Planchar un vestido.
Faltan minutos para que PPK empiece su concierto de flauta traversa en el Centro Cultural Rímac y tú, en casa, estás hecha un atado de nervios porque tu vestido étnico de Sitka Semsch se ha arrugado y Jessikah´s Jessenia´s ¡olvidó la plancha en Lima! Secreto de la abuela: cuelga el traje en una percha en el baño y abre el caño del agua caliente para que el vapor ayude a desaparecer las arrugas.

11.- Tener correa.
Si por esas veleidades del destino apareces censurada por tu facha en la sección ‘¿Va o no va?’, no desesperes ni pretendas cortarte las venas con galletas Oreo. Tómalo con buen humor y recuerda: el que se pica pierde. De todos modos, no estaría de más prenderle fuego a la ropa que te puso al borde de la ruina social.

12.- Tomar moderadamente.
No hay nada más desastroso para tu reputación que perder los papeles por unas copas de más. Si no quieres que los pormenores de tu última juerga sean materia de conversación durante el resto de tus días, abre tu mente a este consejo de los Ángeles de Diageo: no dejes de tomar agua entre apple martini y apple martini.

13.- Usar lentes de sol y sombrero.
Si planeas abordar un velero o un catamarán, además del trikini y el pareo no olvides llevar lentes de sol, sombrero y bloqueador con factor de protección solar de 40. La conciencia de que el cáncer de piel es un peligro latente, ha puesto demodé los exagerados bronceados a lo Farrah Fawcett. No está demás decir que otra fatal consecuencia son las arrugas prematuras, esas que no se les desea ni a la peor enemiga.

14.- Enriquece tu vocabulario I.
Descarta la expresión “¡Espectacular!” para opinar absolutamente acerca de todo en este mundo.
-¿Cómo estuvo la puesta en escena de Vania Masías?
-“¡Espectacular!”
-¿Qué tal la exfoliación con sales en el Specchi Spa?
-“¡Espectacular!”
-¿Probaste el estofado thai de mariscos con curry casero y de Madrás, leche de coco y arroz perfumado de Rafael Osterling?
-“Simplemente, ¡espectacular!”

15.- Enriquece tu vocabulario II.
Nada más decepcionante que escuchar decir al chico guapo que acabas de conocer que se dedica: “A todo lo que es banca y finanzas”. ¿A todo lo que es? ¿Qué quiso decir exactamente con este ambiguo y rimbombante barbarismo? ¿Que trabaja codo a codo con Susana de la Puente, que tiene su despacho en la alta dirección del MEF o que tramita tarjetas de crédito en las afueras de Ripley a sola presentación del DNI? Ni con la ayuda de Martha Hildebrandt podrías desentrañar este enigma.

16.- Tratar con respeto... a todos.
Si no quieres que Mónica Sanchez y demás activistas del Operativo Empleada Audaz se pongan a lavar banderas frente a tu terraza para darte una lección de inclusión social y derechos humanos, ya es tiempo de que entiendas que todos somos iguales bajo el sol. Erradicar la mala fama que se han ganado los residentes de Asia es tarea de todos.

17.- Evitar excesivas muestras de afecto.
Se entiende que el calor reinante y los cuerpos gloriosos puedan encender algunas pasiones con tu pareja, pero, vamos, un beso con revolcón sólo puede resultar elegante con Burt Lancaster y Deborah Kerr en el clímax de ‘De aquí a la eternidad’.

18.- Sumérgete en la bohemia artística.
Estando en Asia no podrás escapar de asistir a un evento cultural. Si te llegó la invitación para la subasta del MALI en Playa Blanca, este recurso es arriesgado pero es tu oportunidad para subir tus bonos con Natalia Majluf y el jet set intelectual: Hazte la interesada y no temas ser la primera en pujar para adquirir ese codiciado cuadro de Ramiro Llona; pero sé precavida y retírate antes de que el martillero acepte tu oferta. Un paso en falso y podrías terminar endeudada hasta el cuello y viéndote en el penoso trance de tramitar la reprogramación de tu deuda so pena de figurar en la lista negra de Infocorp. Ahí sí, ni el cuy mágico te podrá salvar.

19.- Detectar un cazafortunas.
Asia también ha saltado a la fama por ser frecuentada por chicas bien y mujeres de éxito, lo que está atrayendo –como la sangre al tiburón– a una pléyade de oportunistas y recurseros sentimentales que, cuales “marcas del corazón”, despliegan todas sus artimañas para seducir a las más incautas (con la rentabilidad que eso les pueda significar). Mantente alerta.

20.- No hablar de cirugías en la playa.
Se considera políticamente incorrecto hacer comentarios sobre rinoplastías, estiramientos e implantes ajenos. Es un pacto tácito; después de todo, en Eisha la que no tiene de mona tiene de silicona. Y las clínicas de cirugía plástica son como la casa del jabonero: la que no cae, resbala.