La venequita de los dulces

Hola cofras, regreso a los relatos después de un buen tiempo. Estuve alejado del trampeo por cuestiones familiares pero felizmente volvemos con fuerza jajaja.

Desde hace un tiempo por chamba voy frecuentando la zona límite entre San Isidro y Surquillo, cerca a un grifo y un conocido local sopero. Las noches que iba a llenar combustible siempre veía a una flaquita trigueña de cabello ruloso, cargando a un niño y vendiendo dulces, por su dejo era claramente venezolana. No es muy bonita de rostro, tiene la nariz ancha, algo que personalmente no me pone, pero ofrecia sus dulces con una sonrisa bien coqueta y agradecía a todos así no le compren. En una oportunidad que el grifero se demoraba la vida en atender se me acercó, le compré un chocolate y le busqué conversa, le pregunté si su hijito no se le enfermaba con tanto frío que hace en la calle, me contó que es el hijito de su prima y ella lo cuida mientras su prima trabaja limpiando oficinas cerca de allí. Aproveché para chequearla bien, fácil no pasa de los 20 años y el jean apretadito le dibujaba un culito chiquito pero firme, por el casacón que llevaba puesto no pude notar si sus pechos eran igual de pequeños. Finalmente me quité del grifo, se despidió con una sonrisa y me dijo su nombre que termina con Mar, le sonreí y dejé una propina.

Un par de semanas después la vuelvo a ver cerca al grifo, aprovecho la luz roja y le paso la voz. Sonrie y se acerca a saludarme, esta vez estaba sola vendiendo, luciendo ese culito provocador. Le pregunté por su sobrino, resulta que era día libre de su prima y se lo había llevado a pasear, como ya me iba a ganar el semaforo me la jugué y le dije que me de el alcance en el grifo. Avancé, me cuadré en el grifo y para mi sorpresa me siguió, guardó sus dulces en la mochila y se subió al carro, conversamos un rato, me contó de su familia, que había llegado a Lima hace unos meses y estaba viviendo con su prima y otros paisanos suyos en Surquillo compartiendo cuarto. Entre bromas le pregunté si tenía marido porque no quería tener problemas si la invito a tomar un café, me miró coqueta diciendome que estaba sola, le puse la mano en la pierna y como no la quitó le propuse ir a dar una vuelta y tomar algo. La llevé a un huequito cerca de allí donde sirven chelas y sanguchones, entre risa y risa me dio las quejas de los peruanos maleducados que le dicen cochinadas o le quieren meter mano cuando se acerca a vender (no sean malcriados cofras), le respondí que no soy maleducado pero que tenía ganas de meterle mano y algo más jajaja.

- "Ay BaldJoe, usted es un caballero de usted no me quejo", me dijo toda picarona.

Me acerque a besarla y me respondió con lengua, seguimos con los agarres un rato más, pagué la cuenta y al carro rumbo a un telo en Aramburú. Manoseos y agarres durante el camino, la nena diciendome que tenía muchas ganas (floro o no, se le notaba arrecha), yo estaba fierro con ganas de comerme ese culo apretadito. Llegamos al telo, pido forros y una habitación que tiene espejos frente a la cama y en el techo, la tía de recepción me miró con cara de pocos amigos al darse cuenta de la diferencia de edad, me dio la llave y seguimos con los agarres en el ascensor. En el cuarto empecé a quitarle la ropa, la casaca y polo primero para descubrir sus pechos pequeños sin sostén, practicamente sus tetas eran puro pezón, negrito e hinchado, van perfecto con su figura delgada, no aguanté las ganas de chuparlos mientras ella gemía y me acariciaba la pelada jajaja. La nena me pidió ir al baño y salió calatita, estaba pajeandome viendola bailar, acercandose al ritmo del regueton que puse en la tv, había pasado mucho tiempo desde que me comí una chibola y le tenía ganas a ese rico cuerpito teen. Se trepó a la cama y empezó a mamarmela chupando la cabecita, lamiendola y jugando con ella buen rato, no se la metía más hasta que la cogí de los cabellos de resorte y a bombear, diciendole que abra bien para cacharle la boquita, sentía sus dientes pero no podía parar de bombear ya estaba en piloto automático. Sentía que iba a reventar pero no quise venirme en su boca, saqué un forro, la puse piernas al hombro y a empujarla en ese coñito sorprendentemente apretado. La nena no tenía mucho uso o era así de ajustada pero con un par de empujones ya la tenía toda dentro, gemía rico y decía mi nombre, me llamaba papi y eso me hacía darle más duro hasta que sentí que me venía y reventé sobre su vientre y tetas... así terminó el primer round.

 

woww yo tambien quiero una veneca dulcera

 

Provecho cofrade , algún día tendré esa suerte ya q siempre encuentro puras gordas o tías ya .. saludos

 

Para esos casos hay que hacer concesiones cofra, la nena tiene un cuerpito 8/10 pero su carita está en debe jajaja. Es una con otra xD

 

Apaga la luz y sufí a tirar

 

Jajajaja, me conformo que sea mujer, no finja y que disfrute.... Pero que histórico relato mano, me das sana envidia... Jajajajaja yo por timidez no lo intento.... Buena, espero que continúe el relato pronto saludos

 

Bien jugado cofra, le acepto en una la venequita. Imagino que luego vino el cariño monetario

 

Saludos navieños cofrades! Les traigo una pequeña actualización sobre la venequita de los dulces, ahora está chambeando en limpieza con su prima, felizmente cerca a la misma zona.

La semana pasada la vi saliendo de la chamba, quedamos encontrarnos en el grifo de siempre, estaba luciendo el culito en un jean apretado, polo de tiritas sin sosten y una casaca encima. Me contó que anda en trampeos con un pata que trabaja en el mismo edificio donde hace limpieza, el brother es casado y como de mi edad pero ella no se hace roche porque sabe cual es su rol en el trampeo y de paso recibe sus regalitos. Fuimos a un bar linceño por unos tragos con su respectivo baile y agarres, apretandole los pezones sobre el polito, nos quedamos solo un par de rondas porque la zona se ha maleado aún más con sus paisanos y otros vecinos caribeños. Terminamos en el telo frente a una conocida panadería, un vino más bailando calatos y a comer.

Un agradecimiento al brother con el que está trampeando por abrirle el culito jajaja, se lo volví a pedir y esta vez la nena asumió posición sin quejarse y sin tener que darle un cariño extra. Lubricante y a empujarla toda adentro. La venequita sigue siendo buen polvo, sobretodo si tengo ganas de comer un cuerpito teen (como siempre la cara en debe, pero su actitud amiguera buena onda es un plus), se presta para mis mañosadas aunque se rie y me dice pervertido jajajaja. Tenerla montada jalandose los pezones y moviendo las caderas es una delicia.

Espero que reciban el nuevo año tirando y trampeando. Felices fiestas!