Segunda vez

Buenas tardes cófrades, he guardado esto por algún tiempo pero quiero relatar lo que ocurrió la última vez que acudí con una kinesióloga y la segunda que es en mi vida.

Para ubicarlos en contexto, eran las nueve de la mañana, andaba algo desvelado porque toda la madrugada me la había pasado leyendo los relatos eróticos de este glorioso foro al punto que estaba muy excitado, había segregado mucho líquido pre-seminal y tenía muchas ganas de experimentar con una kinesióloga.
Esta sería la segunda vez, la primera fue cuando tenía 18, por algunas razones dejé de hacerlo.

Tengo que añadir que tengo pareja, una persona muy recatada y para mi buena o mala fortuna también lo es a la hora del sexo, razón por la cual no experimentamos nuevas fantasías o algunas ideas que vienen a mi mente. Se trata más de un sexo convencional, si bien es cierto lo disfruto aunque a veces siento que le falta vida y después de insistir preferí dejarlo ahí, entendiendo que en las cuestiones sexuales, no vale forzar a alguien a hacer algo que no quiere.

Acudí a la sección: Kinesiólogas, zona norte ya que yo vivo por ahí y llamaba a todos los números que los cófrades recomendaban como una buena experiencia con un trato de 6 a 7. La verdad, no me importaba mucho, solo quería tener la sensación de hacerle de todo a una mujer de acuerdo a mi voluntad y lo que me venga en gana, aunque de todos modos, estuve valorando las opiniones de los cófrades.

Estuve así de 9 a 11 de la mañana, pero ninguna contestaba cuando les escribía por Whatsapp, me estaba desesperando, quería masturbarme para aplacar la sensación pero opté por no hacerlo y guardar la arrechura hasta el momento. Luego entendí que ellas no suelen contestar a esas horas. Al mediodía salí a comer algo cerca de mi casa. Al regresar vi el celular nuevamente y encontré que me habían respondido tres mujeres.

Les escribí a las tres, y hubo una que estaba más pendiente del celular así que opté por ella. Las fotos que me envió eran prometedoras y para variar, diferente a lo que es mi pareja. No dude en confirmar con ella, y quedamos a las tres y media de la tarde. Salí una hora antes, con la expectativa del encuentro, tomé un taxi y llegué hasta el famoso hotel Asturias frente a Mega Plaza, la verdad me pareció bueno y eran 40 soles bien pagados. Estaba nervioso.

Al entrar en la habitación, no había ningún lugar en donde dejar mis cosas así que lo puse en un espacio encima del minibar y debajo de una pequeña repisa. Dinero, tarjeta, llaves y celular. Esperé, pero no llegaba y ya habían pasado 15 minutos. Antes que nada, siempre me gusta causar una buena impresión a las mujeres y sé que les gusta la limpieza así que me volví a bañar, estaba impecable por cualquier parte.

Cuando estaba acostado en la cama mirando los espejos del techo escucho golpes en la puerta. Mi corazón se sobresaltó y abrí la puerta con cierto nerviosismo, la describiré a continuación:

Era una mujer entre 29 años y 35 años, daba la apariencia de una mujer canchera de la vida, de rostro era agradable con rasgos de rufiana. Le pongo sus 160 centímetros, senos grandes, redondos y paraditos, una cintura de infarto, caderas regulares, piel suave, desprendía un olor a frutas que me cautivó. Al menos el olor es una de las cosas que me atraen mucho, tenía unas piernas que hacían que uno se quedara mirando y tenía un culo grande que hacía notar mejor esa cintura.

Nos saludamos con un beso en la mejilla, le pregunté cómo estaba y le dije que se pusiera cómoda. Hablamos un rato mientras ella dejaba sus cosas en el velador y se alistaba para tomar un baño, pude apreciarla mientras se quitaba la ropa, estaba riquísima y mi pene ya estaba segregando fluido pre-seminal, comenzamos a hablar casualmente mientras se recogía el cabello y eso me termino de enfermar. Mi inexperiencia se notó, la acompañe a la ducha y quise abrazarla por detrás y acomodar mi miembro en su vagina, yo estaba todo húmedo y ella con timidez me indicó que no tenía el pre y que esperara a que ella terminara de bañarse.

Entonces me quede en la ducha con ella viendo cómo se bañaba y fue todo un espectáculo, aunque noté que ella miraba mi miembro bastante seguido. Debo confesar que no es nada especial, mi miembro mide 15 centímetros erecto y es grueso, no soy pingón, pero años de sexo me enseñaron a moverme bien y buscar el placer de la otra mujer al tener relaciones, aunque eso no se notara a simple vista.

Como les dije, estaba nervioso y me había olvidado las toallas en la cama, así que salí inundando el piso completamente y trayendo las toallas para los dos. Ella salió se secó y fue al televisor buscando algún reggaetón para poner ambiente. Me apresuré y me sequé lo que pude y me puse el bóxer, ella se puso su lencería. En ese momento estaba diablo, y ella me dijo que si quería un baile. Le dije que sí, sin dudar y apagamos las luces, y ella comenzó a masajear mi miembro con su culo aun con lencería, yo hacía movimientos circulares para acomodar mi pedazo bajo su vagina y ya se estaba poniendo duro, besaba su nuca, su espalda, tocaba sus tetas, le cogía de la parte de atrás de la cabeza y apretaba firmemente. Ella comenzó a moverse más rápidamente, y me puso al 100% entonces le embestí con todo y bóxer y ella soltó un ligero: “au, parece que ya estás”.

Me acosté y ella vino sobre mí, y me comenzó a tocar el pene a masturbarme, luego me dijo “estas mojado mi amor”, ven aquí, agarro el pre, lo puso en su boca y se acercó a mi pene que estaba al palo y duro, y me colocó el pre con la boca. Eso fue tan excitante que le cogí la cabeza y comencé a penetrar su garganta como si fuera una vagina, era una maestra, la verdad que nunca me habían hecho un oral así, no se sentían los dientes y era tan suave y caliente ahí dentro. Así estuve por 7 minutos o más, ella me decía “Te gusta así, papi?, te gusta cómo te lo chupo?, te vas a quedar satisfecho conmigo por escogerme mi amor”. Falso o no, igual lo disfruté.

Para mis adentros dije, es suficiente. Sin decir palabra, me levante de donde estaba, haciendo que mi pene entrara más aun en su garganta y ella se moviera para evitar atragantarse, entonces me dijo “Como la quieres mi amor?”, le dije “Échate boca arriba”, y ahí puedo terminar de hacer la descripción inconclusa. Su vagina era grande, rosácea y los labios estaban un poco salidos, se veía bastante jugosa y melosa, y depiladita. Acomodé mi pene en la entrada de su vagina y en una, con cierto ajuste pero más por maña de ella y la comencé a penetrar duro y parejo, mientras ella emitía gemidos ligeros a manera de resoplidos, gradualmente aumento el volumen y me decía: “Levanta tu pedazo papi mientras me penetras, quiero que roces mi vagina bien duro”. Ni corto ni perezoso hice eso y a los dos minutos ella empezó a temblar ligeramente y empezó a moverse menos, yo tenía las bolas mojadas y me di cuenta porque con el aire del ventilador empecé a sentir algo de frío.

Parecía que quería descansar, pero no la dejé, yo estaba con la leche en los ojos, entonces hice que levantara las piernas, la puse sobre mis hombros y las incline un poco más aún para hacer sentones hacia abajo. Sus gemidos se hicieron gritos, porque estaba rozando fuerte sus paredes vaginales. Mi pene entraba en forma completamente vertical a su vagina y para mí era fácil hacer esto, ella estaba gozando y yo estaba aguantando las ganas de no venirme, ya íbamos por el minuto cuarenta y nada, era porque me andaba aguantando, entonces ella me dijo “Córrete papi para que no se te muera” y me deje llevar, solté la leche, mientras ella veía mis ojos.

Ya se estaba cumpliendo la hora, y me quede con ganas de hacer más cosas pero era hora así que después de descansar y conversar un rato más, nos bañamos por separado y luego la despedí mientras veía la tele. Eran las 4.50 p.m.

Tenía planeado salir nuevamente la tercera semana de marzo pero llegó la cuarentena y la verdad es algo decepcionante el tiempo de espera.

Sé que muchos verán esto como una experiencia de un principiante, pero es el aporte que hago hoy y agradeceré sus comentarios y consejos.

 

La ultima vez que pisé un telo fue en diciembre del año pasado.....pero te puedo decir que mejor estar con una mujer que ames y que te ame tb

 

buena la segunda ves

 

Pues bien amigo Me alegro mucho que compartas con nosotros tu segunda vez continúa sí ten buen día

 

Buen relato tu 2 vez

 

Buen relato cofrade mala suerte que por esta cuarentena nadie sale ya quiero remojar el payaso a una kine hace tiempo que no voy a un telo

 

Es verdad, aún no entiendo como todo esto llego a pasar.

Aunque, para ser bastante franco, no vi que tan importante es el aspecto sexual en una relación, a mi me gusta el sexo fuerte y desinhibido, las veces que lo he hecho de esa forma nunca he necesitado embriagarme, de hecho, nunca me he embriagado. Prefiero estar con los cinco sentidos, lástima que algunas mujeres necesiten alcohol para desinhibirse, a algunas les ganan el peso de los complejos o el que dirán.

Ahora que lo he descubierto, me he tratado de quitar las ganas de todos los modos posibles. En otro relato, literalmente hice mi puta a una amiga en el trato durante el sexo ya que ella lo quiso de ese modo. Eso me calmo bastante durante un tiempo, pero vuelven las ganas de coger duro y rico.

Algunas personas juzgan la situación de uno y dicen: pero debes conversar con tu pareja y deben charlar al respecto, pero creo que existen personas que no entenderán con palabras porque es algo que uno lleva desde lo mas profundo y no es algo que se pueda cambiar de la noche a la mañana.

De todas formas, esta cuarentena me ha dejado bastante fastidiado, a esperar a que todo esto termine.

 

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buen desquite con la kine, asi es estimado algunas parejas son demasiado tradicionales.