Experiencia en la universidad con primera enamorada

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Estimados cofrades, estoy en el foro hace ya bastante tiempo pero esta es la primera vez que me animo a compartir un relato. Se trata de un encuentro que tuve con mi primera enamorada en la universidad allá por 2008, cuando recién habíamos empezado a estar juntos. Yo tenía 18 y ella 21, una chica delgada y bajita, estudiante de derecho y además cantante.

En ese entonces ambos estábamos en un conjunto de música peruana que se formó en la universidad. Fue ahí que nos conocimos y pocos poco nos hicimos más cercanos hasta ser pareja. Estuvimos juntos 2 años y medio, hasta que la relación ya no dió para más y nos separamos. Pero volviendo a la experiencia en cuestión.

La llamaremos Alicia, aunque evidentemente nos es su verdadero nombre. Era de 1.55, delgada, con una cinturita que me volvía loco y unas tetas medianas y duritas que poco a poco aprendería a saborear a mi antojo. Aquella vez ya era de noche, y justo habíamos salido de un ensayo. Pero en vez de irnos a nuestras casas nos quedamos por ahí en los jardines de la universidad, hasta que encontramos un lugar un poco oculto por el pasto y los arbustos.

Nos acostamos en el piso y empezaron los besos, primero sabes y poco a poco más intensos hasta que la calentura nos ganó y comencé a amasar esas ricas tetas. Primero por encima de la ropa para luego, poco a poco, ir sacándole el top y el brassier que tenía puesto. Que rico fue mamar por primera vez esas deliciosas tetas que tenía Alicia. De verdad que me envicié con sus pezones como un bebé, succionándola fuerte y sacándole unos ricos gemidos que tuvo que ahogar para evitar llamar la atención en caso pasara alguien por ahí.

Poco a poco ella se iba calentando más, hasta que se montón encima mío y se empezó a frotar con mi entrepierna, sintiendo mi verga ya dura y con ganas de arrancarle la ropa para darle curso a su conchita. Esa vez ella llevaba puesto un jean un poco ajustado, por lo que no pudimos hacer mucho más que eso. Además que el ruido de los gemidos y la respiración fuerte hizo que alguien se acercara. Eso nos obligó a suspender la acción, acomodarnos la ropa y quedarnos en silencio para luego escabullirnos en cuanto tuvimos la oportunidad.

No llegaron a vernos, pero nos habíamos quedado con las ganas, así que nos fuimos a unos camerinos que quedaban al lado de unas canchas deportivas. Había gente jugando fútbol, pero no nos importó nada... O al menos a ella, porque de un momento a otro me puso contra la pared y se arrodilló frente a mi. Me bajo el cierre del pantalón y saco mi pene. La muy zorrita se había quedado con las ganas de verla y tenerla en sus manos, y empezó a darme una mamada deliciosa. Recuerdo que ella usaba brackets en ese entonces, así que sentía un poco los fierros de sus dientes. Ademas que desde donde estábamos se podía ver de lejos a la gente jugando fútbol. Si las luces hubieran estado prendidas nos habrían podido ver claramente, así que el riesgo de ser descubierto aumentaba la calentura.

Alicia me tuvo así varios minutos, tragándose completita toda mi pinga y masturbándome con sus manitas. Mientras lo hacía me miraba a la cara con unos ojos de putita que me arrechabam demasiado, y que inevitablemente hicieron que me viniera. Cuando estaba apunto de venirme le dije que se parase y ella muy obediente lo hizo. Pero cuando me acerqué a su cara y le dije "Me voy a venir", Alicia me dijo "Espera!". Volvió a arrodillarse y se puso la pinta de mi pene en el escote de su top que dejaba ver sus tetas bien apretaditas por el brassieres que llevaba puesto. Así empezó a masturbarme mientras me miraba y me decía "Vente mi amor", hasta que no pude durar más y solté un chorro abundante y caliente de semen que le inundó todo el pecho. Vi su cara de arrecha cuando eyaculé, e inmediatamente después de eso se paró y empezó a embarrarse todo mi semen sobre la parte de sus tetas que dejaba sobresalir su ropa, hasta que solo quedó una capa brillante y pegajosa.

Después de eso usó uno de sus dedos para recoger unas gotas que quedaron, y se lo metió a la boca para saborearlo mientras me miraba con cara de puta. Me había deslechado por completo y se había asegurado de marcarse con el semen caliente de su macho. Era, luego lo comprobaría, una loba total en el sexo. Después de eso me dió beso, se puso la casaca que llevaba amarrada a la cintura para cubrirse y nos fuimos. En ese entonces cada uno vivía con sus papás en casa, y en zonas muy lejanas la una de la otra. Así que solo la acompañé hasta su casa y la dejé ahí antes de regresar a la mía. No pudimos concretar nada más, pero la experiencia me dejó más que satisfecho. Fue la primera vez que me la mamó, y más adelante lograríamos completar lo que quedó pendiente esa noche.

Espero les haya resultado entretenido y "ameno" este relato. No terminó en un cache propiamente dicho, pero quise compartirlo por aquí como para recordar esos viejos tiempos. Ahora ella está casada con otro pata y se que es feliz con él, pero lo que vivimos juntos siendo tan jóvenes no nos lo quita nadie.

 

Buen relato cofra, entretenido, también he pasado por situaciones donde la arrechura puede más y empiezas a coger donde sea jaja, eso que hizo ella de permitirle que se venga en sus tetas y empiece a embarrarse cual crema humectante, estoy seguro que a usted lo volvió loco jajajaja...a la espera de más aventuras con su enamorada de esos años

 

Buen relato cofra de aventura universitaria, cuentes mas prosigaaa

 

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Excelente prosiga por favor....