Sandra

La cantante alemana Sandra Ann Lauer, quien sería conocida en el mundo de la música simplemente como Sandra, nació en la localidad germana de Sarrebruck en 1962 y desde muy pequeña demostró interés por la música y el ballet clásico. A los 13 años, cuando junto a su madre acudió a la celebración del Festival de Jóvenes Estrellas, una competición de talentos en Sarrebruck en donde se estaba buscando gente nueva para incorporarla a la industria musical germana, aprovechó que todos los participantes habían terminado de realizar su actuación y que el jurado aún estaba discutiendo los resultados, para decirle a su madre que tenía que ir un momento al baño, cosa que no era efectiva en realidad.

Sandra entonces se levantó, caminó hacia el escenario, persuadió al DJ para que pusiera una versión alemana de una canción que había popularizado Olivia Newton John, tomó el micrófono y comenzó a cantar. El reconocimiento obtenido por la improvisación le permitió conseguir grabar y publicar profesionalmente una canción titulada “Andy Mein Freund”, su primer tema que versaba sobre una niña que le cantaba a su querido perro mascota llamado Andy.

En 1979, ya con 17 años, Sandra se unió al grupo femenino de música disco Arabesque, que obtendría cierta popularidad en varios países de Europa y en otros como Japón. Cuando este grupo grababa su segundo álbum en los Europasound Studios de Offenbach, con Sandra haciendo de vocalista principal, la cantante conoció al tecladista y productor Michael Cretu, quien se convertiría en su pareja y en su más importante colaborador musical.

Sandra y su marido, el productor y tecladista Michael Cretu.
Después que la pareja se mudara a Munich y acondicionara su propio estudio de grabación, Sandra, con la producción de Michael Cretu, grabó en 1985 la canción que marcaría a fuego su carrera: “ (I’ll never be) María Magdalena” ( (“Nunca seré) María Magdalena”), una canción que llegaría al número 1 en 25 países del mundo (en Suecia el tema llegó a estar dos meses liderando los charts de popularidad).


Después de ese descomunal éxito, Sandra grabó y publicó ese mismo año su primer álbum, “The Long Play”, que alcanzó el número 12 en su país natal, y que también llegó al top 20 de otros países. El siguiente single de Sandra, “In the heat of the night”, confirmó su gran éxito internacional. Esta canción le dio a la cantante el segundo lugar en el Festival de Música de Tokio celebrado en 1986 y alcanzó el número 2 en Alemania y el top 5 en Francia. Para entonces, Sandra ya era aclamada como la “princesa del pop” en Europa.

El siguiente álbum de Sandra, “Mirrors” (1986), mantuvo el éxito de la cantante en Europa gracias a otros cuatro singles, y al año siguiente, publicaría el disco recopilatorio de grandes éxitos “Ten on one (The singles)”, un testimonio de lo rápido que fue su ascenso en poco tiempo hacia el estrellato. En enero de 1988, Sandra se casaría con Michael Cretu, y ambos se trasladaron de Münich a la isla española de Ibiza, donde prepararon el álbum “Into a secret Land”, con el cual se alejarían de alguna manera del electro pop que les caracterizaban hacia un sonido más seductor y misterioso.

Sandra terminaría la década del 80’ como una de las artistas femeninas más populares de Europa, lo que le valdría ser conocida como la «princesa europea del pop», superando incluso a Madonna en algunos lugares de Europa en términos de popularidad y top 10 conseguidos.
En los años 90’ Sandra, sin descuidar su carrera solista, se integraría al grupo Enigma, cuyos compositores y arreglistas eran Frank Peterson y su marido Michael Cretu. Debido al éxito mundial de Enigma, hubo una pequeña interrupción en la carrera musical de Sandra, que duraría dos años hasta que fue publicado su siguiente álbum “Close to heaven” en 1992. En este álbum, la música tomó un derrotero hacia un estilo más meditativo y menos bailable, pues Sandra quería cambiar su imagen de ídolo para adolescentes y actuar para una audiencia más madura. Sandra y su marido Michael Cretu, por entonces, serían reconocidos en Europa como la pareja casada más exitosa del año, siendo premiados con el Golden Europe Award en 1992.

A finales de 1992 se publicó un nuevo álbum recopilatorio de la artista, titulado “18 greatest hits”, que alcanzó el top 10 tanto en Alemania como en Francia, y fue galardonado con un disco de oro y uno de platino en esos países, respectivamente. La publicación de este disco marcaría el final del más exitoso periodo en la carrera como solista de Sandra.

En 1995 la cantante alemana dio a luz a sus gemelos Nikita y Sebastian, por lo que la cantante decidió posponer su carrera y dedicarse a criar a sus hijos. En el nuevo milenio la cantante retomaría su carrera y lanzaría nuevos discos, con un éxito moderado.


En la actualidad, la cantante alemana, de actuales 56 años, sigue ligada a la música y aunque sus canciones jamás le granjearon el éxito masivo en Estados Unidos e Inglaterra, muchos la recuerdan aún por su inconfundible voz en las canciones “María Magdalena” e “In the heat of the night”, singles que le permitieron cosechar el éxito en Europa y en otros países del mundo, cuando era conocida como la “princesa europea” del pop.

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