Relatos de Tinder durante segunda ola

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El año pasado cuando estábamos en plena segunda ola, no había salida con una chica en muchísimos meses. Decidí abrir una cuenta en Tinder.

Tenía 28 años y buscaba a una chica de 18-29 años. No sabía que esperar, pues era algo nuevo para mí. La verdad es que no tuve mucho problema en hacer Match con chicas. No soy musculoso, no tengo tatuajes ni soy alto, pero reconozco que tengo muy buena pinta y le dedico tiempo a mi apariencia. La primera cita que tuve fue con una chica de 27 y aunque me gustó la salida y quedamos en vernos otra vez, nunca se dio. Ahí me di cuenta de que lo que buscaba era estrictamente sexo, y me enfoqué en chicas de 18-24 que buscaban a alguien algo mayor.

Bueno, compartiré dos historias de encuentros sexuales que tuve usando Tinder más dos mini historias donde tenía sellado el encuentro, pero no se dieron por razones que luego leerán. Además, incluiré algunas fotos. (Las fotos de esta historia son de mala calidad porque tomé foto a la pantalla de mi celular con mi webcam jajaja. Cuando nos conocimos, dejó unas fotos en mi celular, pero esas son solo para mis ojitos.) Empezaré con la segunda porque es más corta y ahorita no tengo el tiempo de escribir la primera.

Hice match con una chica de 22 años, último año de ciencias políticas o ciencias sociales o algo así. Solo tenía fotos de su cara, pero me gustó el estilo y su actitud en ellas. Cuando empezamos a conversar, hizo un chiste de mandar fotos calientes. Lo tomé con humor, a veces solo quieren calentarte los huevos, y continuamos hablando. A las pocas horas me escribió que iba a borrar su cuenta, pero que apunte su Instagram. OK. Luego de unos días, la agregué y la recordé que me debía fotos. Luego de unas bromas, dijo que me las mandaría cuando todos de su casa hayan ido a dormir. Me quedé hasta tarde esperando y viendo sus publicaciones. Finalmente me escribió que solo ella estaba despierta. Luego de un par de fotos de sus tetas y culo, le dije que la tenía que conocer en persona. En ese tiempo no conocía a Leana Lovings, pero si quieren imaginarse a ella, imaginen a la versión peruana de Leana. Estuvo un poco reticente, pero noté que no estaba cerrada a la idea y si seguía su juego, todo valdría la pena.



En los días siguientes tuvimos más conversaciones y videollamadas para conocernos más y para que ella confíe más en mi. Finalmente, puso fecha y hora. Hablamos de que nos gustaba y más o menos que íbamos a probar.

Estaba viendo una película cuando tocó el timbre. Era un poco más alta de lo que imaginaba y luego me contaría que yo era un poco más chato de lo que ella se imaginaba. Vino con una mochila y preguntó por el baño para cambiarse. Cuando salió ya solo tenía un polito manga cero sin sostén y sus jeans. Pensaba tomar unas chelas, hablar un rato e ir lento, pero me preguntó de arranque si íbamos a empezar. Bueno, me gustan las chicas con iniciativa y la senté en mis piernas. Nos besamos mientras mis manos se paseaban por su espalda y cintura. Luego comencé a explorar debajo de su jean y se paró para quitárselos. Metí mano a sus senos y pellizqué sus pezones con mis dedos. Le gustó eso y se quitó el polo para tener mejor acceso. Durante las videollamadas me di cuenta de que era un poco insegura con el tamaño de sus senos y ahora me preguntó si me gustaban. Le dije sin mentir que eran perfectos, no muy grandes ni muy chicos. Con eso vi que se tranquilizó y terminó de quitarse todo.

Habíamos quedado en que me la chuparía con condón, pero dijo que le había caído bien y que lo haría sin condón. Fue buena, pero no como otras chicas que viven para chupar pinga. Bajé para devolver el favor, pero me dijo que no, que era insegura con su vagina cuando recién conocía a chicos. No insistí y abrí un condón. Empezamos con ella abajo, en diferentes versiones. Le gustaban los besos así que solo me desprendí para besar su mentón y cuello. Cuando me acercaba a su clavícula, nuevamente me paró y dijo que le daba cosas cuando la besaba allí. Bueno, quería que esté cómoda y regresé a su cuello. Finalmente, sentí que ya estaba por acabar y pregunté sí quería seguir o ya terminar con esta primera ronda. Contestó que mejor ya acabar, y subí el ritmo. Acabé rico y luego de un par de empujes más, me quité el condón, lo boté y regresé de inmediato para abrazarnos. Nos besamos varios minutos y luego me paré para ponerme el bóxer y comer un poco. Con el tiempo, se empezó a despertar el amigo.

Todavía quería probar su pussy y esta vez le sugerí hacer un 69, aceptó y se trepó encima. Me gusta comer pussy y siempre que puedo lo aprovecho al máximo. Regresé a sus senos y mordí muy suavemente sus pezones. Apunten. Me puse otro condón y le dije que ella suba encima esta vez, pues quería ver su cintura y culo. Se dio la vuelta y se sentó en mis piernas. Cuando sentí que se me venía, le dije que se ponga boca abajo con el culo al aire. Esta es mi posición favorita y me gusta ver el asterisco de la chica cuando acabo. No me gusta dejar a la chica sin acabar, así que la voltee y le metí dos dedos hasta que ella acabe.

Ahora si me había cansado y me fui a tomar agua y usar el baño. Nos vestimos y comimos un rato. Quería probar una tercera vez, a pesar de que tengo dificultad en acabar más de dos veces. Empezamos de nuevo y le estaba dando de perrito cuando tuve la mala idea de cambiar de posiciones. De ahí ya no pude continuar porque murió el soldado. Me quedé con ganas de acabar en su cara, ya a estas alturas era completamente mía y había dicho OK.

Decepcionado me eché y ella se fue al baño. Cuando regresó se subió encima y agarró al soldado caído. Lo pasó por sus labios y comenzó a levantarse de nuevo, poco a poco. Viendo eso, me dijo para meterlo sin condón, quizá así pueda acabar y luego íbamos a que ella tome la píldora del día siguiente. Eso sí, soy precavido en estos asuntos, no por un momento de placer voy a correr riesgo de malograrme la vida.

Quedamos en vernos más veces, incluso me había contado que estaba curiosa de estar con una chica y hacer un trío. Lamentablemente, entre encontrar tiempo y esperar que pase su regla, no nos vimos otra vez. Tuve que viajar y no he estado en el país desde entonces.

Continuaremos con la primera vez que tiré con una chica de Tinder, una chica de 19 años ...

 

siga continue pablo ....

 

En Tinder hay que tener paciencia, aparte que tiene muchas opciones de pago

 

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Buena historia respetamos continuación