REFORMA CONSTITUCIONAL

Entrevistado con CNN, el presidente Vizcarra adelantó algunas propuestas que su gobierno llevará al Congreso sobre la materia de reforma constitucional. Destacan entre estas ideas el retorno a la bicameralidad y la reforma del voto preferencial, entre otros asuntos.

Ambas ideas son necesarias discutirlas dejando de lado el argumento barato que un congreso bicameral es más caro que el unilateral que tenemos actualmente y el supuesto mayor grado de representatividad del voto preferencial.

No obstante, un sistema político no se circunscribe a un texto constitucional sino que es, en esencia, el ejercicio del poder dentro de sus límites por personas. Y es justamente allí donde cojeamos. El regreso del Senado puede suplir el tema formal de la cuestión de la representación de las regiones, pero lo importante es qué gente las representará. Si tomamos como referencia los gobiernos regionales, creo que no llegamos a ninguna parte, salvo honrosas excepciones. La misma crítica se aplica al voto preferencial. Nada nos asegura que sin voto preferencial se elija mejor a los representantes del electorado. Incluso una idea que apoyo con entusiasmo como el voto voluntario se queda corta ante la realidad política del país.

Aunque de forma ajustada, aún es posible plantear reformas constitucionales dentro del término del mandato de Vizcarra. El que lleguen a puerto depende de la voluntad de los partidos en el Congreso, pues exige un grado de renuncia que no existe en el país.

Para quienes no entiendan lo que quiero decir con renuncia, les propongo un ejemplo histórico. Las cortes franquistas aceptaron el pedido del rey Juan Carlos para disolverse y dar paso a la transición española. En nuestro caso habrá que renunciar a muchas aspiraciones legitimas o bastardas de llegar al poder.

En fin, siendo realista, acaso - pienso - no sería mejor ser un poco más modesto. Me contentaría con la creación de una Procuraduría independiente del Poder Ejecutivo, al mismo nivel constitucional que la Fiscalía. En cuanto a esta situación, le pondría frenos para que actúe con la responsabilidad que es debida. Lo mismo haría con el Consejo Nacional de la Magistratura y el Tribunal Constitucional, cuyo funcionamiento deja mucho que desear.

 

Estimado drais, sin considerar el factor económico de lo que representaría aumentar el gasto público de contar con 130 congresistas y adicionar en su caso 60 senadores más, no creo que este sea el momento adecuado como para considerar la bicameralidad como una opción de reforma constitucional cuando hay otras brechas que debemos subsanar.

La falta de credibilidad que hoy se tiene en el Congreso con 130 congresistas donde creo que ninguno pueda rescatarse, no me imagino que varios de ellos pudieran ser opciones para crear una Cámara de Senadores cuyo requisito sería tener 35 años.

Un Mamani, un Becerril, el mismo Mulder o por allí Popi Olivera y podríamos seguir nombrando no serían opciones para optimizar una bicameralidad.
Lo único que lograríamos sería agravar el sentimiento que tenemos del ya desacreditado Congreso en vez de mejorarlo.

Tendríamos en principio que mejorar la calidad antes que aumentar la cantidad.

Que quien nos represente en el poder “vivan para servir y no se sirvan para vivir”
Si mejoramos la calidad podríamos aceptarlo y las reformas deberían venir por aquí en principio, antes no creo que sea la solución que necesitemos.

 

El tema presupuestal es el menor de los problemas. Es más, no es un problema sino la excusa que se utiliza para eludir la crisis de representatividad del Poder Legislativo. Somos 32 millones de personas representados por 130 congresistas que, en la práctica, por tener un sistema de representación uninominal, representan a todos y a nadie. Y es que un congresista es elegido con los votos de aquí y de allá, es cuestión del fulano ver donde se presenta y pesca los votos. Por eso Lima es la plaza más apetecida, pues el banco es más abundante (al que se suma el voto del extranjero)

Dicho esto, debe quedar entendido que el tema es de distribución y representatividad. Tarde o temprano tiene que abordarse el tema de los peruanos en el exterior, ya no da más el subterfugio de decir que votan por los representantes de Lima. Igualmente está el hecho zonas no representadas porque su población total no llega a la de un gran distrito de Lima metropolitana (por ejemplo, Moquegua o Apurimac).

Por otro lado, las falencias de la unicameralidad son clamorosas. En realidad la crisis del Poder Legislativo es la de la unicameralidad y de los partidos sometidos a una ley electoral que los ahoga en formalidades y abre la puerta a los independientes y a los vientres de alquiler.

En cuanto a la calidad, en este punto el sujeto a educar es el elector. ¿Cuánto sabe el votante del Poder Legislativo? La mayoría cree que tienen poderes divinos y son el hada madrina de sus representados. En la ley está lo que puede y no puede hacer un congresista. Es hora que el elector lo sepa y no se deje engañar. O si lo hace, no afecte la gobernabilidad del país.

 

Mas alla de la conveniencia o no de las propuestas, no creo que el novel presidente tenga la fuerza o tiempo para llevarlas a cabo, mas parece una propuesta para la platea.........

 

Todo depende de su capacidad de negociación con el Congreso. Eso se verá a partir del 2 de mayo.

 

Lo gracioso es que los actuales congresistas que apoyan la medida son los que aspirarían al Senado, tipo Vitocho, Mulder, etc..... y los que se oponen son los que saben no llegarían, tipo Becerril y cia........

Por otro lado Vizcarra ya puso freno de mano indicando que esta seria una reforma a mediano-largo plazo.....

 

Es lo obvio, una reforma constitucional requiere el voto en dos legislatura, es decir estaríamos votando por senadores el 2021.