La hipersexualidad, una enfermedad poco entendida.

Tema en 'Sexualidad (Ellos y Ellas)' iniciado por Lisa S., 27 Nov 2011.

    Lisa S.

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    La medicina reconoce la hipersexualidad como un trastorno de la conducta sexual, un comportamiento anómalo que nada tiene que ver con la imagen del don Juan que disfruta y alardea de sus numerosas relaciones.

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    Cuando la necesidad sexual no se controla
    La periodista Maite Gutiérrez escribió hace tiempo un artículo para La Vanguardia en el que hacía referencia a las noticias que habían salido en prensa sobre aristas, actores, famosos y deportistas que hacían uso de este concepto para justificar sus infidelidades o porque habían entrado en centros de desintoxicación para curarse de dichas conductas patológicas. Frivolidades, aparte, en este artículo nos planteamos si la adicción al sexo o hipersexualidad -una necesidad incontrolable de sexo- es una enfermedad o no.

    La medicina reconoce la hipersexualidad como un trastorno de la conducta sexual, un comportamiento anómalo que nada tiene que ver con la imagen del don Juan que disfruta y alardea de sus numerosas relaciones, advierte Eduard Ruiz, director del servicio de Andrología de la Fundació Puigvert. "La persona que padece hipersexualidad tiene un alto deseo, que busca saciar de forma obsesiva y compulsiva, pierde el control sobre sí misma y persigue el placer emocional de forma rápida", explica este médico


    Sexo, sinónimo de insatisfacción
    Pero el enfermo no logra satisfacción con sus relaciones u otras prácticas sexuales. Al contrario, "le provoca vacío y un fuerte sentimiento de culpabilidad", continúa Ruiz. ¿Se trata, pues, de un adicto? Este especialista sostiene que no se puede hablar de adicción al sexo en el sentido como se hace con el alcohol o las drogas, pero sí de una alteración de corte obsesivo y compulsivo.

    La diferencia principal está en que el adicto vive el sexo con angustia y le causa problemas en su vida diaria
    En cambio, Josep Maria Farré, jefe del servicio de psiquiatría y psicología de USP Institut Universitari Dexeus, defiende la existencia de la adicción sexual. "Si coinciden falta de control sobre la conducta sexual, dependencia y síndrome de abstinencia, hablamos de adicción, aunque es cierto que es un término muy discutido", explica Farré.

    Una libido alta, un gran deseo sexual, no es sinónimo de adicción al sexo o hipersexualidad. "La diferencia principal está en que el adicto vive el sexo con angustia y le causa problemas en su vida diaria", dice Cristina Martínez, psicóloga y sexóloga que colabora con la Asociación Española para la Salud Sexual.
    Un adicto pondrá el sexo por delante de todo, porque escapa a su voluntad. La forma en cómo se manifiesta este trastorno varía de un caso a otro. Podría fantasear constantemente con situaciones eróticas, masturbarse de forma compulsiva, consumir pornografía –muy común a través de Internet–, acudir a la prostitución... Todo de un modo tan exagerado que su vida personal y laboral se ve truncada. En muchas ocasiones también su economía, debido al alto consumo de pornografía y prostitución.
    En un estudio piloto de comorbilidad con 65 adictos, Farré identificó que el 85% de ellos eran hombres y el 15% mujeres. "Aun así, -admite- requerimos estudios más amplios".


    ¿Se puede curar?
    Una vez se identifica el problema, se sigue una terapia psicológica que consiste en aprender a controlar los estímulos, la ansiedad y el estrés, se hacen terapias de pareja, individualizadas o de grupo. Farré explica que en los casos más graves se recurre a fármacos que inhiben el impulso sexual, controlan la impulsividad y reducen el comportamiento compulsivo. Los medicamentos que inhiben la testosterona, en cambio, no se consideran adecuados y se reservan para conductas peligrosas –la adicción al sexo no tiene nada que ver con la patología de los delincuentes sexuales, en los que predomina la voluntad de hacer daño–.

    Sin llegar a los niveles de EE. UU., España ya tiene un grupo de Sexoadictos Anónimos. Tiger Woods hace yoga, terapia psicológica, deporte, y se ha gastado 46.000 euros en un tratamiento de seis semanas. La web del centro, Pine Grove, tiene un cuestionario titulado: "¿Es usted adicto al sexo? Compruébelo".
    Los tratamientos aquí en España no tienen nada que ver. De momento no se tratan en clínicas, aunque no se tardará, pero sí en la consulta privada del sexólogo. Que siempre saldrá más económico que un divorcio, un despido por bajo rendimiento, o el consumo que se pueda hacer de prostitución o “masajes felices”.


    Fuente: http://terra.com.es
     
    Lisa S., 27 Nov 2011

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    me suena a florazo para estar tirando como perro descontrolado ... :p
     
    destroy451, 27 Nov 2011

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    esta interesante el articulo, al parecer yo tengo algo de hipersexualidad.. jaaaaaaa :D
     
    chuler, 28 Nov 2011

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