Parte 4 - Historias con la familia de mi ex (continuacion)

Pude notar que la boca de Laura se fue abriendo, permitiendo el paso de la lengua de Maria Pia. Se fundieron en un beso muy caliente. Maria Pia pasó sus manos por las nalgas de Laura apretándolas, mientras Laura hizo lo propio con el culo de mi novia. Mientras se seguían besando Maria Pia le empezó a sacar el polo y sostén a Laura para dejarla totalmente desnuda. Acto seguido Maria Pia dio un pasó atrás y se sacó todo lo que tenía de ropa. Las dos quedaron totalmente desnudas, una frente a otra, mirándose a los ojos y luego posando la mirada por cada rincón de sus cuerpos.
- “Nunca he hecho esto, ni quisiera con hombres” dijo Laura un poco nerviosa
- “Yo nunca lo he hecho con ninguna mujer, pero vas a ver que te va a gustar” le dijo Maria Pia acercándose nuevamente y besándola en el cuello. A los pocos segundos empezó a bajar acercándose a las grandes tetas que yo también quería comerme. Le empezó a lamer los pezones mientras Laura jadeaba de placer
- “Siéntate en el wáter y abre las piernas. Te voy a comer la vagina como nunca te has imaginado” le dijo Maria Pia a Laura mientras se agachaba frente a ella. Se acercó a la vagina, le pasó un dedo por encima y estaba totalmente mojada. “Que rica conchita tienes Laura, quiero saborear todos tus líquidos” le dijo mientras enterraba su cabeza entre las piernas de Laura
Laura se empezó a tocar las tetas mientras mi novia le comía el coño. Al poco rato los gemidos de Laura se hacían cada vez más altos y pude notar cómo salía un chorro de su vagina que dejó perpleja a Maria Pia
- “Lo siento nunca me había pasado!” le dijo Laura con vergüenza
- “Nunca había probado un squirt, qué rico sabe. Dámelo todo” le dijo Maria Pia que no dejaba de comerle el coño y apretarle los pezones con los dedos. Así estuvieron unos 5 minutos más.
- “Creo que ahora te toca probar el coño de una mujer, ¿qué te parece?” le dijo Maria Pia mientras se ponía de pie y se limpia la cara con las manos
- “Sí quiero probar”
- “Vamos a la cama, ahí estaremos más cómodas. Además, te tengo una sorpresa”. Apenas escuché eso, me saqué toda la ropa y me senté en un sillón frente a la cama. Estaba con la verga totalmente parada y apuntando cielo. La idea era que, al tener a Laura tan excitada, accediera a que yo esté presente

Entraron al cuarto y Maria Pia iba por delante, le tomaba la mano a Laura para guiarla a la cama. Apenas me vio, mi novia me sonrió y yo le sonreí a ella. Apenas Laura entró al cuarto y me vio desnudo en la cama se quedó inmóvil, no estaba segura de seguir o no. Yo por mi lado, solo quería abalanzarme encima de esa chibola que estaba muy rica y tenía una tetas hermosas que se movían al caminar.
- “No te preocupes por Alberto. Nos ha estado escuchando todo el rato que estuvimos en el baño. Él me dio la idea de tener esta experiencia contigo, tú eres mi regalo de cumpleaños Laura. No vamos a hacer nada que tú no quieras” le dijo Maria Pia para tranquilizarla
- “Nunca he estado así con una pareja, pero me gusta lo que me has hecho en el baño y quiero seguir probando”. Maria Pia se echó en la cama, abrió las piernas de par en par y le dijo a Laura
- “Ven a comerme el coño, es todo tuyo”
Laura se arrodilló frente a la cama y hundió su cara en la vagina de Maria Pia quien cerró los ojos apenas sintió la boca de una mujer en su sexo por primera vez.
- “Así, muy bien. Pasa la lengua por el clítoris y méteme un dedo”, Maria Pia la guiaba mientras se agarraba las tetas. “Alberto acércate que quiero comerme tu pinga” me dijo mientras seguía con los ojos cerrados
Me acerqué a la cama mientras las chicas estaban en lo suyo y Maria Pia empezó a chuparme la pinga mientras yo veía el espectáculo de Laura comiéndole la vagina. Al rato, veo que Laura se empieza a fijar en mi verga mientras no dejaba de comerse a mi novia
- “¿La quieres probar?” le dije
- “Me encantaría, la tienes más grande que mi enamorado anterior”
- “Ven Laura, vamos a chuparle las dos la pinga”

Me paré al lado de la cama y las dos se pusieron en cuatro patas frente a mi pinga.
- “Métetela a la boca” le dijo Maria Pia a Laura. Le agarré la cabeza y se la acerqué a mi pinga, la empezó a chupar y pude notar su falta de experiencia, pero mi novia la iba guiando y poco a poco fue mejorando. Mientras tenía la boca de Laura ocupada, Maria Pia se encargada de chuparme lo huevos. Era genial sentir dos bocas a la vez.
Después de unos 10 minutos de una buena mamada a doble boca, necesitaba meter la pinga dentro de una vagina con urgencia.
- “¿Quién se quiere sentar encima de mi pinga primero?” dije mientras me echaba en la cama
- “Laura es virgen así que debes hacerlo con cuidado” me dijo Maria Pia
- “¿Qué dices Laura, quieres probar qué se siente o prefieres ver a Maria Pia gozar?”
- “Creo que prefiero mirar por ahora. Me da miedo el tamaño de tu pinga”
- “Y eso que no la tiene tan grande, tu hermano más bien la tiene enorme” le dijo Maria Pia mientras se sentaba encima de mi pinga
- “!¿Has follado con mi hermano?!” dijo Laura asustada
- “Uff que rico se siente tenerte adentro Alberto. Sí claro Laura, con tu hermano hemos follado un par de veces, incluso me la metió por el culo. Es la pinga más grande que me he comido y la hemos pasado súper bien”
- “Ven acá Laura, me quiero comer esas tetas tan grandes que tienes” le dije mientras la jalaba. Primero me la chapé metiéndole la lengua hasta el fondo mientras le apretaba las tetas, eran muy ricas y suaves. Mientras tanto Maria Pia me cabalgaba cada vez más rápido y podía sentir cómo se venía encima de mí. Después de besarla me dediqué a mamar aquellas tetas tan ricas como desquiciado.

Al rato Maria Pia se salió y le agarró la cabeza a Laura para que me chupe la pinga y pruebe todos sus líquidos. “Límpiale toda la pinga” le dijo a Laura con firmeza. Mientras Laura se metía mi polla a la boca aproveché para jalarle las piernas hacía mí y hacer un 69. Moría de ganas de probar esa vagina tan joven. Cuando la tenía a escasos 5cm de distancia podía apreciar lo cerradita que la tenía y solo pensaba en lo rico que se sentiría penetrarla.
Mientras le comía el coño con total locura podía escuchar sus gemidos. De pronto Maria Pia se acercó, la abrió las nalgas y le metió la lengua hasta el fondo para comerle el culo. “ qué rico” dijo Laura, quien nunca había sentido algo así. Estuvimos comiéndole todos los orificios por un rato hasta que no pudo más y me pidió que por favor se la meta.
- “Ya no puedo más, necesito sentir una pinga adentro”
- “No me lo vas a tener que pedir dos veces. Muero por penetrar ese coño”
La eché en la cama boca arriba y me puse encima de ella. Puse la cabeza de mi verga en la entrada de su vagina y empecé a presionar. Podía sentir lo estrecho que era entrar mientras veía cómo sus ojos se iban abriendo cada vez más. Maria Pia le empezó a comer las tetas para distraerla un poco del dolor mientras yo seguía entrando cm a cm.
- “Maria Pia esta vagina está más estrecha que tu culo. Se siente increíble” le dije mientras ella me devolvía la mirada con una sonrisa
- “Suave por favor” me pidió Laura
- “Tranquila, la meteré de a pocos” le aseguré
Podía sentir cómo mi pinga iba entrando en esa vagina tan apretada. Al rato la metí en su totalidad y me quedé un rato ahí quieto mientras Laura me miraba con un poco de dolor. A los pocos minutos me empecé a mover lentamente y cada vez fui acelerando el ritmo hasta hacerla gemir de placer.
- “Qué rico está” me encantan sentir tu pinga Alberto, con razón tienes feliz a Maria Pia
- “¿Te gusta sentirla adentro?” le preguntó Maria Pia
- “Sí está riquísimo, pero sería mas rico si me dejaras comerte el coño a la vez” le dijo Laura. A lo que Maria Pia y yo nos quedamos un poco sorprendidos, pero aun más excitados al ver que la habíamos convertido en toda una zorra bisexual
Maria Pia se echó en la cama boca arriba y abrió las piernas, Laura metió su cabeza entre sus piernas. Yo vi ese culito al descubierto y la puse en cuatro patas y le metí de golpe toda la verga a lo que Laura soltó un grito de placer. Le estuve dando súper duro por un rato mientras Maria Pia me miraba a los ojos y gemía por la comida de coño que la chibola le estaba dando.

Al poco rato sentí que se me iba a salir la leche así que me salí de Laura y le dije a los dos que se arrodillen para tomarse mi leche. Ambas se arrodillaron obedientemente mientras no paraban de besarse, me masturbé un poco y al segundo salieron varios chorros de leche espesa que les bañaron la cara a ambas. Podía notar cómo intercambiaban saliva y leche con sus besos mientras me besaban la pinga por ratos.
Agotados y sudados nos echamos los tres en la cama.
- “Esto ha sido increíble, nunca pensé que la reunión terminaría de esta forma” dijo Laura sonriendo
- “Dímelo a mí, tú has sido mi regalo de santo jaja. Aunque creo que Alberto, no se puede quejar.”
- “Para nada.. he disfrutado demasiado de ustedes dos. Más bien no tengo ningún problema en repetirlo. Ese coñito apretadito está muy bueno”
- “Lo repetimos cuando quieran.. quisiera que Maria Pia me enseñe a aguantar una buen verga en el culo” dijo Laura dándole una palmada a mi novia
- “Uff, no puedo esperar por ese día. Denme unos 20min y les follo el culo a las dos”
- “Me encantaría, pero mis papas llegan en un rato y además hemos dejado a todos abajo solos jaja. Más bien vamos a la ducha Laura, tu Alberto espéranos acá que quiero seguir disfrutando de mi regalo de santo jaja” le agarró la mano a Laura y se metieron al baño
Después de unos 45min bajamos los tres a la sala donde estaban todavía algunas personas, entre ellas Diego quien se sorprendió al vernos bajar a los tres juntos.
- “Dónde estaban?” preguntó Diego
- “Me estaban dando mi regalo de cumpleaños” le dijo Maria Pia guiñándole el ojo
- “!¿Con mi hermana?!” dijo sorprendido
- “No te hagas hermanito. Ya me contaron que tu también la has pasado bien con ellos” le contestó Laura riendo

Iba a ir a tomar una cerveza cuando de pronto leo un mensaje en mi whatsapp. Era un mensaje de Carmen
- “Alberto, tuve una discusión con Juan. Una cosa llevó a otra y como parte de mi molestia le dije que tú y yo habíamos tenido algo. En realidad no se molestó… me dijo que te escriba y te pida venir al hotel donde nos hemos hospedado para conversar los tres. Te paso la dirección.”
Ese mensaje me dejó con muchas preguntas, pero solo atiné a despedirme de todos en la reunión. Le dije a Maria Pia que había salido un tema y que debía regresar a mi casa.

CONTINUARÁ…..

 

Buen relato historia continua

 

peor continua con el relato

 

peor continua con el relato

 

No habia leido este relato, excelente, cofrade, siga contando.

 

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Muy buena continuaciòn cofrade!