Qué Personaje del Perú resaltarías en el Mes Patrio?

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Abro este post para que nos pronunciemos respecto a algún personaje que consideremos digno de ser resaltado en el mes del Aniversario Patrio.Este personaje debe plasmar los valores que distinguen a los que hemos nacido en ésta hermosa tierra.

Yo parto con mencionar y resaltar a un hombre de valores intrínsicos y un digno representante de la hidalguía y valentía de nuestros ancestros: Don Miguel Grau Seminario.

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Andrés Avelino Cáceres - Wikipedia, la enciclopedia libre



Andrés Avelino Cáceres Dorregaray (* Ayacucho, 10 de noviembre de 1836 - † Lima, 10 de octubre de 1923) fue un militar y político peruano que llegó a ser Presidente Constitucional del Perú en dos ocasiones: de 1886 a 1890 y de 1894 a 1895. En el Perú es considerado un héroe nacional por haber liderado la resistencia en la sierra central peruana contra la ocupación de Chile durante la guerra del Pacífico (1879-1883), siendo general del ejército peruano. Allí fue conocido por sus soldados como Taita Cáceres mientras que los chilenos le apodaron El brujo de los Andes, pues siempre burló las maniobras envolventes planeadas con mucho celo por los generales chilenos y porque actuaba con tanta fluidez que parecía estar presente en todas partes. Era también quechua-hablante. Es considerado patrono del Arma de Infantería del Ejército Peruano. Según algunas fuentes su nombre de pila era Andrés Alfredo.
Después de la guerra con Chile, incursionó activamente en la política, fundando su propio partido, el Constitucional. Enfrentó al presidente Miguel Iglesias, el mismo que firmara el tratado de paz con Chile con cesión territorial. Se desató una guerra civil, pese a que el país recién había salido de una guerra desastrosa. Cáceres logró “huaripampear” o poner fuera de juego al ejército principal de Iglesias en la sierra central, en una brillante estrategia militar (1884), luego de lo cual atacó Lima. Iglesias renunció a la presidencia en 1885, y el gobierno provisorio que le sucedió convocó a elecciones en las que ganó abrumadoramente Cáceres. En este su primer gobierno constitucional, de 1886 a 1890, tuvo que enfrentar la reconstrucción nacional, especialmente en el campo de la recuperación económica. Puso fuera de curso el billete fiscal o papel moneda, muy devaluado entonces; creó impuestos nuevos; intentó la descentralización tributaria; y para solucionar el problema de la enorme deuda externa firmó el Contrato Grace por el cual entregó los ferrocarriles a los acreedores. Volvió a la presidencia en 1894, en unas cuestionadas elecciones consideradas ilegales y que provocaron la formación de la Coalición Nacional, integrada por los demócratas y civilistas, encabezados por Nicolás de Piérola; se desató una sangrienta guerra civil que culminó con el asalto de los coaligados a Lima, ante lo cual Cáceres renunció y partió al exilio, en 1895. Volvió en 1899 y siguió participando en la política. En 1919 fue ascendido a Mariscal.

Memorias
Sus valiosos testimonios de guerra los trasmitió a su hija, Zoila Aurora, y al comandante Julio C. Guerrero. La primera los dio a conocer en La campaña de la Breña (1927) y el segundo utilizó esos testimonios para publicar La guerra entre el Perú y Chile (Madrid, 1924) y Memorias del general Cáceres (Berlín, 1924 y Lima, 1973

Legado

En Perú, Cáceres es visto como un símbolo de la resistencia contra Chile, durante la guerra del Pacífico. Su figura es ampliamente recordada en la memoria colectiva de los pobladores de la sierra peruana.
Muchas veces a través de las tradiciones orales legadas por los descendientes de quienes conformaron el Ejército del Centro y las fuerzas guerrilleras de cada pueblo. Otras veces mediante variadas manifestaciones culturales y folklóricas, como es el caso de las existentes en los Valles de Yanamarca-Acolla, San Jerónimo de Tunán, Hualhuas, Pucará, Chupaca y Sicaya en el Valle del Mantaro.

 

Yo recordaría a numerosos personajes que contribuyeron al desarrollo del sentimiento de la peruanidad. Ninguno fue un dios, todos tuvieron virtudes y defectos, pero el fruto positivo que dejaron fue muy superior al negativo.
1. Pachacútec Inca Yupanqui, noveno Inca, iniciador de la expansión incaica y reformador de las estructuras del Tahuantinsuyo; encarnación de la Cultura Andina.

2. Túpac Yupanqui, décimo Inca, conquistador y explorador; origen del territorio peruano, al alcanzar la costa y la sierra.

3. Francisco Pizarro, Marqués Gobernador, conquistador del Tahuantinsuyo, personaje que por sus acciones, resulta inseparable de la historia del Perú. Sin la Conquista, la mayoría de los actuales peruanos no existiríamos, pues somos rebisnietos de Manco Cápac y rebisnietos del Cid. No somos ni los vencedores ni los vencidos, sí descendemos de ambos. Con Pizarro llega al Perú la cultura occidental, un nuevo idioma, el mestizaje, una nueva religión, una nueva capital. Si bien no es autor directo de ello, sí lo es indirecto. Viene a representar en nuestra historia la llegada de la Cultura Occidental y el sostenedor (el Perú actual ha perdurado torno a las diez ciudades que Pizarro fundó tanto directa como indirectamente: Piura, Cuzco, Jauja, Lima, Trujillo, Huamanga, Chachapoyas, Moyobamba, Huánuco y Arequipa) y ampliador del territorio peruano (con sus capitanes alcanzamos la Amazonía).
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4. Garcilaso Inca de la Vega, cronista mestizo, autor de los Comentarios Reales, primer mestizo integral.

5. José Gabriel Túpac Amaru, gran luchador social y precursor de la Independencia.

6. Juan Pablo Viscardo y Guzmán, autor de la Carta a los Españoles Americanos, ideólogo independentista.

7. Ramón Castilla, gobernante eficaz y conciliador, propulsor del progreso moderno.

8. Miguel Grau Seminario, ejemplo de hombre de honor, paradigma de marino y caballero (pongo esta foto, porque pocos pensamos en Grau como hombre de familia. En su niñez, lejos de sus padres, sirvió en la marina mercante, trabajó como hacen muchos niños del Perú de hoy, siendo así un genuino ejemplo de excelencia en base al propio esfuerzo. Convivió en un ambiente que ofrecía tantos caminos a vicios y bajas pasiones, por lo que resulta sorprendente la forja de su ética ejemplar: aquel niño casi a la deriva, se convierte con el paso de los años en esposo decente y cariñoso padre de diez hijos. Este es el detalle que me da más pena de la figura de Grau: creo que el Almirante mereció un mejor destino, haber muerto anciano, rodeado de sus hijos y nietos, pero debía cumplir con su deber con su país y con su gente -y recordemos que fue a la guerra, pidiendo licencia de su labor como diputado y teniendo un hijo de meses, eso nos da una imagen del temple de Grau-).

9. Francisco Bolognesi, soldado ejemplar, defensor de una plaza estretégica y abandonada a su suerte, que sin embargo y junto a un puñado de locos enfermos de amor por una idea de Patria que otros abandonaban y traicionaban (en frase de Thorndike), se convirtió en paradigma del honor militar.

10. Andrés Avelino Cáceres, mariscal de la Breña, militar, estratega, político y diplomático, defensor incansable de la dignidad nacional.

Estos son los que -en mi opinión-, son los más importantes forjadores de la Peruanidad, lo que no implica desdeñar a personajes como José Faustino Sánchez Carrión, Bartolomé Herrera, José Gálvez, Manuel Pardo (a Piérola no lo menciono, porque lo considero un petizo vanidoso que en mucho contribuyó a la catástrofe del 79), Augusto B. Leguía (personaje interesante y complejo donde los haya: promotor de la modernización del Perú a base de su autoridad personal, lo que lo perdió y lo hizo morir como un mártir), José de la Riva Agüero y Osma, Víctor Andrés Belaúnde, José Carlos Mariátegui (al margen del mal uso que se hizo de su doctrina y su nombre a manos de Sendero), Víctor Raúl Haya de la Torre (al margen de las discrepancias políticas), Raúl Porras Barrenechea y Valentín Paniagua, para no fatigarlos con la lista.

 

Jamás compartire la posición politica de Cesar Vallejo aunque algunos quieran asociar sus poemas con su ideologia,yo lo veo de otra manera para mi es uno de los escasos poetas q llegó a entender y profundizar mas el dolor y el sufrimiento.





Kina Malpartida una de las tantas mujeres q tenemos en el anónimato en el Perú ella simboliza a la mujer Peruana luchadora y abnegada,sin ayuda de NADIE pudo conseguir su gloria. en mi vida tengo tres "ídolos" x decirlo de alguna manera. entre ellas esta KINA <3 <3

 

¿Uno sólo?
Para colmo Solitariofred ya acaparó varios. Felizmente hay mucho de donde escoger, mi vena artística me inclina por un escritor, puede ser Vallejo, Eguren, incluso Bryce que me despertó a la literatura.
Además hay otros muchos, Luis alberto Sanchez, Antenor Orrego, Marco Aurelio Denegri, etc.
Y hasta deportistas como el tirador (no de kines) Giha, Barbadillo, Kina, Vargas etc.
Felizmente como pais (aunque no creo en nacionalismos) el Perú ha brindado mucho a la humanidad.

 

me quedo con túpac amaru que tuvo una resistencia extraordinaria frente a la imposición de los españoles, protegió a la cultura inca peruana hasta el último suspiro de su vida

 

Yo desconfío un poco de las historias de héroes, muchas de esas historias han sido "adornadas" sin pudor por los historiadores militares (en especial durante las dictaduras miltares como el velascato) y pocas reseñas soportan el rigor histórico. Aún así tenemos de que enorgullecernos, y por sobre todas las personas que merecen ser recordadas está Miguel Grau, el mejor peruano que existió. Su grandeza es reconocida incluso por los historiadores chilenos.

Ahora, como símbolo de peruanidad resaltaría a Don Ricardo Palma, que supo plasmar el albor de una nación con maestría en sus Tradiciones Peruanas. Recopiló y escribió historias de la conquista, los primeros años de Lima, el Virreynato y la República y nos pintó con palabras el sentido de peruanidad.

Mas aún, pocos conocen las "Tradiciones Peruanas en Salsa Verde", relatos picantes, subidos de tono del mismo Ricardo Palma y que fácil encajaban en nuestros relatos eróticos. Eran repartidos sotto voce:

De Comentarios sobre Tradiciones en salsa verde Csar Toro Montalvo



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Inxs

 

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Yo resalto la figura del Huanuqueño Leoncio Prado. Hijo del general Mariano Ignacio Prado (presidente de la república en los períodos 1865-1868 y 1876-1879). Muy joven, a los 21 años, participó en la independencia cubana. Regresó cuando estalló la guerra con Chile. Tenía 26 años. Luchó y perdió a su hermano, Grocio, en la batalla del Alto de la Alianza en Tacna. Ocupada ésta, junto a otros ilustres soldados, hostilizó a los chilenos con la guerra de guerrillas. Fue capturado en Tarata y llevado a Santiago de Chile donde fue perdonado (seguramente por ser hijo de un presidente) y devuelto al Perú con la condición de dejar las armas. Se unió a Cáceres en la campaña de la Breña. Es herido y nuevamente capturado en Huamachuco por los chilenos.

El mayor chileno Anibal Fuenzalida narró al historiador Nicanor Molinare que cuando interrogaron a Leoncio Prado del por qué había incumplido su promesa de volver a pelear, Prado, afirmó "que en una guerra de invasión y de conquista como la que hacia Chile y tratándose de defender a la Patria, podía y debía empeñarse la palabra y faltar a ella ...Ustedes en mi lugar, con el enemigo en la casa, harían otro tanto. Si sano y me ponen en libertad y hay que pelear nuevamente, lo haré porque ése es mi deber de soldado y de peruano".

"Qué hombre tan simpático, tan ilustrado y atrayente (agregó, por su parte Fuenzalida); encantaba conversar con él; de todo sabía; poseía el inglés y el francés lo mismo que el español; y con él podía usted hablar de artillería y tratar de cuestiones de guerra a fondo porque era hombre instruido, de estudio y muy sabido".

El capitán Rafael Benavente hizo, por su parte, el relato de los momentos que precedieron al fusilamiento y también de esta escena.

...Pidió lápiz y papel y escribió:

"Huamachuco, julio 15 de 1883.
Señor Mariano Ignacio Prado. Colombia.
Queridísmo padre: Estoy herido y prisionero; hoy a las 8:30 debo ser fusilado por el delito de haber defendido a mi patria. Lo saluda su hijo que no lo olvida Leoncio Prado".

Momentos antes de su ejecución, después de tomar el café que les solicitó a sus captores, y haber pedido dos soldados más para su ejecución a quiénes les indicó que abrieran fuego después de que él diera lña señal con el sonido de la cuchara en el "platito" que había estado comiendo, se despidió de los oficiales chilenos, los abrazó, les dijo: "Adiós compañeros". La habitación era pequeña. Al frente y al pie de la cama se colocaron los cuatro tiradores y detrás de ellos se pusieron los tres oficiales allí presentes. Prado cumplió con dar las órdenes para la descarga. "Todos llorábamos (manifestó Benavente) todos menos Pradito". Tenía poco menos de 30 años.

Una corta vida pero muy digna.