Mi tía, inicio sexual

A los 14 años todos tienemos las ereccciones al palo. Mi tía, madre de mi primo, que gustaba de salidas con marinos, y muy amiga de una vedette Barb.C. a veces se salian en la noche a las fiestas, Mi tia era un jamonazo. Los profes se la querían levantar. Mi madre me prohibía ir solo a su casa. Y despues supe porque. Un dia me pidió que vaya a su casa a limpiar.

Me recibió con las medias y los tacos aguja. Estaba por salir a "chambaear". Pero me dio una lección: las medias de nylon se deben lamer cuando pones en perrito a una mujer. Sin que mi tio se entere, ella e enseño la frase "lame"

Desde esa fecha tengo erecciones con ella. Una vez publiqué las únicas fotos que tuve de ella.

 

Le falta más acción e introducción a su relato cofrade a ver si continua

 

Se ve interesante su relato, continúe y comparta las fotos nuevamente con la cofradía.. .... Saludos

 

Cofra se ve potencial en su relato.

 

Tener 14 años y estar con las hormonas revueltas, es recontra bravo. Pero es peor si tu tia puede ser una vedette, o está más rica que la mayoría de mujeres promedio. Imaginen que su tía está en base 3, es mamá del primo que tiene de todo, y encima proclama en cada reunión que le va mal en el matrimonio. Para colmo, mi primo y yo estudiábamos en el mismo colegio y verla ir a cada citación de profesores porque el zángano de mi primo no hacia la tarea o porque era una reverenda , era lo mejor. Mirarla llegar en taxi con los vestidos mini, y sus pantimedias negras y sandalias de taco, con esos peinados de rulos que se hacían en los años 80´s era un pajazo. Y con el culo parado. Era como ver una porno en vivo de CLIMAX.
Varios profesores se la querían levantar, aunque la bestia de mi primo siempre pasaba. Parece que habrá aflojado.
>Visitarla en casa era ocultar la erección perpetua de escuchar sus tacos aguja en la escalera de madera, y su voz medio ronca que se acompañaba de que pose su bello trasero sobre el sofá o a veces, me gané en la cama. En dos oportunidades la vi calata, porque salía apurada a contestar el teléfono antes que mi tio lo haga. Cuando una vez la escuché hablar con una amiga sobre qué generales de una fuerza armada irían. Era una orgía la que se venía. Imagino que mi tío se enteró porque a los dos días de desaparecida, ella llega borracha, y mi tío se había ido. Creo que le agarró la depresión porque al cuarto día mi vieja me envió a su casa a limpiar. Y yo que no quería.

 

Falté al colegio y llegué a las 9 am. Toqué el timbre y ella salió a la ventana del segundo piso de la quinta. Las tetas le colgaban, pero se las cubrió con una bata. Se me paró la pinga mientras ella decía que ya bajaba. La puerta era de vidrio cristal. Yo solo escuchaba los tacos bajando la escalera y luego ver como se dibujaba el cuerpo en el cristal.
Salió con el maquillaje corrido aparentemente del llanto, tenía el cuerpo cubierto por una bata rosada de gamuza y se podían ver sus medias de nylon. Eran pantimedias. Ella me apretujó a su pecho. Pechazos. Para un adolescente era una orgía. Creo que me corrí porque pude rosar sus tetas. Ella e sentó en la mesa de la cocina. Me preguntó si quería algo. Le dije que nada, mientras, ella me dijo que le ayude lavando los platos mientras se alistaba. Le hice cas. Lavé, pero no pude aguantar y me corrí una paja.
Luego, subí a su cuarto para chismear y me metí al cuarto de mi primo. Hice ruido a lo que ella ingresó sin bata. Sostén, y pantimedias negras.
- ¡Qué haces!
-Nada. Solo quería ver.
Ella pasó hasta el dormitorio y se sentó en su cama.
-Te sientes, solo. ¿Verdad? ¿Por lo de tus papás?
-Sí.
- ¿Qué se siente? Ven siéntate. Eres de la misma talla que el hijo de mi amigo. Y poderoso. Mírate.
Su inconsciente hizo que me tocara la pinga. Parece que le había dado su primera vez al hijo del general.
-Uy, disculpa. - ella se mató de risa. No era la risa nerviosa. Era la risa de zorra. La risa de muelevergas con la boca.

 

-Tía, pero tú te vas a separar de mi tío. ¿Cierto?
-No sé. Si me aguanta como soy. ¿Y cómo me ves? ¿Cómo soy?
-Eres guapísima, tía.
Otra vez la risa de zorra.
-¿De veras?
-Sí tía. Es que eres una belleza.
-Ay. Tanto no creo.
Ella me miró con esa risa coquetona que me hizo recordar la picardía de Amparo Brambilla.
-¿Sabes que me gusta a mí?
-No. ¿Qué?
-Que me laman los pies- ella suspiró mientras se acercaba a mí – es riquísimo. Por eso me buscan algunos amigos.
- ¿Tus amigos te lamen los pies?
-Sí – silencio de mi tía, con la boca entreabierta- ¿quieres probar?
No le dije nada. Solo puse mis manos sobre el nylon de sus piernas y empecé a sobar. En ese momento solo veía sus tetas, los tacos, sus pantimedias y su bica. Ella me besó, pero luego me apartó.

 

-No le vayas s decir a tu madre.
-Lo juro.
Me puso la mano en su concha cubierta de pantimedias mientras yo me perdía sobando sobre las medias y ella me besaba. Ella 30, yo de 14. Era una bestia irrefrenable. Ella se levantó para acomodarse mientras me ponía un pie en la boca. Los tacos cayeron. Yo no le di importancia, pero ella extendió su mano, cogió uno de los tacos, se lo puso y me dijo que le bese los pies de nuevo. Parecía gozar las lamidas de mi boca con el nylon de sus pies.
-Lame, lame.
Ella pedía voz susurrante. Luego me bajé hasta la ingle y le empecé a besar por encima de la pantimedia mientras ella empezó a contraerse, me cogía de la cabeza. Pero sonó la puerta.
-Métete debajo de la cama.
Me metí mientras ella salía a la puerta del cuarto de mi primo y llamaba.
-¿Ricardo? Hijo, ¿eres tú?
Yo veía desde abajo de la cama sus bellos pies. Recién entendí la belleza y la arrechura de un par de sandalias de taco alto. Ella se acercó a la cama y me acerqué a besarle los pies desde debajo de la cama

Continuará

 

Cofra, muy buena la continuación, lo ley justo cuando estaba en la combi, se me paro la woada y ptm una flaca me comenzó a ver el bulto.......

X$

 

Continúe la saga cofrade,.... Saludos

 

Cofra nos mantenemos a la espera que siga con el relato. Saludos cordiales

 

Buen relato se pone interesante

 

Muy interesante relato. Por favor continúe con el relato.

 

La fuerza de la adolescencia me llevaba a lamerle los pies en nylon a i tía. Era lo máximo, mientras escuchaba que mi primo estaba subiendo las escaleras. Lo habían expulsado del colegio. Y venía a su cuarto. Pero mi tía quitó su pie de mi boca (ojo que estaba bajo la cama) y yo me metí más rápido que nunca debajo. Ella salió a atajar a mi primo en las escaleras.
-No entres. Estoy calata.
El huevon de mi primo se paró.
-Carajo, mamá.
-Voltéate que me voy a ii cuarto.
Ya se las olería, pero estábamos gozando en su cuarto.
-Ándate a la cocina y caliéntate la comida. Ya bajo.
Mi tía fue a buscarme a l cuarto de mi primo, y me hizo señas para que salga y me vaya a su cuarto. Fui lo más cauteloso posible. Casi en cuclillas me puse para no ser visto. Ese día experimenté un pánico fuerte. Ella entró a su cuarto, mientras escuchábamos a mi primo correr a su cuarto. Yo no hacía ningún ruido. Ella se puso una bata de seda, que estaban de moda hace mucho, y salió al pasadizo. Se le veía una mamacita de Climax o Rodox. Luego los escuche discutir, mi primo se largó a la calle. Mientras mi tía se puso a llorar de la discusión. Cuando ves a una mujer llorar en medio del cache, es fuerte porque no sabes si seguir tirando, manosearla o consolarla.

 

Mi primera reacción fue abrazarla, mientras ella lloraba. Sus pechos se me pegaban al pecho y y puse mi brazo en su espalda en abrazo. Ella empezó criticarse.
-Todo lo hice mal. Todo.
-No, tía. Tu eres una gran madre. Mi primo siempre ha tenido un carácter de .
-Ojalá el fuera como tú. Tranquilo. Bueno. Y me abrazó más fuerte.
No pude evitar que el pájaro se me ponga erecto y ella lo notó. Iba a sacar la pelvis del abrazo, pero ella no se incomodó.
-Ojalá fuera como tú.
Y me besó con un pico. Yo le respondí también con un pico, mientras ella me daba otro y así poco a poco me fui abrazando a ella. Empezó a excitarse y empezamos a chapar. Era un beso loco porque ella estaba acostumbrada a meter lengua a veces y otras solo pico. Pero esta vez, ella me empezó a chapar, mientras me sobó la pinga. Era sentir sus tetasas y que ella me chapara. Empezó a moverse rítmicamente y soltó esa mirada desesperada que vemos en algunas mujeres con la boca entreabierta como jadeando. Ella se puso de espaldas para que la puntee y procedí a sacarle la bata y a puntear. Ella estaba con las pantimedias. Se puso en perrito y me indicó que la monte. Pero ella estaba con pantimedias.
Solo le sobé la sobre las pantimedias. Parece que notó mi incomodidad y me puso la cabeza con la mano en el culo.
-Lame, lame.
Empecé por instinto a hacerle una sopa en toda la pero ella estaba con pantimedias y calzón. Imagino que no sentía nada.
-Rómpelas.
Con los dientes le rompí un hueco y empecé a jalar hasta dejar su calzón libre. Ella se puso los dedos para liberar una concha peluda pero cuidada. Se podía sopear, pero los pendejos estaban bien cuidados. No estaba afeitada. Lamía y por primera vez en mi vida sentí esa sensación de que la lengua se me fue hasta el fondo. Estaba ella tan mojada que solo le abrí los vellos y lamí como ella me dijo. Ella ya jadeaba. Y de pronto, ella se da la vuelta, me saca la verga del pantalón, le da una mamada suave y se vuelve a poner en perrito.
-Métela.

 

-Métela.
Sin más, mi primera penetración a mi tía. Empecé a bombear en caliente y ella se movía. Le di un ratito porque el quaker se me venía. Ella me dijo que pare y que le lamiera nuevamente.
Procedí a lamerle la concha, pero ella me dijo que pare de nuevo. Se volteó y en la cama se abrió de piernas. Esa escena me marco hasta ahora. Mujer madura, en pantimedias, con sandalias de tacón alto y pidiéndome que le lama la concha. Ella estaba mojada mientras mi boca se desplazaba por todo ese resbaloso paraíso. Ella empezó a contraerse y se metió una carcajada.
-Ay. Me vine.
Me dio un pico, y se paró con la pantimedia rota. Tranquila. Solo le faltaba su cigarro. Me abrazó mientras me dijo que vayamos a la cocina para beber agua. Bajamos por la escalera mientras sus tacos sonaban fuertes. Los mismos sonidos que escucho cuando una kine sube o baja las escaleras de un hotel. Bajamos a la cocina mientras ella estaba con las tetas al aire. Me sirvió agua mientras ella se buscó un pucho y lo prendió. Se sentó en la sala luego, con las piernas cruzadas. Yo seguía con la verga alta. Ella me indicó que termine por sentarme. Me senté.
-Tía, gracias.
Me miró con sorpresa.
-Pero no te has venido. Ay, que descuidada. Discúlpame.
Fumó su pucho con rapidez mientras yo me acerqué a su lado y puse mis manos sobre sus tetas.
-Tócalas. No tengas miedo. Dale. Si ya sabes como soy.
Me sopló un poco de humo en la cara.
-Eres un pendejito, ¿no?
Yo me reí. Ella le dio una jalada a su pucho y lo dejó a la mitad. Luego me dio un chape con olor a cigarro que siempre recordaré. Las manos en las tetas y ella que se me puso encima como una leona. Empezó a moverse como para sacar leche. Por instinto puse mi mano en el asiento de cuero de su sala y percibí que seguía mojado. Le puse la mano en la concha para sentir y sacar mi verga, pero ella hizo el trabajo. Me sacó la verga y se la metí. Cabalgamos un ratito antes de que me venga.
Fue genial. Mis manos estaban sobre sus piernas en nylon. Y ella soltó una risa coqueta.
-Tía eres una mamacita.

 

-Gracias sobrino. Ahora sí. Ayúdame un ratito en la cocina. Ella subió a su cuarto con los tacos sonando mientras yo me quedaba a limpiar el semen derramado. Fue glorioso. Luego ella bajó con un short viejo, un polo sin sostén y unas sandalias. Se puso al lado, pero nadie habló del tema si era kine o no. En un descuido me puse detrás para sobarle las tetas, y ella me dejó.
-No le cuentes a nadie. Le metí la mano varias veces y ella se dejó. Ese día fue difícil salir de su casa. En la despedida ella me dio un pico, y me dejó meterle mano. Sobé todo lo que pude. Concha, tetas, culo.
Ya por salir ella me dijo.
-Espérate - Me jaló. - Dame un beso de despedida – le iba a dar un pico, pero ella me sacó la cara.
-Ahí no.
Me jaló del polo y se puso en perrito. Se bajó el short sin calzón que tenía y se veía una conchasa y un asterisco. Le zampé un beso negro con lengua. Y ella se paró al toque.
-Listo. Si quieres más. Vienes la próxima semana.

 

Que buena tía y que excelente lección para empezar en el mundo del sexo, felicitaciones por el aporte

 

Que buena tía y que excelente lección para empezar en el mundo del sexo, felicitaciones por el aporte

 

Que buena tía y que excelente lección para empezar en el mundo del sexo, felicitaciones por el aporte