Cuando me comí a una morocha que se volvió famosa

Esto sucedió hace varios años, quizás hace una década. Tenía una amiga que se recurseaba como fotógrafa. Desde chambas profesionales hasta hueveras. En una ocasión, una amiga suya le pidió que tomara fotos de un festival de música para una web de noticias. Ella aceptó y uno de los organizadores le apuntó la placa (reconocido por promocionar a artistas).

Conversaron y éste patita le ofreció dos chambas a mi amiga: la primera, que tome fotos de sus eventos para sus medios; y, la segunda, que tome fotos para la empresa que ponía las cervezas, porque ellos piden pruebas como auspiciadores que su marca esté bien posicionada y otros requisitos ¿En qué momento salgo a colación? En que un día mi amiga resaca me llama y me pide que le cubra un evento, que está cerca de mi casa.

Es una gran amiga, pero le dije en un inicio que si bien tenía una cámara profesional misia, no le iba hacer una buena chamba. Encima, que estos eventos duran miles de horas y no iba a quedarme tanto. Ella me dice: “Porfa, solo toma fotos a los stands de cerveza y toma fotos a unos cuantos grupos. Al tío le floreo con lo de su evento, pero lo otro es algo que me ha conseguido y ahí sí no le puedo fallar”. Ok, está a 20 minutos de mi casa. Lo haré.

Mi amiga hizo las coordinaciones para que pueda entrar. Me dieron una credencial para que me la cuelgue y listo. Habían 200 personas a lo sumo, en un pampón donde calculo entrarían 3 mil. Recién había pasado la hora del almuerzo, se presentaba uno de esos artistas que se ponen para iniciar el cartel. Mi idea fue: Tomar las fotos de las chelas, a unas 3 o 4 artistas en el escenario y quitarme.

Sube al escenario Milena Zárate. Rica, pero quien me jaló vista fue una de sus bailarinas. Una chibola de piel blanca, cara de sabida y se movía rico. Sí, era Greissy. En ese momento, una desconocida porque no había salido el escándalo con Edwin. Ahí me dije: Aprovecharé la credencial y pedí subir al escenario. Le tomé fotos y al bajar, le dije para tomarle otras fotos. Terrible botadera la Greissy, pensé que aceptaría con gracia, pero ni posó y se quitó.

Yo estaba a espaldas del escenario, donde llegaban los músicos con sus transportes, se arreglaban ahí mismo, subían a cantar, terminaban y se iban. Tomé fotos a unos 4 artistas y dije: Cumplí, me quito. Estaba por pedirle al de seguridad para salir, cuando una flaca arreglada y con cierta talla me dice: “Oye! Tómame fotos con el público”. Ni sé si la conocían, presumo que no, pero era tan pilas, que hizo que la gentita ahí saliera con cara de fans.

“Ahora ven para tomarnos con las chicas”, casi me ordena. Ni sabía cómo decirle que ya me iba, y es más difícil cuando te señala una van llena de piernonas y con sus putitrajes a punto de salir al escenario. Era un grupo de féminas que en unos pocos años se volverían famosas. Les tomé las fotos y sentí que una de ellas me miraba con intensidad. Me pide que me acerque, y me comienza hacer el habla y se me pegaba. Estaba con aliento a licor y me dice: “Subes con nosotras, vas a estar a mi lado” y me pesa.

Como decía, ellas aún no eran reconocidas. Así que eran ellas y dos más. El fercho que dobleteaba de seguridad y otra flaca. Esta especie de asistente se ganó con toda la jugada. En realidad, todas lo vieron, pero se hicieron las desatendidas. Me lanzaba una mirada terrible y yo como si nada pasara. Tomé las fotos en el escenario y esta morocha me seguía comiendo con la mirada. Soy el primero en admitir que soy un tipo promedio, pero quizás el contraste de piel le llamaba (o quizás solo estaba ebria jeje).

Bajando del escenario, me da un pico con sabor a ron y mentol y me ordena: Nos acompañas a nuestro próximo concierto. Y yo dije: A la , ya cumplí con mi amiga, acá sigo a ver qué me depara la aventura. Cuando estaban subiendo, la asistente me dice que no hay sitio, que me vaya. No le contesto, así que me cierra el paso y me dice de qué medio soy, que quién me creo. Obvio, yo no pisaba el palito y le contestaba con evasivas. Al final, la morocha le dice que no joda, que entrábamos todos...

FIN DE LA PRIMERA PARTE...

 

SEGUNDA PARTE...

Una custer llena de féminas, la emoción de ir de concierto en concierto, el sudor. Todo el ambiente conducía a la arrechura. Encima, conversaba con la morocha y conforme el carro iba de tumbo en tumbo, me sobaba el ñaño, me mordía el cuello a discreción, me hablaba suavecito al oído (con el seseo propio de la que está en tragos). A la media hora, llegamos a una especie de centro de convenciones de mala muerte, que tenía su estacionamiento en el sótano.

Y yo, que no tenía voz de decisión, pensaba en qué momento iba a tener la chance. Cuando ella decreta: Salgan ustedes, me quedo a que se me pase la resaca. La asistente da el grito en el cielo y le dice que de ninguna manera. Ahí sí se meten las otras integrantes, aunque tranquilas, pero diciéndome que está en tragos, que me vaya, que ya llevé el asunto lejos, que estaba generando un lío grande.

Ahora, recuerden que esto fue hace una década: Si hoy me pasara esto, me quitaría en el acto. Porque con un celular con buena cámara, te toman una foto y te pueden funar diciendo que te aprovechaste o mil cosas. Pero no, eran otros tiempos, y yo honestamente solo me veía como un tipo que una chica jaló y que yo no iba a ponerle ningún pero jeje… además, ella solo estaba con esa resaca que te levantas y estás arrecho. Estaba herida pero lúcida.

Finalmente. Tras un entredicho de apenas un minuto, pero que resultó eterno en dimes y diretes de flacas, deciden que ella se quedaba en la combi. Pero al irse, la asistente me dice: Flaco, ya te jodiste, voy averiguar de dónde diablos has salido, hasta que te boten no voy a parar. Y obvio, que sí había una parte mía que pensaba: Ya le jodí la chamba a mi amiga. Pero ustedes me comprenderán, cuando la arrechura está a tope… ya solo llegas a la conclusión que uno verá la solución al final.

Estando solos. La morena me comienza a chapar con furia, mientras me desabrocha el lompa y saca al ñaño que estaba a punto de estallar. Me mordía el cuello, se escupe la mano y me la comienza a correr. Yo me contenía, porque tanto previo durante el camino, no sabía ya qué hacer. Me mira a los ojos y me dice: Me lo como todo, ya? Porque no me vas a dejar con ganas ah. Sino te agarraba a cachetadas y se ríe.

Solo la miraba de rato en rato, porque si seguía viendo como se atoraba, esta mujer vestidita para el escenario, carnosa y que me exigía que la manosee. Si además de esto, miraba todo, me venía en el acto. Era increíble sentir esa lengua subir y bajar y cómo lo ensalivada. Y en ese carrito de techo bajo, se bajó las panties, el putishort, se puso de espaldas y comenzó. Estaba recontra mojada y caliente. Subía y bajaba con gusto.

Como estábamos en los asientos del fondo. La morocha se echa y me ordena: acomódate ahí y dame duro. Ahí le di cuanto pude, se quiso poner gritona, así que le tapé la boca para que nadie nos oiga. Finalmente, se puso en cuatro en el suelo y comencé a darle ahí. Tremenda pera. Un señor chancho, sudoso, cachetón. Admito que el espacio era tan reducido, y los embistes cortos cansan más, y ya me estaba moviendo pero a la morocha no le bastaba. Así que se puso en 45º y comenzó a moverse, me pidió que le apriete las tetas (que nunca llegué a vérselos) y me vine.

Terminamos. La morocha buscó unos tissues, se limpió, se volvió a poner su ropa y se recostó. Yo, también vistiéndome, le dije si su asistente me iba hacer lío. Y muy suelta de huesos me dijo: “Ay, cariño, esa mujer tiene el demonio encima. Mejor que ni te vea de nuevo, porque se va a poner peor” “Pero yo no quiero que me haga lío en la chamba, aparte que…” “Corazón, que no te vea ya, yo después le hablo, no te preocupes”. Así es cofras, así fue como esta mujer prácticamente me dijo: “Ya me diste pinga, ya sabrás como irte” jajaja… y eso fue exactamente lo que hice. Salí del estacionamiento, esperé unos minutos como cojudo para que me abrieran la puerta (porque no lo iban hacer por mí, sino hasta que venga otro carro).

Salí. Tomé un taxi y me quité con esta historia. Luego, solo le conté a unos amigos que me había comido a esa tipa que ahora tenía montón de conciertos anunciados en las calles. Ah, y mi amiga, la que me pidió el favor que vaya a tomar fotos, al final medio que sí se enteró del asunto. Me dijo: Oye, una flaca estuvo jodiendo con saber tu nombre ¿Qué hiciste? Bueno, igual mejor solo usamos tus fotos para las chelas y del festival no. Así no hay manera de saber que entró alguien por mí, solo te vieron amigos míos que no van a decir nada.

FIN.

 

Nombre por mensaj privado?

 

Si es un grupo de salsa me podría imaginar quién podría ser, y si es la que me estoy imaginando ... Ganado cofra, supiste aprovechar el momento

 

Bueno, varios nos imaginamos quien es la morena que prácticamente te uso cofra @Cooper , pero igual lo disfrutó. Se cumple la teoría de que las damas son las que eligen.
Buen provecho

 

Hermosa historia compañero , buen provecho a fuegooooooo

 

Asi es cuando sucede, ya tiene para contarle a sus nietos.

 

Buena cofra......bien ganado alli con la morocha que siempre tienen su buen batan...........cuando esas ocasiones se presentan caballero a seguir nomas

 

Bueno pensar q es Paula arias de son tentación o q jermita podría ser...si es ella ptmr mis respetos tremendo potazo q se maneja esa nera

 

Cofra algun dato de quien fue la motocha..........si es la del tentacion como dicen provecho