La Sra de limpieza

Esto sucedió allá a finales del 2018 e inicios del 2019. En la oficina donde trabajo contamos con personal tanto de seguridad y de limpieza, los mismos que van rotando cada cierto tiempo ya que es un servicio tercerizado y no es personal propio.

Mariluz forma parte de este grupo de trabajo, a simple vista nada que resalte, una señora morena que bordea los 40-45 años, pero no era lo que uno se imagina cuando piensas en un morena que por lo general tiene sus buenas curvas sino por el contrario era más cuadradita sin mucho que resaltar.

Tengo la mal sana costumbre de llegar temprano a la oficina desde siempre, así que la mayor parte del tiempo suelo desayunar en el comedor y converso con el personal.

A Mariluz siempre la veía pasar con su uniforme de trabajo sin nada que destacar, siempre escuchando su música mientras hacía sus labores y siempre dirigiéndose a mi con respeto, de cuando en cuando cruzamos alguna que otra palabra pero nada personal, siempre guardando el respeto y distancia.

Todo era normal hasta que por economía y por salud deje de ir en auto a la oficina y comencé a usar el tren y desde la estación caminaba a la oficina que estaba a unas pocas cuadras, iba igual de temprano pero como era lógico también llegaba algo acalorado.

Lo primero que hacía era marcar mi asistencia e irme a los servicios donde me quitaba ropa y me quedaba un rato desnudo espero que me pase el calo o incluso si la ocasión lo ameritaba me metía soberano Kakaroto en el baño.

Hasta ese momento no había reparado en entre en baño de hombres y de mujeres estaba un pequeño depósito que conectaba con un pequeño tragaluz que servía también para conectar con la ventilación, en este depósito muchas veces el personal de limpieza a veces hacia hora o simplemente atendía su teléfono si tenía que hacerlo para evitar que los vean distraídos o haciendo algo distinto en las cámaras de seguridad.

Cómo les contaba, varios días llegaba y estaba en baño desnudo esperando que me baje el calor para no tener que ensuciar mi ropa ya que ando de camisa y corbata y es incómodo sudar así, pues resulta que un día note por el espejo del baño que Mariluz me estuvo observando desde el tragaluz.

Ese día lo pase por alto pues asumía que estaba limpiando el depósito y bueno le tocó verme y nada más pero al día siguiente y en otra ocasión posterior también lo volvió a hacer.

En mi cabeza ya la cosa no me cuadraba pues como dije no le veía lo extraordinario a ella, asumí que veía el tatuaje grande que llevó en la espalda pero me propuse hacer algo la próxima vez que notase su mirada.

Pasaron los días y un día que volvía a entrar al baño la pude observar así que me agarre las bolas y dejé que mi víbora se extienda y no este con el efecto tortuga y tomé el celular para hacerme el distraído y con la pinga bien expuesta me volteo para volver a ponerme mi ropa y cruce miradas con ella.

Ese día me evito en todo momento, ya no pasaba por mi piso sino otra colaboradora así que imaginé que estaba pensando que la iba a delatar o algo parecido. Al terminar la tarde se me acercó y me dijo que sentía mucho lo ocurrido, que solo estaba limpiando y me vio que era la primera vez y que la disculpara por lo ocurrido y por favor no contase a nadie lo ocurrido.

Lo tome con gracia y le dije que no pasaba nada, que más bien disculpe la presentación que mi muchacho no suele ser tímido a lo que se rió dijo que no era así y superamos el impace y en mi mente por un momento deje de verla como la señora de limpieza y quería ver si había alguna sorpresa debajo de toda esa ropa de trabajo.

 

Siga cofra que esta bueno el inicio..................

 

Excelente inicio cofra.

 

caramba, eso fue todo?

 

Siga mi king, detono a no a esa milf

 

de casualidad a esa Mari le falta un diente ?

 

BUEN RELATO, INTERESANTE FALTA QUE CONTINUE SU RELATO Y LA PICTURE ESTIMADO.

 

Buen relato esperamos la continuación pronto

 

Esa tía parece conocida ....

 

deveras deveritas diría el shrek

 

Jajaja xd

 

Pasó un tiempo desde esa conversación con Mariluz, con el pasar de los días nos saludábamos con más familiaridad y agarramos confianza.

Cierto día se me acercó a decirme que hacía actividades para agenciarse más dinero y que de cuando en cuando traía comida a la oficina (pollada, arroz con pato, etc) a lo que le dije que me avise y con gusto le colaboro.

Llegó un día en qué trajo sus pollada y al tiempo que me iba de la oficina la divisé parada con sus bultos más adelante como esperando a alguien. Supuse esperaba su movilidad para que lleve las cosas que trajo así que encendí mis intermitentes y sobrepare frente a ella.

¿A dónde vas? Le pregunté. Me indicó una dirección totalmente en sentido contrario a dónde me iba pero no quise desaprovechar la oportunidad de estar a solas con ella.

Sube le dije, abrí la maletera del auto, metió sus cosas y nos pusimos en marcha a su casa. Me contó que hacía estás actividades porque tiene un hijo y no vive con el papá de la criatura, así que le seguí jalando la lengua con la conversación, mostrando interés en lo que hablaba.

Llegamos a un semáforo donde reparé que estaba con unos leggins bien apretados porque se le formaba la pata de camello estando sentada, lo cual noto porque paso a colocar sus manos por delante y le dije que no piense mal sino que estaba viendo si los seguros de la puerta estaban bien puestos.

Ella estaba muy cómoda en el auto, íbamos tranquilos con el aire acondicionado mientras nos contábamos un poco nuestras cosas para agarrar confianza.

Llegamos a su casa, baje medio palteado porque la zona se me hacía no muy segura pero el que no arriesga no gana así que le ayude a sacar las cosas del auto y dije uff que calor hace aquí afuera.

Abrió la reja de la casa y me dice pasa, vivo en el tercer piso, ahí tengo algo fresco en el frigider, a lo que le contesté no se va incomodar tu hijo y me dijo que estaba en la casa de su mamá que vive unas cuadras más adelante.

Ni corto ni perezoso subí detrás de ella viendo ese rabo que no era abultado pero si ancho y ya me lo imaginaba bien abierto metiendo mi muchacho dentro.

Dejamos las cosas y me da una lata de cerveza. La miré y me hice el digno y responsable comentando que no me parecía buena idea que tome si tengo que manejar a lo que asintió y me preparo una limonada pero ella si comenzo a tomar la cerveza.

Me tomé toda la jarra de agua y ella dos latas seguidas contenta de que había tenido buena venta y no había gastado en taxi gracias a qué la jale y me reí diciéndome de una otra me la vas a pagar.

Me pare para irme al baño pensando de verdad en irme y cuando salí del mismo ella se había cambiado, había dejado los leggins y estaba en un vestido que dejaba ver parte de sus piernas, me le acerque diciendo que ya me tenía que ir queriendo darle un beso en la mejilla pero me gano el impulso y le di un beso que fue correspondido.

Comenzamos a besarnos y medio a empujones dirigirnos al sofá donde habíamos conversado antes, ella me rodeaba con sus brazos por el cuello mientras mis manos iban bajando recorriendo su cuerpo para descubrir su pecho y comenzar a estimularlo.

Pase de sus labios a ir bajando por su cuello y llegar a sus pezones para lentamente lamerlos y darle pequeñas succiones, ya estamos recostados muy exitados y ella comenzaba a dar gemidos suaves, deje eso pezones marrones y la tumbe en el sofá para bajar y besar sus piernas con el afán de llegar a su concha y ver mi premio.

Estaba besando y subiendo poco a poco cuando sentí su mano sobre su concha y me dijo que no porque no teníamos protección a lo que respondí que no se preocupe por ello porque me había hecho la vasectomía.

Dudo un poco al principio y con delicadeza me retire su hilo y comencé a besar el contorno de sus labios vaginales, deslizaba mi lengua cada vez acercándome más hasta que llegué a ese clítoris que ya estaba hinchado.

Estaba haciendo el señor ajinomen en ese momento con la cabeza entre sus piernas una mano en su pecho y con la otra comencé a meter un dedo, luego dos y finalmente aplicando dos dedos en la concha y el meñique jugueteando en ese asterisco que era el premio mayor de la noche.

Esa conchita estaba súper mojada lista para recibir a mi campeón, me pare para sacarme el pantalón y sin pensarlo se arrodilló y comenzó a darme una deliciosa mamada de huevos tronco y cabeza.

Ahora era yo el que estaba tumbado en el sofá y ella engolosinándose con mi pinga bien dura. Tengo que reconocer que tenía una muy buena técnica ya que sentía que me podía venir en cualquier momento, con ambas manos trate de alejarla pero ella se resistía y se lo metía todo al punto en hacer arcadas en una clara demostración de que quería hacerme terminar sí o sí, algo que no iba permitir obviamente.

Hice un esfuerzo y me pare haciendo le ademán de estar más cómodo y logré liberarme de ella, se puso de pie y comenzamos a besarnos frenéticamente, la abracé y la jale hacia el sofá dónde finalmente se montó y comenzó a cabalgar.

Era la primera vez que me montaba una morena, que calor que emanaba esa concha, en cada embestida sentía que pinga iba salir de ahí como chorizo precocido. A cada salto su concha y mi pinga hacía sonidos junto al sofá de cuerina de lo mojados que estábamos a lo que no pude más y me rendí.

Me vine creo que como nunca antes me había venido, casi me dió un calambre en la pantorrilla izquierda de lo fuerte que estuvo la vaceada a lo que ella continuaba contorneandose y ajustando para sacarme hasta la última gota.

Nos besamos otra vez y me dijo, vamos jalame unos cuadras que ya se me hace tarde para ir por mi hijo.

Me vesti como pude y salimos para dejarla unas 6 cuadras más adelante. Me dijo hablamos mañana temprano me dió un beso y se bajó. Camino a casa pensaba en cómo iba tener que lidiar con esa situación ya que como sabemos dónde se come no se caga.

 

Buen relato esperemos la continuación pronto

 

Siga hermano, supongo que siguió tirando con la doña