Analizando a mi empleada charapa

Hace 12 años mi madre contrató una empleada para que limpie su casa y de paso la mía. La señora que contrató era de más o menos 45 años, muy amable y recontra conversadora, esa virtud hizo que mi madre la conserve trabajando hasta hoy. La cuestión es que después de un tiempo mi mamá me pidió como favor que contrate a la hija de su empleada para que se hiciera cargo de mi casa, pues la hija estaba sin empleo y necesitaba el dinero y yo necesitaba quien limpie y ordene mi casa. A mi madre no le niego nada desde que mi padre falleció, así que sin dudarlo, contraté a la charapa hija de la hasta ahora amiga de mi mamá.
María llegó una mañana a la puerta de mi casa y me encontró barriendo la vereda (lo hacía como costumbre, siempre lo hice y aun lo sigo haciendo) se presentó, la invité a mi salita y conversamos sobre sus labores y las fechas de pago. María tenía algo de 25 años, según me dijo era casada y como yo solo requería que trabajara hasta las 5 p.m., ella podía regresar todos los días a su casa después de terminar sus labores. Hasta ese momento no me había fijado mucho en ella pues tenía ropa holgada y deportiva, pero sin duda era una charapa joven aun, pero ya con su recorrido.
En su primer día de trabajo note algo diferente en ella, había llegado a trabajar en una licra fuxia pegadita que dejaba ver el culazo que se manejaba, si lo hacía a propósito o no, lo iba a descubrir pronto.
Yo tenía como costumbre desayunar, muy temprano, con mi madre y luego ya hacer mis cosas o irme al trabajo, según sea el día; pero, no le había comunicado eso a María y ella me había preparado un desayuno. Cuando me senté en mi salita a trabajar en mi laptop, María me alcanzó un jugo surtido y antes que me siga trayendo más cosas le comenté que ya había desayunado, muy temprano, y que no se preocupará, que siga haciendo sus labores con normalidad. Ella un poco sorprendida, me dijo con su voz charapa "Ya vuelta, mañana vengo más temprano para prepararle su desayuno" Yo: no te preocupes, ven a la hora normal, el desayuno generalmente lo tomo fuera". Esa mañana la charapa se puso a trapear lentamente en el piso de la sala, era una clara invitación a que le viera el culo, pues con cada mancha que se topaba, automáticamente se arrodillaba a limpiar con una paciencia única y su licra traslucía la tanga con encaje que tenía puesta, era claro que quería que le viera el culo.
El día pasó rápido y ya eran casi las 5 de la tarde, María toca la puerta de mi oficina y me pide permiso para usar la ducha del cuarto de invitados que se encuentra en el segundo piso. Yo: Puedes usar ese cuarto sin problemas, e incluso si quieres puedes quedarte ahí si algún día se te hace tarde o tienes trabajo acumulado que quieres nivelar al siguiente día.
Ni bien le dije eso, la charapa enrumbó al segundo piso y en medio del silencio pude escuchar como el agua corría en la ducha del segundo piso. Como a la media hora, María bajó ya nuevamente con su ropa deportiva ancha y con su voz charapa me dijo: hasta mañana señor.
Dentro de mi sabía que pronto ese culo iba a recibir toda mi leche.

 

Bro continúa con el relato esas charatas son fogosas una vez también cuando me quede con una empleada era conocida de la familia y pues como había confianza nos quedamos a ver televisión de lo cual había escenas de besos y yo de a pocos le daba besos en los cachetes recorriendo su cara y cuello después le di sus picos y ya sus chapes que rico besaba con lengua y todo después la hecho en el sillón para continuar con el beso y calentarla en eso que ya estaba fierro y mi mano ya estaba rodando su concha tocan el timbre por la ptmr era un familiar que venía de visita me cago feo mano ya que le estaba masajeando las tetas

 

Buen relato esperamos la continuación pronto

 

Cofra no demora con el relato. Saludos.

 

Buena historia continua

 

Y que fue cofrade, ganaste?

 

Tened a bien seguir con rl relato cofrade

 

Promete la historia, buena cazador. Las charatas son intensas, tuve por enamorada a una y a la madre todos los días tomaba maca porque la charapa quería pinga día y noche

 

Por esos días mi enamorada siempre me caía de sorpresa (la muy viva hasta se había agarrado un juego de llaves de mi casa) y entraba a buscarme a mi cuarto y si no me encontraba, tocaba la puerta de la casa de mi mamá y sabía que ahí podía estar. Eran como las 8 p.m. del viernes y mi flaca llega con Chifa y algunas bebidas, lista para quedarse un par de días ahí. Por mi parte, todo estaba perfecto; pues, me encantaba que mi flaca se de su tiempo para mí, se quedó desde el viernes hasta el domingo por la noche, que la llevé a su casa. Esta demás decir que me dejo más seco que limón de emolientero, y en la mañana del sábado, como era nuestra costumbre, nos metimos un mañanero a todo dar, full poses y harta leche dentro de ella. El último polvo nos lo metimos en mi ducha y la muy perra no paraba de gemir fuerte desfogando todo el placer que sentía por dentro, yo estaba en mi gloría, mi flaca sabía como deslecharme. A eso de las 7 a.m. suena el timbre, era la charapa que venía a trabajar, normal la deje entrar para que se ponga a hacer sus cosas y le pedí por favor que hiciera jugo de naranja para mi pareja y para mi, cuando en eso siento que mi flaca baja (ellas tienen un sentido arácnido para saber que algo pasa) y al toque pregunta quien es, que hace aquí y le tuve que explicar que era la nueva empleada de la casa, a lo que a mi flaca solo le quedó aceptar su presencia.
Regresé al cuarto con mi flaca y casi sin mediar palabras, mi flaca me avienta a la cama y me comienza a dar una mamada a full, gente me desconocí y de inmediato la puse en 4 para penetrarla a mil por hora, mi flaca no paraba de gemir y pedía mi leche diciendo groserías, como buen cachero, la levanté en peso y la hice sobarse contra mi cuerpo mientras la penetraba en el aire, sus piernas me rodeaban mientras sus brazos se sujetaban de mi cuello, estábamos cachando a mil por hora, cuando de pronto siento como por mis piernas chorrea una buena cantidad de líquidos, la muy perra había tenido un squirt y ya casi sin fuerzas se desvanecía en mis brazos, solo atiné a acostarla en mi cama y esperar a que se recupere, me eche a su lado y de pronto siento como que en el pasadizo hay alguien alejándose lentamente (eso es lo bueno de tener parquet en el piso).
Al rato bajamos a tomar desayuno y así la pasé con mi flaca hasta el día que la lleve nuevamente a su casa. El lunes por la mañana tenía que salir muy temprano a mi trabajo y le dejé una copia de mis llaves a mi mamá, para que se las entregara a María y ella pueda hacer sus labores con normalidad. Ese día llegué casi a las 8 de la noche a mi casa, recontra cansado y con hartos papeles que debía organizar, mi mente estaba sumergida en mi trabajo, cuando de pronto escucho el sonido del agua de la ducha y pienso que tal vez en el apuro María había olvidado cerrar bien la llave y se había retirado sin percatarse. Me dirijo al segundo piso y reviso de donde viene el sonido, era en el cuarto de invitados, la puerta estaba abierta y la luz encendida, cuando voy ingresando más, pude ver en la ducha a María de espaldas, completamente desnuda y mostrando un delicioso culazo, la pinga se me paró en una, pero, en ese momento pensé en que esa deliciosa mujer era casada y mejor no me metía en problemas, si algo tenía que pasar, era mejor esperar a otras circunstancias.

 

El martes me levanté muy temprano para organizar todo el trabajo que había traído, mi oficina estaba hecha un caos que solo yo podía entender. Las horas pasaron rápido y María cada cierto tiempo me alcanzada una bebida para refrescarme y de paso liberar un poco el estrés que me provocaba el trabajo. No noté hasta el almuerzo, que María había ido a trabajar con un short cachetero que le levantaba de forma increíble el culazo que se manejaba. El ceviche que preparó para el almuerzo, me puso fierro y no tenía forma de desfogar; pues, mi flaca estaba en exámenes en la U y no la podía visitar hasta el miércoles y mi vecina estaba con el esposo toda la semana, no me quedaba de otra que meterme un duchazo y seguir trabajando. Durante todo el almuerzo, María me hizo el habla y me contaba sobre su peque, su esposo y otras cosas banales. Tenía un buen sentido del humor y sobre todo me gustaba que su conversación era fluida, parecía que también había estudiado algo, pues tenía un amplio vocabulario aunque con su clásico acento charapa. Disfruté tanto de su compañía que la hora se pasó volando, eran como las 4 p.m. cuando subí a mi cuarto a ducharme y de paso quitarme todas las ganas que tenía. Gente, después del duchazo solo me dieron ganas de dormir, y así lo hice, me puse un bóxer y me acosté rendido en mi cama. Cuando me levanté eran casi las 8 de la noche, había dormido cerca de 4 horas y a lo lejos podía escuchar el clásico sonido del agua cayendo en la ducha, era tarde y se suponía que María ya se había ido, así que me dirigí hacía el sonido a ver que pasaba y nuevamente esto me llevó al cuarto de invitados, la puerta estaba abierta, el agua caía, pero esta vez María no estaba en la ducha, sino que estaba tendida sobre la cama completamente desnuda y mostrando claramente su enorme culazo.
Gente, el demonio se apoderó de mi y fui directo a besar esas enormes nalgas, , luego las abrí lentamente y metí mi lengua en esa concha caliente de mujer de la selva, en ese momento escuché un rico y profundo gemido, María estaba gozando de lo que le hacía con mi lengua.
María: No señor, que hace, nooo ahhhhhh, noooo, ahhhhhhhhhhhh, déjeme ......ahhhhh
yo no dije nada y solo atiné a seguir lamiéndole la concha hasta que sus juguitos empezaron a inundar mi lengua. Estaba lista, la levante en peso y me la lleve cargando hasta mi cuarto, el mismo donde hace dos días había hecho gritar de placer a mi flaca. La acosté suavemente sobre la cama, cogí un condón de mi mesa de noche y se lo empecé a meter de misionero, mientras lamía una y otra vez los ricos pezones de María, ella no paraba de gemir y con cada arremetida sentía como su concha se dilataba más y más. A los pocos minutos, lanzó un gemido profundo, había llegado, estaba aguantada. Yo no le hice caso, estaba poseído y de inmediato la voltié la puse al filo de la cama y acomodé su culazo sobre una almohada y le comencé a dar a fulll mientras sus piernas no paraban de temblar, aceleré más y la charapa solo atinaba a gemir y en su clásico acento me decía "por ahí no, por ahí no".
Sus nalgas chocaban con mi pelvis y hacían el clásico sonido del sexo, mientras la tenía así, comencé a nalguearla primero suavemente y luego con fuerza hasta dejar bien marcadas mis manos sobre esas nalgas amplias y duritas. La charapa estaba en su gloria, gemía gritaba, maldecía y yo no paraba de darle por el culo, todo hombre sabe que a las charapas tienes que culearlas bien, sino, nunca más te vuelven a buscar. Y yo cumplí esa regla con creces, me sadiquié con esa mujer, cuando me canse de lapearle el culo, me senté al borde de la cama, cambié mi condón e hice que ella se mande los mejores sentones que podía darme, mis huevos rebotaban con cada sentada de mi perra charapa, hasta que ya no aguanté más y solté toda mi leche dentro del clásico jebe. María había cumplido muy bien su labor de deslecharme, me fui a la ducha a quitarme todo el sudor y de paso me llevé a María para comenzar nuevamente a disfrutar de su cuerpo.
Esa charapa casada se había convertido en mi nueva perra.

 

Buen relato esperamos la continuación pronto

 

Buen relato cofra, esperando la continuacion

 

El jueves que me desocupo termino el relato.
Saludos,

 

Fotos de rigor mi estimado

 

Es ud estimado cófrade un cronista del "análisis". Le falta solo una ejecutiva treintona que sea madre soltera para terminar su trilogía, que fácil gana un lugar en los anales de la historia literaria del foro. Saludos

 

Man como habrás podido notar, este relato es de hace 12 años más o menos. Fotos nunca saque y no saco, no es mi nota; pero, si respeto mucho a los que lo hacen. Saludos, man.

 

Ya en la duche jabone cada parte del cuerpo de María y mientras caía el agua, yo no paraba de abrazarla por detrás y de paso masajeaba esos ricos pechos que tenía, con cada sobada de pezón a María se le calentaba más la concha, hasta que no aguantó más y me rogo que se la metiera ahí mismo. Mi pinga estaba fierro y yo casi sin pensarlo la clave hasta el fondo mientras esa perra charapa no paraba de gemir. Cerré la llave de la ducha y pude disfrutar de esa concha caliente y rebalsante de jugos, María, gemía, gritaba pedía más, quería todo adentro, estaba en su clímax y yo no podía creer que me estaba cachando a pelo a mi empleada charapa casada. Ese polvo duro casi 30 minutos en la y cuando su concha estaba chorreando de jugos la cargue en peso de nuevo a mi cama y con nuestros cuerpos mojados, nos volvimos unos animales. Ella se monto en vaquerita inversa y de tantos sentones que me dio se comenzó a vacear en un rico squirt mientras yo le llenaba con mi leche toda la concha. Fue un rico polvo y después nos quedamos tendidos sobre mi cama conversando sobre lo sucedido y el porque se había quedado hasta tarde desde el lunes. Se había peleado con su esposo y como el trabajaba de seguridad en una empresa, justo esa semana salía a trabajar a las 9 p.m. y ella para no cruzárselo llegaba después de esa hora.
El tiempo pasó volando y ya eran más de las 12, no me quedó otra que pedir un UBER y mandar a su casa a María, pues ella tenía cosas que hacer temprano y ya luego regresar a "trabajar".

 

Alguna vez conocí a una charapa de nombre María en una entidad bancaria donde trabaje.
La gente de la oficina me tiró el talan que la tía de limpieza de unos 36-40 años se prestaba para la huevada. Me gane su confianza y cada que se podía me metía una mamada de campeonato en los sshh

 

Al día siguiente María llego casi a las 9, no me importó pues siempre tomo desayuno muy temprano y almuerzo casi a la 1 p.m. Le pedí que me preparará un buen chaufa para el almuerzo y pasé toda la mañana trabajando en mi oficina. A eso de la 1, María me llama para el almuerzo y todo bien hasta ese momento, pues charlamos mientras comíamos y nos reíamos un poco de lo que había pasado anoche. Al terminar, regreso a mi oficina y me concentro nuevamente en el trabajo y como a la media hora, María entra a mi oficina completamente desnuda y mostrándome su concha recién depiladita. Me calenté en una y me acerque a ella con toda la intensión de lamer nuevamente esa concha, ahora completamente peladita. Ella: "Me he depilado para ti" Yo: "Que rica concha tienes, hoy te la voy a dejar más abierta que ayer". Gente empezamos a cachar desde las 3 y terminamos a eso de las 5 p.m.; pues esta vez ella tenía que llegar a la hora a su casa. Gente, María, era una charapa caliente, ni bien empezamos, me mamó la pinga hasta dejarla bien parada y lista para que se la meta peladito en su rica concha depilada. Como ardía esa concha, y con cada embestida se lubricaba más y más, sus jugos empaparon todos mis huevos y mientras me la tiraba, solo decía "métemelo todo, quiero tu leche dentro" (ella se cuidaba con inyecciones) Con ese acento charapa, yo me calentaba más y me volvía más animal, la puse en perro y sin dudarlo se la zampé por el culo, la muy perra dio un grito y luego todo fue gemidos y palabras charapas incomprensibles que salían de su boca. Había domado a esa perra charapa casada. Gente no les voy a mentir, esa tarde le deje el culo y la concha recontra rojas y abiertas. María llegó tres veces y yo me vacíe dos veces dentro de su culo, fueron buenos polvos y no se con que cara (o culo) María habrá llegado a su casa para hablar con su marido y arreglar las cosas. Por eso manes, no se casen con una charapa, porque sí o sí los hará venados.
Saludos

 

confirmo, una ex charapova me buscó antes de casarse según ella como despedida, no sé si fuí el único o no
pero no me pude oponer
buen relato