Claudia, la amiga de mi ex

Tres de la madrugada del día de hoy lunes 22 de agosto del 2011. No puedo dormir, me pongo nostálgico por que un día como hoy era el cumpleaños de una persona que compartió momentos de su vida conmigo. A pesar que fueron pocas las veces que paso algo en nosotros, esta persona ha dejado muchas huellas en mi vida. Espero poder recordar todo con más detalles. Creo que con un par de tazas de café y la laptop en mis piernas, será más que suficiente. Aquí empieza mi relato.
Había conocido a Karla (de ahora en adelante: “mi flaca&#8221, hace ya mas de tres años en la ciudad de Chiclayo, pero solo éramos amigos, nada mas. Luego desaparecimos cada uno de nuestras vidas y por coincidencias del destino nos encontramos en Lima luego de muchísimos meses, ahí empezó toda la historia. Decidimos vivir juntos, tiempo después, con la aprobación de sus padres y de los míos también por supuesto, a pesar de la diferencia de nuestras edades (yo tenia 32 cuando iniciamos y ella apenas 20) nuestra relación siempre fue muy buena en todo sentido. Alquilamos un departamento por la conocida urbanización Santa María, pequeño, regularmente modesto, pero con todas las comodidades que necesitábamos, una sala comedor, una cocina pequeña, un baño y una habitación grande. Para que más. Ese lugar fue nuestro nido por muchísimo tiempo.
Mi flaca, había ingresado a estudiar en una conocida universidad privada, y estaba con los nervios iníciales del primer ciclo. La emoción que a mi también me embargaba era notoria. Iba a dejarla a la universidad cuando podía, la recogía siempre por las tardes, y mi celular sonaba cada hora para recibir informes de cómo iban las clases y si se presentaba alguna dificultad. Cuando yo regresaba al departamento a eso de las dos de la tarde siempre la encontraba con una sonrisa y el almuerzo listo. Al cabo de dos semanas del inicio de las famosas clases, entro al departamento escucho unas carcajadas femeninas muy estridentes, una era de mi flaca ¿pero la otra? Sigilosamente me paro detrás de la puerta y escucho que hablaban de las clases y de un laboratorio que tenían que resolver. Inicialmente pensé que se había traído a una amiga a almorzar o cosas así, pero cuando entré vi a mi flaca (que según yo físicamente estaba muy bien) y a una muchacha muy linda. Algo empatadita, blanca, sonriente y sobre todo muy amable y educada:
-Hola mi amor. Que bueno que llegaste. Mira te presento a Claudia. Claudita el es Jorge.
-Hola Jorge- me responde ella. Me parece haberte visto por aquí muchas veces.
-Diablos, pensé inmediatamente. Imagine docenas de cosas en menos de 5 segundos. Una posibilidad era que de repente me iba a conocer por algunas de mis aficiones que tengo de contactarme con algunas chicocas trujillanas con el fin de levantármelas. Pero esas andanzas ya habían quedado de lado, al menos en esos días. De todos modos eso me atemorizaba mucho.
-Mi amor- Me dice mi flaca. Claudia vive al frente de nosotros y estudia en el mismo salón que Yo.
-Una sensación de alivio llego inmediatamente por mi cuerpo. La linda y rica Claudia era mi vecina y yo ni me había percatado.
Ese fue el inicio de una relación de amistad entre nosotros tres. Al cabo de unas semanas la famosa Claudita, prácticamente se había mudado a vivir a nuestro departamento y en cierto modo no me incomodaba mucho, por que a veces la veía llegar con ropa de casa, con shorts, con polos y sin usar brasier y cosas casi que me ponían empilado. Muchas veces tome algunas fotografías de forma caleta como para poder guardarlas y en forma posterior colocarlas en la sección del foro correspondiente. Algunos cofrades Trujillanos se podrán dar cuenta que los detalles que estoy dando son reales y 100% precisos y certeros. Reuniones resolviendo laboratorios, escribiendo trabajos, haciendo cuadros, a veces nos retenían hasta la 1 o 2 de la madrugada. Las cenas y muchos almuerzos ya no eran para dos, sino para tres por que Claudita se integro y prácticamente ya formaba parte de nuestra familia. En ese entonces mi situación económica había mejorado notablemente y nos podíamos dar ciertos gustos en forma semanal. Comprábamos muchas cosas que nos urgían, ya contábamos con una potente PC con todos sus periféricos, servicios de cable, internet, etc. Etc. y parece que con Claudita sucedía todo lo contrario. De una forma muy sutil fuimos ayudándola. Mi flaca se encargaba de facilitarle algunas cosas más apremiantes que carecía ella en ese momento.
Les juro que fui tomándole muchísimo cariño y en más de una oportunidad paso por mi mente tener algo con ella, pero en ese momento mi relación con mi flaca y además la relación de amistad entre ellas hacia prácticamente imposible que algo así pudiera suceder. Entre nosotros se fue dando un tema muy especial de convivencia y todo marchaba muy bien. Al terminar el primer ciclo, recibieron sus actas con notas y las dos habían salido con muy buenas calificaciones. Invictas y con un promedio ponderado de 15.4. Acordamos en salir a celebrar esa noche en un karaoke. Recalco esto por que mi flaca era fanática de los dos tipos de karaoke, ustedes ya sabrán al otro que me refiero. Nos dirigimos a un famoso Karaoke de la calle Orbegoso y entre canciones van y canciones vienen y muchísimos tragos nos fuimos a mover un rato el esqueleto a la discoteca de ese mismo lugar. Cuando ya habíamos subido al taxi de regreso me di cuenta que mi flaca venia a mi lado prácticamente dormida y Claudita estaba despierta, así que indicando al taxista que se detenga para que ella pueda bajar en su casa, me incline hacia ella con el fin de abrirle la puerta. Ella se estaba acercando también hacia mí para despedirse.
-Huuuuuuuuuuy- me dice Claudia, la Karlita se ha quedado dormida. Me despides de ella. Le dices que voy al medio día para ayudarle a cocinar.
-Sale- le digo, anda descansa que yo en un rato me voy al trabajo.
En eso ella se baja del auto y sin cerrar la puerta se da cuenta que no se había despedido de mi y regresa y me da un pico. De esos picos secos. Un pico común y corriente. Y se retiro a su casa. Me baje del auto con Karla del brazo y me quede pensando en esa despedida. Con el pasar de los meses, no volvió a pasar nada parecido siquiera. Yo cuando la veía recordaba inmediatamente lo que había sucedido. Ya finalizando el 3er ciclo, Karla y yo empezamos a tener algunos problemas personales de incompatibilidad. A pesar que la familia y los amigos y sobre todo Claudita hicieron todo lo posible por enmendar y remediar la situación, decidimos separarnos y dar por terminada la relación. Dejamos de vivir en el departamento y cada uno empezó a tomar su camino. A estas alturas yo había alquilado un pequeño departamento en pleno centro de la ciudad y ya estaba viviendo ahí 3 semanas. Una tarde suena mi celular:”Claudita”, aparecía en la pantalla. Le respondo y me dice:
-¿Jorge como estas? Espero que estés mejorcito. Debes estar muy triste todavía
-No te preocupes Claudita, estoy bien, trabajando mucho, así me entretengo mas tiempo.
-Si gustas podemos conversar, tengo algunas cosas que contarte.
-Bueno, perfecto, voy a verte o me vienes a ver, le respondo.
-Voy a verte, estoy pagando mi recibo de mi rpc por el centro.
La esperé en la entrada de la casa con el fin de procederla a invitar a comer algo en algún lugar y conversar, cuando la veo aparecer doblando la esquina. Llevaba un jean negro, una cafarena gris oscuro y unas botas preciosas. Lo recuerdo como si hubiera sido ayer. La invito a ir a un lugar pero me dice: “Sale y vale pero primero préstame tu baño que ya me hago”, no sin antes soltar una tremenda carcajada. La hice pasar al baño y como para que no haya roches encendí algo de música y me senté en una silla a esperar salga del baño. Se demoraba la condenada así que me fui a la habitación. Mientras jugaba con mi celular la veo aparecer entrando a la habitación y me pide un espejo para poder arreglarse. La vi, la estudie de pies a cabeza, la observe detenidamente y con ojos de buitre. Por vez primera la veía diferente, con miradas rebuscando sus rincones. Pechos pequeños, piel blanca, cabello negro precioso, labios lindos, ojos vivaces, manos tersas y bien cuidadas. Me puse a mil. Se puso a cepillar su cabello cuando empezó a sonar una canción regetonera. Se puso a mover frente al espejo y vi que me estaba mirando de vez en cuando y se sonreía. Era una señal. No iba a desaprovechar la oportunidad. Me pare detrás de ella y me tomo de las manos y me dijo: “¿Bailamos?”. Empezamos a movernos como locos, en ese momento pensaba que estaba haciendo una completa idiotez bailando de una manera media estúpida. Luego de eso y sin más palabras, la tome de los hombros y fuertemente la jale hacia mí. Me miro y me dijo.
“Bésame”. La besé fuertemente con queriéndola comer. Besos obscenos, casi trogloditas y salvajes. Ella respondía con besos de igual calibre. Nunca en mi recorrida vida me había besado de esa forma. Nadie en lo absoluto. Que manera de besar de Claudita. En eso se acerca a mi oído y me susurra:”Sabes lo mucho que esperaba que pase esto?”. Cerré la puerta de la habitación y la jale nuevamente junto a mí. Ella me agarraba de las orejas y de los cabellos mientras yo devoraba esos labios ricos y deliciosos. Inmediatamente empezó a gemir. Me mordía levemente las orejas y de vez en cuando lamia mi cuello por ambos lados. La tome de las nalgas y empecé a frotar su papita por encima del pantalón. Se trastornó por completo. Procedí a bajar el cierre de mi jean y saque a chicomalito afuera, tome una de sus manos y la lleve hace el. Se dio cuenta y empezó a estrujarlo suavemente. Ella misma me jalo y me tiro de espaldas sobre la cama. Se echo encima mío y se cubrió con la cubrecama parcialmente. Bajo y empezó a lamer y a succionar suavemente a chicomalito. No quería que la vea hacer eso por eso cubría su cara. Que glorioso momento. Estuvo ahí por casi diez minutos que me parecieron apenas unos segundos. Quería que siguiera ahí y se lo dije. Ella gustosa acepto tal propuesta pero cada vez la forma de succionar era más y más fuerte. Una de mis fantasías era imaginar el ver entrar y salir a chicomalito de esos preciosos labios y ahora lo estaba viviendo. Sin aviso levante la cubrecama y con el control remoto encendí el televisor y le dije que quería verla. No puso resistencia alguna. Mis ojos no podían dar crédito a tales escenas. No me aguante mas y le hice saber que iba a terminar eyaculando si no se detenía en ese mismo momento. Ella solo me miro y siguió con lo que hacia con mas empeño aun. Empecé a tener esas sensaciones que vienen desde lo mas profundo de nuestro cuerpo y sentí explotar en esa boca tan bien formada y sexy y que había querido poseer hace mucho. Ella al principio no se asustó pero conforme iba explotando tuvo que hacer un gesto de susto y la vi tragar raudamente un buen trago de semen. Yo continuaba terminando caracoles, ya eran casi 4 semanas sin tener sexo así que fue una cosa sensacional. Cuando estaba culminando aquel momento se sonrió sin dejar de tener cerca de su boca a mi miembro y me miraba con ojos pícaros.
-¿Te gusto? Me dijo muy fuertemente.
-No me gustó para nada- Le respondí.
Ella puso un gesto medio extraño como sorprendida. No esperaba esa respuesta. Inmediatamente le recalque:
-No me gustó, más bien me encantó. A lo que se sonrió y se abalanzó sobre mí.
Inmediatamente me puse a besar ese cuello y pechos, sacándole el brasier de una forma muy cauta y delicada. Que tal reacción de Claudita. Me tomaba de las orejas y me presionaba fuertemente cuando succionaba esos pezones de color marrones claros. Sentía como se endurecían dentro de mi boca y se ponían más tensos cada vez. Ella me ayudaba y se sentó y desabrocho su jean y de dos movimientos con las piernas se quedo solamente en una pequeña y delicada trusa de color blanco. Mi color favorito en lencerías de mujer. Al ver esa minúscula prenda chicomalito nuevamente empezó a ponerse duro. Ella se tomo de esa pequeña trusa y me dijo:
-¿Recuerdas que una vez conversábamos y me dijiste que este era tu color favorito?
-Hice un pequeño movimiento de cejas mientras recordaba que si era cierto. Hace muchos meses lo habíamos comentado. Ella me recalcó:
-Por eso hoy traigo toda mi ropa interior blanca.
Me di cuenta que ella había venido ya con la intención de hacer el amor conmigo. Ese gesto me lleno de ternura y la abrace mucho y cada abrazo iba acompañado de un beso largo y prolongado. Inmediatamente y sin mas titubeos, se puso de pecho sobre la cama como indicándome que debía de acariciar y besar esa tersa y suave espalda y con otro movimiento de manos se sacó la pequeña trusa que aun tenía. Pude ver ese par de nalgas brillantes, firmes y bien formadas. Me coloqué sobre ella y pasaba mis dedos muy suavemente por toda su silueta como dibujándola a lo que ella respondía con leves movimientos involuntarios y casi silenciosos gemidos. Luego empecé a usar los labios y la lengua para calentarla más y vaya que lo conseguí. Se puso como gata en celo. Cuando bajaba con mis labios a la altura de sus nalgas, ella se levantaba un poco e intentaba abrir sus piernas como indicándome donde debía de seguir. Mientras yo prolongaba lo más que podía el llegar a ese punto. Le tocaba la papita de vez en cuando y cada vez sentía que la lubricación estaba en su mejor punto. La pude sentir impecable por todos sus rincones con buen olor y textura. En eso, ella se voltea, abre sus piernas y me toma de la cabeza y me hunde dentro de ese pedazo de cuerpo que nos fascina a todos nosotros. Empecé a besarla primero a los costados, mientras ella no dejaba de moverse hasta llegar a rodear su clítoris son mi lengua. Pude ver esa papita, ligera, rosada, preciosa, casi sin vellos, labios casi inexistentes. Ella como indicándome el nivel de revoluciones que necesitaba me presionaba de la cabeza contra su cuerpo o me alejaba un poco. Pude sentir como un sinfín de contracciones invadía todo su cuerpo mientras un enrojecimiento muy fuerte se apoderaba de su rostro.
La tome de las piernas, se las levante ligeramente y procedí a penetrarla. Que rica sensación, tibia, húmeda, de solo recordarla me estoy excitando nuevamente. Ella solo respondía con leves gemidos pero no dejaba de clavar sus uñas en mis hombros y de vez en cuando me mordía las orejas. Me sentía en la gloria. Ella misma me pidió cambiar de posición, se subió arriba y pude ver sus salvajes movimientos. Quien iba a pensar que esa nena de apenas 20 años, podría ser tan desenfadada en cuestiones de cama. Me sorprendía cada día más. No dejaba de moverse mientras emitía un sonido gutural: “Ya no aguanto, ya no aguanto….” Procedió a aumentar sus revoluciones mientras daba unos gritos estremecedores. Muy pocas veces me habían tocado estar con flacas gritonas y esta era una de las mas escandalosas. Luego de unos segundos de relax mientras volvía a la normalidad, procedí a clavarla en perrito. Lindísimo panorama, ese asterisco limpio y rosado me ponía a mil. Mientras la penetraba por detrás, con mis dedos rozaba y acariciaba levemente ese precioso orificio que tanto nos aloca. Poco a poco fui poniéndole un dedo, luego dos mientras me daba cuenta que le gustaba. Sin que se diera cuenta empecé a jugar sacando a chicomalito y regresándolo nuevamente cuando en una de esas, ella misma puso su mano por debajo, tomó a chicomalito y lo puso en la puerta de ese huequito que tanto estaba deseando.
-Despacio por favor, despacio. Me dijo casi suplicando.
-No te preocupes, lo hare despacio, le dije. Mientras mi corazón iba a 150 latidos por minutos.
En el velador tenia crema para manos, de repente no es lo más aconsejable pero en esos momentos era lo único que había. Así que sin que se diera cuenta y mientras intentaba penetrarla de a pocos le puse un poco en los alrededores y de un solo empujón pude ingresar dentro de el.
-Haaayyyyyyyy, despacio. Volvió a decir ella.
-Si gustas yo no me muevo, muévete tú. Fue lo que atine a decirle. Como para tranquilizarla un poco.
Después de haber oído lo que le dije, empezó un movimiento frenético ascendente. Los gritos empezaron a hacerse cada vez más y más fuertes. Me estaba terminando de alocar ver ese panorama y vivir esas circunstancias. De pronto y mientras mis movimientos eran casi nulos, me propone ponerse ella arriba nuevamente. Parece que esta posición le encantaba en ambas vías. Así lo hicimos, como se movía y como gritaba y disfrutaba Claudita. En ese momento y presos ya del sudor y del cansancio (ya deberíamos de estar en unos 45 minutos de purito sexo) me dice:
-Cuidado no quiero que termines dentro del preservativo.
-Como quieres que termine entonces, le respondo.
-Me dice sin más preámbulos –como en una película que vi- sácate el preservativo y termina en mis pechos.
-Cada cosa que decía, cada cosa que me proponía me sorprendía más y más en forma ascendente.
Así lo hice y pude ver sus gestos de niña buena regresar a su cara. Terminamos exhaustos mientras me echaba a su lado y le alcanzaba toallitas húmedas para que se limpie el pecho.
-Que tal te pareció- me dijo muy calmada.
-Le respondí- Te voy a ser sincero, es el mejor sexo que he tenido en toda mi vida.
-Eso esperaba- me dijo. Karla me había contado que eras un buen amante y algunas veces hablábamos de que cosas hacían ustedes y me conto otras cosas que te gustaban.
-Sabes- me dijo- Esta va a ser la primera y ultima vez que voy a hacer el amor contigo. Me a encantado, nunca me habian hecho el amor de esta forma. Esto ha sido como sacarme un clavo, como quitarme esta duda que tenia de cómo era estar en la cama contigo. Espero me disculpes la sinceridad, pero no quiero perder a mi enamorado. Tu sabes que ya tengo 2 años con el. Y a pesar que el no se compara contigo ni siquiera en el 5% en la cama, prefiero no volverlo a hacer.
Me dejó mudo y pensativo y solo pude encogerme de hombros haciendo un mohín medio extraño. Me sentí utilizado, me sentí mal por un momento pero luego reaccioné y pensé que también yo había deseado mucho que llegara en ese momento.
Después se vistió, cogió sus cosas y se fue. A partir de esa oportunidad la he vuelto a ver y a encontrar por la calle muchísimas veces y solo intercambiamos saludos, abrazos y alegrías. A veces la encuentro junto a su Mama, o a su enamorado o junto a sus amigas. Últimamente (la semana pasada exactamente) me ha llamado al RPC y me dejo un mensaje de voz que decía:
-Hola Jorge- te cuento que he cambiado de número. Llámame cuando quieras este es mi nuevo celular. Ah por cierto, ya termine con Fernando.
Sonriente guarde su nuevo numero y de repente podría haber un remember que es lo que mas deseo en el mundo. Estar así con una mujer de este tipo en la cama ha sido la experiencia más excitante que he podido vivir en mi vida.

Con tus manos jugando en mi cuerpo,
con mi boca jugando en tu piel,
somos dos sintiéndonos uno,
somos dos haciendo el papel,
de chiquillos descubriendo ansias,
ansias de hacerlo otra vez...
Deseos inevitables,
caricias hasta el placer,
suspiros indescifrables,
y difícil de entender,
que rápido del alma al cuerpo,
que fácil volver otra vez,
que sencillo desearnos tanto,
si pudieran entender,
que es virtud más que un encanto,
que no es amor, solo es placer...

Ya son las siete y media de la mañana y tengo que preparar mi viaje a Chiclayo nuevamente. De repente este fin de semana llamo de nuevo a Claudita y quien sabe si esta historia pueda continuar.

Chicomalo²

 

Muy bueno... Solo le falto la fotito de costumbre

 

Muy buen relato cofra.... espero que haiga otro encuentro