Laura en su oficina

Laura trabaja en un hospital público rodeada de gente y el acceso a su oficina es un poco restringido.

Conclusión, olvidarme de la fantasía de tirármela en su trabajo. Además, si bien ella es el exceso en persona, tiene sus límites, y tirar en su lugar de trabajo la horroriza. Así que más de allá de unas cuantas insistencias al inicio de nuestra relación el tema quedó cerrado.

Los sábados termina 1 pm y suelo ir a recogerla. Pero en esta ocasión me llama para que vaya un poco más tarde porque tiene exceso de trabajo y encima la han dejado sola. Se me prende el foquito pero de inmediato aborto la idea, jamás podré tirar con Laura en su oficina.

A las 4 pm, media hora antes de lo acordado, ya la estoy esperando y en eso veo que es día/hora de visitas y aprovecho para ingresar. Voy directo a su oficina y desde una ventana la veo concentrada entre la PC y unas hojas que están sobre el escritorio. Aparentemente está sola, la ventana tiene cortina y durante el rato que la observo –unos diez minutos- no ha pasado nadie por donde estoy. La pienso bien y tengo que ser directo, así que tomo aire y a ejecutar mi fantasía.

Abro y cierro la puerta de golpe, la cierro con el seguro de la misma manija, ella voltea de inmediato y casi da un grito del susto. Me acerco, y le digo "no sales de acá sin tu leche dentro de tu conchita". Su rostro quedó contrariado, evidentemente la sorpresa no le permitió decir un no rotundo de inmediato, mientras yo cerraba la cortina de la ventana ella balbuceaba algo así como que "¡estás loco!" pero no le hice el menor caso, la cogí de la cintura, bese sus labios y continué con su cuello, a la altura de sus orejas. Hizo un forcejeo y me retiro a la vez que me increpaba: "Enchuchado, ¡qué tienes! sabes muy bien que acá no puedes estar, puede entrar alguien en cualquier momento, además, ya te dije que el trabajo se respeta y quien sabe si habrán cámaras por acá, con lo desconfiado y neurótico que es mi jefe.... así que te me largas en este instante...."

Solo atiné a sonreír y mirándola fijamente a los ojos me acerque, la vuelvo a coger de la cintura y le susurro, "solo déjate llevar". Me contestó "eres un enfermo, como puedes tener tu pinga tan dura tan pronto" pero en su cara ya no había rechazo sino más bien esa carita de arrecha que me enloquece.

Llevaba puesto su uniforme que consiste en una blusa blanca y una falda gris que le marca a la perfección su estilizado cuerpo. Laura es delgada, con una figura muy bien definida. La falda dibuja a la perfección su trasero que no es grande pero sí muy bien formado.

Sigo besando su cuello y la pego más aun a mi cuerpo para que sienta como está mi sexo. Acaricio sus nalgas, las masajeo, las disfruto mientras sigo besando su cuello y siento como su respiración se agita rápidamente. Sé que tengo poco tiempo entonces mi objetivo es calentarla rápidamente y penetrarla en una.
Mis manos empiezan a levantar la faldita y a acariciar sus muslos y su entrepierna. Me percato que está usando hilo dental y también me pongo a jugar con él. Arriba he bajado a su pecho luego de abrir dos botones de la blusa, ya jadea y es que mis dedos ya están en su sexo, sexo que empieza a humedecerse y mojar el hilo.

La llevo hacia su escritorio, la volteo subo la falda, desato mi pantalón, bajo mi bóxer a media pierna y empiezo a frotar mi falo en sus nalgas y entre ellas. Laura empieza a mover su cadera, haciendo pequeños círculos con su culito, un espectáculo digno de grabarse y compartirse, pero mi objetivo no es deleitarme con eso, yo la quiero cachar en su oficina y punto.

 

y que más pasó cofra??, cuente cuente!!!

 

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