La chama inesperada

Habíamos salido del cine. La película no había estado buena, esa era la verdad, pero al menos salía de la mano con mi novia y la noche estaba fresca. Para cuando salimos ya era de noche y no teníamos planes para después, pero mi novia estaba cansada por el trabajo y la mala película tampoco le había mejorado el ánimo, por eso la acompañé hasta el paradero.

El cine en cuestión era el de Risso y eran ya las 9 de la noche, así que se pueden imaginar. Yo sabía muy bien la fama de las callejeras y además andaba con mi novia, así que me limitaba a vistazos cortos para recrear mi mirada.

Lo que no esperaba era ver a una chama espectacular con un cuerpo de guitarra, un rostro bello y una hermosa cabellera crespa teñida de rubio. La parte superior de su cuerpo insinuaba unas tetas riquísimas y el jean apretadísimo que usaba apenas podía contener su portentoso culo. Tuve que hacer un esfuerzo titánico para no abandonar a mi novia e ir tras la chama. Me había mantenido fiel desde que Nadia había partido de vuelta a casa y tampoco quería arriesgar con una chica de la calle, pero el llamado de los instintos básicos era demasiado fuerte como para ignorarlo.

A pesar de todo, cuando embarqué a mi novia dudé unos cuantos minutos antes de regresar sobre mis pasos hacia la zona de Risso. Mi cabeza sabía bien que no solo estaba mal sino que muy probablemente sería un desperdicio de dinero, pero llevaba tiempo sin sentir un calentón tan irreprimible.

Navegué las calles buscando a aquella despampanante venezolana. Tuve que buscar un poco más de lo esperado, temía que se hubiera ya metido en un hotel con algún cliente, pero la encontré al cabo de un rato junto a otras chicas. La volví a observar y en verdad era un mujerón. Me puse nervioso, quería que se alejara un poco de las otras para poder preguntarle su precio, me daba vergüenza hacerlo así en plena calle.

La chama en cuestión empezó a moverse después de lo que a mí me pareció demasiado tiempo. Caminé detrás de ella y las otras que la acompañaban, hipnotizado por el culazo que se manejaba. Finalmente hice acopio del valor suficiente y me coloqué a caminar a su lado para preguntar lo que quería saber. Tenía el precio usual para las prostitutas de la zona, casi seguramente sería un servicio malo de los que abundan, pero el calentón pudo más que yo y le dije que tomaba su servicio.

El Aristo era el hotel más cercano. La llevé allí. Mi novia me escribió al was cuando ya estaba dentro del cuarto con la chama, que me pidió un minuto para entrar al baño. Yo ignoré los mensajes y esperé a que saliera, más caliente que pensante.

Su actitud al salir del baño me confirmó que era una de las "malagracia" típicas de la zona. Tragué saliva y frontalmente le dije que le pagaría más si es que se olvidaba de aquel guion horrible que le obligaban a seguir. Ella me miró pensante y me preguntó que cuánto, yo le dije que el doble si es que también incluía el culo. Después de pensarlo unos segundos, ella aceptó.

Con ropa era increíble, sin incluso mejor. Me hizo una mamada de campeonato sin condón, aplicada y con visita a las bolas incluidas, sin chistar nada y con las luces bien encendidas para poder ver a aquel hembrón que me estaba chupando la pinga. No sentía esa emoción desde la última vez que estuve con Nadia, mi amante, meses atrás, sentía que iba a hacer combustión espontánea en cualquier momento.

Me puse el condón y zambullí mi cara en el culazo de aquella prostituta venezolana antes de metérsela toda con ella en cuatro patas. Ver aquel monumento de culo natural (o muy muy bien hecho, en todo caso) bambolear y aplaudir ante mis embestidas me enloquecía. Le pegué varias nalgadas y le amasé el culo como un pan blando mientras veía entrar y salir mi pene de su interior.

No me contuve y en esa posición se la clavé por el culo, como habíamos acordado. No fue, por supuesto, la única posición en la que la sodomicé, porque no perdí oportunidad de hacerlo en toda la hora que estuve con ella. No había planeado nada de eso, pero allí estaba teniendo sexo con una mujer que no era mi novia una vez más, gozando como un loco. En ese momento no sabía si sería la última vez que ocurriría, como la primera vez que estuve con Nadia. Ese era un problema para mi yo de mañana, no para el de hoy.

 

Que buen relato
Saludos!

 

Saludos mi king, muy buen relato , me gustaría que explique eso de "malagracia", aunque creo saber a que se refiere , pero sería mejor si lo explicara, le emito un agradecimiento anticipado, gracias.

 

Buen relato, sigue la kine en operaciones por el distrito felino?

 

ese tipo de kines que le ponen peros a todo, te atienden hasta el queso y te relojean

 

no me deje sin material para escribir pe cofra jajajajja

 

Que buen relato cofra , esperemos que no sea el ultimo

 

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Buen relato. Corto, pero preciso, no contado como un ranking sino la historia de como llegó a eso. Muy bueno.