La veterinaria

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Después de que me separé de mi esposa, quería tener un tiempo de descanso mental y físico, así que decidí cambiar de ambiente y me mude a un nuevo departamento. El edificio era moderno y los vecinos casi ni hacían bulla, era un lugar confortable.
Cerca había una tienda (la clásica con todo) y era algo así como un lugar donde de todas maneras te ibas a topar con algún vecino, así conocí a varias personas que vivían en el mismo edificio y eran de puta madre. En una de esas compras conocí a Miriam, una linda veterinaria, ya en los 30 pero muy bien proporcionada en todo sentido.

 

Buen relato esperamos la continuación pronto

 

A la espera de la continuación de su relato cofra, no tarde...

 

Miriam era veterinaria y vivía muy cerca al edificio de mi departamento, durante varios días coincidíamos en la tienda, teníamos horarios parecidos y en varias ocasiones pudimos conversar del clima, política y hasta de restaurants cercanos. Todo cambió un día que salí a almorzar cerca a mi nuevo empleo y al dirigirme a los servicios, me cruzo con Miriam y de forma natural nos saludamos y conversamos, ahí me contó que trabajaba cerca y que siempre almorzaba ahí con sus colegas de trabajo. Esa tarde yo dejé la mesa de mis compañeros de trabajo y junto a ella nos sentamos en una mesa, alejados para seguir conversando, la hora se pasó volando; pero, quedamos en continuarla al día siguiente. Durante una semana conversé amenamente con Miriam, siempre con respeto y naturalidad, creo que nos llevábamos bien, hasta que el siguiente domingo me la cruzo en la tienda comprando cosas para el desayuno y en esa conversa me animo a invitarla a La mesa de piedra, ella sin dudarlo me dice que ya y que en dos horas estaría lista para que la pase a recoger. Gente, decidí arriesgar, ese día tenía que avanzar, si no lo hacía podía quedarme en la terrible zona del amigo. Me duche, alisté mi ropa un cooler con algunas botellas, pensando en lo que podría pasar. Aun faltaba una hora y luego de desahuevarme, me puse a analizar la situación. Esta flaca me aceptó la salida al toque, luego me dijo que en dos horas la recoja, (dos horas es poco tiempo para que una mujer se aliste) ahí me dije, esta flaca estaba ansiosa por salir conmigo, también. En ese momento me puse a buscar hoteles cercanos al restaurant y encontré uno con todo lo que necesitaba. Todo esta organizado y ya era momento de recoger a Miriam, me estacioné del edificio donde vivía y la llamé mencionándole que ya estaba en la entrada esperándola. Ella me dijo que la esperará un momento y que ya bajaría, gente, pasó media hora y no bajaba, en eso salgo de mi carro para comprar un snack y de pronto la veo salir, en un vestido floreado que le marcaba el cuerpo de forma fresca y natural. Ella es trigueña clara y su cabello es largo y teñido a un color entre castaño caramelo, no lo sé definir, pero le asentaba muy bien con su color de piel. Pero en ese día en especial hacía un contraste perfecto con su vestido. Gente ella tenía el cabello entre húmedo y casi seco, se notaba que se había arreglado, eso todo hombre lo interpreta a su modo, pero yo lo traducía como "ese día quería cachar".

 

Entretenida forma de relatar cofra, sin mucho floro y directo al asunto, a la espera de la continuación de sus habilidades para llevar a la cama a aquella dama...

 

En el camino, Miriam iba poniendo la música que le gustaba, full rock de los ochenta en español, así que charlábamos sobre eso hasta que llegamos. Buscamos una mesa alejada del espectáculo (no me gusta mucho que dancen a la do de mi mesa) y pedimos varias cosas para picar, hasta ahí todo iba bien, pero parece que a la flaca le cayó mal la pachamanca o algo y como que se mareó un poco. Dentro de mi decía, ya fui y ahora me quedaré con toda la leche en los porongos.

 

No demore con la continuación cofra...

 

Salimos del restaurant y de inmediato buscamos una farmacia para comprar sus pastillas para la migraña, sí gente, la flaca sufría de migraña y un detonante para esta eran los frutos secos como las pecanas y otros, para mi mala suerte una de las cremas que nos sirvieron contenía pecanas y fue el desencadenante de todo. Resignado compre las pastillas y una infusión caliente, ella las tomó y en poco tiempo se estaba quedando dormida, me pidió que la llevara a su casa y pues no me quedaba de otra. Camino a casa, ella solo dormía en el asiento del copiloto y yo iba pensando en todo lo que me perdí. El viaje de regreso se me hizo eterno y cuando llegamos a la puerta del edificio, ella aun seguía dormida, por cortesía la deje dormir un rato mientas revisaba los mensaje en mi celular. Como a la media hora se despierta y con algo de susto me dice: "Ya llegamos" sí le contesto, "Por favor ayúdame a subir a mi depa", esas palabras fueron música para mis oídos. La ayudé a bajar del carro y entramos abrazados al edificio, su vestido estaba todo ajado por la postura en que durmió y así subimos hasta su departamento donde la ayudé a recostarse en el sillón y ella con una voz aun cansada, me pidió que por favor la acompañara un rato, pues quería disculparse por lo sucedido. Conversamos buen rato, y como ya eran algo de 8 de la noche le dije que ya me tenía que ir, pues mañana debía ir temprano al trabajo. Ella: "Te acompaño a la puerta" caminamos juntos hasta la puerta y al momento de despedirnos ella acerco su rostro para darme un beso de despedida y yo me hice el caballero (me aguanté las ganas) y solo beso su mejilla. Gente, ese día perdí, gaste un buen dinero y no obtuve nada, ni siquiera podía intentar algo en el depa de la flaca; pues cuando están con pastillas no es igual, están como zombis y ese no es mi vacilón. Esa noche en mi depa me hice la promesa de que ese culo pagaría cada sol invertido.

 

Continue mi Estimado, queremos saber en que acaba la historia

 

Durante esa semana no me cruce con Miriam, parece que aun se sentía apenada y me evitaba. Asumí la iniciativa y le escribí un mensaje breve a su cel, ella lo leyó y conversamos por un buen rato hasta que me contó como se sentía respecto a lo que pasó el domingo y luego de disculparse me invitó a almorzar en su departamento, el sábado luego del trabajo. Acepté y en mi mente ya estaba maquinando como la calentaría para que por fin me la pueda tirar. Gente el tiempo pasa volando y sin querer ya tenía casi un mes en ese barrio y ese fin de semana tenía que ganar sí o sí. La leche dentro de mi cuerpo quería salirse de solo pensar en la veterinaria, pero debía actuar calmo, pues hasta ese momento ni un beso le había dado. Llegó el día y me alisté lo mejor que pude, pues iba ir directo de mi trabajo a la casa de Miriam y no podía fallarme nada. Compré dos cajas de condones y llevé algunas bebidas en la maletera de mi vehículo. Al ingresar al edificio, estaba algo nervioso no quería joder esta oportunidad. Miriam me recibió con un beso en la mejilla y olía como a frutas, me encantó con ese olor. Si bien estaba con jean y un polo pegado a su cuerpo, se le veía linda, natural y sexy. No estaba producida como el día que la llevé a Cieneguilla; pero, estaba rica y bien apretada. Tomé un lugar en el mueble de la sala y pude notar que la mesa estaba casi lista, Miriam se sentó en el mueble de enfrente y me dijo que en 15 minutos salía del horno lo que había preparado y mientras tanto conversamos un poco y sin darnos cuenta el tiempo se pasó rápido. Ya en la mesa todo lo que me sirvió estuvo rico, dos diferentes ensaladas y un pollo al estilo oriental que le quedo en su punto; pero, gente yo no había ido a comer, yo había ido pero a comérmela a ella.

 

Continua cofraaaaaa...

 

que fue cofrade.... le dio vuelta a la veterinaria???

 

Después de comer, ella saco un vino de la refri y comenzamos a conversar ya sobre nuestra vida amorosa y le conté que me había separado recientemente y ella pues se mando con una lora sobre su ex con quien había tenido una relación de 5 años, el pata no la tomó en serio y siempre la paseaba cuando ella le decía para dar el siguiente paso y formalizar. Ahí, supe que ya tenía como 3 meses de separación y haciendo cálculos; pues esa concha ya estaba pidiendo a gritos un buen mantenimiento. Ojo que esta flaca ya estaba en base 3 y fácil ya habia comido por los tres huecos.
Gente, el vino hizo efecto en mi y pedí el baño para miccionar y seguir con la conversa que estaba interesante y clarificadora, me levanté me dirigí al baño, miccioné y me dí una buena lavada de cara para salir fresco como una lechuga. Al salir veo a Miriam que entra a su cuarto y deja la puerta abierta, caminó hacia su puerta y veo que está sacando una especie de cajita, la saludo y ella me dice pasa, gente el bobo se me aceleró, y me muestra una especie de piedra con la forma de un corazón y me pregunta ¿te gusta? y le respondo: me gustas tú y sin miramientos, la beso suavemente, ella se sorprende, pero acepta mi beso y en ese momento todo se descontroló.
Gente, mis manos recorrieron esa espalda hasta llegar a ese rico culo que se manejaba (no era un culazoooo, pero estaba redondito) ella cada vez se agitaba más y su respiración se entrecortaba. En un movimiento rápido, la levanté en peso y ella me rodeo con sus piernas, caminé hasta la cama y la recosté suavemente sin dejar de abrazarla. Me quité a camisa y procedí a levantarle el polo que traía y empecé a besar su vientre mientras escuchaba como iba gimiendo en señal de que esta recontra exitada. Retiré suavemente el brasier que llevaba y pude ver un par de senos duritos pero no muy grandes, eran del tamaña de mis manos y las llenaban perfectamente, su piel canela esta calientita y yo la besaba con mayor intensidad hasta llegar a la punto de esos pezones que con cada lamida y mordida, se ponían mas duritos y marroncitos. Miriam estaba poseída, no paraba de gemir y abrir la boca, del placer que sentía. Aproveché en quitarme el pantalón y dejar al aire mi pene para luego ponerlo frente al rostro de Miriam, ella no lo dudó y me dio una reverenda mamada, digna de una perra treintona que se ha comido sus buenas piezas.

 

Ya con Miriam bien calientita, decidí hacerle un 69 y en un par de segundos ya le había bajado el pantalón con todo y ropa interior y podía visualizar de cerca cada parte de esa concha que ya me tenía loco, esta mojadita, calientita y su labios eran delicados; pero ya se le notaba su recorrido. Gente, no me aguanté y le metí un buena sopeada a esa concha y cuando estaba en su punto más rico decidí levantarme, buscar mi pantalón y ponerme el jebe para darle duro a esa perra que ya estaba entregada totalmente.
La jalé de las piernas al filo de la cama, puse sus piernas sobre mis hombros y fui introduciendo lentamente mi pieza dentro de ella, la muy perra me quiso arañar las piernas, pero tome sus manos y las puse hacia arriba, mientras se lo empujaba todo adentro, vi como volteaba los ojos de placer y la empecé a bombear con tanta fuerza que del roce de nuestros cuerpos se escuchaba un aplauso fenomenal. Esa tarde me la cache a mi gusto, tenía buen ajuste a pesar de ya ser mayorcita, se notaba que estaba aguantada porque cuándo la puse en perro vi como acomodaba su culo redondito en señal de que quería toda la leche dentro, si gente, ese ano ya tenía señales de haber sido desflorado, no tenía mucho uso según mi humilde apreciación, pero si había sido usado unas cuantas veces. Así que mientras la iba perreando, le metí un poco de saliva a ese ano y comencé a juguetear con mis dedos sobre ese ano marroncito. La muy perra gemía más y ella misma apretaba su culo contra mi cuerpo, gente esa era la señal, esa perra quería su buen anal y yo no era nadie para negárselo. Si quería tenerla como mi perra debía ser cuidadoso, así que decidí cacharla a full por la concha mientras dilataba ese ano riquísimo que se manejaba. La levanté en peso y la saque de la cama, me senté en el filo y le dije: preciosa, reviéntame los huevos con tu culo, la perra se arrecho, se acomodó mi pinga en su concha y me mando unos buenos sentones que casi me hace soltar la leche, pero en el último sentón ella ya no pudo más y se desvaneció sobre mi, sentí todo su peso, había llegado riquísimo y a mi solo me quedo recostarla sobre la cama y ponerme detrás de ella en cucharita. Mientras la abrazaba iba amasando sus tetas y acomodando mi pinga dentro de su concha, estaba toda chorreada y caliente a más no poder. Pero, yo igual la seguía penetrando suavecito, mientras ella se iba recuperando, ahí aproveche y le llené el oído de lo rico que sentía su culo y en lo delicioso que sería hacerle un buen anal, ella estaba fuera de sí y solo gemía y asentía, aproveche todos los jugos de su concha y embarre bien mi pinga para que lubrique ese ano. Gente, ni bien puse la cabeza en la entrada de su culo, ella como que se acomodó mejor y poco a poco se la fui metiendo, estaba recontra ajustada y con un gran esfuerzo pude meter la mitad, mientras ella no paraba de gemir y maldecirme, la tomé del cabello y le dije, desde hoy serás mi perra cachera y te voy a abrir el culo cuando quiera, y de un solo tirón se lo metí hasta el fondo, ella grito, quiso soltarse, pero yo la tenía bien sujetada por detrás (estábamos de cucharita) me arañó la piernas, mientras decía cosas ininteligibles, la perra ya lo tenía todo adentro y solo le quedaba moverse. Estuvo quieta por unos minutos, y luego poco a poco se fue relajando y yo iba con movimientos suaves, ese culo no había tenido uso hace un buen tiempo y tenía que castigarlo como se debe.

 

Luego de esa reacción inicial, ella se soltó y pude darle en perrito full tubo, hasta que me hizo llegar con ese ajuste que tenía. Gente, ese fue el inicio de nuestra relación, pues estuve con ella varios meses antes de regresar a mi casa. Esta flaca se prestaba para todo, tirábamos en la playa, antes de regresar del trabajo y su depa era nuestro cubil. Pero, conforme pasaron las semanas ella fue mostrando su verdadera personalidad, era posesiva e insegura. Si estaba con ella no podía recibir ninguna llamada, sea del trabajo o peor aun de mi ex, porque de inmediato me hacía lio. Gente, en ese tiempo descubrí el porque había llegado a esa edad sin casarse y la verdad no creo que exista un hombre que le aguante este tipo de acciones.
Estuve con ella, siempre con el objetivo de gozar al máximo, ella me dejaba seco y siempre aceptaba todo tipo de locuras en el sexo; pero, se le cruzaban los chicotes cada vez que mi ex me llamaba para ver el tema de mis hijos. Hasta que un día me cansé de ese hueco y la terminé. Ella me cacheteo, me gritó y me boto peor que a un perro; pero, al día siguiente ya quería arreglar las cosas. Yo ya no quería saber nada de ella y la flaca se rayó, me esperó a la salida del trabajo, carajo no sabía que hacer; pues, ya sabía de sus reacciones. Afortunadamente se comportó bien y fuimos a conversar a una playa cercana. Esa tarde me la tiré en mi camioneta, frente al mar, y la hice tragarse mi leche como despedida. Ella finalmente comprendió que lo nuestro no iba para más y que solo podríamos ser amigos. Al dejarla en su casa, me tentó a que me quedará; pero, yo sabía que si lo hacía, ya no podría escapar de ese circulo vicioso.
Miriam a sus treinta y tantos años, ya se había resignado a que no conseguiría un hombre para algo formal. Ese tiempo ya se le había pasado, ahora solo le quedaba la posibilidad de encontrar a alguien para cubrir sus necesidades de sexo y cariño.

 

Buena historia, eso es lo malo de algunas flacas, se autosabotan en las relaciones con esas actitudes de control... me recuerda a una flaquita chibola (22 años) yo de 35, en el sexo me complacía en todo lo malo que se ponía media especial cuando coordinaba con la mamá de mi hijta. Saludos.

 

Así suelen ser lastimosamente las mujeres inmaduras al menor sentido de q crean que están perdiendo terreno su sentido de estupidez y sabotaje las hace creer tonterías, por eso la mayoría lo esconde o se excusa en q no las aguantamos no las comprendemos y tanta tontería que como sea quieren hacernos creer q ellas son las q están bien y nosotros mal, de ahí nace el porque la mayoría creen q los hombres todos son iguales cuando no es así. En mi modesta opinión creo eso. Así q ya saben una mujer para toda la vida o una relación no es fácil de hallar así q solo tiren y listo suena feo decirlo pero es la verdad.

 

A esas flacas, con mucho cuidado. Uno nunca sabe con que te puedan salir. Cuando era chibolo me cruce con una así y hasta me amenazó con mandarme pegar y todo. Ahora de maduro, ya no me la hacia ni cagando. Ojalá a algún compañero le sirva este relato.
Saludos,

 

Con estas locas hay que tener cuidado, hace unos días su mejor amiga me busco para cuadrarme, me reprochó que porqué había dejado a Miriam, que era de lo peor y que ella no paraba de llorar porque la dejé. Gente, esta flaca me hizo lío a la salida del trabajo, y si no le prometía que buscaría a Miriam para conversar, ella iba a comenzar a gritar que la estaba acosando. Puta madre, entre locas se juntan, por eso manes siempre con cuidado, no todo lo que brilla es oro.
Saludos y ya contaré que pasó en este nuevo reencuentro.

 

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Conoci hace años un pata q era espwcialista en flacas dificiles, locas, etc... no se como hacia ese loco pero siwmpre lo paraban llamando, en plena huasca de madrugada dejaba la juerga para irse a culear a su toxica, a veces hacia q venga, se comia una tia mayor pituca q le pagaba todo...chupaba con nosotros y despues se ponia a llorar, le reclamaba q la dejaba x otra mas chibola jajaja....un ...se peleaba con una tenia otra lokilla para ir a remojar...jeje...un caso el broder....el pinche Covid se lo llevo