Encuentros Furtivos V - Epílogo

De encuentro Furtivo a Fin de Año
Dado que la última vez nos quedamos con muchas ganas de volver a sentirnos y de volver a disfrutar de nuestras caricias y besos y otras cositas, quedamos en que trataríamos de aprovechar la última noche del año para pasar un momento a solas.
Aprovechamos un tiempo que tanto tu y yo tendríamos disponible. Un par de horas que yo usaría para comprar algunas cosas y tu saliste con el pretexto de ir a ver a una amiga.
Nos encontramos otra vez cerca del mismo lugar. Sabíamos que no tendríamos mucho tiempo, por eso ni bien nos vimos nos saludamos como dos amigos que se encuentran por la calle.
Nos dirigimos raudos a nuestro acostumbrado lugar de encuentro. Nos registramos y subimos rápido a la habitación.
Ni bien cerramos la puerta me empujaste en dirección a la cama. Te montaste sobre mí. Los dos aún vestidos. Me besaste como sólo tú sabes hacerlo. Me desabrochaste la correa y el desabotonaste el pantalón. Me lo empezaste a sacar. La truza mía denotaba ya una erección más que incipiente. Me comenzaste a besar por encima de la truza y por los costados de mi entrepierna. La sensación era deliciosa. Más que placentera diría yo. Hiciste a un costado la tela que aprisionaba mi pene y te lo llevaste la boca sin mayores preámbulos. Yo recostado sobre la cama con las piernas en el borde que llegaban al piso. Tu arrodillada en el piso comiéndote mi polla erecta y chorreante. Se sentía de lo mejor. Estuviste así varios minutos y yo disfrutaba cada movimiento de tu lengua y cada caricia de tus labios.
Te incorporaste. Te empezaste a desvestir y te quedaste sólo en ropa interior. Yo entretanto me quité la camisa que llevaba y la truza. Ahora, yo te pedí que te recostaras y separé tus piernas. Me dirigí más que rápido a tu entrepierna. Te olfateé como un perro lo haría con su perra. Te aspiré y te disfruté. Con mi mano izquierda hice a un lado tu tanga y empecé a comerme literalmente tu coñito empapado. Te saboreé y bebí tus líquidos. Te saqué la tanga. Me la llevé a la nariz para sentir tu aroma de mujer una vez más. Luego me dirigí una vez más a tu entrepierna. A esa fuente de placer mutuo que tantas veces había visto por la web cam. Los gemidos de tus labios indicaban lo bien que lo estabas pasando. Y que tu orgasmo no tardaría en llegar. Una vez más empecé a beber de tu amor. A beber de aquel líquido que con tanto placer y deseo emanabas para mi. Te sacaste el brasier, y mis manos estaba entretenidas con tus senos y pezones…..luego comencé a comer tus senos con una pasión y dedicación que me sorprendía a mi mismo. Me encanta comerte los senos y morderte esos pezones duros que tienes. Cada una de mis mordidas arrancaba gemidos de tus labios. Y yo disfrutaba de cada uno de tus gemidos y de cada mordida y beso que te propinaban mis labios y dientes.
Luego de dos orgasmos, me paré y fui en búsqueda de un preservativo. Me lo colocaste coquetamente y te volviste a recostar. Tus muslos se separaron y dejaron expuesta una vez aquel orificio que hasta hace unos momentos estaba saboreando. Me aproximé a ti. Coloqué la cabeza en la entrada de tu empapadísimo coñito. Introduje mi barra de carne en tus labios mayores que me dieron la bienvenida. Se adentró en tu vagina abriéndola más a su paso. Mi pelvis chocó con la tuya. Una vez más te tenía completamente atravesada. Mis labios buscaron los tuyos. Nos besamos mientras me movía al compás de la pasión. Tus brazos acariciaban mi espalda y de cuando en cuando sentía tus uñas apretando fuertemente. Sentía riquísimo entrar y salir de tu coñito. Una vez más estaba disfrutando del calor de tu coñito. Te estaba metiendo toda mi pinga en esa conchita que tan bien me recibía. Tu no parabas de gemir.
Me salí te pedí que te pusieras en la pose de perrito. Te acomodaste y te apoyaste sobre tus codos. La vista esta impresionante. Tenía tus dos orificios a mi disposición. Apunté mi pene la entrada de tu coñito y te la metí de un tirón. Se sentía delicioso. Y comencé a meterla y sacarla toda para que la disfrutes. Como te habías corrido varias veces todo tu culito estaba empapado y mis dedos comenzaron a jugar con la entrada de tu culito que sólo había sido horadado una vez antes. Yo me sentía terriblemente excitado. Te hice saber que mi eyaculación no estaba lejana.
Me pediste que terminara sobre ti aunque no sabía si querías mi leche sobre tus senos o sobre tu culito....saqué mi pene de tu coñito, le saqué el preservativo y empezaste a chupármela corriéndomela. Esto claramente aceleró mi eyaculación y tu mano derecha continuó corriéndomela hasta que mi leche empezó a salir a borbotones que terminaron en tu cara y parte en tus senos….
Luego de mi eyaculación me empezaste a chupar la pinga para limpiar todo rastro de semen que te bebiste gota a gota….
Nos recostamos. Y hablamos de lo que acabábamos de hacer…..planeando nuestro próximo encuentro.
Att.