La primera vez.

Este es mi primer intento dizque literario para la zona de Relatos, quiero celebrar yo solito mi post #100 y compartir esta historia de digamos... ficción urbana, y de paso aprovechar para abrir este hilo y animar a los cófrades que quieran escribir un final alternativo al cuento.

Esta es una historia real que acabo de inventar, cualquier parecido con la realidad es pura fantasía.

Es viernes, seis de la tarde, acabé temprano con este motor que me tenía fastidiado desde hace tres días, por fin puedo decirle al pendejo del chino Saúl que llame a su cliente y que se lleve su chatarra. Ahora un baño, a cobrar y a casita. Dejo el taller casi a las siete, hace hambre, menos mal que por Lince, que me queda de camino a casa, hay algunas pollerías, con las ganas que tengo de meterle diente a un pollito a la “grasa”.

Así que decido caminar a casa, total, son poco menos de veinte cuadras y no hay ninguna razón para apresurarme, nadie me espera, mis viejos se fueron a tratar de vender su casa en Huancayo, así que tengo como 2 semanitas de soledad y de comer en la calle.

Avenida Arequipa, ruidosa como siempre, y más caótica desde que se pusieron a parcharla, vamos a ver, por Rizzo hay varios sitios para comer...

Estuvo bueno el pollito, para las seis luquitas que me salió, estuvo bastante aceptable, sigo mi camino por la zona, son casi las nueve de la noche, y la cosa se comienza a poner un poco más movida.

Las mismas putitas de la esquina, felizmente no hay choros por acá, sólo putas, las putas están bien, no fastidian, sólo están ahí paradas, mirando a los potenciales clientes, dejándose ver sus voluptuosas figuras, haciendo amistad con los taxistas que paran a comer un santuchito o tomar un emoliente.

Que buenas piernas tiene esta tía, siempre le tuve ganas, ya hasta nos saludamos como vecinos, siempre paso por aquí y nunca les dediqué más que una fugaz mirada, esas piernas me llaman, sé que más arriba de ellas hay una cavidad algo reseca y desbocada que podría ser mía por un rato por unos soles, sin necesidad de flores ni adulaciones. Subo la mirada y ese par de tetitas aguadas por la maternidad y el paso de los años, algo pequeñas para mi gusto, pero en armonía aún con el resto del cuerpo, no lo sé, quizá en otro momento— hola, buenas noches —me dice con la sonrisa coqueta de siempre— buenas, seño —sigo mi camino.

Media cuadra más allá está otra tía, más añeja que la anterior, tiene una minifalda negra que deja ver envueltas en pantimedias negras un par de piernas rolladas que también se abrirían para mí por menos de 30 lucas. Ésta, acompañada de dos chibolas, será como de mi edad, flacas, con poca carne pero con los culitos y tetitas aún firmes, tiritan con una mezcla de frio y nervios, voy mirando a las tres, con una creciente excitación, paso muy cerca y siento sus perfumes baratos— Hola, ahora sí muestras interés —saluda la gorda— Hola seño, no, aquí mirando no más —sonrío y veo que las chibolas se inquietan ante la posibilidad de tomar un cliente, paso.— ¿no te animas? Mira que estoy de oferta, hijo. O con alguna de las niñas, están tiernitas, anda, qué dices, vamos flaco, es tu noche de suerte. —Me acerco un poco más, lo pienso y no— Paso seño, estoy sin plata, puede ser otro día —me despido atreviéndome a palmearle el culo a la vieja ya con la arrechura creciente. Ella se ríe, da una pitada a su cigarro y me dice que me esperará ahí mismo.

Continúo mi camino, la paleteada que le metí me dejó la carpa armada, meto las manos al bolsillo para acomodar el asunto con disimulo. Otra putita, ésta más joven, se ha puesto un polo escotado que deja ver un buen par de gemelas bien firmes, me mira, me sonríe y yo sigo de largo, ya se me complica mantener las ganas amarradas, la leche comienza a hervir un poco, ¡Diablos! Se me va a rebozar por los ojos, hay mucha gente, por aquí la probabilidad de que me vea algún conocido de mis viejos es bastante alta, lo sigo pensando llego a una esquina y la tomo, salgo de la luz de la Arequipa y justo a media cuadra hay dos figuras en ropas sugerentes, una es gorda y morena, la otra delgada y mestiza, me acerco lentamente, dudando si preguntar, y cómo preguntar, los nervios hacen que pierda un poco el paso firme y sienta como ganas de orinar, el pecho me late y sigo dudando, esto no es usual, siempre las he visto nada más, pero esta vez quisiera dar un paso más, tirarme a una puta, ya he estado con una hembrita antes, la Pocha, de la academia preuniversitaria que nunca acabé, sólo me dediqué la Pocha, aun que flaca se movía bien, fue la primera y la única hasta ese momento. Me sigo acercando y la gorda se aparta un poco y se para detrás de una tico estacionado, se alza la falda, separa las piernas gruesas se inclina y comienza a mear descaradamente a pocos metros de mí, desde donde estoy puedo verle la vulva oscura y peluda desde donde sale ese maloliente líquido, aun que es un espectáculo nada agradable, el morbo me enciende más, ¡estoy viendo una !, saliendo de mi asombro la voz de su acompañante me saluda— hola, ¿quieres estar conmigo?, tengo condones, y son sólo 25 soles, claro tú pagas el hostal, 10 soles no más te cobran —casi sin poder articular palabra muevo la cabeza afirmativamente y consigo decirle que yo la sigo.

Caminamos una cuadra y media sobre la misma calle, yo a cinco respetables metros de mi nueva “compañía”, veo que entra en un hostal y miro a todos lados y me meto también. El tipo de la recepción me pide mi DNI más 10 lucas. Saco dos monedas de cino, las pongo sobre su mesa y le digo que no me voy a tardar, no insiste con lo del DNI y me extiende una llave— al final de pasillo, de este otro lado está el baño.

Abro la puerta y le digo que prefiero la luz apagada— yo también, qué bueno, me gusta más así, misteriosamente —lo dice con un acento como de la selva, siempre he oído historias de que las charapas son bravas, y eso me enciende aún más. Se me acerca, me besa, me quita la ropa poco a poco, se quita la parte de arriba, unas tetitas redonditas, algo pequeñas pero firmes y frías se pegan contra mi pecho, baja lentamente lamiendo mi pecho, mi ombligo, me abre el cierre y luego me tumba sobre la cama, se coloca el condón en la boca y con una habilidad increíble me lo coloca sin usar las manos, mientras está en lo suyo se termina de desnudar, se sube luego a la cama y comienzo a acariciarle el culo, es pequeño también, y toda su piel es fria como la estación, le toco el ano y no dice nada, pienso para mi que esta podría ser la oportunidad para probar contranatura, meto mi dedo y comienza a gemir, y después de un rato de estarle dando a la mamadera, se incorpora— dame en perrito, papi —bien, me acomodo y su mano ha tomado mi ariete y lo guía directamente a su puerta de atrás, uf, ni siquiera tuve que pedirlo, empujo y con un poquito de esfuerzo estoy dentro, comienzo a acariciarle el pecho, sigo bajando mis manos y justo cuando estoy por terminar me doy con una maldita sorpresa, quiero acariciarle la conchita y me encuentro con una pinga erecta.— ¡La concha de tu madre, carajo! —le saco mi miembro del ano y miro a trasvestido sin atinar a decir otra cosa, lo veo ahí, una aberración, un engendro imitación de hombre con una metamorfosis incompleta. Desnudo ahí, parado con un condón puesto y la leche cortada, parado en medio de la oscuridad, observo al puto que comienza a vestirse con prisa, estoy petrificado, los ojos abiertos como platos, la cólera y la confusión se adueñan de mi cabeza, veo de pronto todo envuelto en una asquerosa niebla rojiza y escucho su voz fingida.— siempre hay una primera vez para todo, y hasta te apuesto que te ha gustado —.

Lanzo un fuerte puñetazo debajo de su barbilla y mi rodilla encuentra su blanco en la entrepierna que mi mano descubrió de idéntica naturaleza a la mía, la rabia y el asco dominan ahora a la razón, antes de que pueda reaccionar salto y con el codo descargo furiosamente todo mi peso sobre su cabeza. Busco en mis pantalones y saco mi navaja. El inconsciente cuasitransexual yace en el piso de loza del viejo cuarto de hotel.— Así que te gusta la pinga,¿no?, pinga te voy a dar entonces, le bajo los pantalones, tomo su miembro masculino y lo arranco de un tirón despiadado apoyando y tirando a la vez el filo de la navaja en su raíz, la sangre brota a borbotones, lo volteo y le lubrico el ano con la sangre que mana de adelante, el miembro inerte que tengo en las manos no tiene dificultad para ser insertado en su lado oscuro.

Me limpio la sangre en las ropas de mi víctima y la razón va volviendo a mí, rápidamente me visto y comienzo a escuchar unos sollozos, me desespero, corro hacia la ventana y evalúo que de un segundo piso no me puede ir tan mal, la abro me descuelgo de la ventana y salto al amparo de la noche.

---- FIN DEL RELATO ----
La parte azul (los dos últimos párrafos desde el puñete) es la que podrían cambiar para ponerle un final alternativo a la historia.

Saludos Cófrades!

 

Veste pendexo!!! no pues no te malees, aunque creo que no está permitido ese tipo de contenido pero me has hecho reir, será que te paso? jajaja aunque hay una contradicción en la misma pero en fin felicitaciones por tu post 100 a seguir posteando jajaja

 

uy la k la k, si el post no está permitido, mil perdones, ya los moderadores podrán quitar el relato. sólo comentar que el otro día el brito de mi jefe nos pasa un video en el que está una pareja en plena faena y cuando cambian de pose, te das cuenta que los dos tienen espadas, xexumae! ese video inspiró el relato, claro, cambiando el final para que sea más dramático. Se agradecen los "thanks". A ver si se animan a escribir el final alternativo. (si es que está permitido)

Saludos lácteos!!

 

Que nos pasa muchachos, estamos un poco violentos, acabo de leer tu relato y el de "la kine y el poseido". Lo mas extraño es el exito que estan teniendo entre nuestros cofrades.
Por cierto, me gusto tu relato hasta que le metiste al brito.

 

"un historia real que acabo de inventar" - excelente. Sr. Monty, me ha hecho usted recordar a "El Guardian en el Centeno" de J.D. Salinger, pero contado en primera persona y con un final bien gore al estilo tarantino. Buena combinacion. T

 

Gracias cófras, por los comentarios. se aprecia y agradece la crítica. A propósito del libro de Salinger, está en mi lista de pendientes, aún no he podido leerlo. Y no sé si ustedes lo sabían, pero ese era el libro le cabecerea el weon q mató a Lennon y lo llevaba consigo al momento del asesinato.

Salud!

 

buen relato monty ...se agradece...

 

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no..se pero como que a las primeras tres lineas me aburrio... de repente es bueno leyendolo ...todo pero ...no me engancho..
saludos