La hora del almuerzo

Ya varios años han pasado, tenía menos de 20 años, siempre fui callado y respetuoso con todos pero con mucho libido. En esas épocas había comenzado a hacer mis primeras prácticas profesionales y fue así q llegue a esta empresa, la cual me acogió y bueno, fueron presentándome al personal y fue cuando la vi; la secretaria de gerencia, era pequeña, blanca de cabellos negros pero con unas grandes protuberancias en los pechos, semejantes mangazos.
Intenté disimular el verlos, pero era imposible, más aún si la blusa tenía los botones a punto de reventar, era mucho para su talla, pero suficientes para mí. Me saludó muy alegre, como si me conociera de años, ya luego me di cuenta que con todos era así, no coqueta sino una chica muy alegre.
Ese primer día, al no saber que tenían un microondas, no lleve almuerzo pero al día siguiente si lo hice, y fue así que se me hizo costumbre. En el comedor, un sitio pequeño almorzaban dos personas más, ella y yo; pero ellos se iban ni bien terminaban de comer, para esto ella prefería quedarse conversando conmigo de cualquier tema, la pasábamos bien.
Hasta que un día, de tanto conversar salió el tema de sus pechos, por qué me dijo que no podía dormir boca abajo pues se ahogaba y siempre dormía con brasiere. Yo solo reía con lo que contaba pero el libido empezó a actuar, le dije que tanto pueden pesar y me dijo mucho por eso usa la tira del brasiere más gruesa, a lo que contesté que no le creía, y ella muy suelta, desata un botón de la blusa y se baja del hombro para que la vea y en verdad estaba gruesa. Lamentablemente ya era la hora de regresar y nos fuimos a nuestros lugares.
Pero mi libido ya era morbo, me dieron unas ganas de hacer más, así que al día siguiente ya solos los dos, toqué el tema nuevamente diciéndole que si todos los días debía andar así y me dijo que si, yo le comenté que esa tira no solo debe ser gruesa sino de un material delicado para que no la lastime y la volvió a mostrar pero esta vez al desatarse, cogió dos botones, mostrando más que la tira, uno de sus pechos estaba al aire, así q me dijo toca si gustas, no perdí tiempo y lo hice.
Era una maravilla, aunque según yo estaba sintiendo el peso de su busto, ella como si nada, se dejaba, solo me miraba atenta. No me pude resistir y con mi otra mano, cogí el otro pecho ya para esto, no los pesaba ya estaba jugando con los dos. Ella ya tenía los ojos cerrados y empezaba a disfrutar, era un baile de mis manos con sus pechos mientras que sus manos permanecían firmes con toda la voluntad de que no me detenga. Cogía sus pezones lentamente con mucha suavidad, quería desabrochar el brasiere y tenerlos libres para mí, pero oí pasos acercarse por lo que me pare abruptamente y ella se cubrió de nuevo. Quien venía iba para otro ambiente, ella sonrojada solo me dijo, que travieso que eras, me palteó un poco y luego dijo: te gustó?

 

Falta el aire de la Rosa de Guadalupe

 

Interesante continuaaaa

 

SIGA SIGA QUIERO SABER COMO TERMINA

 

Cofrade continueeeeeeee

 

Estaba alucinando creo el buey

 

cofra me dejas con el pez con el pescuezon en la mano continua

 

Y desperto sin piernas ...

 

Paciencia, este fds seguiré con la historia

 

A esperar la continuación

 

Cofras, ya subi el día 2 de esta historia... Espero sus comentarios...

 

Jajaja es que se llama Oliver Sebastian jaja

Saludos

 

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A proceder a leer la continuación de tu historia ... Saludos