La despedida con la tranquila Kriss

Bueno muchachos, decidí contar el final de mi historia con Kriss, la cual inicio con el viaje a Ayacucho (es decir la primera parte de esta historia, está en el relato “Viaje inesperado…Amo Ayacucho”). En fin, empecemos. Después del viaje a Ayacucho, a los dos días nomas me escribe Kriss y decidimos salir, esa seria nuestra segunda noche la cual no ahondare mucho pues si bien me la comí, en toda la charla se mostraba muy “señorita” por así decirlo e incluso hasta algo sobradita (era medio apituqueada, “osea, manyas?”) y pues opr ratos mostraba carita de horror mientras recordaba las cosas que hicimos en Ayacucho y luego, ya en la faena no hicimos más que misionero y alguna otra cosita más, pero no me dejo ni siquiera tenerla en perrito. De verdad que debe haber sido que mis expectativas eran altas, dado lo vivido con ella en Ayacucho, pero me decepcione un poco. Solo me metí un polvo (al menos me dejo echarle la leche sobre el vientre) y después le mentí diciendo que tenía obligaciones y que por ello debía madrugar. Ya había botado el strees y ya podía pensar con claridad y me dije “pasar más tiempo acá, no pasa nada. Mejor me voy al chongo” y así sin más termino nuestro segundo encuentro. De ahí mantuve poca comunicación con las chicas, por no decir casi ninguna, salvo Sandra, quien es mi pata y con quien conversábamos dos veces por semana aprox. Así pasaron las semanas, cuando aprox casi poco más de un mes después del viaje Kriss me escribe y hablamos algo así:
Kriss: Angelito? , amigo ingrato, como estas
Yo: Hola amiga, yo bien y tú que milagro que escribas, como estas?
Kriss: Aquí pues saludando y acordándome de los malos amigos que a una la olvidan
Yo: Disculpa pero he tenido ciertos problemas, que me han tenido ocupado, pero créeme que no ha pasado ni un día que no pensará en ti
Kriss: yaaaaa. Bájale al floro. Mentirosito
Yo: en serio, pero pasaron los días y se transformaron semanas y pues ya no solo era la falta de tiempo, sino también me entro algo de vergüenza siquiera escribirte para saludar, por eso agradezco realmente que me escribieras y para que veas que realmente quería charlar contigo, porque nos vemos este fin de semana. (La verdad por más linda que era, porque realmente lo era; no quería verla, pero pensé que bien valía la pena una revancha, además ella volvió a llamar, así que de hecho quiere tirar, y quizá esta vez sea mas desinhibida)
Kriss: en serio?
Yo: No. De broma. En serio pues. Nos vemos en la plaza San Martín, es céntrico y hay buenos points por ahí. Tú dirás. Nos veríamos plan de 6pm
Kriss: ok quedamos.
Yo: bien así quedamos
Y así, llego el fin de semana, nos encontramos en la plaza San Martín y nos fuimos al Bolivarcito, lugar donde sus catedrales y una buena charla son suficientes para que las flacas, si ya tienen ganas pero tienen miedo o quieren hacerse las difíciles, aflojen o se dejen llevar por su libido.
Charlamos primero de cosas tranquilas, poniéndonos al día sobre la vida de cada uno y luego ya después de la primera catedral, empezamos con la conversas hot, como los recuerdos del viaje a Ayacucho y así sin darnos cuenta ya terminamos nuestro segundo catedral. Ni bien salimos del bolivarcito inmediatamente chapo un taxi. Dentro del taxi, ya con los tragos de más y en confianza empezamos a besarnos, recuerdo besar sus labios, su cuello, lamer sus oídos, hasta que le desabrocho la blusa y de un jalón de su brasier dejo al aire uno de sus senos, al que procedo en el acto a chupar, con mucha pasión. Luego de unos instantes Kriss recobra el sentido y dice “Angelito no, calmate, aquí no”, mientras con su mirada me señalaba al taxista quien fácil se ganó con su hermoso seno descubierto.
Llegamos al telo, y ya ahí tratando de estar tranquilos, y ni bien entramos al ascensor, los dos nos empezamos a besar apasionadamente. Aproveche ahí mismo para meter mis manos dentro del jean y su ropa interior para agarrarle esas deliciosas nalgas firmes, producto de la juventud. Y así nos besuqueábamos camino al cuarto, yo estaba recontra arrecho. Recuerdo que cuando entramos, ella ya tenía los senos al aire.
Ya en la habitación termina de quitarse la blusa y el brasiere y ahora si con toda la comodidad y disposición, decido disfrutar de esos senos, no pequeños pues iban acorde a su tamaño (ella era chatita) de lindas aureolas rosadas pequeñas. Me divertí buen rato chupando y lamiendo sus senos, intercalando por momentos son su boca y cuello. Luego le quito el jean y la ropa interior y procedo a sopearla. Del viaje a ayacucho, recuerdo que me gusto el sabor y aroma de su vagina y esta vez no fue la excepción, me despache a mi gusto con su sexo. La estimulaba con mi boca y mis dedos y ella solo gemía, un poco alocada, igual a como la recordaba en Ayacucho (Ya casi no recordaba a la insípida chica que fue en nuestro segundo encuentro sexual) hasta que ella me responde con algo casi similar a lo que le dije en Ayacucho.
Kriss: No es justo que solo yo goce. Quiero besar tu pene (sí. Así lo dijo la muy refinada matapasiones)
Yo: Quieres besar mi pene?...o quiere chuparme la pinga
Kriss: No hables así. No me gusta
Yo: (pensando: tmr que delicada esta weona, ya que xuxa con tal que me chupe) ok, está bien.
Me recuesto y dejo que ella despache con mi miembro, y aunque admito que no era una experta mamando, si notaba su esfuerzo y eso cuenta. Por ratos se tomaba un respiro para decirme cosas como “me gusta tu pene” y “que rico esta” etc.. Hasta que ya decido cambiar y penetrarla de una vez así que la echo y se la meto en misionero. Buen ajuste me brindaba. Era chibola y por lo que me había contado en Ayacucho, era algo sanaza. Luego de buen rato en misionero procedo a bombearla piernas al hombro, aumentando el ritmo. Empieza a decirme entre gemidos frases como “que rico”, “me gustas mucho” , “no pares, sigue, sigue”. La verdad hasta en plena faena la flaquita trataba de mantener su educación y no ser vulgar. Y así seguimos con otras posturas, como de costadito, o la vaquerita, pero en esta última sin bien me dejaba ver su rico cuerpito mientras tiraba su cuerpo hacia atrás, la falta de experiencia supongo hacían que se cansara rápido. Y pues para no agotarla decidí seguir con poses donde yo marque el ritmo. Y así estuvimos con varias variantes hasta que llego el perrito, donde mientras bombeaba su ya muy mojada vagina, usaba mis manos para sobar sus nalgas y separarlas para así poder ver su culito, el cual debía ser mi regalo, mi premio final. Tenía que ser mío si o si, así que me llegó todo y decidí ir directo sin calentarla más. “si me lo niega, pues ni modo, que xuxa” (no había tirado desde que estuve con ella, a eso sumarle que tenía algunos problemas, así que estaba con arrechura, ansiedad y algo de bronca), por ello sin pensarlo procedí a lamer la entrada de su culito, mientras mis dedos entraban y salían con rapidez de su vagina para no bajar su excitación. No decía nada, seguía como en trance gimiendo y pidiéndome que siga. Luego procedí a introducir mi miembro en su puerta trasera. Nuevamente esa sensación de tener mi miembro apretado, sometido a presión no muy común, hizo que se me ponga muchísimo más dura que de costumbre, era tal que mi excitación que notaba los latidos de mi miembro dentro del ano de Kriss. Y asi como en Ayacucho, nuevamente le costó a su culito adaptarse a mi miembro
Kriss: Ahhhh !!.. Despacio por favor (mientras ponía su mano, como reflejo habitual de varias chicas, al costado de mi cadera, para frenarme ante cualquier excesivo dolor)
Yo: Ok, bebe, deja que tu culito se acostumbre. Me moveré despacio, ok?
Kriss: Ok.
Empecé a moverme despacio, haciendo que mi miembro dilate más de su apretado ano, al mismo tiempo que Kriss se masturbaba. Era un lindo espectáculo ver como mi miembro retrocedía y volvía dentro de ese culito, anteriormente recontra cerrado (ya comenté que era recontra estrecho, a simple vista era casi un punto nomas). Con los bombeos suaves me fui haciendo espacio hasta que logre que todo mi miembro este dentro. Cuando lo logre decidí quedarme así, en esa posición, sin moverme por unos segundos, mientras sostenía fuertemente las caderas de Kriss, para seguir manteniéndola bien pegada y así mi miembro siga bien adentro de su apretado ano.
Kriss: No te mueves, pero tu miembro si lo hace
Y tenía razón, pues por la excitación, mi miembro empezó a tener latidos que eran más notorios de sentir debido a la presión que ejercía el estrecho culito de Kriss.
Yo: Ya está todo adentro. Empezare a moverme ok.
Kriss: Ok, pero sigue así despacio
Y así empecé a moverme con el mismo ritmo., cuando siento que Kriss llega a su segundo orgasmo, pues mis rodillas sienten ya mojada la cama, mientras Kriss empieza a desvanecerse sobre la cama, a lo que recurro a jalarla para que mantenga el culito arriba, le digo que se recueste pero que mantenga su culito arriba, porque ya me iba a correr. No podía acelerar mucho el ritmo pues sus gemidos eran entre placer y dolor. Ya apunto de venirme, decido quitarme el condón (mientras aprovecho para ver su culito dilatado). Vuelvo a metérsela y sigo con los suaves bombeos cuando ya no puedo más y boto toda la leche dentro de su culito. Decido sacarla mientras aun la tengo dura y con mis manos separo sus nalgas para apreciar bien lo dilatado que quedo ese culito ahora que fue mío. Beso cada una de sus nalgas y le doy una fuerte palmada a la de la derecha (ya había eyaculado, así que me llegaba si se quejaba). Me fui a duchar y al salir quería nuevamente besar y lamer todo su cuerpo, pero la note saciada y cansada. Trate de besarla pero me dijo que ya no podía más y que le de unos minutos para recuperar fuerzas. No lo hizo. Se quedó dormida. Y ya la desperté cuando ya era hora de salir de la habitación, pero al menos nos duchamos juntos (yo de nuevo) y así pude disfrutar algo de su lindo cuerpo.
Después de eso, manteníamos la comunicación pero Kriss, me confeso que aún quería algo serio, pero que no le importaba que yo no quisiera nada aún, que me daría mi tiempo y que mientras tanto podíamos seguir viéndonos, tener sexo, etc. Que no me iba a insistir nunca en tener algo formal. Que si algo salía, sería porque yo se lo pidiera. Cosa que sabía, nunca iba a pasar, por ello, ya solo mantuve charlas pero ya solo por teléfono con ella y poco a poco fui acortando nuestras charlas, hasta que un día ella me pregunta la razón de mi distanciamiento y le dije que no quería jugar con ella ni darle falsas esperanzas y más motivos que no vienen al caso detallar.
Ya después deduje que la insistencia de Kriss conmigo fue en buena parte gracias a Sandra, pues me entere que a pesar de haberle contado a Kriss ciertas vivencias pasadas, ella tenía un muy buen concepto de mí, pues Sandra hablo de mí, puras maravillas a las chicas. Así que mi imagen ante Kriss era algo así como un rebelde sin causa pero con el corazón y generosidad de la madre Teresa).
Y así señores acaba mi historia con Kriss. La verdad solo lo hice a petición de algunos cofras, pues como notaran no había mucho que contar, pero a la vez era la que menos tiempo me tomaría relatar. Espero les haya sido de su agrado. Tratare de darme un buen tiempo para seguir contando otras anécdotas.

 

Muy buen fin de relato cofrade.

 

Buen relato cofrade, buena narrativa, ojalá y escribas otros relatos, se agradece

 

Gracias por compartirlo Cofra, se agradece el aporte. Saludos por allá.

 

Se te agradece tu relato