Mi mamá y su ya no tan nuevo amigo.

Tema en 'Relatos Eróticos Peruanos' iniciado por dirty boy, 16 Feb 2025.

    dirty boy

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    Mamá y yo volvíamos a ir de vacaciones, esta vez no a la playa, sino ahora a una casa de descanso que había alquilado por el fin de semana. Como recordarán, mis últimas
    vacaciones no habían sido muy agradables para mi, así que esperaba que en esta ocasión fuera diferente. Habían pasado ya casi seis meses de aquello, habían cambiado varias
    cosas de aquel entonces a la fecha. Por ejemplo, al poco tiempo de regresar de la playa, mamá le pidió el divorcio a mi papá, esto para él creo que fue un golpe importante,
    ya que después de eso él se había mudado de ciudad, por lo tanto, las veces que lo veía habían disminuido considerablemente, aunque, eso sí, nunca me faltó su apoyo
    económico. En cuanto a mamá, ella también había cambiado un poco, se había hecho menos sobreprotectora y me dejaba más a mi libertad; si bien, eso me gustaba algo, también
    debo aceptar que me causaba algo de extrañeza y hasta tristeza que se diera de golpe; además, por más que lo intentaba, la verdad es que no podía quitarme de la cabeza
    aquellas escenas que presencié en nuestro cuarto de hotel. Cada vez que la veía involuntariamente me volvían a la mente esas imágenes de ella desnuda, pegándose y restregándose
    a ese tipo, Javier; y como el pene de éste se introducía en ella; sus gemidos, todavía me masturbaba en mi cama pensando en sus ricos gemidos. No podía creer que esos sonidos tan agudos y hasta
    chillantes fueran de mi madre, y como pedía más, hasta estando en la escuela se me levantaba solo de recordarlo. A pesar de que no fue la mejor experiencia por lo que significaba,
    la verdad deseaba volver a escucharla gemir.
    Mamá no tocó el tema conmigo, creo que sí se había creído que estaba totalmente
    dormido, ni siquiera había vuelto a mencionar al tal Javier conmigo, salvo al día siguiente cuando me pidió de favor que no le dijera nada a papá sobre él, yo al no entender
    mucho de lo que había visto y sin tener más opción, terminé aceptando.
    Mamá manejaba, yo iba en el asiento trasero, se empezaba a sentir calor.
    -Ya vamos a llegar, cariño - me dijo ella mirándome por el retrovisor, yo le sonreí.
    Después de varios minutos de carretera por fin llegamos a lo que parecía ser como una especie de finca, había mucha vegetación y el buen clima ayudaba a que se viera aún mejor.
    Pasamos por algunos filtros de seguridad hasta que llegamos a la famosa casa. Mamá estacionó el coche y bajó de él; se veía muy guapa. Llevaba como de costumbre su cabello castaño
    quebrado suelto; usaba un vestido holgado color azul con blanco que le llegaba casi a los tobillos y unas sandalias, se le veía un cuerpo increíble a
    pesar de la holgadez del vestido. Bajamos el equipaje, me tomó de la mano, y fuimos caminando hacia la casa.
    Era una casa espaciosa y bastante bonita, con pasto, arbustos en todas partes, y lo mejor, una piscina justo en frente, era increíble que todo eso fuera de nosotros dos durante
    ese fin de semana.
    -¿Te gusta? - me preguntó mamá.
    -Sí
    -¿Está bonita, verdad? - yo asentí con la cabeza.
    -¿Puedo meterme a nadar, mamá?
    -Ahorita, cielo. Primero quiero que ayudes a algo rápido - Yo seguí caminando como si nada pensando que hablaba de desempacar o algo por el estilo.
    Al interior estaba igual bastante bonita, tenía una sala, cocina, dos habitaciones, con ventanas grandes por donde entraba toda la luz del sol. Mamá como entró revisó su reloj,
    y como si la estuvieran apurando empezó a caminar rápido por la casa, analizándole algo.
    -¿Qué buscas, mamá?
    -Nada, solo estoy viendo - Mamá cuando llegó a la sala, miró fijamente un momento la mesa de centro, era muy grande y de madera.
    -Hijo, por favor ayúdame a quitar todas las cosas que están en la mesa.
    -¿Para qué?
    -Solo hazlo, por favor.
    -¿Y donde las pongo?
    -Pégalas a la pared.
    Mientras yo hacía lo que mamá me había encomendado, ella parecía estar probando el stereo de la casa, pasaba una canción tras otra. Mamá no solía poner música a menudo, por lo que
    inevitablemente llamó mi atención.
    -Ya quedó, má
    -Gracias, corazón. Oye, me voy a cambiar a mi cuarto, ¿sale? Puedes tomar agua o lo que quieras del refrigerador.
    -¿Te vas a cambiar para meterte a la alberca?
    -Algo así... Ahorita vengo ¿ok? - Y sin más, mamá tomó su maleta y se metió a su habitación.
    Tomé un refresco del refri que tomaba mientras daba vueltas por la casa hasta que mamá salió. No parecía estar vestida para meterse a la piscina; salió solamente con una bata de
    dormir negra que, por cierto, estaba muy corta, se le veían gran parte de los muslos, además de estar bastante escotada, iba descalza.
    -¿Traes el traje de baño abajo, mamá? - Ella solo se rio un momento y me acarició la cabeza. Llevaba un disco en la mano que puso en el stereo. Iba cambiando de canción hasta que
    pausó en una. Posteriormente se puso de cuclillas frente a mí.
    -Mi amor, te voy a pedir otro favor - hizo una pequeña pausa -Ahorita va llegar Javier, el chico que conocimos en la playa - En ese momento sentí algo horrible en el pecho.

    Continuará...
     
    dirty boy, 16 Feb 2025

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    Sigue bro está buena la historia que te estás montando
     
    Manostulio170, 16 Feb 2025

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    #2

    dirty boy

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    -Pero ¿A qué viene aquí?
    -Luego te explico todo, por ahora, solo te pido que cuando llegue le abras y le digas que estoy en mi cuarto, después de eso tú te vas a tu habitación y te quedas ahí un ratito hasta
    que yo te diga, ¿ok?
    -¿Porqué?- dije realmente sin entender nada.
    -Porque tengo unos asuntos que arreglar con él y solo podemos estar él y yo. Ándale, solo va a ser unos minutos, ayúdame, ¿si? - Mamá me tomaba de los hombros mirándome con ojos de
    "ya di que sí".
    -Bu, bu...bueno...- respondí sintiendo muchas mariposas en el estómago. Mamá sonrió y me plantó un beso en la mejilla.
    -Muchas gracias, mi cielo, te prometo que no nos tardamos. Y por favor, no salgas para nada, si necesitas algo, grítame, ah, y por favor tócame cuando llegue Javier, ¿ok?
    -Ok.
    Mamá se incorporó y se fue otra vez a su habitación cerrando la puerta, sus piernas realmente eran increíbles.
    Ante tal noticia repentina, me fue inevitable que volvieran a mi mente aquellas imágenes de mamá y Javier haciendo el amor a apenas unos pocos metros de mí. Si bien, era un niño que
    evidentemente no entendía mucho de esas cosas, no era necesario ser un genio para deducir lo que iba a pasar en esa casa dentro de poco. Todo eso provocó que, casi sin darme cuenta,
    tuviera una erección que se marcaba muy bien en mi pantalón.
    Caminado casi como hipnotizado por los pensamientos que llenaban mi cabeza, y con mi erección firme a pesar de mi corta edad, caminaba por la casa con los nervios de punta, mi respiración estaba agitada y sentía como la temperatura de mi cuerpo había aumentado, en definitiva, era exactamente la misma sensación. Pasaron a penas como 10 o 15 minutos cuando escuché
    a un auto llegar, al poco rato, tocaron la puerta. Traté de calmar mi corazón que latía como loco, inhalé y exhalé, hice que mi erección se bajara y tomé valor para ir a abrir.
    -Hola - me dijo ese sujeto al abrir. Me sonreía, no sé si era yo, pero como que esa sonrisa suya la sentía como una especie de burla, como si por dentro estuviera diciendo "Me voy a coger a tu
    mamá, otra vez". El tipo entró sin siquiera esperar a terminara de abrir bien.
    -Mi..mi...mamá está en su cuarto, dijo que ahorita sale.
    Tal como ella me dijo, le toqué a la puerta.
    -Gracias, amor, ya puedes meterte, por favor.
    -Sí....
    Cerré la puerta con seguro, pero para nada iba a quedarme ahí como idiota, si ya era cómplice, mínimo quería mi recompensa, quería ver; así que, aprovechando que era delgado y algo ágil,
    salí por la ventana y di media vuelta a la casa para llegar a unos arbustos, desde dónde se veía bastante bien lo que pasaba en la sala debido a los vidrios que dejaban ver todo dentro.
    Me escondí y esperé para el espectáculo. Javier se había sentado de frente a la mesa de centro de la cuál había quitado las cosas. De repente se comenzó a escuchar una canción de las
    bocinas, era la misma canción que mamá estaba poniendo mientras probaba el sonido (después sabría que esa canción se llamaba "mmh mmh yeah yeah"). Se escuchaba fuertísimo, estaba casi
    a todo volumen. Cuando la canción tuvo más ritmo vi que mamá apareció caminando sexy y saludó a Javier con la mano lanzándole una mirada coqueta. Se subió a la mesa de centro y comenzó a
    bailar al ritmo de la música, bailaba como taibolera, se alzaba la bata, se la abrió y la bajaba un poco dejando ver su sostén; y sin más, dejó caer la bata por completo para dejarse ver
    en brasier y tanga negra, oh, que rico, mamá se volteó meneando esas nalgotas blancas de un lado a otro, hasta a mi se me puso de piedra. Mamá bailaba por todo el contorno de la mesa,
    tomaba los tirantes del sostén y los movía con ritmo aparentando que se lo quitaba, saltaba para hacer que sus nalgas rebotaran, se tocaba las tetas; de repente, ella le dio la espalda a
    Javier, llevó sus manos a su espalda, desabrochó el brasier y se lo quitó. Ya con las tetas de fuera hizo girar el brasier y se lo lanzó a Javier, quien al recibirlo no dudo en llevárselo
    a la cara. Las tetas de mamá rebotaban con cada paso que daba, los pezones los tenía parados. Yo ante tal espectáculo, no pude resistir más, me bajé los pantalones y el calzón y comencé a
    jalarme mi pene erecto. Mamá ahora jugueteaba con la única prenda que le quedaba, la tanga; hacía algo parecido que con el sostén, lo tomaba de los extremos y los jalaba caminando hacía
    atrás; la subía y bajaba a media nalga amagando, hasta que de igual manera, la dejó caer por completo, la pateó también hacía su amante, quien para ese momento ya estaba en calzones con el
    pene bien parado. Mamá tenía una sonrisa enorme en la cara. Continuaba bailando completamente desnuda sobre la mesa. Mamá tenía un cuerpazo, todavía al recordarla ahora se me pone dura. Sin
    ningún pudor, le mostraba las tetas a Javier; abría las piernas para que pudiera ver los labios de su vagina, sin un solo vello. Yo continuaba jalándomela. Mamá rebotaba en los dedos de
    sus pies para hacer temblar los cachetotes que tenía; se recargó de cara contra una pared y empezó a menearse bien rico mirando fijamente con lujuria a Javier. Veía como Javier, de espaldas,
    al igual que yo, se tocaba su miembro ante tan exquisito espectáculo.
    Mamá se detuvo, se enderezó. La cara que tenía era tan excitante, sus ojos azulados reflejaban un extasis tremendo. Mamá con una mano señaló a la parte de sus genitales, como diciéndole algo
    a Javier, quien al parecer entendió a la primera, ya que de un salto se levantó y se bajó el boxer, dejándome ver su trasero desnudo. Mamá sonreía de manera pícara al verlo bajarse su ropa
    interior. Cuando el pene de Javier quedó al descubierto, mamá plantó su mirada en el miembro con antojo, tenía la boca semiabierta; puso su lengua detrás de los dientes de arriba mientras
    veía a Javier a la cara de nuevo. Mamá bajó de la mesa de centro, caminó hacía Javier de manera sexy, moviendo sus caderas, poniendo un pie después del otro lentamente, aparentemente le dijo
    algo a Javier. Cuando quedó frente a él, se comenzaron a besar en la boca de manera salvaje, comiéndose el uno al otro. Mamá después de unos segundos, sin ninguna delicadeza, se hincó y le dio
    un lengüetazo riquísimo al pito de Javier, de la base al glande, para después comenzar a succionárselo, Mamá miraba a Javier a los ojos mientras le chupaba el pene; Javier le acariciaba la cabeza.
    Hubiera deseado ver mejor como mamá hacía sexo oral, pero como Javier me estaba dando la espalda, solo podía ver a mi mamá haciendo los movimientos al meter y sacar el pene de su boca. Cerraba
    los ojos mientras chupaba, aunque a veces alzaba la mirada a la cara de Javier sin dejar de chupar el miembro viril.
    Javier levantó de golpe a mamá tomándola por las axilas, como si se tratara de una muñeca o algo, ella parecía estar a merced de él ahora, solo sonreía y se dejaba hacer y deshacer, de lo más
    sumisa. Se volvieron a besar en la boca. Mamá brincó y se trepó en Javier con sus piernas desnudas abrazándolo. "Méteselo, otra vez" le pedía a Javier en mi mente ya completamente perdido en
    la excitación del momento. Javier llevó cargando a mamá hacia la parte de atrás, yo me agaché más en los arbustos para no ser descubierto. Abrió la puerta y salieron de la sala, volvió a cerrar.
    Javier, demostrando su fuerza física, caminó con mamá cargando. Ella disfrutaba del viaje mientras parecía besar el cuello de su macho. Como estaba de espaldas a mi, obvio podía ver su espalda
    desnuda y sus nalgas. El pene erecto de Javier iba colgando debajo del culo de mi madre.
    -¿A dónde vamos?- escuché preguntar a mi madre de forma sensual.
    -Ya verás- respondió Javier.
     
    dirty boy, 19 Feb 2025

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    #3

    Carl Topias

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    Continúa cofra, excelente relato!
     
    Carl Topias, 19 Feb 2025

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    #4

    dirty boy

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    La parte de atrás de la casa, donde nos encontrábamos, era donde estaba la alberca; alrededor de la alberca había varias cosas para descansar. Por ejemplo: había una hamaca amarrada; un sofá doble,
    y un par de camastros para descanso. Javier caminó hacia la hamaca con mi mamá trepada en él. Mi pene seguía erecto, qué rico estaba sintiendo. Javier bajó a mi mamá y se dijeron algo que no entendí
    por la distancia a la que estaba. Pero casi de inmediato entre los dos comenzaron a desamarrar y desenrollar la hamaca. Mientras la preparaban , no dejaban de sonreírse y hacerse miraditas a
    cada rato. Aunque se que suena raro, yo estaba alucinado con el cuerpazo que se cargaba mi mamá, tenía las piernas y las tetas perfectas.
    Cuando estuvo lista la hamaca, mamá fue la primera en subirse a ella. Con mamá acostada, Javier tomó la tela por los costados y la movió de arriba hacia abajo para asegurarse de que estuviera bien
    sujetada, las tetas de mamá rebotaban con cada brinco . Cuando comprobó que no había problema alguno, se subió encima de mamá, pero se bajo al instante que sintió que la hamaca de movía mucho. La
    siguió acomodando, pero esta vez, mamá fue la que no aguantó más, y cuando Javier pasó enfrente de su cara, se volteó con todo y hamaca, y quedó colgando para volvérsela a chupar. Javier sintió
    riquísimo, porque inmediatamente de que sintió los labios de mi mamá pasar por su miembro echó la cabeza hasta atrás, tomó mucho aire y emitió un sonoro "ahhh...". Todavía con mamá hurgando en sus
    genitales, Javier se agachó para comenzar a besarle y lamerle todo el cuerpo, mamá solo hacía "mmh..mmmmhhh...". Javier subió a la hamaca con más cuidado, se puso a los pies de mamá y se acostó. Mamá
    puso uno de sus pies sobre su pecho, Javier aprovechó para darle un par de besos al empeine. Hicieron una pausa de unos segundos para que ambos pudieran tomar aire. Javier tenía a mi madre abierta
    de patas. Javier se incorporó un poco para quedar semisentado sobre la hamaca, por su parte, mamá, demostrando su buena forma física se incorporó de golpe casi haciendo una super abdominal y quedando
    de frente a Javier para volverse a besar salvajemente. Ambos, besándose, se comenzaron contonear con sus piernas enredadas y abrazándose. La penetración ya había comenzado. Los gemidos de mamá eran
    exquisitos. Javier también besaba su cuello, todo esto mientras mi pene erecto atravesaba el arbusto en el que me escondía y la música de sala seguía a un volumen alto. Después de un rato de estar en esa
    posición, sucedió algo que si hubiera estado en edad, no dudo que me hubiera hecho disparar litros de semen. Javier se volvió a acostar casi por completo en la hamaca, pero mamá, esta vez sacando ambos
    pies de la hamaca, se sentó de frente sobre Javier, se tomaron de las manos, y mamá comenzó a montarlo de la forma más salvaje que se pueden imaginar. Ella pasó de los gemidos a los gritos; "Ah,ah,ah,ahh...,
    rico, rico..." decía mientras su cabello y sus tetas se sacudían violentamente. "Ay no mames...estás cabrona..." le escuché decir a Javier mientras cerraba sus ojos y abría su boca de placer. Yo, al ya
    no poder aguantar más el placer que me provocaba dicha escena, me quité la playera que tenía y la puse sobre el pasto; me desabroche y me bajé el pantalón con todo y calzones dejándolos a la altura de
    mis tobillos; me eché boca abajo, poniendo mi pequeño pene sobre mi playera, abrí un poco el arbusto para seguir viendo como mi mamá y Javier cogían. Y emulando a como hacía mi mamá mientras cabalgaba
    esa verga, yo comencé a restregar mi pene sobre mi playera, haciendo lo que yo después llamé "ranitas" por la forma en la que ponía las piernas para poder disfrutar por completo de mi masturbación.
    Mamá de repente bajaba la intensidad de su cabalgata y dejaba que sus caderas fueran más despacio y sensual de adelante hacía atrás. Después volvió a montar de forma salvaje a Javier, llegando
    incluso a dar pequeños saltos sobre su pene, "Ah" "Ah" decía Javier al sentir los sentones de mamá. Ella se echó para atrás, al parecer esa posición la había cansado algo, pero Javier parecía estar
    lejos de estar satisfecho, así que se incorporó quedando sentado, tomó a mi mamá por la espalda y la cargó de nuevo dejando sus piernas al aire. Para Javier, quien estaba casi de cuclillas, era difícil tener
    margen de maniobra, así que fue mamá la que, estando enredada en las caderas de su hombre, se empezó a penetrar sola moviendo su pelvis. En esa posición no podía verle la cara, pero podía escuchar bien
    lo rico que gemía. Tenía sus brazos en el cuello de Javier y sus piernas bien estiradas mientras seguía rebotando. Mientras tanto yo seguía haciendo mis "ranitas". Se sentía delicioso como mi cuerito se
    recorría con cada arrimón que le daba a mi playera, me preguntaba si el cuerito de Javier se recorría igual en mi mamá y por eso sentía tan rico. Javier volvió a acostar a mamá sobre la hamaca y se salió de
    ella por un momento; mamá aprovechó esto para voltearse y acostarse boja abajo. Javier entonces, con su pene super erecto aún, tal y como lo recordaba de aquella ocasión, y lo que llamó mi atención, está vez
    sin condón puesto, intentó ponerse encima de mamá. Se sujetaba con sus manos de la base de la hamaca y se apoyaba con sus pies en el suelo. Pero en cuanto quiso poner todo su peso sobre mamá, inmediatamente
    ambos se voltearon y cayeron. Los dos se lo tomaron con gracia, ya que rieron y se levantaron al instante diciéndose cosas que yo no entendía por la distancia y la música. Pero por unos segundos se pusieron
    a conversar, sonriéndose siempre, tratando de acomodar la hamaca. Yo detuve por un momento también mi chaqueta. Finalmente, como si fuera una calca de la vez pasada, vi como mi mamá le dio un beso a Javier en
    la boca, para después tomarlo por la verga y llevarlo de regreso a la casa. Por un momento mi corazón casi se detuvo, porque pensé que al pasar frente a mi cuarto ella me tocaría a la puerta o algo así; pero,
    para mi buena o mala suerte, ella pasó de largo. Mamá iba caminando delante de Javier de una forma super sexy, moviendo las nalgas mientras iba casi arrastrando del pene a su ya no tan nuevo "amigo". Creo
    que mamá sabía bien el culote que tenía. Javier por su parte, aprovechó para ir tocándole y aprontándole una de sus nalgas. Vi como entraron al cuarto de mamá y se perdieron de mi vista por ese instante para
    reaparecer casi de inmediato dentro del cuarto.
     
    dirty boy, 20 Feb 2025

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    #5
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    TheKingIquitos69

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    Excelente relato, candente
     
    TheKingIquitos69, 20 Feb 2025

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    Cristian alvarado

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    jajaja esa mamá se ve que desde antes le ponía el cuerno al papá, solo que no a la vista del hijo, es super cogelona, eso de hamaca estuvo uff....
    excitante relato
     
    Cristian alvarado, 21 Feb 2025

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    #7

    dirty boy

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    Las cortinas de la ventana enorme estaban totalmente abiertas, por eso podía verlos. En cuanto cerraron la puerta, Javier se arrimó a mamá por detrás y le recorrió con sus manos de las caderas hasta las tetas,
    que por supuesto, masajeo con todo gusto mientras ella ponía una mano en la cabeza de Javier y se recargaba en él. Mamá se volteó y le planteó otro beso a Javier, para después, de nueva cuenta pegar un salto
    y treparse en él. Javier tomó a mamá por los jugosos muslos, y aún cargándola, la recargó en una de las paredes y se la empezó a coger de pie. No duraron mucho en esa posición, a penas Javier le ha de haber
    dado unas cuantas estocadas para después, llevar a mi mamá a la cama y acostarla boca arriba, él inmediatamente le abrió las piernas y vi como hundió su cabeza en la entrepierna de mi mamá, acariciando sus
    muslos mientras parecía estarle chupando la vagina. Veía como mamá se contoneaba de placer en la cama.
    Si bien, podía ver relativamente bien como mamá y Javier tenían sexo. La verdad, la vista no era la mejor de todas, y lo más importante, no podía escuchar los ricos suspiros, jadeos y gemidos que soltaba mi
    mamá, que era lo que le daba un plus importante a la escena, así que decidí acercarme a la casa para seguir disfrutando de como se cogían a mi mamá. Me levanté de donde estaba, me puse mi playera y me subí
    los pantalones, toda mi ropa estaba sucia por la tierra del jardín; rodeé la casa otra vez para llegar a la parte de la sala (de donde habían salido al principió mamá y Javier); la música a alto volumen me
    ayudaba para cubrir los sonidos que pudiera provocar. La casa estaba rodeaba por macetas algo grandes y gruesas que me permitían esconderme detrás de ellas, logré llegar frente a la recámara dónde se llevaba
    a cabo la acción yendo detrás de las macetas. Fue entonces que, asomándome, me encontré a mi mamá arriba de Javier; lo cabalgaba de manera sumamente deliciosa. A pesar de que, como los estaba viendo de lado,
    no podía ver como el pene de Javier se metía en mi mamá, tan solo el ver como ella se meneaba y gritaba sobre su amante hizo que me volviera a tocar el pene. Mamá montaba con la boca abierta, emitiendo sus
    gemidos: "Ahh...ahhh..oh..." decía; tenía los ojos cerrados, tenía la cara apuntando al techo; se meneaba pronunciadamente de adelante hacía atrás; levantaba el trasero de forma deliciosa, parecía toda una
    vaquera, una sexy y desnuda vaquera con un pene adentro. Llevaba sus manos a su nuca mientras seguía moviéndose y se recogía el cabello, dejando sus tetas a merced de Javier, quien obviamente no desaprovechaba
    y se las tocaba mientras suspiraba y miraba fijamente a la mujer que tenía encima de él; hacía una cara como si estuviera haciendo un enorme esfuerzo. Javier se incorporó un poco y volteó a mi mamá para quedar
    ahora él arriba. En ese instante pensé, que tal como lo había hecho esa vez en la playa, comenzaría a cogerse a mi mamá de frente, pero en vez de eso, Javier la volvió a girar en la cama para que quedara boca
    abajo, mamá ante eso no lo pensó dos veces y de manera inmediata se apoyo en el colchón sobre sus manos y sus rodillas, así es, mi mamá se puso en 4 mirando hacia la cabecera de la cama. Javier se mordía los
    labios y miraba de forma muy lasciva el culo desnudo de mamá. Se agachó un poco y besó a mi mamá desde su espalda baja hasta el culo, besando y lamiéndole ambas nalgas -Oh...ah...- decía mi mamá con la boca
    bien abierta y los ojos cerrados, se notaba que sentía riquísimo que le chuparan el culo. Javier empezó a pegarle sonoras nalgadas a mamá.
    -Qué rico culo tienes, qué rico...- logré escuchar que le dijo a mamá.
    -Mmm...¿si? ¿te gusta?- le contestó mamá mientras volteaba a verlo con una mirada digna de una hembra en celo.
    -Me fascina- le dio otro beso a las nalgas -que mala suerte de tu ex que ya no va a tener estas nalgas...- mamá lanzó una breve risa coqueta.
    -Ahora es todo tuyo...
    En cuanto mamá le dijo eso vi como el pene de Javier, de por si ya parado, se ponía todavía más duro, al tiempo que hacía sonidos con la boca como si estuviera enchilado, se notaba como lo ponía de loco el culo
    de mamá. Mamá también lo volteaba a ver y tenía su boca abierta, comenzó a mover su trasero en círculos. Ella tomó una almohada y se la puso debajo de su abdomen. Javier se lamió una mano y la pasó por el
    trasero de mamá. Javier le abrió un poco más las piernas para poder pasar, acomodó con la mano su pene erecto en la entrada del culo de mamá, y de manera algo suave y semi lenta vi como le metió el pene por
    atrás; mamá al sentir el pene introduciéndose en ella apretó con fuerza las sábanas con ambas manos; cerró los ojos y se mordió los labios al tiempo que escuché como le hizo "mmmhh....". Javier, una vez ya con
    su pene adentro de mi madre, la tomó por las caderas y la empezó a bombear ya un poco más fuerte y rápido, la cogía de a perrito. Mamá decía "ah,ah, ah", gemía y suspiraba delicioso. La carne de sus glúteos
    temblaba increíblemente con cada estocada de Javier, sus tetas hacían lo propio. Mantenía su boca abierta, y en repetidas ocasiones volteaba a ver Javier con una mirada lujuriosa. Bajaba por momentos su pecho
    para ponerlo sobre la cama y levantar más su culo. Javier parecía ni siquiera hacerle caso a mamá, se veía absorto en el culote de mamá. No despegaba la mirada de como su pene se introducía entre las nalgas de
    mi madre, tampoco paraba de acariciarle los cachetes. Se notaba, por la actitud de Javier, que estar en las nalgas de mamá era el paraíso; y eso lo confirmé, cuando Javier empezó a pegarle nalgas otra vez y
    aumentó la fuerza con que la penetraba. Mamá entonces cambió sus "ah..ah..." por unos "uh...uh...sííí..así...". Pero sin duda lo más rico de todo fue cuando Javier de repente dejó de empujarle su verga a mamá,
    se la dejó adentro, pero estaba estático, ya no se la sacaba, entonces mamá tomó iniciativa y, dando cátedra de como se coge, se empezó a mover de adelante hacia atrás, clavándose ella sola el pene erecto. Mamá
    se azotaba contra Javier con la misma fuerza que éste le daba, porque sus nalgas temblaban igual y las tetas le seguían rebotando como si fueran dos bolsas con agua. Ella seguía gimiendo, hundiendo la cabeza en
    la almohada de vez en cuando. Javier por su parte se quedaba viendo excitado como mamá se clavaba su verga. En un acto, no sé si de burla o de simple satisfacción, se llevó sus brazos a su nuca como si estuviera
    descansando. Yo ante esa escena no pude, más, mi pene además de estar erecto, comenzaba incluso a palpitar de lo rico que sentía, era como si mi miembro me dijera: "mira que rico coge tu mamá, ya jálame, por favor".
    Traté de masturbarme ahí mismo, mientras veía, pero el suelo duro me lastimaba. Los gritos y gemidos de mi madre se hacían cada vez más fuertes y ricos, no podía dejar pasar tal espectáculo sin darme placer, así que,
    de manera lenta, gateé hacía la sala, entrando por la puerta por donde Javier y mamá habían salido a la piscina.
    La música seguía sonando, pero aún así podía escuchar los gemidos y quejidos que lanzaba mamá. No quería perderme de mucho, así en cuanto llegué, me despojé de toda mi ropa de la cintura para abajo, quedando solo
    con mi playera sucia, lo demás; mis tenis; calcetines; pantalones; cinturón y calzones lo dejé tirado. Tomé un cojín y me disponía a regresar a ver la acción, pero justo cuando ya salía me detuve de golpe al ver, en
    el suelo, todo lo que habían dejado tanto mi mamá como Javier, su ropa. Caminé hacía donde estaba la de mamá, vi la bata con la que había salido; y por supuesto, su brasier y su tanga con encaje, todo botado por todas
    partes por como había lanzado las cosas al desvestirse. Al recordar como se veía mamá en ropa interior mi pene se volvió a poner bien duro; así que, dejando de lado toda culpa para después, tomé el brasier y la tanga,
    y junto con el cojín volví a la ventana...

    Continuará....
     
    dirty boy, 23 Feb 2025

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    Continuación (plus) parte final de la segunda parte...
    Javier estaba ya echado hacía atrás, sin hacer nada más que disfrutar de como su pene era succionado por las nalgas de mamá. Ella se movía ahora hasta con más fuerza, movía el culo riquísimo, el tronco del pene de
    Javier se movía bruscamente. Ambos gemían y jadeaban. Yo, sin poder resistir más, puse el cojín en el piso, y encima coloqué tanto el brasier como la tanga negra de mamá. Puse mis genitales sobre el cojín con la ropa
    y comencé a masturbarme. Boca abajo abrí mis piernas como una rana y me deslizaba de enfrente hacía atrás sobre la ropa de mamá sin perder detalle de como le partían el culo a mi madre. Javier quiso volver a tomar el
    control en la cogida, así que por un momento muy breve sacó su pene, puso una mano sobre un hombro de mamá y la otra sobre una de sus tetas, y de manera un tanto salvaje otra vez introdujo su miembro viril entre las
    nalgas de mamá. El sonido de las pieles al chocar traspasaba la habitación, al igual que los jadeos de Javier y los gemidos de mi madre. Los muslos de ésta parecían agua de lo mucho que temblaban. Casi me era imposible
    ahora ver el pene entrando y saliendo de lo rápido que iba. Mamá tenía los ojos cerrados, mientras que con la boca semiabierta emitía los gemidos, que eran casi gritos, y pasaba su lengua alrededor de sus labios. Yo me
    seguía masturbando sobre el cojín sin quitar la mirada de mi mamá cogiendo, trataba de imitar los movimientos de Javier cuando se la metía a mi mamá, así que también empecé a "cogerme" al cojín con la ropa de mamá con
    más fuerza y rapidez, sentía riquísimo, era lo más delicioso que hasta ese momento había experimentado, eran como unas cosquillas que recorrían todo mi pene. Mi cuerito se deslizaba con cada vez que me frotaba en la tanga
    de mamá, y eso me hacía sentir más rico. Era algo raro pero maravilloso a la vez, madre e hijo llegando al éxtasis casi al mismo tiempo.
    -Ahhh..ahh...AH...AH.AH...AHHHHHH..... - gritó mamá a todo lo que daba, parecía olvidarse de que supuestamente yo estaba en la otra habitación a unos cuantos metros.
    De repente vi como un chorro que parecía agua salió disparado de la vagina de mamá, dejando empapada tanto esa zona de cama, como al mismo Javier, a quien pareció no importarle debido a que siguió penetrando a mi mamá con
    la misma fuerza y rapidez. pasaba sus manos por todas las nalgas de mamá, jadeando, respirando de manera agitada y con la cabeza apuntando al techo cerrando los ojos. Yo me había detenido un momento por la desconcertación
    que me había causado ver a mi mamá corriéndose, pero al ver como Javier siguió sin tema alguno, decidí emularlo.
    Mi pene, restregándose en la lencería de mi mamá, comenzaba a perder dureza, lo cual me frustró un poco, ya que estaba sintiendo delicioso, y no quería esa experiencia acabara tan rápido. Pero era evidente que por mi corta
    edad de aquel entonces ya no aguantaría mucho, así que al saber que mi placer acabaría pronto decidí meterle todo lo que tenía, dar el último jalón. Tal como Javier, aumenté la rapidez y la dureza de mi masturbación,
    moviéndome bruscamente sobre el cojín. Javier apretaba y masajeaba una de las tetas de mamá, la otra rebotaba de un lado a otro por la embestidas. Yo también quería tetas, así que tomé el brasier de mamá, y sin pensarlo,
    me lo llevé directo a la cara para restregármelo por la parte de las copas. Empecé a hacer sonidos, como a jadear y gruñir, pero afortunadamente gracias a que el brasier tapaba mi boca, y a los ruidos de la música y de mi
    mamá cogiendo con Javier, se pudieron tapar. Di un último empujón largo al cojín, con el brasier en mi nariz y mirando fijamente como le daban de a perrito a mi mamá. Al sentirme satisfecho voltee los ojos del placer que
    había sentido, y no pude hacer nada más quedarme un rato como estaba, boca abajo con el cojín en mi entrepierna, siguiendo mirando, descansado y tomando aire. Mi pene ya estaba flácido. Estoy seguro que de haber tenido la
    edad, hubiera sacado esperma a litros.
    Mamá seguía gimiendo, con la espalada curveada, totalmente en 4 sobre la cama. Javier la tomaba por el cabello haciendo que su cabeza se hiciera para atrás. De repente, Javier comenzó a gruñir, fue entonces que de golpe sacó
    su pene de mi mamá, lo dirigió sobre su trasero, y ayudándose con su mano, disparó varios chorros de semen sobre el culo de mamá. En estos momentos, al recordar aquello no solo lo veo normal, sino que además me hace
    correrme a mi de lo rico, pero evidentemente para la edad que tenía en ese instante diversos pensamientos pasaban por mi mente. Al principio me dio una sensación de extrañeza y asco, porque creía que aquello que había
    depositado Javier sobre el culo de mamá era orina, pero deseché esa teoría casi de inmediato al notar que aquel líquido blanco expulsado del pene de Javier parecía tener una consistencia más viscosa y pegajosa que la orina, y
    sobre todo, dudé que fuera orina al ver la cara que puso mamá al sentir los chorros de semen cayendo sobre su trasero, era una cara que nada tenía que ver con el asco, sino, todo lo contrario, era una cara de placer absoluto,
    mamá se echó boca abajo, tomó una gran bocanada de aire y cerraba los ojos mientras sentía las gotas tocar sus glúteos y se chupaba un dedo. Yo seguía hipnotizado. Javier cuando terminó de llenarle las nalgas de semen a mamá
    se echó a un lado de ella, no sin antes recoger con su dedo un poco de esperma del culo de mamá y dárselo de tomar, ella lo aceptó gustosa. Se relamió los labios. Ya acostados de frente, uno al lado del otro, se miraban
    riendo, se seguían mirando de forma coqueta, platicaban, se daban besos de lengua. A mamá le brillaban las nalgas por el semen que llevaba todavía.
    Todo parecía ya haber acabado, pero me di cuenta de que todavía faltaba "el postre". Javier se puso boca arriba, se pene (ya flácido) todavía parecía chorrear algunos hilos de semen. Mamá se movió de su lugar para ir hacia el
    pito de Javier, al que tomó con una mano y le dio una gran chupada para limpiarle y recogerle los restos de semen, los hilos que se le escapaban los rescataba con su lengua. Mamá parecía estar disfrutando de un rico batido,
    mientras que Javier colocó las manos en su nuca y disfrutaba con los ojos cerrados y la boca abierta las succiones de mi madre. Una vez habiéndole dejado el pene completamente limpio, mamá se puso sobre Javier y se comenzaron
    a devorar las bocas nuevamente. Yo me quedé todavía ahí un par de minutos más, esperando expectante de que algo nuevo pasara, pero el acto sexual parecía haber ya terminado; solo se mantenían en la cama desnudos acariciándose
    sus cuerpos y descansando, dándose uno que otro beso recurrente, hablaban entre ellos. En ese momento deduje que sus sentidos estarían ya más atentos, puesto que la calentura ya se les había bajado, sabía que corría cierto
    riesgo de que me descubrieran espiando, por lo que decidí retirarme de mi escondite de la manera más sigilosa que pude, ocultándome detrás de las macetas para apoyarme.
    Diversos pensamientos pasaban por mi cabeza mientras me vestía en la sala. Regresé a mi habitación, dónde se supone que debía estar todo este tiempo, no sin antes, claro, acomodar todo y dejar la ropa interior de mi mamá donde
    la había tomado para que ella no sospechara nada. Sin más, me fui para la habitación con la mirada ida, tratando de procesar lo que había visto y hecho. Abrí y cerré la puerta con mucha precaución para no hacer ruido.
    Quisiera decir que lo que acabo de relatar fue todo por ese día, pero si recuerdan la cronología y los horarios de los sucesos en cuestión, para cuando mamá y Javier acabaron de coger a penas iban a dar las tres de la tarde.
    Por lo que, para infortunio mío, todavía quedaban varias horas del día en las que tenía que pasar con mi madre y su ya no tan nuevo amigo. Lo que pasó ese mismo día, pero más tarde, se los contaré en otra parte para no
    hacer tan largo el relato, solo me limitaré a comentarles por ahora, que mamá y Javier comenzarían a quitarle varias capas a su relación, siendo yo espectador de primera mano de comportamientos de mi madre que nunca esperé
    ver, y que nunca olvidaré...

    Tercera parte pronto....
     
    dirty boy, 23 Feb 2025

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    que relato!!! sabía que tenía potencial para continuar, que bueno que lo tomaste. Hasta creo que ahora esta mas hardcore.
    Ya quiero leer la continuación, se ve que va a estar bueno, esa señora yo digo que es ninfómana jaja
     
    Cristian alvarado, 23 Feb 2025

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