Todo por un café

En el tiempo en que estaba separado de mi esposa, me había concentrado tanto en el trabajo que hasta pasaban desapercibidas para mi, algunas señales que eran evidentes para otros. En la oficina no éramos muchos y casi siempre que llegaba alguien a dejar un documento o algún archivero podía ver a todos los que nos encontrábamos ahí. En ese tiempo en una oficina continua había una secretaria ya con varios años en la empresa que era muy guapa, casada y ya en los 35 pero muy conservada. Su esposo siempre la recogía los viernes y era común verlo todos los viernes tomándose un café en la cafetería del patio.
Nunca se me ocurrió hacerle el habla, siempre que iba a buscarla para solicitarle algún documento la saludaba y luego de recibir lo que solicitaba me retiraba amablemente. Eso cambió el día que Carlos, mi colega, me dijo que lo acompañara a ver a Mariella porque necesitaba urgentemente un documento para agilizar los pagos de las revistas y las traducciones. Mientras solicitaba los documentos iba revisando mi celular con los mensajes de los colegas del extranjero que solicitaban el dinero para los pagos de las encuestadoras, como siempre yo ajeno a lo que sucedía a mi alrededor. Al regresar a la oficina, Carlos me dice: "Manu, a Mariella le brillan los ojos cuando te ve y tú ni le hablas, eres un huevón" yo solo me reí porque Carlos, a pesar de ser una persona muy preparada tenía un sentido del humor muy negro y cada vez que podía hacía bromas a los patas de la oficina.
Una semana después de ese incidente, un viernes a la hora de salida veo a Mariella con los ojos rojos en una de las mesas de la cafetería. Se le notaba triste y desencajada, me acerqué la saludé e intenté conversar con ella y le ofrecí el café que había comprado para mi. Ella solo me dijo que no era nada, que ya se le iba a pasar, ya un poco más tranquila le dije que ya me iba a retirar y si quería la podía jalar a su casa. Nunca me había percatado que detrás de esos lentes de lectura Mariella tenía unos ojos color miel muy bonitos y que contrastaban perfectamente con su piel canelita. En el camino a casa de Mariella conversamos del trabajo y justo cuando le pregunté porque su esposo no la había ido a recoger hoy, me dice "ese imbécil ya no va a venir". Me quedé sorprendido, pues el esposo no se veía mala persona y vino a mi mente que tal vez le había pegado, pero ella solo atino a decirme que era algo muy personal y que por favor no lo comente con nadie más.
Ya en la puerta de su casa, Mariella me pidió por favor que la cubriera mañana porque no iría a trabajar, tenía cita en clínica y no podía dejar eso para después. Concretamente me dio las llaves de su oficina y me dijo que la dejara abierta por su alguien necesitaba sacar algún archivo o carpeta y colocará un folder para que registrarán que documento o archivo se retiraba y a que hora. Me despedí y al día siguiente hice lo que me pidió y como la curiosidad mató al gato, me metí a su computadora para ver que hacía o que había ahí. La clave era la misma en todas las PCs del departamento así que no había dificultad ahí. Gente, al abrir el correo pude ver que la cita en la clínica se había confirmado y era con el ginecólogo, ahí también figuraba los pagos de laboratorio para pruebas de ITS.

 

Pucha qué buen inicio

 

Ok. Promete la historia. Vamos.

 

Se develo el misterio.... esta histotia continuara

 

Miércoles era Cachera la milf y peluchera

 

Pues tenga a bien continuar con la historia, pero se presume que ella descubrió que su esposo le fue infiel y fue hacerse pruebas para constatar si tenía alguna ETS, me parece no?

 

Prosiga cofrita está súper

 

Excelente inicio cofrita, no demore demasiado.

 

Bien relato esperamos la cotización pronto

 

parece que fue su esposo que, por trampear a peluche, la quemó a la milf.

de esos casos hay hartos, por roche no se cuentan, mi ñori sí me ha contado varios, que sus amigas intimas le han contado, estaban quemadas por sus mariachis pelucheros, a algunas las he conocido,
si bien estaban de cuerpo medias o muy matadas por la maternidad u otros motivos y no provocaban ni la más minima erección, igual no se merecían eso. todas acabaron en divorcios, demandas, juicios por alimentos, etc.

mucho cuidado con el pelucheo, sobre todo con venecas y peor si tienen sus firmes o esposas.
un saludo .

 

A esperar la continuación del relato que estuvo bueno

 

Gente, las disculpas del caso; pero, el trabajo me tiene prisionero. El domingo lanzo la continuación.
Saludos,

 

y que paso despues luego oo

 

cofra @dalymanu ya lanzaaaaaaaaaaaaa

 

El lunes, en el trabajo, voy a ver a Mariella y de paso a recoger unos sobres con los cheques que debía llevar a las encuestadoras. Ella estaba recontra demacrada, parecía que no había dormido bien ese fin de semana. Le hablé lo más amable que pude y luego de unos minutos me dijo que se sentía muy mal y que si podía almorzar con ella solo para hacerle compañía, no quería estar sola.
Desde ese día hablábamos más y poco a poco ella se fue haciendo más amiga mía. Como al mes, luego de tomarnos un café a la hora de salida, Mariella me cuenta que sus trámites de divorcio ya estaban bien avanzados y que pronto iba a ser una mujer nueva. Yo solo la escuchaba y trataba de recordar algunos detalles de lo que me decía para ir hilvanando un poco que fue lo que pasó con su esposo. Pero, no fue necesario, ese día Mariella estaba tan feliz que me soltó la sopa completa. El esposo tenía una amante más joven, de solo 22 años, venezolana (esa amante estaba embarazada), él tenía una relación paralela por algo más de un año, tiempo en el cual Mariella sufría constantemente de infecciones vaginales y no se explicaba el por qué, pues ella era muy meticulosa con su higiene íntima. Hasta que un día al ingresar a bañarse con su esposo, nota que él tiene un ligero arañazo en la espalda y pues ella no acostumbraba a arañar a su esposo e incluso me dijo que esa semana no habían tenido sexo porque él llegaba tarde y cansado del trabajo. Ese día se armo la grande, eso fue un jueves por la noche, al final el esposo aceptó que tenía otra mujer y que si no lo perdonaba él se iba a mudar con su nueva pareja (lo que no le dijo el man era que esta nueva pareja estaba embarazada). Mariella, como toda mujer herida, no aceptó y ella misma lo echó de la casa. Al saber que su esposo tenía una amante, se le vino a la mente muchas cosas y entre ellas la posibilidad de que él le haya podido contagiar algo, así que sacó su cita con su ginecólogo para descartar esa posibilidad. Luego, ese mismo fin de semana, ella fue a buscar a la amante para sacarle la m.... pero al verla embarazada solo se echó a llorar y se fue desconsolada a su casa y encima recibió los resultados del laboratorio dando positivo para clamidia. Él man si que la cagó bien y ese fue el detonante para que ella inicie los papeles del divorcio.
Gente, esa flaca si que la pasó mal por esos días, pero ya luego de un mes las cosas en su cabeza se habían calmado y pudo superar la clamidia con la medicación adecuada. Por esas fechas, yo estaba entre regresar o no con mi esposa, pues mis hijos no comprendían muy bien porque yo ya no vivía en la misma casa a pesar que a veces me quedaba a dormir (con mi esposa peleábamos por su carácter, pero en el fondo ella me respetaba y yo a ella y en todo el tiempo de nuestro matrimonio solo le fui infiel con una sola mujer, su amiga de la infancia, que me sedujo y yo fui tan imbécil de caer en la tentación y encima fue mi propia esposa quien me la puso en bandeja sin darse cuenta).
En fin, yo aun seguía separado y Mariella estaba apunto de divorciarse, nuestra amistad estaba creciendo y la verdad a mi se me habían quitado las ganas de tirármela, ya la veía más como amiga que como mujer.

 

Así pasaron unas semanas más, hasta que llegó el cumpleaños de Carlos y todos íbamos a celebrar en un conocido restaurant donde también había una pista de baile. Todos se apuntaron y no faltó el trago y el desenfreno ese día, Carlos se conocía con todos y no paraba de bailar, la fiesta estaba en su punto cuando en eso alguien me toca el hombro por la espalda, "No me vas a sacar a bailar", era Mariella, que por cierto estaba algo picada y se le notaba suelta en todo sentido, había ido con un pantalón alicrado bien pegado al cuerpo y una bluza blanca semi transparente, que le dibujaba un bonito cuerpo y un redondito culito. No le había prestado atención, pues mis ojos estaban apuntando a una flaca que Carlos me había presentado como su "prima" una charapa bien tetona y recontra sajirona.
Gente, saqué a bailar a Mariella y no les voy a mentir, esa flaca bailaba riquísimo, suavecito, delicada y hasta ese momento no me había percatado, pero Mariella tenía unas manos suavecitas y muy sexys. Me embelesó y desde ese momento hizo que mi pinga se ponga completamente dura. Bailé de todo con ella y casi sin darnos cuenta lo hora avanzó, la gente ya estaba bien tomada y haciendo de las suyas, justo en ese momento me ponen una salsa de mis tiempos "Aquel viejo motel" de David Pabón y ella me mira y yo sin dudarlo la tomé de su mano y la lleve a un lugar algo más alejado del grupo para bailar más tranquilos, gente, chapé cintura y la apegue bien a mi cuerpo para que sienta como mi pinga quería salirse de mi pantalón, bailamos y casi al final de la canción siento como su delicada mano baja a sentir mi pinga por sobre mi ropa y yo sin dudarlo comencé a tocarle el culo hasta sentir como el hilito que traía puesto se iba metiendo en medio de sus nalgas. Ese fue el detonante para que ella se calentara más y en pleno manoseo de sus nalgas, ella soltara un gemidito suavecito cerca a mi oído, no dudé más y muy suavecito le dije al oído, esta noche te voy a hacer mi mujer, y le metí un chape con harta lengua que ella solo recibió con calentura. Eran casi las 12 y ya no nos importaba bailar o que nos vieran, total, todos estaban borrachos y en lo suyo. Mariella con sus ojos color caramelo me miraba como el gatito de Sherk pidiendo que me la lleve de una vez, ahí, acercándome a su oído, le dije "espero que te guste el mar porque esta noche te voy a cachar mientras miras como la luna ilumina el mar" y salimos con dirección a un hotel para reventarle ese culo tan rico que había amasado en la pista de baile.
Ya en el taxi, le vinieron las ideas de arrepentimiento y yo todo caballero le dije, que si no desea tener sexo conmigo no había problema, pero igual la iba a llevar a descansar porque ya era muy tarde y la calle era peligrosa para una mujer sola. Al llegar al hotel, subimos raudamente a la habitación y ya ahí la flaca se echo a llorar, diciendo que ella no era una mujer fácil, que ella solo había tenido un hombre en su vida y mil escusas, gente la verdad ya me estaba arrepintiendo, pero me puse fuerte y escuché todo lo que me tenía que decir y cuando ya no dijo más, solo la besé y ella solita me empezó a devorar la boca con tanta fuerza y desesperación que creo que hasta me mordió el alma.
Gente, esa noche el licor me había puesto carretón, pero a Mariella la había convertido en una loba en celo, esa mujer me mamó la pinga con tanta desesperación que si no me hizo venir fue porque las succionadas de bolas que me daba en medio de las lamidas de glande hacían que el placer se cortará con el dolor. No había forma de desprenderla de mi pinga, estaba poseída y no pararía hasta sacarme la leche con su boca, nunca me hubiera imaginado que esa mujer tan formal y delicada fuera tan ruda en la cama, eso me dejó embelesado con su forma de cachar. No me podía quedar atrás, pero no quería que ella dejara de chuparme la pinga así que me acomodé como pude y la levanté en peso para ponerla sobre la cama, acomodé su culo lo mejor que pude y me disponía a metérselo pelado, cuando ella grito y se levantó de inmediato "ponte condón, por favor" la mala experiencia con su esposo la había dejado medio tocada. Gente no tenía condones, así que no me quedó de otra que pedir un par de cajas por el intercomunicador y mientras lo hacía, Mariella otra vez se había apoderado de mi pinga y no paraba de succionar mis huevos, era dolor y placer al máximo. Cuando llegaron los condones no aguanté más y ni bien me lo puse, acomodé mi pinga en la entrada de su conchita y mientras mi glande completamente hinchado luchaba por abrir ese huequito, Mariella gemía y volteaba los ojos de placer, poco a poco mi pinga abría esa concha madurita y a la vez apretada, nunca imagine que una mujer de 35 años fuera tan estrecha, esa concha me hizo disfrutar como nunca, primero ajustando al máximo y luego poco a poco se fue amoldando al grosor de mi pinga, mientras Mariella solo habría la boca como un pez que es sacado del agua y no sabe como respirar. No duró ni cinco minutos desde que la penetré en perrito cuando sentí como sus piernas iban perdiendo fuerza y ella se desvanecía sobre la cama aun con la boca abierta y emitiendo sonidos ininteligibles.
Esa concha era riquísima, como Mariella, y jugosa a más no poder. Mientras gozaba viendo como ella estaba desvanecida sobre la cama y su concha chorreaba sus juguitos naturales, mi vista no se apartaba de ese ano color marroncito claro, se veía impoluto con todos sus pliegues completos, señal de que no había sido muy usado. Gente, se me metió el demonio y le metí una chupada a ese culo marroncito, y como la flaca estaba como muerta aproveché en meter mi lengua dentro de ese culo, que no cedía ni se dilataba, al parecer estaba selladito. Poco a poco mi saliva iba ayudando a mis dedos para dilatar ese ano chiquitito. "Que me haces, no, noooooooo, noooooooo" y Mariella se deslizó por la cama alejando mis dedos de su culito apretado, no me hice problema y le dije que solo estaba explorando su culo que se veía riquísimo y que me gustaría hacerle un buen anal para que se acuerde de mi por siempre. Sus ojos brillaron y a pesar de sus 35 años, con algo de timidez dijo "Mi esposo nunca me lo ha echo por ahí y no quiero hacerlo por ahí ahora" respeté su decisión porque no quería echar a perder la noche, pero en mi mente estaba que pronto le iba a romper ese poto apretado que tenía.
Carajo que rico cuerpo tenía Mariella, no era voluptuosa ni delgada, era simplemente equilibrada y delicada. Me acerqué nuevamente a ella y la bese suavemente mientras esbozada una sonrisa, ella cubriéndose con la sábanas me decía, "ahora como te podré mirar a la cara en la oficina, que vergüenza", yo puse mi dedo sobre sus labios como callándola y le dije, "los hombres no tenemos memoria" y nuevamente la besé mientras acariciaba su culo por dentro de las sábanas, en un movimiento reflejo ella abrió las piernas e introduje mis dedos en su concha completamente empapada de sus jugos, esa noche la iba a convertir en mi perra.
Quité la sábana con la que se cubría y y empecé a besar sus labios, luego su cuello, baje hasta sus pezones, intactos aun porque no tenía hijos, finalmente llegue a su concha repleta de jugos y procedí a sopearla como nunca nunca antes lo había hecho y aproveché esos jugos mesclados con mi saliva para introducir mis dedos dentro de sus concha y buscar que parte de su interior era la más sensible, al ubicar su punto G procedí a ponerme el condón y la penetré orientando la curva de mi pene hacia esa zona, gente, para que lo hice, con cada metida que le daba ella empezaba a chorrearse, (squirt) que rico se chorreaba esa perra, hasta que ya no pudo más y se desvaneció nuevamente, había logrado mi cometido Mariella había disfrutado de dos orgasmos seguidos, estaba seguro de que ella ya estaba satisfecha, así que procedí a acomodarla de tal forma que su culo quedaba mi total disposición y sin decirle más puse la cabeza de mi pinga en la entrada de su culo y como estaba recontra mojada eso ayudó a lubricarla y poco a poco fui introduciendo la cabeza de mi pinga, mientras ella estaba como un trapo sobre la cama. Cuando ya había entrado casi la mitad, ella reacciona y dice "que haces , noooooo, sacalo, sacalo" gente, lo hice, para que en un futuro ella misma me pida que se lo haga, y poco a poco fui sacando mi pinga de ese rico y ajustado culo, al terminar de salir, su culo quedó abierto y el condón salió con algo de "oro" pero yo estaba fascinado con el culo abierto de Mariella.

 

Mariella, me quitó el condón y me metió una mamada suavecita, succionando la cabeza de mi pene, que estaba recontra sensible después de haberle abierto el culo y no pude aguantar más, me sacó hasta la última gota de leche, fue tanta la descarga que mi semen rebalsaba de su boca, mientras ella me decía, "que rica leche, hace dos meses que no tiraba, ya hasta me había olvidado del sabor de la leche". Mariella, no se cansaba de tirar, esa noche me metí tres polvos inolvidables y ella acabó con la concha recontra roja y abierta, aunque no lo quería admitir, ese culo era virgen y yo fui el primero que lo abrió de par a par. Que buena cachera resulto ser Mariella, y los dos meses que duró nuestra relación fueron muy excitantes a pesar de que solo tirábamos una vez o dos veces por semana, cada vez que lo hacíamos iba abriendo un poco más ese culito. La última vez que tiramos, solo le di full a anal y ella ya no ponía peros a nada, luego del último polvo, al sacar mi pinga de ese culito pude ver un hueco ancho y profundo en señal de que ese ano ahora ya conocía de los placeres de la vida.

 

Buenos relatos cofrade....

 

Buen relato cofras esperamos continuación

 

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Man, lamento comentarte que ya no hubo más sexo con Mariella luego de esos dos meses y los otros polvos fueron similares a excepción del último donde nos despedimos con un full anal.
Lo último que me escribió Mariella, antes de regresarse para el norte, fue que su exesposo la había ido a buscar para que regresen; pues, al nacer el bebé que él iba a tener con su amante, este le salió negrito como la noche y ni él ni la flaca lo eran, ya se imaginarán con cuantos habrá tirado a pelo esa chama y al final se lo quiso chantar al cojudo, exesposo.
Por eso, si se van a meter con una chama, nunca, pero nunca uno debe olvidarse del condón; sino, te pueden pasar estas cosas.
En un año ese man, perdió a su esposa, la contagio de clamidia, la humilló con una amante más joven y al final regresó con el rabo entre las piernas cuando se dio cuenta que el hijo de la chama no era de él y que otras ITS habrá adquirido si nosotros sabemos que esas chamas no se cuidan y tiran con todos a pelo.
Saludos gente