Crónicas del Placer Fantasía Universal

Sin duda la gran fantasía de muchos hombres alrededor del planeta es hacer un trío con dos mujeres atractivas e interesadas en el mismo asunto, es decir amigas/parejas (sin dinero u otro canje de por medio y con el mismo morbo sexual por llevar a cabo dicho acto sexual).

Fue justamente aquello lo que viví el año pasado (ya casi va a cumplirse un año de dicho suceso). Era el mes de abril del 2018 y me encontraba pasando por un buen momento en mi vida familiar y laboral. Y sin quererlo alguien del pasado regresó a mí, para mi buena fortuna.

Conocí a Mercedes dos años antes de conocer a mi actual pareja, Meche es una chica bastante más joven que yo (actualmente 26), y nos unió un hobbie en particular, la geopolítica (geopolítica: sucesos políticos que de carácter mundial o regional que tienen repercusión en la vida de muchísimas personas, y que usualmente la gente pasa por alto, etcétera, etcétera, ósea ambos tenemos nuestro lado nerd). Somos de la misma universidad, esa que es la más antigua del continente, e intelectualmente siempre tuvimos buena química. Mercedes es de mediana altura, delgada piel clara, con algunos pequeños y lindos lunares en su rostro, mantiene algunos rasgos de su madre quien es de Huancayo, de ojos bonitos y curvados, lo que físicamente resalta de su cuerpo es el gran tamaño de sus pechos, 38B y casi siempre usa escote para resaltarlos. En ese entonces ambos estábamos solteritos.

A pesar de estar felizmente conviviendo con mi pareja desde hace años y tener un hermoso niño ya en los primeros años escolares, mi relación con Mercedes se retomó en enero del 2018, y fue a causa de un viaje a provincia en el que coincidimos, luego de conversar de la vida y compartir terminamos bailando, cada vez más pegaditos, luego besándonos, y unas copas más fornicando en la cama de mi cuarto hotel. Ella y yo nos entendemos muy bien en la cama, además ella conoce mi situación sentimental y no se hace problemas, es bien discreta, etc, etc. Me siento muy en confianza con ella. Al regresar a Lima, seguimos en contacto y decidimos seguir viéndonos muy de vez en cuando y bajo mucha reserva (ella tuvo una separación hace poco, de su novio con el que tenía planes de casarse).

Para el mes de abril de ese año, mientras chateábamos e intentábamos coordinar una "escapadita", ella me pasó un link de un vídeo porno, era un trío, uno de origen peruano por cierto, esto me sorprendió un poco y cuando logramos vernos para estar juntos, le pregunté. Ella me dijo que había tenido un sueño húmedo, donde una mujer y yo, le hacíamos el amor a ella, luego me confesó que desde su adolescencia había tenido cierta atracción por chicas bonitas, pero nunca se atrevió a contárselo a nadie ni tampoco había intentado buscar una relación de ese tipo. Esta noticia me cautivo, y le comencé a preguntar más sobre aquello, y si había algo que yo pudiera hacer para animarla a buscar una chica de su gusto para jugar los tres. Allí quedó esa conversación, y en los días siguientes Mercedes me escribió y me contó a detalle que tipos de chicas le parecían atractivas, cuales no y demás detalles, a lo cual yo le propuse buscar por internet una chica para hacer un trío. Ella accedió.

Sabiendo que sería difícil dar con una mujer de acuerdo a las características que ella deseaba y además interesada en hacer un trío, puse varios avisos a ver qué pescaba.
En los días venideros no obtuve respuesta alguna, así que decidí usar un app, Tinder, la cual nunca había usado y me sorprendió la cantidad de personas que la usaban. Con este nuevo método logré algunos resultados, pero ninguno se concretaba. Hasta que por fin, sucedió.
Agregué a una chica de 30 años, bastante amena y educada, soltera sin hijos, de nombre Yulie y mi propuesta le pareció atractiva. Según ella misma, se definía como una chica curiosa. Ya había tenido experiencias con chicas anteriormente, más nunca un trío. Yulie es de mediana estatura, piel trigueña, cabello largo y semirizado, de rostro alegre y ojos grandes y coquetos, busto normal y hasta donde mostraban las fotos, unas buenas piernas y buen trasero.

Intercambiamos algunas fotos normales. Para finales de abril ya contábamos con bastante intercambio de información y charlas sobre nuestras expectativas para cuando se diera nuestro encuentro. Inclusive habíamos hablado de cómo iríamos vestidos (ambas irían con vestido y yo de sport elegante) y que podríamos tomar, comer, que tipo de hotel sería el adecuado, etc. Siempre y cuando la química se mantuviera cuando estuviéramos reunidos en persona. Yo por mi parte ya tenía todo planeado, el encuentro sería lejos de mi casa y mi coartada para quedarme a trabajar hasta muy tarde ese día ya estaba acordado en mi casa.

El día llegó y fui a recoger a Mercedes, ella estaba guapa y con un vestido azul algo corto y semi escotada, dentro del auto la salude con un beso, le pregunté cómo se sentía, ella me contestó “estoy nerviosa pero arrecha a la vez”, le di otro beso y nos dirigimos al encuentro con Yulie en el Mall del Sur. Llegamos nos estacionamos y le escribimos, ella ya estaba en camino, quedamos en vernos en el patio de comidas. Esperamos un poco más de la cuenta hasta que Yulie llegó, vestía un vestido color salmón, semi corto, de acuerdo a la temporada (verano-otoño), algo pegado, lo cual hacía resaltar su trabajado y redondo trasero, traía una pequeña casaca en mano, tacos de mediana altura, me pareció más bonita en persona, estaba encantando. Después de los saludos correspondientes miramos donde podríamos comer o tomar algo, y decidimos entrar a un restaurante de pastas, ordenamos unos piqueos y unos chilcanos. La conversación fue amena desde el principio, ella era jovial pero muy educada, nosotros en cambio somos más serios, pero poco a poco se fue rompiendo el hielo, y cuando escuchamos las experiencias que ella había tenido con otras chicas, me excite inmediatamente y aproveche para acariciar más a Mercedes y rozar sus piernas. Yulie nos dijo que les parecíamos simpáticos y que a pesar de la diferencia de edad entre nosotros, le dábamos la impresión de que éramos muy parecidos. A continuación le contamos un poco de cómo nos habíamos conocido y el tiempo que llevábamos juntos, también hablamos de la curiosidad que teníamos de experimentar un trío y de lo mucho que nos alegraba haberla conocido.

Para que ellas se conocieran un poco más, me excusé y fui a los servicios, me tomé todo el tiempo que pude, cuando regresé a la mesa las encontré sonrientes y más en confianza. Pedí otra ronda de chilcanos y le escribí un mensaje a Mercedes muy discretamente, en donde decía, “quiero verte besándote con Yulie”, ella me miró y me contestó por la misma vía, “¿solo besarla?”, eso me excitó demasiado, y viendo que los tragos se acababan le pregunté a Yulie si deseaba ir con nosotros a la habitación que ya teníamos reservada. Yulie dijo que estaba esperando escuchar eso desde hace un rato, todos nos reímos. Nos dirigimos al estacionamiento, subimos a la camioneta y nos dirigimos hacía barranco.

El hotel era muy discreto, ya había ido previamente a la cita y lo tenía reservado, pedí una habitación matrimonial con vista a la playa (no sabía que traía jacuzzi), no había problema con si iban 3 o más personas a la misma habitación, siempre y cuando se pagará por adelanto la reserva del lugar. El hotel era pequeño pero tenía una cochera grande y había una escalera que daba con esa habitación de forma directa. Antes de llegar llamé al hotel y nos recibieron de maravilla, habían puesto pétalos de rosas en la cama y un champagne que venía incluido con la habitación. Mercedes se excusó y entró al baño. Yulie se sentó en la mesa que tenía la habitación y yo la acompañe en el otro extremo. Lo primero que le dije es que me sentía muy cómodo con ella y agradecía su compañía. Ella me miró fijamente y me preguntó, “¿te gusto poco o bastante?”, a lo que le respondí, “me gustas más de lo que te imaginas”, ella me miró con una sonrisa coqueta y dijo, “esta noche deberás tratarnos por igual a las dos, no quiero que me des más atención a mí que a ella, ¿entendido?”, yo afirme con la cabeza. De pronto salió Mercedes y Yulie entró al baño. Le di una copa a Mercedes y me acerqué a ella como queriendo darle un beso, ella me correspondió, empecé a besar su cuello y a tocar su cintura y caderas, la sentí excitada. Seguimos besándonos y cuando salió Yulie ambos la miramos y le dije, “quisiera que beses a Meche”, Yulie se acercó a nosotros, yo la tomé con un brazo por la cintura, mientras hacía lo mismo con Meche, y lo que vi me maravillo, fue un beso dulce, sus labios se pegaron y sus salivas se mezclaron, recuerdo que el aroma a mujer era muy intenso, sus perfumes se mezclaron en el aire, mis manos poco a poco comenzaron a bajar hacía los glúteos de ambas y poco a poco fui acercándome a Yulie para besar su cuello y hombros, estuve así buen rato, hasta que recordé las palabras de Yulie e inmediatamente hice lo mismo con Meche. Fui acercándome a los labios de ambas, besando primero a Mercedes, luego tomé delicadamente el mentón de Yulie y la incluí en nuestro beso, los tres intercambiábamos besos y fluidos, primero solo con los labios, luego nuestras lenguas, en unos instantes mis manos ya estaban dentro de sus vestidos, sintiendo sus trusas mojadas. Yulie tenía una de sus manos en mi paquete y la otra en la mejilla de Meche.

Yulie propuso meternos al jacuzzi, a lo que inmediatamente lo encendí y mientras esperamos que se llenara, aprovechamos para seguir bebiendo y jugando un poco con besos y caricias. Fuimos sacándonos poco a poco la ropa y nos quedamos en ropa interior. Apagué las luces a petición de las chicas, dejando solo encendido los dicroicos de baja intensidad que estaban sobre el jacuzzi. Nos quitamos la ropa interior, cuando me quité el bóxer mi verga salió disparada de la tremenda erección que tenía, ellas se rieron y una de ellas me dijo que apuntara lejos de ella. El agua estaba en su punto y la espuma sobresalía de la batea. Entramos, Yulie y Mercedes en un lado y yo frente a ellas. Acaricié sus piernas por debajo del agua y comencé a rozar sus sexos, muy despacio y poco a poco empecé a meter mis dedos a sus vaginas al mismo tiempo, las miraba mientras veía como se excitaban, Yulie empezó a besar a Meche en la boca, luego su cuello, yo empecé a sentir que la mano de Yulie ya estaba junto a la mía, estimulando el clítoris de Meche. Retiré mi mano y dejé que Yulie se encargará de ella, me dediqué a observarlas. Era increíble ver a dos mujeres hacerse gozar mutuamente, Meche estaba con los ojos bien cerrados gimiendo y Yulie me miraba mientras se la comía a mi amiga Meche.
No pude contenerme más, me puse de pie y me acerqué a ellas mientras me masturbaba, Yulie me miró y tomó mi pene con su gentil mano, con un suave movimiento puso la mano de Meche en mi ingle y ambas comenzaron a rozar y masajear mi pene y testículos, luego Meche procedió a chupar mi verga mientras Yulie me miraba, yo las acariciaba el cabello a las dos, luego acerqué el rostro de Yulie a mi miembro y ella se lo trago, los casi 19cm desaparecieron ante mí, Meche se río y le dijo que es algo que ella aún no dominaba, Yulie estuvo un rato así y poco a poco ambas los besaban al mismo tiempo, a veces una se tragaba mi pene y la otra lamía los testículos y viceversa, estuve gozando por varios minutos hasta tuve una pequeña pre eyaculación y el líquido seminal mezclado con un poco de semen fue directo al rostro de Meche, quién me miró con una sonrisa morbosa mientras lo lamía.

Siguió el turno de las chicas, empezamos con Yulie, la coloqué encima de Mercedes ya que ella era la más baja y yo me arrodille, así que ellas quedaron cara a cara, yo me arrodille y metí mi lengua a la vagina de Yulie, sacándola y metiéndola, luego con mis dedos, mientras ellas se besaban, Yulie gemía bien rico.
A continuación las puse de perrito a las dos, apoyadas sobre el contorno del jacuzzi, lamí sus sexos, alternado mis dedos y mi boca en sus vaginas. Sentía sus flujos salir y de rato en rato también lamía sus anos. El agua empezaba a perder su calidez, por lo que decidimos salir y meternos a la cama.
En la cama la historia se puso más candente, hicimos una especie de anillo en el cual yo chupaba el coño de Yulie, Yulie el de Meche y Meche mi verga. Pasado un rato, Meche dijo que no aguantaba más y se sentó sobre mí, metiéndose toda mi verga en su coñito, Yulie preguntó si no nos cuidábamos y ella le dijo que yo ya estaba operado (me había hecho la vasectomía hace un año atrás), yo acerqué a Yulie y la senté sobre mi cara, ellas se besaban. Así estuvimos gozando un buen rato hasta que ya no pude más y eyaculé dentro de Meche, mi amaba Meche, logrando un orgasmo como ninguno otro hasta ese momento. Meche se apartó, pero yo la tomé por el brazo, la senté en la cama, le abrí las piernas y comencé a meter mis dedos en su vagina, la acerqué a Yulie para que la besará mientras yo continuaba estimulándola. Meche empezó a gemir cada vez más fuerte hasta que estallo en un grito, alcanzando el clímax.

La miré a Yulie y le dije “ahora quiero verte a ti llegar querida”, me puse un condón rápidamente y fui a su encuentro, comencé a besarla, luego bajé a su cuello y a sus hermosos pechos, de reojo la miraba a Meche, ella recién se reincorporaba, la tomé de la mano y la acerque a nosotros, haciendo que bese uno de los pechos de Yulie mientras yo besaba el otro, lentamente fui metiendo mis dedos a la vagina completamente mojada de Yulie, haciendo movimientos cada vez más rápidos e intensos, hasta que escuché decirme “métela”. Ya la tenía parada otra vez, la penetre en misionero mientras Meche la besaba arrecostaba a nuestro lado. Yulie era estrecha, mucho más que Meche, y mi pene duro como una roca entraba y salía mientras la besaba y veía como ellas se besaban, así estuvimos un buen rato hasta que decidí ponerla en perrito, pero ella me dijo “no, así no, quiero montarte yo a ti”, y así lo hicimos, dado ello, jale a mi lado a Meche y la bese tiernamente mientras Yulie me montaba. El segundo orgasmo que tuve fue igual de maravilloso que el primero, besé a Yulie apasionadamente mientras Meche me acariciaba la cabeza. Yulie de arrecostó sobre mí y Meche la acarició a Yulie, luego nos reímos, les dije si querían meterse otra vez al jacuzzi, así que volvimos. Una vez adentro nos arrecostamos los tres, las tenía una a cada lado, me sentí como un emperador romano.

 

Muy excitante el relato, felicitaciones cofrade Puntoje, gracias por compartirla.... Saludos

 

Muy excitante el relato, felicitaciones cofrade Puntoje, gracias por compartirla.... Saludos

 

Qué buenos polvos se metió cofrade

 

Felicitaciones!! Que buen relato cófrade!!

 

Un buen relato la fantasía de todo cofra

 

Que relato excitante!!!...felicitaciones cófrade.

 

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extraordinaria historia. Jace unos años y lo puse acá. busqué por todos lados una flaca para trío pero nunca la conseguí. no intenté tinder en esos tiempos