EVDLV, TV, excesos y ética: todo por el rating

Lamentablemente Beto Ortiz escribió en su columna de Peru21 con cinismo digno de mejor causa que la Ruth Sayas era una desaparecida. Esa lógica es digna de las justificaciones que se daban hace 18 años para el Caso Cantuta (ojo que lo digo sin intencionalidad política, simplemente para fines ilustrativas). Esa respuesta pinta de cuerpo entero al sujeto, es como leer la transformación del retrato de Dorian Grey en función del efecto acumulativo de tanto cinismo y, en el fondo, maldad.

Comparen esa despreocupación con la reiteración constante de justicia para el caso del Sr. Armesta. No digo que el pobre hombre no merezca justicia, pues toda vida humana es valiosa. No obstante todos sabemos que Beto Ortiz acusa sólo porque la víctima era homosexual. Para el Sr. Ortiz matar un homosexual es un crimen de lesa humanidad, un crimen de odio que debe ser repudiado. Por lo contrario la vida de Ruth Sayas era poco importante. No hace diferencia alguna que muera alguien fuera del gremio o del cerrado grupo de activistas homosexuales. Beto Ortiz debe salir de la televisión ahora mismo. Canal 2 debe ser multado y su permiso de utilización del espacio radioelectrico puesto en suspenso hasta ver pruebas de cambios de conducta en sus producciones. Que pongan la barba en remojo los otros propietarios de canales, que vean lo que "cuesta" un muerto en la conciencia pública y en la reputación de sus medios.

 

Una prueba más de la clase de bodrio fraudulento que es el programa del "periodista mas influyente" de la tv nacional!!!!!

Ruth Thalía Sayas y su asesino acordaron fingir relación en programa de TV

Así lo asegura la familia de la joven, que llegó a un acuerdo económico con su expareja Bryan Romero para que este salga en El valor de la verdad. Sin embargo, el homicida quiso obtener más dinero de la muchacha.

Ruth Thalia Sayas y su exenamorado y asesino, Bryan Romero Leiva llegaron a un acuerdo económico para fingir una relación al momento de la emisión del programa El valor de la verdad, según aseguró la hermana de la joven fallecida, Eva Sayas.


“El pago fue lo que ellos acordaron (&#8230 Primero era un pago mínimo hacia él, pero después que salió del programa él empezó a pedir más, acosándola, insultándola”, declaró en América Noticias.


Similar versión sostuvo el padre de la joven asesinada, quien dijo estar seguro que el móvil del brutal crimen contra su hija fue el dinero que ella ganó en el show.


“El móvil ha sido el dinero. Empezaron a lastimarla y maltratarla para que dé posiblemente la clave de su tarjeta. Mi hija era valiente, no se dejaba robar en las calles, se resistía a los cogoteros. Por no entregar la clave, por eso la han matado”, lamentó.


Consultado sobre desde cuándo se había roto la relación entre su hija y Romero, Leoncio Sayas dijo que “antes” de que se emita el polémico programa. “Meses atrás, no me dijo la fecha, pero mi hija me decía ‘ya no somos enamorados’. Incluso el mismo muchacho dijo que ya no eran enamorados”, recordó.

Perú21

 

El amor a la cámara de Beto Ortiz tiene el tamaño de su inmenso ego exhibicionista y del escorpión que tiene por alma. Cree que la gente olvida su primer momento de figuración. La debacle llegó cuando le salió el exhibicionismo más grosero y celebró su cumpleaños en un conocido local de la Pza. San Martín, disfrazado de drag - queen. Pocos años después terminaba huyendo del país acosado por rumores de pedofilia y la quiebra económica y profesional. Parece que ya olvido las penosas lecciones de la vida en un trailer en Florida, lavando platos y sin posibilidades de volver al país, hasta que se fuera Toledo del poder. En todo caso vemos que vio mucha televisión barata en su escaso tiempo libre y decidió emular a personajes de triste figuración como el ya mencionado Jerry Springler.

 

Pregunta 12: ¿Estas con tu enamorado hasta que llegue alguien mejor?

Pero resulta que ellos ya no estaban

Entonces mi pregunta es.

El poligrafo no detecto que estaba mintiendo???
O es puro hueveo???

Ver minuto 7.20


[h=1]Ruth Thalía Sayas y su asesino acordaron fingir relación en programa de TV[/h]Lunes 24 de septiembre del 2012 | 13:23
[h=2]Así lo asegura la familia de la joven, que llegó a un acuerdo económico con su expareja Bryan Romero para que este salga en El valor de la verdad. Sin embargo, el homicida quiso obtener más dinero de la muchacha.[/h]
Ruth Thalía Sayas y su asesino acordaron fingir relación en programa de TV - Espectáculos | Perú 21

 

Lo mismo digo, hay que esperar que se filtren las primeras declaraciones de asesino. Ahora comienza el verdadero culebrón: el asesino va querer usar el argumento de "emoción violenta". Va a decir que la difunta le tiro cabeza y que cuando le quiso cobrar ella lo humilló. Lo mas probable es que aparezca un abogado figureti, o un abogado caro (pagado por Frecuencia Latina, obvio), para defender al tipejo.

Falta descender mas abajo, la olla de grillos recien se destapa.


Inxs

 

dejemos descansar a la flaca en paz, ya murio y ahora buscar culpables es la clasica del peruano, asi que ahora solo concentrarnos y brindar el apoyo a la familia COMO? haciendo que ese miserable que abundan en varios sitios que mejor no digo cuales sino herire susceptibilidades deba pagar hasta que se muera en la carcel asi de simple, dejemos de buscar culpables y ahora cambiemos esas tonteras de que porque me dice cachudo la gente me senti mal por eso la mate, que weberas para decir eso. cuando el CSM bien que tenia varias flacas y que, la flaca no sentia verguenza de una basura como esa o que, asi que ahora a darle fuerzas a la familia a que esa porqueria no salga nunca mas de la carcel, cosa que para mi ya de por si perdio asi de simple, y perdio por webas

 

Es puro weveo ... si la flaquita no se presentaba no sucedia nada; ahora al iniciar previo al 1er programa recuerdo q el cabron tambien paso por el falsografo y aca va la joyita por q no le preguntaron si violo a niños???? PURA TV BASURA ES LA REALIDAD DE LA SOCIEDAD PERUANA

 

Al parecer esa de programa esta con las horas contadas, o mejor dicho quieren sacarlo del aire a raiz del asesinato de esa flaca.

 

Responsabilizar y satanizar a un programa de televisión, por mas telebasura que sea, por la muerte de esta chica es desproporcionado y es una muestra, de las tantas que hay, de la ceguera social en la que, lamentable vivimos y queremos seguir viviendo. Ni los shows mas cínicos de las Lauras Bozzos que se transmitieron por nuestras pantallas nos enseñaron a tener un poquito de suspicacia en lo que vemos y oímos. Y seguimos, cual ovejitas, prendidos e idiotizados otra vez, de la televisiva que hay a disposición, no solo aquí sino en todo el mundo. Y seguimos creyéndonos los libretos que nos presentan los programas de televisión.

Esta chica no fue a contar sus miserias. Cobro por atribuirse asimisma un libreto lleno de morbo, ese que nos atrae como el dulce a las moscas. Entonces, quien exhibió sus miserias no fue la chica, sino toda la sociedad, ávida por este tipo de producto televisivo y que insisto, hace mucho que esta enferma, viviendo rodeada de violencia, mentira, corrupción sin mostrar un minimo sintoma de reaccion y rebeldia.

Lo mas triste es ver que seguimos siendo manipulados por el azor periodístico, que tiene, cual hiena hambrienta, tema para rato, y apunta a polarizar el tema armando historias mas ficticias que las que conto la pobre chica. Crimen pasional dicen con violación previa; el chico no soporto la humillación de sentirse cornudo en cadena nacional. ¡Que gran historia!

 

Bueno, eso de que a la gente le gusta el morbo se da hasta en los paises desarrollados. Recuerdo que, por ejemplo, me deleitaba viendo los programas de cable como History Channel, o Discovery, pero ahora su programación se está llenando de temas superfluos y sin mucho sentido, emiten huevadas como los OVNIS, fenomenos paranormales (fantasmas, exorcismo, y esas cosas), abducciones, el fin del mundo y demás. Está bien que tengan uno que otro programa de ese tipo, como para variar, pero actualmente está siendo inundado de esa cojudez, parece que ha pegado mucho esa predicción de los Mayas.

Y para no salirnos del tema, es una pena que hayan matado a la tetona. Y la reacción de Beto, pues, que se podía esperar de un narcisista como ese. El canal obviamente no pierde nada, salvo su imagen moral. Ese Baruch es la cagada, digno representante de esa imagen del judio codicioso y avaro.

 

salvo los insultos a los judíos (ya no estamos en los 40s para jugar a ser Celline), opino lo mismo que el autor del post anterior. Beto Ortiz se revuelca en su propio lodo, el canal lo justifica y la propia familia d ela muerta se presta al juego.
¿Dónde estamos? Por menos se han alzado vocees de protesta. ¿tenemos que ver lamidas de axilas nuevamente para reaccionar?

 

Oe, ese autor tiene su nombre, se llama Capitán James E. Raynor (Jim Raynor para los cofrades).

 

Sorry Capitán, postee el comentario de madrugada, saludos cordiales

 

Lean este artículo de La Nación de Buenos del martes 26 y sobre el televicidio o homicidio mediático propiciado por Canal 2 y Beto Ortiz. Ella jugo con fuego y terminó muerta, es verdad. Pero el verdugo mediático, aquel que tenía en sus manos la vida de la víctima quería sangre y la obtuvo. Tuvo rating, una muerta, un asesino y una historia que explotar para sus programas basura y su sanguiñoliento noticiero. Y es el periodista más influyente del país. No le basto ir por la vida con la sombra de la pedofilia en su conciencia, ahora tiene una muerta en su haber. Boycott a este sujeto hasta que este fuera dela televisió, preso.

[h=1]Un striptease brutal[/h]Por Carolina Arenes | LA NACION
Ella está sentada en el sillón negro del estudio; él, el conductor del programa, bien cerca, la distancia necesaria para crear ese artificio de intimidad que tanto rinde en la televisión. Él, experto cazador, sabe rodear a su presa. Ella, modosita, casi tímida, quizá titubeante en los momentos más ásperos, se mantiene implacable igual que él tras su objetivo.
El valor de la verdad se llama el ciclo de la televisión peruana que lleva un poco más allá las fronteras del reality show. Los participantes responden preguntas sobre su vida personal controlados por un supuesto detector de mentiras. A cada confesión, más din
ero. En cierto punto, el participante puede elegir retirarse con el botín acumulado o ir por más. La osadía, el desparpajo, la pornografía más violenta se premian: una nueva ronda de preguntas, más plata. Así de crudo. El participante arroja jirones de su piel a los leones y recibe a cambio el reconfortante incremento de su cuenta bancaria.

El instinto del cazador huele la sangre: "¿Alguna vez sentiste vergüenza de tu propia familia?", pregunta, sabiendo que los padres de la chica -muy humildes, como ella-, invitados por el canal, sentados a pocos metros, reciben la humillación y el desprecio en vivo y en directo para todo el país. El conductor clava cada vez más profundo su pregunta, y ante cada respuesta el detector de mentiras emite su veredicto: "Verdad", proclama una voz en off, grave y poderosa. "Verdad", repite la pantalla gigante del estudio, y los padres esconden la vergüenza entre sus manos. "¿Alguna vez tuviste relaciones sexuales a cambio de dinero?" "Sí". "Verdad", sentencia la voz. Y entonces es el novio -también invitado por la perversa maquinaria del negocio- el que no sabe para dónde mirar ni qué cara poner. Peor aún, cuando Ruth Thalía Sayas Sánchez, la primera participante de El valor de la verdad, redobla la apuesta de su striptease brutal y termina confesando que nunca había trabajado en un call center, que era bailarina en un night club y que lo que esperaba del amor, en todo caso, estaba muy lejos del muchacho simple y poco agraciado al que enfocaban las cámaras: "Mi hombre ideal -dijo para todo el país, incluso los muchachos que lo esperaban a él en las calles del pueblo- tendría buena posición económica. No quiero lastimar a Bryan, lo quiero, pero no noto sus aspiraciones".
"Televicidio" fue la palabra que empezó a circular en Perú cuando el sábado se encontró el cuerpo de Ruth Thalía -que había desaparecido a principios de mes- enterrada al fondo de un hoyo de seis metros, asesinada por el novio (o ex novio, se dice ahora) despechado, humillado públicamente y tan codicioso como ella: habría intentado recibir parte del botín televisivo que les había arruinado a todos la vida.
Perú arde en discusiones interminables. Televicidio, femicidio, crimen machista. Firmes en sus puestos, ni el conductor ni los directivos del canal -ni los cultores del género- creen que haya más responsable que el muchacho que se cobró su venganza. La intimidad como espectáculo, finalmente, es una marca de época, como la tiranía del éxito. Qué culpa tienen ellos. Que hayan decidido, además, tentar la codicia de los santos inocentes convirtiendo en moneda contante y sonante los espejismos de la popularidad es sólo un detalle. Nunca más desnuda la naturaleza salvaje del juego que jugamos.