Dormida en el bus

Morodo69 · 24 Ene 2020

piuranosolitario dijo: ↑

Buen relato amigo continue
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Jajaja... Nada amigo, ahí quedó todo, aunque ahora que lo pienso, creo que la susodicha si lo sintió solo que se hizo la dormida haber hasta donde podía llegar yo, quizás estaba tan arrecha como yo, jajaja.

Morodo69 · 24 Ene 2020

sexperu dijo: ↑

Ojalá sea un relato ficticio porque eso que haces es delito (y evidencia ciertos problemas pscicológicos)
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Quizas tengas razón, pero nieguenmelo, cualquiera en mi lugar hubiera procedido igual o quizás llegado más lejos, lo que puede hacer una concha en un hombre, el momento, la adrenalina, etc. Creo que todos aquí no andamos bien de la cabeza jejeje. No lo cree?

didi2018 dijo: ↑

Lo mismo opino es un delito, pero bueno cada uno con su cosa o su historia
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didi2018 dijo: ↑

Lo mismo opino es un delito, pero bueno cada uno con su cosa o su historia
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No nos hagamos los moralistas, que peores cosas hemos hecho, a causa de sexo. Quien diga que no, pues allá el... De eso se trata esto no, de contar historias reales. Saludos.

Morodo69 · 24 Ene 2020

Cazador de Petardas dijo: ↑

Jajaj buen relato cofra. Muy avesado de tu parte hacer eso en un bus y con una desconocida. Me ha hecho recordar cuando agarraba las piernas de mi prima cuando ella dormia jajaj
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Que edad tenían? Sería interesante saber su historia con lujo de detalles jejeje. A la prima hasta que gima, dice el refrán...

Morodo69 · 24 Ene 2020

Apollo69 dijo: ↑

Que suerte que tuvo.
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Bueno la verdad que si, fue demasiada suerte. La nena tenía la zona intima bien cuidada, la cantidad de vello exacta jejejeje. Estas cholitas si que saben calentarlo a uno.

yulitos · 27 Ene 2020

Morodo69 dijo: ↑

Hola cofradía este es mi primer relato, se trata de un relato 100% real, que me paso hace poco y quizá muchos se sentirán identificados.
Estaba yo en un viaje de Huaraz a Lima, en la línea que tiene el nombre de un emperador romano; el que conoce la ciudad sabe a que me refiero, ya era época de verano en la capital, así que no lleve mucho equipaje, tan solo una mochila.

Para ese entonces yo había comprado un boleto en la última fila del bus, ya que son casi los asientos que nadie elige así podría viajar solo y fresco el resto del viaje. Casi siempre me habían tocado señoras mayores o muchas veces caballeros en el asiento de al lado, y esta no sería la excepción.

Espere tranquilo a que el bus empezará el recorrido, cuando en eso veo que se acerca una señorita con una mochila. Estaba ella vestida con un jean azul, una casaca beige, unas botas medianas, unos guantes y una chalina por el frío. Delgada de estatura mediana, 1.60 aproximadamente. Contextura normal, ni gorda ni flaca, carita redonda, ojos con unas pestañas largas largas, cabello largo y ondeado. Simpática de cara como todas las chicas de allá.
Me pidió amablemente que retirara la mochila que yo había puesto en su asiento, puesto que yo iba al lado de la ventana y a ella le tocaba el asiento del pasillo. Procedí a retirarla, me acomodé bien y el bus empezó su recorrido. Pusieron una película de esas aburridas que nadie ve, repartieron la cena y apagaron las luces.

Las dos primeras horas de viaje me la pasé viendo la película, mientras de reojo la observaba por ratos y me di cuenta que chateaba por su teléfono vía WhatsApp con alguien que deduje sería su novio, ya que se veían corazones en el chat.
Para esto ella ya había bajado su asiento porque note el cansancio en sus ojos; yo también tenía mucho sueño y procedí a hacer lo mismo, ya que pronto acabaría la película y todo quedaría en completa oscuridad.

En cierto momento de la madrugada desperté de golpe por un movimiento brusco de bus, entre medio dormido observé que efectivamente todo estaba apagado y todo el mundo dormía ya que eran alrededor de las 3:00am.

Observé a mi alrededor, todo era silencio y oscuridad salvo mi compañera de asiento, que por la luz que entraba de afuera, podía observarla en la penumbra.
Medio atontado comencé a inspeccionar a mi bella acompañante. Ella por el frío se había tapado con la mochila, la cual sostenía fuertemente con sus manos, pero se me ocurrió ir al baño del bus, así que intente despertarla para pedirle permiso pero note que no sentía las palmaditas que le daba el hombro. Una idea oscura y sucia llegó a mi mente en ese momento porque algo se encendió dentro de mi y yo sabía muy bien de qué se trataba.

Ella tenía el sueño muy pesado y yo iba a aprovechar de ello. Le di un pequeño empujoncito a modo de prueba por si despertaba diciendo en voz baja "permiso" y nada de nada.
Entonces era hora de actuar; lentamente con mi mano derecha toque su manos que se agarraban una de otra, iba a tratar de separarlas para que pueda soltar la mochila y luego de algunos intentos pude lograr mi objetivo, su mochila de deslizó hacia sus piernas y sus manos se abrieron cayendo a ambos lados de sus piernas.

Hasta ese momento no sabía exactamente lo que yo quería, lo que si sabía era que mi pene ya estaba echo una roca, goteando líquido preseminal y sentía ese típico temblor del cuerpo, cuando se sabe que uno está haciendo algo prohibido.
Tenía que arriesgarme, así que lentamente trate de separar sus piernas: ante mi tenía a una señorita de aproximadamente 23 años de edad; dormida, con las piernas separadas a mi merced; pero yo quería más.

Así que me decidí e inconscientemente busque el cierre delantero de su pantalón jean, note que tenía 3 botones, pero al fijarme bien, vi que el que estaba más abajo estaba desabotonado así como también pude notar que el cierre estaba abierto y eso dejaba un pequeño agujero donde pude divisar un pequeño espacio claro de tela.

Al acercarme note que efectivamente de trataba de su calzón. Llevaba ella un calzóncito sencillo y delgado de esos que tienen una especie de corbatita en el borde superior. Con mi mano derecha lentamente deslice mis dedos para poder palpar ese pequeño pedazo de tela. Para eso ya mi pene me dolía de lo excitado y nervioso que estaba. Puesto que si me descubrían en el acto, podrían tranquilamente lincharme y me ganaría un problema grande; pero ya no había marcha atrás, ya estaba ahí ansioso por llegar a ese tesoro que ella llevaba escondido en su entrepierna. Palpe entonces su calzoncito y note que era de una tela muy delgada, así que con una maniobra de mi dedos, hice que mi dedo indice tocará el elástico de su prenda íntima por el borde superior. Con una destreza única mi dedo fue tocando y sintiendo esa calidez y suavidad que todo vientre femenino poseé al estar en reposo y poco a poco ese dedo fue bajando abriendose paso bajo la tela de su suave truza, sintiendo de a pocos como un suave vello púbico iba aumentando en volumen a medida que mi mano bajaba; era la primera vez que hacía esta "travesura" y mi pulso andaba a mil.

Mi excitación estaba a mil por poder tocar esa zona prohibida, tan íntima de ella, la cual quizás muchos pretendientes habrían imaginado en sueños húmedos, o en largas faenas masturbatorias; yo la tenía a mi merced de manera ilícita quizás, pero era mia en ese instante.

Para ese entonces yo ya había perdido toda pizca de recato, y mi mano ya se movía segura, explorando ese terreno salvaje, que a pesar de no poder verlo, lo sentía con el tacto.
Hasta que casi me da un paro cardíaco, ella hizo un sonido como si despertara y mi mano con una velocidad que a mi mismo me sorprendió, se escondío entre mi manta y yo volvía a fingir que dormía, por si despertaba.
Para mi suerte solo fue un susto, ella solo atino a cruzar los brazos volviendose a dormir, dejándome libre el camino a hacia su zona íntima. Espere un momento a que su sueño se hiciera pesado de nuevo, mientras divisaba a mi alrededor, todos seguían dormidos, el silencio reinaba y yo estaba más despierto que nunca.

Ya eran las 4:30 de la madrugada. Espere unos segundos más y procedi a continuar con mi peligrosa aventura. para esto ya mi mano fue directamente a su entrepierna deslizó el calzón y se movía libremente bajo ese pequeño espacio; ahora mis dedos bajaban y subían alrededor de sus labios cubiertos de vello fino, pero sin atreverse a llegar al punto máximo que era la abertura de su vulva.
Yo notaba que mientras más cerca estaba de su vagina, más caliente se sentía, incluso toque su zona por encima del pantalón y se sentía un calorcito a través de el.

Ya para eso yo estaba fuera de mis cabales, ardiendo de lujuria y excitación y ya no me importaba nada, absolutamente nada; con mi otra mano sujete mi pene fuertemente y lo empecé a correr a la vez que jugueteaba con los pelos de su concha. Si, concha, porque eso era, una concha tibia y con suaves vellos en su lugar, como el de una verdadera hembra.
No pude más y eyacule como un condenado a borbotones llegando al éxtasis y no me importó mancharme el pantalón.
No era una simple paja, era una paja tocando una concha real, de una desconocida, en un bus, ella dormida, rodeados de gente, imaginen eso, era el clímax.
Como pude me limpie y retire mi mano de su zona intima.

No quiero mentirlea y decir que introduje mis dedos en su vagina y la masturbe, que ella se despertó y tuvimos sexo. Para nada. Solo cuento lo que me pasó realmente ese día, tal cual.

Nunca supe si ella estuvo despierta y simplemente me dejó hacer lo que quise, quizás si estuvo esperando que le introdujera mis dedos y quien sabe si otras cosas más, nunca lo sabré.

Hasta aquí llega mi relato, lo más fiel posible a lo acontecido esa madrugaba.
Posdata: al llegar a Lima cada uno siguió su rumbo y probablemente nunca la veré de nuevo, lo que siempre recordaré es que esa madrugada esa vagina fue mía nada más. Toque con mis dedos tal vez lo que su enamorado hasta ahora le este pidiendo y ella no se lo quiera dar.
Gracias compañera de asiento donde quiera que estés, por darme ese privigelio que quizás solo un hombre en tu vida pueda disfrutar.

Así que ya saben escojan los últimos asientos del bus, ya que podrían llevarse una agradable experiencia. Saludos cofrades.
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Hoy de vuelta de Las elecciones de la ciudad de Lima a huacho sin pensarlo me subi a un bus para regresar a mi casa y veo a una senora o senorita no se la cosa que me sente atras primero y luego vi que nadie subia y me puse a su lado sin querer Ella ibq durmiendoy hago El ademan de que me siento y se da cuenta para que no piense mal y de la nada se phone de lado y me pone Medio poto a mi mano que iba tranquilito y con El movimiento del carro y Todo encajo

Morodo69 dijo: ↑

Hola cofradía este es mi primer relato, se trata de un relato 100% real, que me paso hace poco y quizá muchos se sentirán identificados.
Estaba yo en un viaje de Huaraz a Lima, en la línea que tiene el nombre de un emperador romano; el que conoce la ciudad sabe a que me refiero, ya era época de verano en la capital, así que no lleve mucho equipaje, tan solo una mochila.

Para ese entonces yo había comprado un boleto en la última fila del bus, ya que son casi los asientos que nadie elige así podría viajar solo y fresco el resto del viaje. Casi siempre me habían tocado señoras mayores o muchas veces caballeros en el asiento de al lado, y esta no sería la excepción.

Espere tranquilo a que el bus empezará el recorrido, cuando en eso veo que se acerca una señorita con una mochila. Estaba ella vestida con un jean azul, una casaca beige, unas botas medianas, unos guantes y una chalina por el frío. Delgada de estatura mediana, 1.60 aproximadamente. Contextura normal, ni gorda ni flaca, carita redonda, ojos con unas pestañas largas largas, cabello largo y ondeado. Simpática de cara como todas las chicas de allá.
Me pidió amablemente que retirara la mochila que yo había puesto en su asiento, puesto que yo iba al lado de la ventana y a ella le tocaba el asiento del pasillo. Procedí a retirarla, me acomodé bien y el bus empezó su recorrido. Pusieron una película de esas aburridas que nadie ve, repartieron la cena y apagaron las luces.

Las dos primeras horas de viaje me la pasé viendo la película, mientras de reojo la observaba por ratos y me di cuenta que chateaba por su teléfono vía WhatsApp con alguien que deduje sería su novio, ya que se veían corazones en el chat.
Para esto ella ya había bajado su asiento porque note el cansancio en sus ojos; yo también tenía mucho sueño y procedí a hacer lo mismo, ya que pronto acabaría la película y todo quedaría en completa oscuridad.

En cierto momento de la madrugada desperté de golpe por un movimiento brusco de bus, entre medio dormido observé que efectivamente todo estaba apagado y todo el mundo dormía ya que eran alrededor de las 3:00am.

Observé a mi alrededor, todo era silencio y oscuridad salvo mi compañera de asiento, que por la luz que entraba de afuera, podía observarla en la penumbra.
Medio atontado comencé a inspeccionar a mi bella acompañante. Ella por el frío se había tapado con la mochila, la cual sostenía fuertemente con sus manos, pero se me ocurrió ir al baño del bus, así que intente despertarla para pedirle permiso pero note que no sentía las palmaditas que le daba el hombro. Una idea oscura y sucia llegó a mi mente en ese momento porque algo se encendió dentro de mi y yo sabía muy bien de qué se trataba.

Ella tenía el sueño muy pesado y yo iba a aprovechar de ello. Le di un pequeño empujoncito a modo de prueba por si despertaba diciendo en voz baja "permiso" y nada de nada.
Entonces era hora de actuar; lentamente con mi mano derecha toque su manos que se agarraban una de otra, iba a tratar de separarlas para que pueda soltar la mochila y luego de algunos intentos pude lograr mi objetivo, su mochila de deslizó hacia sus piernas y sus manos se abrieron cayendo a ambos lados de sus piernas.

Hasta ese momento no sabía exactamente lo que yo quería, lo que si sabía era que mi pene ya estaba echo una roca, goteando líquido preseminal y sentía ese típico temblor del cuerpo, cuando se sabe que uno está haciendo algo prohibido.
Tenía que arriesgarme, así que lentamente trate de separar sus piernas: ante mi tenía a una señorita de aproximadamente 23 años de edad; dormida, con las piernas separadas a mi merced; pero yo quería más.

Así que me decidí e inconscientemente busque el cierre delantero de su pantalón jean, note que tenía 3 botones, pero al fijarme bien, vi que el que estaba más abajo estaba desabotonado así como también pude notar que el cierre estaba abierto y eso dejaba un pequeño agujero donde pude divisar un pequeño espacio claro de tela.

Al acercarme note que efectivamente de trataba de su calzón. Llevaba ella un calzóncito sencillo y delgado de esos que tienen una especie de corbatita en el borde superior. Con mi mano derecha lentamente deslice mis dedos para poder palpar ese pequeño pedazo de tela. Para eso ya mi pene me dolía de lo excitado y nervioso que estaba. Puesto que si me descubrían en el acto, podrían tranquilamente lincharme y me ganaría un problema grande; pero ya no había marcha atrás, ya estaba ahí ansioso por llegar a ese tesoro que ella llevaba escondido en su entrepierna. Palpe entonces su calzoncito y note que era de una tela muy delgada, así que con una maniobra de mi dedos, hice que mi dedo indice tocará el elástico de su prenda íntima por el borde superior. Con una destreza única mi dedo fue tocando y sintiendo esa calidez y suavidad que todo vientre femenino poseé al estar en reposo y poco a poco ese dedo fue bajando abriendose paso bajo la tela de su suave truza, sintiendo de a pocos como un suave vello púbico iba aumentando en volumen a medida que mi mano bajaba; era la primera vez que hacía esta "travesura" y mi pulso andaba a mil.

Mi excitación estaba a mil por poder tocar esa zona prohibida, tan íntima de ella, la cual quizás muchos pretendientes habrían imaginado en sueños húmedos, o en largas faenas masturbatorias; yo la tenía a mi merced de manera ilícita quizás, pero era mia en ese instante.

Para ese entonces yo ya había perdido toda pizca de recato, y mi mano ya se movía segura, explorando ese terreno salvaje, que a pesar de no poder verlo, lo sentía con el tacto.
Hasta que casi me da un paro cardíaco, ella hizo un sonido como si despertara y mi mano con una velocidad que a mi mismo me sorprendió, se escondío entre mi manta y yo volvía a fingir que dormía, por si despertaba.
Para mi suerte solo fue un susto, ella solo atino a cruzar los brazos volviendose a dormir, dejándome libre el camino a hacia su zona íntima. Espere un momento a que su sueño se hiciera pesado de nuevo, mientras divisaba a mi alrededor, todos seguían dormidos, el silencio reinaba y yo estaba más despierto que nunca.

Ya eran las 4:30 de la madrugada. Espere unos segundos más y procedi a continuar con mi peligrosa aventura. para esto ya mi mano fue directamente a su entrepierna deslizó el calzón y se movía libremente bajo ese pequeño espacio; ahora mis dedos bajaban y subían alrededor de sus labios cubiertos de vello fino, pero sin atreverse a llegar al punto máximo que era la abertura de su vulva.
Yo notaba que mientras más cerca estaba de su vagina, más caliente se sentía, incluso toque su zona por encima del pantalón y se sentía un calorcito a través de el.

Ya para eso yo estaba fuera de mis cabales, ardiendo de lujuria y excitación y ya no me importaba nada, absolutamente nada; con mi otra mano sujete mi pene fuertemente y lo empecé a correr a la vez que jugueteaba con los pelos de su concha. Si, concha, porque eso era, una concha tibia y con suaves vellos en su lugar, como el de una verdadera hembra.
No pude más y eyacule como un condenado a borbotones llegando al éxtasis y no me importó mancharme el pantalón.
No era una simple paja, era una paja tocando una concha real, de una desconocida, en un bus, ella dormida, rodeados de gente, imaginen eso, era el clímax.
Como pude me limpie y retire mi mano de su zona intima.

No quiero mentirlea y decir que introduje mis dedos en su vagina y la masturbe, que ella se despertó y tuvimos sexo. Para nada. Solo cuento lo que me pasó realmente ese día, tal cual.

Nunca supe si ella estuvo despierta y simplemente me dejó hacer lo que quise, quizás si estuvo esperando que le introdujera mis dedos y quien sabe si otras cosas más, nunca lo sabré.

Hasta aquí llega mi relato, lo más fiel posible a lo acontecido esa madrugaba.
Posdata: al llegar a Lima cada uno siguió su rumbo y probablemente nunca la veré de nuevo, lo que siempre recordaré es que esa madrugada esa vagina fue mía nada más. Toque con mis dedos tal vez lo que su enamorado hasta ahora le este pidiendo y ella no se lo quiera dar.
Gracias compañera de asiento donde quiera que estés, por darme ese privigelio que quizás solo un hombre en tu vida pueda disfrutar.

Así que ya saben escojan los últimos asientos del bus, ya que podrían llevarse una agradable experiencia. Saludos cofrades.
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yulitos · 27 Ene 2020

Hoy me paso que sin querer me subi Al bus y plum una chica de sus 35 años aprox iba durmiendoy y me pone Todo El poto a mi disposition que rico le meti mas mano que la desperate a pesar de eso no me dijo nada o sea queria que le de su cariño Todo El viaje de Lima a huacho le sobe El poto que rico encima era flakita Como me gusta ai fuera por mi le hubierametido mano a Todo pero ibamos bien adelante ! Todos se ganaban con la sobadaza que le di que ricoooo

sexperu · 27 Ene 2020

jajajajjajaa la gente como alucina con sus "anecdotas 100% reales". Lo bueno es que los relatos no tienen que ser veridicos, porque sino varios aqui mancan

NOZH88 · 27 Ene 2020

sexperu dijo: ↑

jajajajjajaa la gente como alucina con sus "anecdotas 100% reales". Lo bueno es que los relatos no tienen que ser veridicos, porque sino varios aqui mancan
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Yo lo hice en un avión en un viaje de 10 horas jaja

The_Deadman · 27 Ene 2020

Morodo69 dijo: ↑

Quizas tengas razón, pero nieguenmelo, cualquiera en mi lugar hubiera procedido igual o quizás llegado más lejos, lo que puede hacer una concha en un hombre, el momento, la adrenalina, etc. Creo que todos aquí no andamos bien de la cabeza jejeje. No lo cree?

No nos hagamos los moralistas, que peores cosas hemos hecho, a causa de sexo. Quien diga que no, pues allá el... De eso se trata esto no, de contar historias reales. Saludos.
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Nose si cualquiera lo hubiera echo, particularmente yo no y coincido con algunos cofras, fue un delito

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