Con el profesor y su esposa

Hola. Mi nombre es Miguel, soy de Lima y lo que les contaré a continuación es 100% real y me sucedió hace muchos años.

El hecho en sí se dio dos años después, pero quiero contar la historia desde el inicio.

Cursaba en 4to grado de educación secundaria, había concluido el concurso de danzas folclóricas en mi colegio, tal como se estila realizar en el aniversario en los colegios de nuestro país. El profesor que le tocó a mi salón había visto en mí alguien que aprendía rápido los pasos de baile y me invitó a participar en el elenco de danzas el cual integraba él. Ahí conocí al Profesor José, quien era dueño del elenco y a su esposa Esther.

En ese elenco conocí a personas de varias edades entre hombres y mujeres, pero yo era uno de los más jóvenes. A esa edad, con que una chica tenga bonito rostro era suficiente para fijarme en ella. Quizás no me importaba o talvez no distinguía bien la diferencia entre el cuerpo de una mujer u otra. Mientras que los demás integrantes del elenco hablaban de alcohol, sexo, mujeres y sobre todo de las terribles caderas y el derrier de Esther, la esposa del profesor José.

Al año siguiente, por cosas de mis padres tuvimos que mudarnos y cambiar de colegio. Un año después, acabando el colegio, volví a Lima y decidí integrar el Elenco de danzas nuevamente, mientras veía que hacer con mi vida, si trabajar o prepararme para postular a alguna universidad.

Al regresar al elenco encontré mucha gente nueva y uno que otros amigos y amigas de hace dos años atrás. Como ya era antiguo en esa agrupación recibí la confianza del profesor José y su esposa. Junto a otros dos amigos teníamos la facilidad de entrar a su casa para ayudarles a preparar los vestuarios para las presentaciones del día siguiente. Entrabamos a una habitación grande que se usaba como almacén, todo lleno de estantes con diferentes vestimentas. Era tanto el trabajo que nos quedábamos hasta tarde y posteriormente a dormir, echando un colchón en el piso. A veces nos quedábamos los 3, otras veces uno u otro, dependiendo de la ocasión.

Con 17 años ya distinguía como el cuerpo prominente de Esther resaltaba mucho en comparación a las otras chicas del elenco. Esther era toda una señora, de unos 32 o 34 años, 1.60m, trigueña, no recuerdo el tamaño de sus pechos, pero si el tremendo trasero que tenía, era verano y ella andaba en falda, todos veíamos como sus piernas resaltaban junto a su rico trasero bien proporcionado. Recordé lo que comentaban los amigos hace dos años atrás y efectivamente no se habían equivocado, la esposa del profesor tenia lo suyo. Pero yo actuaba de forma normal, con mucho respeto, sin pensar lo que sucedería más adelante…

 

Buen preámbulo continúe pronto por favor

 

continúa tu relato amigo

 

Parece que esta saga promete

 

Buena , se ve muy prometedor. No demore

 

Al parecer acá hiciste tus prácticas sexuales, adelante brother con el relato se ve interesante.
Saludos.

 

Buen inicio cofrade nuevo,tuviste suerte a mi me tocaron puras profesoras viejas

 

Como cambian los tiempos , ya en mi época las profesoras iban mejorando para bien y deleite de sus alumnos. Actualmente debe ser mucho mejor el panorama. Que ganas de volver a a la secundaria.

 

Del cole no tuve profes ricas....pero en la Universidad si csm y habian 2 que le gustaba tirar con alumnos y uno feliz jaja

 

Vamos Miguel, te haces esperar mucho con la continuación del relato

 

Cofra lo q puedo entender, según el titulo y parte del relato, es que hicieron un trío hmh el profe, su esposa y usted? Me gustaría la aclaración.

Fuera cual fuera la respuesta el relato promete. No nos haga esperar cofra, continúe.

 

Continue la historia cofra

 

Cofra prosiga con el relato, se ve interesante...

 

Continua el relato kofra buena historia

 

• 

En realdidad no era profesora, profesora... Era la esposa de quien impartía las danzas, quien respetuosamente le decíamos profesor.

Disculpen la demora. Aprovechando la cuarentena estoy escribiendo la continuación.

Algo de lo que mencionas es cierto, casi le atinas. Ya lo leerás en la siguiente parte.