El número de la kine fantasma

Esta historia por mas inverosímil que parezca es real, no le sucedió a un amigo de un amigo, me sucedió a mi y todo empezó la noche en la que mi ex termino conmigo para irse con otro pata.

Eran como las 10 de la noche y caminaba yo por lince, fumando un pucho mientras pensaba en los cinco largo años que había desperdiciado con una mujer que a la primera que pudo me dejó por un wewon que ella recién conocía, nunca supe bien la historia y la verdad nunca me preocupe en averiguar que es lo que realmente sucedió solo Salí de su casa, y camine sin rumbo hasta notar que estaba en lince.

Como eran las diez de la noche pude notar a varias rufianas por la zona, al ver tremendos lomos y al estar yo despechado decidí ir al lions spa que estaba a unas cuadras, no es mi lugar favorito, pero allí tendría tiempo para poder relajarme ver flacas y saunear un rato.

Al llegar, lo de siempre, pagué, guardé mi ropa en el casillero, me metí una ducha bien fría y me senté en los sillones a ver tele. Era un día martes y no había buen material así que decidí esperar a ver si alguna kine medianamente buena bajaba y lograba convencer al muchacho, como a las dos horas de estar medio dormido viendo tele en el sillón siento que alguien se sienta a mi costado y me pregunta como me llamo, me saluda amablemente y lo primero que logro notar es sus enormes tetas de color blanco cajamarquino.

No recuerdo bien su nombre empezaba con N creo era Nuria o Nurka o algo así era una chata, chola blanca bien producida con rostro de niña que parecía nueva en el negocio, así que sin pensarlo mucho decidí atenderme con ella.

Al llegar a la habitación me pregunto si quería unos masajes, la verdad es que no tenia ganas de eso y la chata me había arrechado bastante así que sin responderle de frente la sujeté las nalgas y empecé a succionarle las enormes tetas que tenía, -veo que no tienes ganas de un masaje- respondió mientras se terminaba de quitar la bata.

Al verla sin bata, de frente la puse sobre la camilla y sin mencionar palabra alguna empecé a recorrer todo su cuerpo, lentamente y sin apuros, realmente quería disfrutar cada parte de la cajacha y si tenia que pagar extra por mas tiempo estaba decidido a hacerlo, al llegar a sus piernas las levante lentamente y como ella estaba boca arriba las puse en mis hombros, ella se dobló un poco me puso el preservativo y decidí metérsela lentamente. Ella emitió un pequeño gemido, estaba lubricada así que no le dolió nada.

Así fue por un rato, no quería dejar de darle en esa pose ya que me encantaba ver como ella cerraba los ojos y se mordía los labios mientras le daba en el vaivén de metérsela y sacarla de cuando en cuando frotaba mi pene sobre su clítoris haciendo que se retuerza de placer. A los pocos minutos la sujeté de las caderas la levanté de la camilla y la puse en cuatro logrando apreciar de mejor manera sus blancas y grandes nalgas se la metí sin pedir permiso mientras la sujetaba de sus caderas con una mano y con la otra le jalaba el negro y largo pelo que tenía. Puedo jurar que ella lo disfrutaba bastante.

Luego de un rato logre eyacular como en mucho tiempo no lo hacía, ella cansada con sudor y satisfecha -aun tenemos tiempo para unos masajes si quieres- me dijo. Acepté y mientras me hacia los masajes conversamos por un buen tiempo mentiría decir cuanto nos dimos cuenta que ya era hora de bajar -te molesta si me das tu número? - me preguntó un poco arrochada -no para nada- respondí dándole mi numero sin preguntarme por que me lo pedía y sin saber que esa sería una decisión de la cual hasta el día de hoy…

No se si arrepentirme….
Continuará

 

Esperamos la continuación, para ver de qué se trató la pedida de cel ojalá sea para seguir comiendola.

 

Nada de arrepentimientos siga pa adelante cofra

 

Su relato me parece interesante hasta tiene un aire de terror, continúe Cofra

 

Continúe cofrade, parece interesante su historia...... Saludos

 

Interesante inicio, no demore mucho con la continuacion

 

Siga con la historia, se ve interesante...

 

Pense que la kine te di su numero y usted lo compartiría con la cofradia jejje

 

Segunda parte.

Salí de la habitación, cansado pero feliz, por casi una hora había olvidado la infidelidad de mi ex, al llegar al primer piso luego de bañarme nuevamente me recosté un rato sobre los sillones pero me quedó la intriga del por que aquella kine pediría mi numero de celular ya que es una práctica muy poco común en ese ambiente -posiblemente luego me pedirá salir aparte y cobrarme libre de la comisión que le saca el sauna- pensé -o quizá como le dije que trabajaba en televisión pensaría que siendo mi kine-amiga podría pasarle datos de casting- así que luego de tener esas opciones en la mente no le di mas importancia y decidí olvidarme del asunto por lo menos hasta que me llame si es que lo hacía.

Luego de atenderme con aquella mujer no la volví a ver, no me pareció extraño ya que pensé que su turno habría terminado y seguro ya se estaba por ir. Pasaron algunas horas y luego de conversar con alguna que otra kine y de invitarle sus respectivas chelas a una de ellas decidí irme del lugar.

Al salir del sauna guardé mi celular el cual ya no tenia batería, pedí un taxi por aplicación, llegue a mi departamento y muy tranquilamente dormí como un bebé.
Al día siguiente todo transcurrió normalmente, fui a mi oficina a trabajar como normalmente lo hago, en la noche tenía que dictar clase en una conocida universidad así que no me conecte al celular si no hasta media noche que llegue a mi depa.

Mientras revisaba exámenes a las tres de la madrugada mi celular me envía una alerta de mensaje de wasapp, un numero desconocido me había escrito -hola, soy yo, ¿estas despierto? - preguntaba al toque se me vino a la cabeza que podría ser la kine que había conocido en el lions así que la agregué y le respondí con un emoticon de OK -¿tienes ganas de vernos hoy?- ante esta pregunta me quedé asombrado -si claro, pero mira la hora, es muy tarde y yo estoy en Miraflores- respondí un poco receloso -tienes razón- dijo ella -y mañana? Te prometo que si no lo disfrutas no me pagas- insistió. Y ante tal propuesta decidí aceptar, al día siguiente a las diez de la noche ella iría a mi departamento y pasaríamos un par de horas juntos a un precio moderadamente bueno.

Al día siguiente, me fui a trabajar, grabamos algunas escenas para un comercial de cerveza, y pues al terminar de grabar el cliente amablemente decidió invitarnos cuanto licor pudiésemos consumir.

A las ocho de la noche decidí regresar a mi casa, si bien no estaba borracho si me encontraba en una situación un poco comprometedora, así que al llegar me metí a la ducha me tomé un café bien cargado y sin azúcar y me senté en sillón a esperar que llegara mi cajacha.

Diez en punto de la noche el portero toca el intercom indicando que una señorita me buscaba, le di la indicación de que suba y al llegar el ascensor la puede ver en todo su esplendor, la misma yegua, sonriente con rostro coqueto. Pero habia algo extraño, era ella pero de alguna manera tampoco era ella, nunca supe como describirlo así que pensé que como la cerveza aun estaba en mi cuerpo no estaba siendo muy claro en mis dudas. Ella entró a la sala, le serví una copa de vino que acepto encantada, -podrías apagar un poco mas las luces?- me preguntó -es que quiero ver mejor la calle desde el balcón- su propuesta no me pareció extraña en ese momento y es que la mayoría de mujeres que caían en mi departamento me pedían que apagara las luces para poder asomarse en el balcón y es que desde el decimo piso donde vivo, se puede ver la costa verde y de noche con la luz apagada realmente es inspirador tomarse un vino, debo aceptar que por ello cada centavo de sobre costo que pagué al banco por ese departamento valió la pena.

Y así fue que luego de un rato por iniciativa de ella fuimos a mi habitación, le quité la ropa lentamente y pude notar cada lunar y parte de su cuerpo que unas noches atrás yo había memorizado, le lamí los pechos lentamente hasta arrodillarme y frotar sus contundentes piernas, me puse el preservativo la cargué y contra la pared le metí absolutamente todo el miembro, el licor me había adormecido así que duré mas de lo normal, no me cansaba de tenerla cargada ya que sentir sus gemidos en mi oído era lo mas excitante del universo. Al cabo de un rato la recosté sobre la cama se puso en cuatro y le di fuertemente mientras me sujetaba de sus caderas. Fue allí donde noté algo extraño, en la espalda tenia una enorme cicatriz que le marcaba toda la columna, no recordaba si la primera vez la tenia y eso generó en mi cierta intriga. Como estaba tirando de lo mas rico, decidí no preguntar, yo estaba pagando por sexo, no para hacerle preguntas incomodas a la kine.

Al día siguiente desperté de sobre salto, estaba yo desnudo y muy relajado, no estaba la flaca -chuxxa- pensé -ya que robó la billetera o posiblemente otra cosa- pero al levantarme de la cama y revisar mi celular encontré un wasapp de ella que decía -te quedaste dormido, luego te paso mi numero de cuenta para que me hagas el deposito, se donde vives, así que no creo exista algún problema- al final del texto emoticones de besos y corazones cerraban el mensaje.


Continuará

 

Que siga la historia

 

Espero que tu historia siga pa Lante ..

 

jaja ptm

 

Primera vez que escucho que una kine no cobra por adelantado. Se enamora del cofrade o ya tienes ya cliente asegurado.
Saludos.

 

Sigue prometiendo esta historia

 

muy buena historia cofrq

 

Pues por mi lado varias me cobran al final, ya dependerá de la confianza o la empatia que se logre.

 

Interesante relato como terminara eso da mucha curiosidad si al final diras que fue una fantasma o alma verdadera.

 

Y un día apareció bombomcita