"Concurso relato 2019" Midiéndole la velocidad y otras cosas

Esta historia tiene varios años, pero lo recuerdo como si hubiera sido ayer, ese tiempo trabajaba en Huancayo y todos los viernes a las 5:45 subía a mi carro y salía disparado hacia Lima. Después de casi un año, al fin salió mi nombramiento para una plaza en Lima, así que, después del almuerzo de despedida inicié feliz, mi último viaje de regreso a Lima.
Fue un viaje muy malo, primero se baja la llanta, me cruce con varios convoyes de camiones y por adelantarlos me paso al carril contrario y había un patrullero que me hace la señal de alto; ¡¡el colmo de la mala suerte!!!, ahora a negociar con los polis.
- Buenas tardes oficial, disculpe la maniobra pero los camiones van superlentos y se puede recalentar los frenos.
- Buenas tardes, sus documentos por favor; sabe la infracción que ha cometido? Sabe cuanto es la papeleta?

La pregunta típica de policías, te asustan de inicio para que te vayas haciendo una idea del costo de salir del problema.
- Si estoy al tanto de la infracción, por eso necesito de su apoyo para conservar mi record intacto.
- Joven, eso está difícil, estoy con el brigadier y la técnica de control.
- Vamos, yo sé que es posible, quiero ayudarlos también, hacen un trabajo muy importante.
- Voy a hablar al brigadier, pero tiene que ser una buena ayuda, no me dejes mal.

Me quedo parado al lado de mi carro mientras esperaba al brigadier, quien venía con su papeleta.
- Buenas tardes joven, sabe que es viernes y el pago de la papeleta es en la Municipalidad de San Mateo?
- No quiero hacerle perder el tiempo (mientras le ofrecía la mano con un billete de 50 bien camuflado)
- Ya son casi las seis de la tarde y quiero irme, así que no me vengas con pequeñeces (mientras me dejaba con la mano en el aire).
- Vamos, necesito su comprensión (en la otra mano tenía otro billete de 20).
- Aquí tiene sus documentos (me da la mano, mientras se lleva los 70 soles), pero tiene que hablar con la técnica, ella es de la Municipalidad.

Me acerco a la patrulla y veo a una señorita, morena, de unos 25 o 26 años, delgada y con acento colombiano, que de buenas a primera me dice:
- No sé qué has arreglado con los policías, pero yo debo hacer mi informe a la Municipalidad.
- Buenas tardes, no he arreglado nada, pero quiero dejar claro que no he cometido infracción, estás de acuerdo?
- No, yo tengo que reportar su infracción.
- Tienes foto del caso? (el policía me avisó que la cámara estaba para otro lado)
- No, pero sé que invadió el carril contrario.
- Pero para adelantar camiones, debes usar el carril contrario.
- No lo sé, pero debo repórtalo y ya nos estábamos yendo.
- Yo también estoy muy atrasado, necesito continuar mi ruta, me estás demorando vanamente.
- Lo siento debo reportarlo.

Los policías suben al patrullero y me pide que los siga (me sentí recontra estafado), así que tuve que ir atrás de ellos hasta la municipalidad, que ya estaba cerrada; se bajan los policías y me piden que hable con la técnica.
- Habla bien con ella, es nueva en esta municipalidad y recién va en su primera semana, pero ya se fueron todos, solo tiene que dejar los equipos.
- Gracias.

Vamos por el segundo intento, esta vez habrá que usar otro acercamiento, se veía algo triste y melancólica, así que:
- Disculpa que siga insistiendo, quiero saber si todo queda ok, con mi caso.
- No está bien, pero puede irse (me iba gustando cada vez más, su acento, su voz).
- Gracias, mi nombre es Daniel, el tuyo es?
- Soy Lili, ya puede irse, igual no quedo grabado nada.

Era viernes 6 de diciembre, recordé que en Colombia se celebra el “día de las velitas” el 7 y 8 de diciembre, es casi como navidad, se reúne la familia, se revientan cohetes y todos brindan.
- Eres de Medellin, cierto? (su acento paisa, la delataba)
- Si, soy de Robledo, conoces? (le iba saliendo una sonrisa)
- Mas o menos, viví un par de años en Colombia; mañana empieza el día de las velitas y recordé como era, vas a decorar tu casa? (esos días se ponen velas y lamparitas en la entrada de las casas, como un caminito).
- No, tengo que ir a Lima, vivo allí con mi hermana.
- Ya que me has ayudado, déjame llevarte, es lo menos que puedo hacer, de paso conversamos y me cuentas como vas a celebrar.

Y así empezó este encuentro, la esperé media hora y salimos rumbo a Lima; Lili estaba con mejor semblante, no era muy simpática de rostro, pero tenía un cuerpo atlético, que escondía en una ropa muy ancha para su talla. Tenía que hacerla reír, solo así lograría algo romper su frialdad.
- Hace cuanto tiempo que estas fuera de Colombia?
- Estuve más tres años en Chile y voy cuatro meses en Perú.
- Vaya, que bueno que no se te pegó el acento chileno.
- Ja ja ja ja.

Iniciamos una buena conversación, era ingeniera de comunicaciones y había comenzado a trabajar hace un mes en Lima y la enviaron a San Mateo para la calibración de equipos de control de velocidad, luego de un par de horas llegamos a Chosica.
- Me muero de hambre, ya probaste el pollo a la brasa?
- Si, me gustó mucho, pero es un poco grasoso.
- Entonces te falta probar el pollo a la leña, es más jugoso y tierno, va muy bien con una ensalada fresca.

Aproveche en parar en un restaurant campestre que tenía alojamientos, así que pedimos un pollo completo con ensalada y para sentar la comida un vino blanco, conversa va y viene, nos mandamos dos botellas de vino y cuando iba a empezar la última etapa (convencerla para quedarnos en el hotel), se me adelanto totalmente.
- Me caes bien y eres agradable (no soy muy simpático, soy un poco chato, pero me mantengo en forma y visto muy bien) pero siento que solo quieres encamarte conmigo.
- Si, la verdad es que siento mucha química contigo, me gustas y hace bastante tiempo que no tengo pareja (había que ser directo y sincero).
- No te creo, pero todo depende de tu siguiente respuesta – porqué te gusto?
- Eres inteligente, sincera y conversar contigo me ha traído muchos recuerdo, mi anterior pareja también era colombiana.
- Vaya, quieres tener sexo conmigo porque te recuerdo a tu ex-novia?
- Mmmmm, vaya que eres inteligente, muy buena tu forma de dar vuelta mis argumentos.
Se me acerca y me susurra al oído - no seas bobo, si quiero quedarme contigo, pero no te hagas ilusiones - Ok.

Inmediatamente pedí una habitación, allí comenzamos a besarnos muy suavemente (la verdad estaba algo asustado) y Lili comenzó a tomar el control, parecía que no había estado con un hombre hace mucho tiempo, se puso algo agresiva y dominante.
- Ya báñate rápido.
- Vamos juntos a la ducha - le dije.
- No, yo me baño sola, tu primero.

Una hora después estábamos listos para la acción, la abrace con fuerza, Lili tenía unos senos chiquitos y unos pezones oscuros, un cuello largo y delicado en unos hombros musculosos (practicaba karate o algo así).
Nuevamente trató de tomar el control, pero esta vez le ofrecí resistencia - había que mostrar quien manda – le quite la toalla del cuerpo, mordí sus pezones, bese su ombligo, sus caderas, iba bajando, llegando a su vello púbico – ¡NO! – me dijo, me detuvo en seco.

La eche boca abajo y comencé a trabajar en su baja espalda, iba subiendo hacia su nuca, tenía una piel color canela, muy bonita, lisa, brillante, bese cada parte de su espalda, mordí levemente su nuca – Nuevamente me detuvo cuando quise quitarle la toalla de la cabeza.

Tuve que bajar a lo píes, si bien eran grandes, estaban bien cuidados, a besarlos poco a poco, a subir hacia sus rodillas, allí se rindió, sentí como se arqueaba en la cama, como gozaba, como se mojaba; agarre el preservativo, lo abro y se lo doy – Pónmelo – le digo.
Sin siquiera pensarlo, ni decir nada, procedió a cumplir y echarse nuevamente en la cama, me miraba directamente, abría las piernas, pero no decía nada; así que, a la bese en los muslos, sentí su calor, su humedad – Lo quieres – pídelo, vamos pídelo.
- Si lo quiero, respondió, te deseo, no sabes cómo me siento.

No podía hacerla esperar más, encima estaba recontra aguantado, ese momento ya no pensaba en nada, adiós estrategias, así que rápidamente me coloque encima de ella, en misionero, en cuanto sintió la penetración comenzó a ajustar, a moverse levemente y cerrar los ojos, sin hablar, sin sonidos, sin gestos, solo se concentraba en su placer; creo que me faltó algo de frialdad porque en un minuto se me vino todo.

Quedé exhausto y relajado, con algo de vergüenza por terminar tan pronto, que Lili todavía no llegaba a su climax, pero no podía más, me hice a un lado de la cama y ella me miró con algo de reproche, pero no dijo nada.
- Voy a bañarme, Le dije.
- No, vamos a caminar un poco, me dijo y de su bolso, saco un short y un top.

Poco a poco me iba dando cuenta que había venido preparada y solo me dejaba creer que yo tenía el control de la situación. Caminamos por la piscina, bajamos al río, me comento que este lugar le recordaba su tierra, que extrañaba mucho a su familia y que no había regresado en muchos años; yo estaba satisfecho (a pesar de mi mala performance) pero sentía que tenía que cumplir con ella.
Al cabo de un rato, regresamos a la habitación y retomamos a acción; allí me di cuenta que yo era la presa y no el cazador, Lili había previsto todo y el paseo solo fue para hacerme retomar fuerzas. Era del tipo de flacas controladoras.

Esta vez la deje tomar el control, se sadiqueó un poco conmigo, me dejo un par de marcas de sus dientes en mis tetillas y mis hombros, me mordió los labios hasta hacerme sentir el sabor de sangre en mi boca.
Se subió encima mío y me cabalgo frenéticamente, le cogía sus caderas mientras veía como cerraba los ojos y se entregaba a su placer, esta vez tenía que cumplir.
Se detuvo oportunamente y cambio de posición, se acostó a mi lado mientras pedía que la abrace, la bese y la penetre, no podía moverse mucho, pero ajustaba bien.
Cambiamos nuevamente, se puso encima de mí y me cubrió con su cuerpo, mientras me ofrecía sus pechos y sonreía tranquilamente en éxtasis, en ese punto había que darle un giro a la situación, ahora me tocaba a mí.
Como preámbulo, la acosté boca arriba, inicie por su ombligo (pequeño y bonito), baje poco a poco, estaba bien mojada, sople suavemente mientras cogía un nuevo preservativo (siempre seguro) y le hice una sopa que la hizo gemir (al fin dijo algo) se vino nuevamente, sentí su sabor dulzón en la boca, era momento de la última parte.

La voltee, nuevo preservativo y a buscar ese potito morenito (es importante que sea muy rápido esta parte), cuando se dio cuenta de lo que quería, ya era tarde, ya estaba encima de ella y con la cabecita ya empezaba a acariciar su anito.
- No por favor, me va a doler.
- Tranquila, tranquila, vamos muy despacio, si te duele me detengo.

Seguí con la embestida, suave, poco a poco, sentí como relajaba su potito, como estiraba las manos y cogía el colchón, estaba sintiéndolo (creo que fue su primera vez), solo gimió un poco, había que subir el nivel.
Empecé un poco más fuerte, más rápido, soltó un – Aaaahhhhhhh- le cogí las manos, besé su nuca, pequeñas mordidas, ella apretaba sus dientes, cerraba con fuerza sus manos en el colchón, estaba en pleno climax, así que me relajé un poco y terminé también. Ya era más de media noche, nos bañamos juntos y nos quedamos a dormir.

Este relato ha salido más largo de lo calculado, espero haberlos hecho imaginar y recordar sus propias historias, para hacerla corta, salimos un par de veces más, pero fui algo cobarde y dejé que se regrese a Colombia. Hace varios años que ya no sé nada de Lili, pero siempre la recuerdo gratamente.

Saludos cofrades.

 

Buena experiencia, me hubiera encantado tomar tu lugar con la morena, provecho (envidia honesta)

 

Encontré una fotos de la sesión, alguien sabe como se sube?

 

Cofra, excelente jugada con la colocha, buen premio, incluido el tubo.

Saludos Cordiales

 

Realmente fue una buena jornada