Crónicas del Placer La kine y la mafia rusa

Era una madrugada cualquiera de un dia cualquier en ese sauna que se había convertido en mi segundo hogar, mi oficina quedaba a media cuadra y se me hacía una vida conducir hasta mi depa, pelearme con el tráfico y los choferes de que ahora votarán por Keiko o el enfermo de López Aliaga. Así que prefería el cómodo sillón reclinable del sauna, unas cuantas toallas y dormir como un niño, previa ducha y sesion en cámara seca y de vapor.
Como iba en plan relax no tomaba servicio ni de kines ni de tantrico, además que ya me habia tirado a casi todo el staff en esos años de adicción al sexo desenfrenado.
A decir verdad, la pandemia me salvó de esa vorágine de putas, orgías, sexo anal y corridas en la boca de las kines en que se habían convertido mis fines de semana.
El local era decadente pero confiable, los sauneros nos conocíamos todos de vista, las kines igual y nunca había sido testigo de broncas o robos. A veces llegaban tipos ebrios (hasta un par de alcaldes) o los amigos orientales del dueño, pero todo estaba dentro de lo normal, incluso las pocas veces que vi colombianos o venecos todo estaba tranquilo.
Hasta que una madrugada entre sueños y la repetición enésima de Fox SPORT escuché voces en ruso que me despertaron, cuando abrí los ojos a punto de reclamar vi a 5 tipos que pasaban el metro ochenta, con caras de pocos amigos y llenos de tatuajes.
- La csm, perdí - pensé.
Ya no podía dormir, estaba seguro que esos tipos venian a matar a alguien o robar, algunos sauneros de los pocos que quedaban al despertar empezaron a ir a sus casilleros a vestirse y yo tambien estaba en las mismas.
Vi que los rusos se habian jalado a las cinco kines que estaban de turno y empezaban a tomar con ellas.
Me quedé por la curiosidad y porque se me hacía raro esa situación, al rato vi que a la "leona" una kine veneca deliciosa con el cabello rubio ensortijado la subían a los cuartos con camilla dónde se tiraba, pero ante mi sorpresa y las de las kines que no entendian nada, los cinco rusos subían con ella. Los toalleros quisieron evitarlo pero no les llegaban ni al pecho esos enanos de m.
La rubia estaba entre ebria y stone, parece que le dieron esa droga etérea que se hizo común entre las meretrices.
Lo peor (o mejor) estaba por empezar y aún quedaban muchas horas para el amanecer.

 

Uffff mítico local. Continúe el relato cofra!

 

Asu, cofra se pone media fea la cosa. siga por favor

 

Cuando los rusos subieron con la chama, yo los seguí hasta el segundo piso. Hasta ahí habia llegado también la administradora quien con señas y muy nerviosa trataba de explicarles a los rusos que cada uno de ellos tenía que firmar un ticket y que no se podia hacer ese gangbang que tenían en mente.
El tipo más alto tomó el talonario de la chama, sacó un buen fajo de boletos (cada ticket valía 300 soles) a la señora encargada que ya estaba temblando del miedo y solo atinó a entregarles a cada uno un preservativo.
Acto seguido entraron los 5 con la veneca que apenas se podía mantener en pie y con un ataque de risa propio de la ebriedad o alguna sustancia. Era tanto el tumulto que dejaron la puerta del cubil abierto y yo me acerqué aprovechando el desconcierto. Pude ver como los 5 fueron a por ella y le arrancaron el vestido blanco ceñido que le resaltaba el tremendo rabo y las tetas operadas. La arrodillaron y el ruso más alto se sacó la toalla y le metió sin más su verga hasta atragantarla en medio de arcadas. Luego de literalmente follarle la boca sin preservativo, le tocó el turno al segundo, que la levantó en peso como si fuera un papel y la puso boca abajo directo a su verga, lo que aprovecharon los otros para manosearle la vagina y el culo sin ningún tipo de reparos.
Así me quedé varios minutos hasta que la subieron a la camilla y le abrieron las piernas como pavo en navidad, el ritual iba a ser el mismo de la mamada, solo que me percaté que esos rusos de m no iban a colocarse el preservativo para tal faena.
El ruso que parecía el jefe de la pandilla fue el que inició la penetración, literalmente partiendo en dos a la chama que no podia gritar porque tenia dos vergas en la boca que se intercalaban, además de muchas manos golpeando sus tetas y vientre con cachetadas secas y toallas mojadas.
El espectáculo era dantesco y subió de decibeles cuando luego de todos follarle la concha, la pusieron en perrito y le escupieron el ano para follarle el culo.
La chama quiso reaccionar dentro de su ebriedad pero poco pudo hacer, los rusos cambiaron de parecer y la levantaron en peso y colocaron encima de la verga de uno de ellos, para luego de maniatarla el jefe le clavaba la verga en el culo sin mucho trámite, soltando la veneca un grito desgarrador.
- Ayyyyyyyyyy!!! Coñoooooooo!!!

-Lacsm- pensé en voz alta.

No pude contener la expresión de sorpresa y un ruso dirigió su vista hacia donde yo estaba.

- La ptm eso me pasa por sapo- pensé para mis adentros y me agaché debajo de una camilla en el cubil donde me había refugiado.

 

Y luego qué pasó? Que dijo la administración, como salió la chica? Terminaron los rusos y ahí nomas se fueron en una? esta bueno el relato.

 

Preguntas sin resolver

 

Creo que se la empujaron al sapo

 

jajajajajaja, por sapo lo reventaron

 

Ala . Bueno. Yo una vez me metí con una chica de night que estaba con un narco. Hasta la flaca estuvo presa por burrier en Argentina. Bueno, también jugué con fuego. Tuve suerte.

 

Si cofra, un pata se metió con una así en tingo maría y tubo que salir de madrugada y con lo que tenia puesto porque ya lo estaban buscando en el telo

 

Me recordaste otra anécdota muy similar en Ciudad Constitución, cófrade.
Voy a continuar el relato pronto pero agradecería unos likes de estímulo porque creo ha pegado la historia.

 

Siga cofrita, que se me caen los pocos pelos que tengo de tanto esperar. Está interesante la historia.

 

MUY ENTRETENIDO EL RELATO,ESPERO CON ANSIAS LA CONTINUACION

 

Кто здесь?

gritó el ruso hacía dónde estaba escondido, amparado en la penumbra y la camilla.
Cuando lo vi acercarse pensé en las pocas opciones que salir de esta: no podia ni enfrentarlo porque me llevaba dos cabezas, ni meterle floro porque el ruso no sabía ni una palabra de español.
Resignado a mi suerte esperaba mi destino conteniendo la respiración, felizmente el tipo estaba ebrio y drogado, sumado a los gritos contenidos de la veneca que seguía en una doble penetración de película porno me daban una ligera esperanza de salir librado.
Felizmente cuando el ruso ya estaba en el umbral de la habitación y trataba de distinguir mi figura escondida entre las toallas, uno de sus camaradas lo llamó con una palmada en la espalda y se lo llevó de regreso a esa orgía que parecía matanza.
Respiré aliviado y antes que cerraran de un golpe la puerta de la habitación escenario del gangbang, pude ver a la veneca sostenida de sus cabellos y lanzada como una muñeca de trapo por los aires al mejor estilo de Jessie Rogers en ese video celeberrimo que terminó su carrera en el porno.
Siguiendo mi instinto de supervivencia salí disparado bajando las escaleras a velocidad de un rayo, donde me encontré con la administradora tratando de comunicarse con el chino Lee y las pocas kines que quedaban ya vestidas para marcharse, salvo Brunellita.
- Sra Camucha, déjenos salir!
- Esperen chicas, por favor no me dejen ahora.
- Arriba están matando a la chica!
- Tranquilas, los rusos están pagando muy bien y después de Leonella van a pedir más.
- Ni por todo el dinero del mundo! -Gritó la más veterana de las kines.
- Leonella va a ganar 50 tickets.
(Silencio sepulcral)
Cincuenta tickets era, culto y distinguido lector, la friolera de 15 mil soles, ya que cada ticket valía 300 soles por ser nueva en el sauna, tener un culo de campeonato y una mirada lobuna con cabello ensortijado.
De esas 15 lucas, con muertos y heridos le tocaban 8 mil a la veneca, haciendo dudar a las kines que ya estaban en la puerta de salida.
Pero los gritos desesperados, los golpes secos contra la pared y el tiempo transcurrido (pasaba ya la hora de sexo salvaje) eran cada vez más constantes.
Algunas putas movidas por la codicia ya estaban regresándose de la puerta de salida hasta que los ruidos de arriba terminaron. Subimos al segundo piso y vimos salir de la habitación lo que quedaba de Leonella: apenas podia mantenerse en pie, su maquillaje recorría su rostro y sus lagrimas, tenía el cuerpo enrojecido y un hilo de sangre salía de su vagina y culo.
Sus compañeras de trabajo la ayudaron de inmediato ya que estaba al borde del desmayo.
- cónchale vale estos mamaguevos me destruyeron, alcanzó a decir.
- Ni cagando me quedo! - gritó la veterana - mucho más cara me va a salir la clínica!
Sus amigas le hicieron caso y pese a las súplicas de la administración se fueron de ese infierno decadente... Menos Brunellita, quien permanecía impávida tomando su botella de agua sentada en la silla frente al mostrador. Ella tenía 18 años y estaba en su apogeo, con ese culo fenomenal que resaltaba sobre su cuerpo y mirada de niña.
Me acerqué a ella con la confianza de ser caserito y le pregunté por qué no se iba y salvaba literalmente el culo.
- Son ocho mil soles, corazón- fue su respuesta.

 

Buena historia! pobre flacas lindas que tienen que aguantar por el dinero, aparte se habrá hecho sus chequeos, el mismo local les facilitará chequeos? quien sabe, pero como dicen la clínica y/o medicinas va costar más que lo ganado en ese momento.

 

Jajaja. Que buena.

 

ajajaj que buena historia

 

Jajajaja la destruyeron a Roxi y no seas pendex como Gregory, el Gordito y el Chato que cambiaba el eucalipto le iban armar el paro a esos compadres. Y bueno Rubi si que le entraba a todo, esa chibola era bien foraja si habyia plata de por medio...!!!

 

hermoso culo de la rusa es blanca y rosadita tiene su concha

 

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- Señor, mejor váyase que esto puede terminar mal, ya llamé al dueño y sus amigos están alerta.
Era la señora Camucha quien me alertaba la posiblidad que ese sauna fuese escenario de una pelea de mafias extranjeras: la del dragón rojo vs la rusa.
- No se preocupe señora, en un par de horas amanecerá y no va a pasar nada.
En verdad estaba muy confiado, una pelea de ese calibre hubiese supuesto demasiado escándalo y el cierre definitivo del local. A nadie le convenía eso, ni a los sauneros, ni a las putas y menos a los dueños.
Los rusos bajaron de la habitación y se metieron a las salas de vapor entre risas y burlas, no era necesario saber su idioma ya que por sus gestos estaban narrando toda la faena que habian tenido.
Me di una vuelta por todo el local para prepararme para lo que vendría: solo estaban los toalleros de siempre, las recepcionistas y doña Camucha, sin contar algunos tios que dormían la lirona en las camillas más oscuras y no los despertaba nadie.
Las masajistas se habian marchado con las demás kines, eso estaba confirmado. Solo Brunellita quedaba pero la había perdido de vista.
Empecé a husmear por los cuartos hasta que encontré a la chibola, pero su semblante ya no era el de hace un rato cuando me espetó las ocho mil razones que tuvo para quedarse y recibir el castigo de esa manada.
- Todo bien?
- No, acabo de ver a la veneca...
Era cierto, la leona nunca se había marchado!
- Y cómo está?
- Destruida! Apenas puede moverse...me dijo que ni los árabes son así de enfermos! No solo la penetraron a la vez anal y vaginal...le metieron dos pingas en la concha y dos en el culo, la asfixiaron, la hicieron vomitar, la orinaron, la escupieron, la mordieron, le metieron el puño en la vagina, sacaron una bolsa de coca y la hicieron consumir, le echaron en el culo y la vagina y jalaron de ahí, la filmaron, la arrojaron contra la pared... está llena de moretones, le duele todo el cuerpo...yo no quiero terminar así, ayúdame por favor!!!
Me quedé de una pieza, solo trataba de consolarla, algo se movió en mí, ese músculo que ustedes, clientes que se enamoran de meretrices, les regalan peluches y esperan emocionados su saludito de san Valentín llaman corazón.
Y yo que hace mucho tiempo dejé de tener sentimientos ni empatía con el prójimo y mucho menos con las mujeres, que las he cosificado hasta el cansancio, le dije la mayor de mis medias mentiras.
- No te preocupes, yo me haré cargo.
En el primer piso se escucharon voces: eran los rusos que pedían a gritos su nueva víctima y yo tenía un plan.