Un sueño hecho realidad con una universitaria blanca y pituca

Hace ya casi 2 años acabé el colegio, una etapa inolvidable, pero también fue una que me dejo con una herida inmesurablemente abierta, me había enamoradado desesperadamente de una de mis amigas, la cosa empezo bien, pero para inicios del 2019, la cosa había fracasado hasta dejarme hecho una basura. No tenía ganas de nada, estaba realmente deprimido. Ese mismo año empezaba la universidad en marzo, me recupere parcialmente por esa fecha, pero tenía aún vigente el dolor que me generó ser más introvertido que nunca.
Llegó marzo, iniciaban las clases, diario me despertaba a las 5:00 y en el bus veía las historias de whatsapp de aquella chica del colegio, en las que subia fotos de ella agarrando las manos de otro tipo, manos que yo solía agarrar pensando que al fin me había pasado algo bien en la vida.
Estudio en una universidad "ficha" digamos. El sistema de escalas permite que la universidad no sea exclusiva de pitucos blancos. No obstante, incluso así, abundan las mujeres de ese tipo. Es decir, mujeres "pitucas" no necesariamente pitucas (y ya se deben imaginar que tan hermosas eran)
El punto es que durante mi estadía en el primer ciclo de la universidad, yo estaba decaído, no me importaba nada (a excepción de las notas). Es decir, no me importaba la vida social ni sentimiental. Tanto así que recuerdo que una vez una flaca se sentó al costado mío y me dijo "hola". Yo le respondí friamente, a lo que ella me dijo su nombre. Yo le dije un simple "aya" mientras trataba de atender la clase. (la cagada jaja, ahora me rio recordando en lo mal que se debe haber sentido). En el momento no sabía que estaba siendo demasiado antisocial, creo que le hubiese seguido la corriente si notaba que era bonita acorde a mis gustos.

Así la pase todo el primer ciclo, tenía un grupo de amigos varones establecido, con ellos sí me liberaba un poco, pero, nada más. Todo hasta que llego el segundo ciclo, ya no estaba tan recaído, pero seguía pensando en aquella chica del colegio. Como era el segundo ciclo, ya podía armar mi propio horario, por lo que deje un especio para asistir al cine de la universidad, aún mi lugar favorito. En el primer día de clases tuve tres cursos y me dirigí al cine, al terminar la película ví como una chica, con lentes, realmente hermosa se levantaba de la butaca y se dirigía a la puerta. Como estaba medio oscuro no lo podía ver en todo su esplendor. No obstante, solo por la belleza de su rostro me quede medio risueño por el resto del día pensando en ella. Aquella perplejidad mía solo se interrumpió por la sorpresa y el susto que tuve en una clase del siguiente día, en la que ví entrar a la misma chica y sentarse al costado mío. Medía un aproximado de 1.60, tenía el cabello castaño con unos ligeros tonos de rubio, era blanca y usaba lentes. Como era agosto en pleno invierno llevaba una bufanda y un sueter. Cuando realmente me templo de una chica, no me suelo fijar en aspectos como en el de las tetas o culo, salvo si estos eran demasiado resaltantes. Había pasado una hora y media de clases y me mente solo pensaba en cómo poder hablarle, con la línea adecuada, en el momento adecuado, con la excusa adecuada, con el tono de voz preciso, con...
-Hola- me dijó.
Mi corazón se detuvo por un momento, pero ya no había de otra, solo tenía que voltear a responderle.
-Hola.
-¿crees que me puedas hacer un favor?
-Sí, ¿qué cosa?
- ¿Crees que puedas tomarle foto a la pizarra?, me lastime el tendón de la mano el otro día, por lo que no puedo copiar nada, para colmo ayer se me cayó el celular y se me rajo justo la cámara ¿puedes creerlo?(mientras me enseñaba la cámara de su celular con su mano izquierda sana) Se cayó justo en un extremo de la vereda, que suerte la mía. Te paso mi número ahora para que me pases la foto.
Le dije que normal le haría, pero me sentí nervioso porque mi celular era una cagada y la cámara no era tan buena.
Al acabar la clase, tomé la foto y se la mande. Ella me dio las gracias y se dirigió hacía la salida del aula caminando hacia atrás, mientras me preguntaba cuál era mi nombre. Le dije el mío y ella me dijo el suyo. Se llamaba Camila, y tenía un apellido recontra ficho. tipo italiano o francés. En la noche, ya en mi casa, viendo su foto de whatsapp me plantíe conquistarla sí o sí, lo más rápido posible, pues pensé en qué también le debió haber pedido ese mismo favor a otras personas de sus otros cursos. En ningún momento pensé que la iba a conocer tan profundamente, tan profundo como para saber que tenía un buen culo y unas tetas igualmente hermosas que le resto de su cuerpo.

(continuará...

 

Que buenas coincidencias te pasaron cofra y por el titulo del relato ya me imagino como acabo esto, bien hecho

P.D. hay un poco de historia en tu complejo

 

Continua tu hostoria

 

Sigue contando PS ptmre

 

Buena cofra asi se comienza la gran amistad de una chica hacerte el que la quieres ayudar en todo lo que ella necesite y pronto atracara un cache de ensueño pero hay que chambearla bien

 

Continúa tu historia mano, para saber qué hacer ya que yo también estudio en universidad ficha y aunque he tenido ya 4 relaciones, sigo siendo algo tímido cuando veo flacas hermosas JAJAJ :'v

 

Ok, esta historia tiene todo mi interés. Tiene todo lo que me gusta. Tengo historias parecidas, solo entra a mi perfil y podrás leerlas!

 

Que tan cercas son las carpetas? Yo estudio también en una universidad privada, pero a veces siento que las personas del costado están un poco lejos por las posiciones de las carpetas jajaj

 

Adelante con la historia cofrade

 

continue el relato cofra, no olvidar foto censurada de la muchacha, para imaginarla mejor. Suerte y siga así.

 

La historia promete! Continúe cofrade!

 

Bueno pero dale un puntapie y si se ríe quiere fijo

 

Se ve interesante tu historia. Fierita espero que continues con la historia.

 

Una historia incompleta mas, son muchas de este tipo, el moderador debería tener un algoritmo que tamice esto.

 

Disculpen por dejar incompleta el relato por meses, fue un año horrible para todos y tuve demasiados problemas, por lo que no tenía más tiempo para pajerias. Aquí va la continuación

Los días pasaron y conversabamos de manera usual. Ella se había hecho amiga de varios que se sentaban a lado de ella y solían reirse un montón. A la semana, la profesora anunció que teníamos que hacer un trabajo grupal, así que Camila nos juntó con tres de sus amigos para hacerlo: una pareja de enamorados y una chica. Me sentía algo aliviado porque así nadie del grupo sería mi competencia jeje Para la primera parte del trabajo nos reunimos en uno de los cubículos de estudio de la universidad, pero fue un rotundo de fracaso pues, además de que el tiempo que nos permitían estar allí era corto, era un ambiente más de chacota que de trabajo: los cuatro no dejaban de chismear o hablar de otras cosas mientras que los enamorados -muy arrechos, por cierto- no dejaban de cuchichear y besuquearse entre sí. Después de ello, acordamos todos reunirnos en la casa de una de las integrantes en unos días.

En esa reunión sí hubo algo de productividad pero fue solo porque Camila y yo avanzamos, la pareja seguía de arrecha y la otra chica estaba más en el celular. No obstante, todo fue para mi beneficio puesto que nos conocimos más y llegamos a hablar de nuestros gustos, poco a poco me sonría más, era como un sueño hecho realidad. Acordamos reunirnos en casa de Camila las siguiente semana pero todo se iría a la días después. Y es que hubo un chongazo con la pareja. El chico había compartido el video xxx de los dos junto al pack de la enamorada. se hizo medio viral y casi todos los que conocía en la universidad llegaron a ver el video. El flaco fue expulsado y no se supo más de la chica después de que se corrió el rumor de que se había intentado suicidar.

El grupo paso a ser de tres (Camila, la otra chica y yo) y por ello ya no nos reunimos en la casa de Camila y volvimos al cubiculo de estudios de la universidad en el día de la segunda reunión. El ambiente era demasiado tenso e incomodo por lo sucedido pero igual avanzamos. Se había hecho de noche y faltaba un poco para terminar pero la otra chica tenía que irse, así que nos quedamos Camila y yo conversando y avanzando. Le empecé a meter un poco de letra porque ya habíamos empezado a agarrar un poco más de confianza. Me empezó a contar de que en realidad sí se sentía triste por la chica (de la pareja) ya que en el colegio ella había sufrido algo parecido. Me dijo con los ojos llorozos de que en la secundaria le había mandad una foto desnuda de ella al chico que le gustaba y éste se los paso a todos sus amigos. Todos habían visto la foto y la empezaron a acosar y hacer bullyng. Tuvo que ir a terapia y todo.

Terminamos el trabajo y ya más calmada y alegre se ofreció a jalarme con su carro. Caminamos por la universidad hacía los sótanos de estacionamiento y antes de que lleguemos ya estabamos chapando. Al inicio fue calmado y "romántico" pero, como si algo incandescente hubiese estado naciendo adentro de ella, empezó a ser recontra intenso. Llegamos a su carro y nos sentamos en los asientos traseros para continuarla. Yo ya estaba al palo y no quería dejar pasar la oportunidad pero antes de intentar yo algo, ella agarró mi mano y lo llevó directo a su entrepierna (por encima de su pantalón). Quería que se la sobara y no dejé de seguirla.
Ahí estabamos: 8 de la noche, en medio de un estacionamiento a oscuras, chapando como locos mientras pasaba mi mano como un serrucho en su entrepierna. Con la otra mano (y sin perder el ritmo de mi otra mano) le empecé a tocar las tetas. Eran recontra suaves y algo grandes. De repente empecé a sentir humedad en mi mano, estaba empezando a mojarse y no dejaba de gemir suavemente en mi oído. Todo era demasiado furtivo porque en cualquier momento alguien nos podía ver y nos ibamos a cagar, eso lo hacía más rico y fantaseoso. Como usaba joggers fácilmente podía dejar de sobarle la concha por afuera y meter mi mano adentro, así que actué y ella empezó a agitarse más y mas. Empecé a dedearla, ya no de manera tan rápida como la estaba sobando por afuera porque no quería ser tosco. Pasaron los segundos y a ella ya no le importaba el ruido que hacía puesto que empezó a gemir más y más mientras disfrutaba como la masturbaba. De repente se vino y la cosa dejo de ser apresurada. Nos miramos, me sonrió y me besó despacio. Mi pene estaba goteando ya hace rato y ella lo notó. Con otra sonrisa coqueta me bajó el cierro, sacó mi miembro y lo empezó a chupar. Lo hacía demasiado rico y yo lo estaba disfrutando mientras veía por la ventana si alguien se aproximaba. Pasaron los minutos y salimos de la universidad en el carro. Ella conducía mirando el horizonte con algo de baba en los cachetes y con el jogger mojado en la parte de la entrepierna. Al momento de eyacular había mojado un poco mi jean por lo que ibamos manchados los dos de placer jaja. Ibamos por la carretera con el carro oliendo demasiado a fluidos sexuales. No nos importaba nada. Nos habíamos convertido en la pareja arrecha y no faltaba mucho para poder cacharla de verdad... continuará

 

Si amigo. Siga con la historia, se está poniendo interesante.

 

Continuación

Los días transcurrían, hablabamos como si nada hubiese pasado. Me gustaba demasiado, y estaba convencido de que le gustaba también. Llegó el día de la semana festiva, iba a haber un concierto en la universidad y todo el mundo iba a estar allí porque se iba a presentar Libido y varios djs. Nosotros teníamos que entregar un avance al día siguiente, la otra compañera se negó a reunirnos ese día porque no queria perderse el show. Ese día fue todo un chongo porque hubo infiltrados de otras universidad, los alumnos hicieron entrar alcohol y drogas (cocaína, extasis, tronchos). Camila y yo nos pusimos serios porque a ninguno de los dos nos atraía ninguno de los artistas que se iban a presntar. Así que acordamos reunirnos en la biblioteca a avanzar. Ese día no había casi nadie en la biblioteca, al menos en el piso donde nos reuniamos, uno que otro alumno, la bibliotecaria y un señor de limpieza que estaba sentado esperando que gente caminara para limpiar sus pasos. Hablamos con confianza ya que no molestabamos a nadie. Si bien ambos eramos conscientes del trabajo, nos aburría como . Ella había venido con un jean azul, una polera y con la cabeza encapuchada. Así que conversabamos, ella estaba muy risueña ese día, su sonrisa, sus ojos, sus gestos pomposos eran magestuosos y me mantenían despierto. Estabamos juntitos, pegaditos. En un momento nos pusimos serios y avanzamos el trabajo. Pasaron minutos y el aburrimiento empezaba a atormentarnos... mi mente intentaba recordar otras cosas, entonces rememoré el encuentro que tuvimos en su carro. Para darme cuenta, había despertado una erección brutal, de esas que no paran con nada. Como usaba jogger se notaba bastante, pero ella no se percataba. Blablablabla... comentaba sobre el trabajo. De repente decidí sacar mi celular para distraerme y dejar pasar la erección... Decidí sacar mis audifonos de mi mochila. Al bajar la cabeza me di con la sorpresa de que ella estaba sacudiendo su pierna izquierda, estaba nerviosa. Saqué mis auriculares, los conecté a mi celular y empecé a escuchar música. Ella volteo con un gesto falso de molestía y una sonrisa pícara.
-¿Qué haces? Jajajaja
-¿Qué te gusta escuchar?- Le dije- Hay que escuchar algo, para contrarrestar la música de que esta sonando ahora en el escenario de al lado.
Me dijo que música le gustaba, me hizo reproducir una salsa. No recuerdo el nombre de la canción pero el coro hablaba de una separación forzosa.
La escuchamos juntos, yo con un auricular y ella con el otro. Nos juntamos más. Había sacado mi celular para detener la erección, pero en ese momento ya estaba más duro que un universitario en el centro del tumulto del concierto. Sentía como su muslo se calentaba y hasta palpitaba, ella también me deseaba. De pronto, ella miró hacia abajo y se dio cuenta de mi erección. Mi miró a los ojos con una expresión que jamás olvidaré: risueña y arrecha. Estaba algo preocupado ya que pensé que ella era tan avezada como para jalarme la pinga allí mismo, en medio de la biblioteca. Expulsión de todas maneras. Pero no, se quito un auricular y se dirigió al baño. Me quedé confundido, la vi yendose cuando a los segundos redirigió su paso hacía a mi, se acercó a mi oreja y me susurró "vente al baño de hombres un rato después de mí".

Ella ya se había ido, pasó un minuto y decidí ir, traté de taparme la entrepierna con mi celular, seguía escuchando la salsa. Entré al baño, no había nadie, tenía miedo. Recordé esa vez que grabaron a una pareja kchando en el baño de la UPC, se hizo publico y los expulsaron. No sentía que valía la pena hasta que la puerta de un cubículo de inodoro se abrió por arte de magia. Allí estaba ella, esperandome. Se había quitado la polera y solo llevana una blusa negra casi translucida, no tenía brasier. Las vi por primera vez, me volví loco. Entré, cerré la puerta y empecé a chaparmela mientras mis manos oscilaban su culo y su torso. Ella se puso como loca, ¿tanto daño nos hizo el aburrimiento del trabajo? Ella agarró el otro auricular y se lo colocó en su oído. Chapabamos aceleradamente mientras escuchabamos esa rica salsa. No aguante más y baje mi cabeza hacia su pecho para besar sus tetas, a pesar de que seguía con la blusa negra. Estabamos como conejos, su entrepierna sentía como pene la rozaba. Ella empezó a desabrocharse el jean y a bajarselo, a continuación se bajó la trusa y yo atiné a bajarme el jogger con mi boxer. Estabamos de pie y nuestras piernas desnudas chocaron, mi pene mojado penetró el medio de sus dos piernas (no su vulva). "Metela así un ratito, ¿ya?", me dijo con un rostro totalmente enrojecido. Le estuve penetrando un rato mientras nuestras lenguas se devoraban. Su respiración agitada y la salsa congeniaban en una armonía que se quedará impregnada en mi memoria por el resto de mis días.
- Ya, metela, ahora sí, ¿ya?.
- Ya, ya- Se lo dije, sumiso, como si fuera si esclavo sexual.<
Me senté en el inodoro, y ella se puso encima de mí. Brincó y lentamente se la metí. Poco a poco, ella empezaba a brincar más y más. No gemía, no queriamos hacer ruido, pero verla abrir la boca, verla sufrir para tratar de mutear cualquier gemido que podía soltar me incendiaba como , hasta el punto de querer venirme de una vez.
- Ya, ya estoy- Le dije.
Ella apoyo su boca contra mi oreja y soltó el único gemido del acto, mientras con una mano sacaba mi pene de su vagina. El gemido dio el golpe final para correrme. Con el pene fuera eyaculé y toda mi leche chorreó su blusa negra. Ella sonrió, exhalaba mientras me abrazaba.

Minutos después estabamos de nuevo sentados en la biblioteca. Ella tocó con un dedo una hoja de una separata, mojando el papel. No se había labado la mano y manchó la separata con un poco de mi leche. Nos miramos, sonreimos y nos besamos. La bibliotecaria se acercó y nos dijo que si nos besabamos una vez más iba a echarnos. No era para tanto, ni que hubieramos cachado en la biblioteca.

 

Excelente relato bro, me hace recordar a mi mejor amiga del colegio, era rubia y de ojos verdes, ni en mis mejores sueños pensé que podía levantarmela. qué rico recordar como me lo chupaba y me miraba con esos ojos hermosos, a veces los sueños se hacen realidad jaja

 

Prosiga estimado cofrade

 

buen relato bro prosiga sigues tirando con ella o ya la cagaste espero que actúes inteligentemente sin dañar la amistad