Anécdotas en Las Cucardas

Creo este tema con la finalidad de que comenten algunas de las anécdotas que más recuerden en sus visitas que realizan a este antro.

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La archienemiga de Rocío: Siempre tengo la costumbre de lanzar muchos piropos y halagos a la kine de turno mientras acaricio sus cabellos, mejillas, rozo o beso sus labios y cuello. Rocío no fue la excepción y aquella última atención que tuve con ella se prestaba para ser igual de hardcore que las ocasiones anteriores, pero aquella noche, mencionar sin querer el nombre de otra kine casi me cuesta el polvo. Recuerdo vagamente haber mencionado diversos sustantivos y creo saber de quién se trata; lo cierto es que Rocío sentía tal repulsión que ni siquiera se atrevió a mencionar el nombre de aquella mujer "que ni siquiera merece ser mujer" (según palabras de ella).

Un polvo gratis: Jessy es una kine venezolana de trato harcdore (a mi juicio, las de mejor atención, por lejos, son las venezolanas), pero con ciertas debilidades (digamos que le gusta volar). Algunas kines optan por cobrar al final de la atención; ese es el caso de Jessy. Resulta que al finalizar la faena, nos pusimos a conversar un rato mientras me cambiaba, pero la kine no me cobraba. Consciente de ello, la distraje conversando todo lo que podía para que se olvidara del asunto hasta que "Uy, amorcito, ya no te quito más tiempo, chaucito". Después de salir del cuarto no me acerqué aquella noche por esa zona. Semanas después volví a atenderme con ella, aunque estaba dubitativo, pues era probable que se acordara de que no le había pagado; no me dijo nada, pero en la segunda ocasión sí llegó a cobrarme. La suerte no dura siempre.


Dulce, la bipolar: ¿Quién entiende a las mujeres? Esta interrogante me la he hecho varias veces con kines que en un primer momento me atendían excelentemente (entrega total), pero que, con el paso de las atenciones, la calidad de las mismas iba decayendo en vez de mejorar, poniendo peros a la cuestión (¿no se supone que debe ser lo contrario?). Aquella interrogante cobra más fuerza con el caso de esta kine. Dulce, kine de trato hardcore, ya me había atendido muy bien en ocasiones anteriores, así que a ojo cerrado iba a las Cuquis para atenderme con ella, pero cierta noche ocurrió algo inesperado: una de las poses que siempre haciamos consistía en que ella se echara boca arriba para luego ponerme encima de ella para que me succionara las bolas. Resulta que esa noche Dulce no era Dulce sino más bien Amarga y, bueno, mientras me chupaba las bolas se detuvo abruptamente, miró el techo por un breve instante para luego empujarme bruscamente y decirme "pero qué le pasa a usted, ¡quítese!" para recriminarme por varias cosas como, por ejemplo, cargarla. Semanas después, volvía a ser Dulce y me presentaba como su novio ante sus demás amigas no sin antes decirme "esta noche estoy dispuesta a todo, papi". El final con esta kine no fue muy grato, pues ya no quería atenderme como antes así que, la última vez que la vi, en vista de su negativa ante varias cosas opté por no atenderme con ella. Cuando estaba retirándome, ella al rato se me acercó, diciéndome lo siguiente: "atiéndase, con otra, pero ninguna le va a dar la atención que yo le doy".

Cheroca detected: En algunas ocasiones, las kines me han descubierto debido a que en mis rankings contaba con detalle mis experiencias. El tiempo me ha demostrado que hay que ser prudente con lo que uno cuenta, pues aunque a veces uno tenga la impresión de que las kines brindan trato de pareja a cualquiera que le ofrezca un monto adicional o que son bien bandidas con todos, no siempre es así. de hecho, hay kines que solo aceptan cierto de cosas a un pequeño grupo de privilegiados y otras son aún más selectivas, entregándose a un grupo que puede contarse con los dedos. Estas experiencias han hecho que omita cierto tipo de cosas en mis rankings, guardándome ciertas cosas para mí (me imagino que otros también lo hacen). Tirar por los suelos la confianza que brinda una kine,definitivamente tiene sus consecuencias. Me pasó en otro chongo y me pasó en las Cuquis con dos kines. El caso más notorio fue el de la kine Alejandra del turno mañana (http://perutops.com/foro-relax/showthread.php?t=350462). Por aquellas fechas iba frecuentemente en el turno mañana así que, al ir a las Cuquis semanas después de haber publicado dicho ranking, noté algo totalmente distinto en esta kine que fue totalmente evidente. Me vio con cara de pocos amigos, cuando me acerqué a hacerle mis consultas rigor para atenderme por segunda vez con ella, simplemente me ignoraba y se iba a otra parte del local; eso lo hizo como dos veces. Dentro de mí estaba claro que esta flaca ya me había reconocido así que opté por consultar a otras kines, pero pasaba que, esta flaca se puso a seguirme por el local y cada vez que terminaba de consultar a una kine, inmediatamente se acercaba ella a otras kines, acaso para advertirles que era un tipo que posteaba las atenciones en un foro. No sé si fue paranoia, pero al cabo de un rato casi todas las kines del turno mañana de aquella ocasión me miraban de mala manera y tajantemente se negaban a mis pedidos. Decidí no volver a ir al turno mañana por un tiempo.


Alma y Mi Farma: Convengamos en que esta kine se llama Alma (traduzcan el nombre), una kine que prefiere hacer salidas antes que ir a las Cuquis. Aquella noche llamé a Alma para consultarle si estaba yendo a las Cuquis y, en vista de que me confirmó su asistencia, opté por ir, pero al llegar ocurrió lo inesperado: Alma estaba tomando con Mi Farma y me quedaba claro de que el viejo me había arruinado la noche. Al pasar poco más de una hora, Mi farma tuvo que salir para retirar más dinero así que Alma regresó a su habitación e inmediatamente la abordé para atendernos. Me comentó que Mi Farma le había pagado 1000 dólares para estar con ella toda la noche bajo la condición de que no atendiera a nadie y de los engreimientos del señor, tales como llevarla de compras o salir a almorzar. Afortunadamente Alma se dio un tiempo para atenderme y, luego de terminada la faena, se vistió con su ropa de calle para regresar a su sitio como si nada hubiera pasado.

 

buena cofra! se ve que ud si invierte buenos chivilines en ese cubil de gatas locas! xD, particularmente yo tambien era asiduo ántes, ya que como ud sabrá hoy es "otro ambiente", pero la verdad nunca me llamó la atención preguntar el nombre de la malcriada y tenerla como un recuerdo, aunque para decir verdad siempre habrá la kine que te marca por su estilo de atención y te apetece seguir viendola

 

Paño de lágrimas: Eran inicios de 2014 y yo recién empezaba a frecuentar las Cuquis. Por aquél entonces, acudía principalmente en las mañanas debido a temas laborales y académicos. Una de las kines que más me llamaba la atención por aquél entonces era Katty. Me gustó verla bailar así que traté de atenderme con ella, pero ya ustedes conocen el carácter especial de esta kine En otras visitas la abordaba, pero al hacerle mis preguntas de rigor, no siempre reaccionaba muy bien hasta que en una ocasión se mostró más accesible. No recuerdo si fueron tres o cuatro atenciones, lo cierto es que en una ocasión ocurrió algo inusual.

"El Paolo", novio de esta kine, resultó ser tremendo tramposo. No recuerdo cómo llegamos a abordar este tema, lo cierto es que Katty, al parecer quería desquitarse o, en todo caso, olvidar el asunto así que me pidió que la acompañara al concierto de un cantante de reggaetón que, honestamente ya ni recuerdo, junto a unas amigas. Aquello me sonó a broma, especialmente viniendo de esta kine, pero en todo caso, debo señalar que mintió muy bien. Le indiqué que sí, que más tarde iba a llamarla para encontrarnos e ir a dicho concierto.

Después de salir de las Cuquis, me enteré que el concierto iba a ser en Punta Hermosa. Complicado panorama para mí teniendo en cuenta que también andaba sobrecargado por otros asuntos y mi desconocimiento total de aquella zona. No la llamé y ella tampoco me dijo nada cuando volvimos a vernos en otra ocasión. Verdad o broma, todavía me queda la impresión de que un cofrade adinerado pudo haberla hecho linda siendo el paño de lágrimas aquella noche de verano en Punta Hermosa.