Crónicas del Placer Reencuentro con Paty la "Caballoncita"

01 Reencuentro con la "caballoncita"

Durante mi epoca del cole vivía en un barrio de clasemedia, al estudiar en la universidad me mudé pero regresaba de vez en cuando.

Paty es una de mis pocas vecinas de edad más o menos contemporánea, blancona de cabellos negros y de buen cuerpo para muchos de los amigos que tenia en ese entonces. Ahora tiene un hijo de 5 años, pero sin pareja, ya que el padre no es para nada bien recibido en su casa. Pero esa es otra historia.

Nos conocemos desde que tengo uso de razón, pero conocí más de su temperamento desenfadado cuando yo estaba en la universidad y ella estudiaba la secundaria en un cole cercano, le di varias lecciones de RV y RM (para los que no saben eso es razonamiento verbal y matemático) , a cambio su padre me daba una propina. Ahi fué que conocí su caracter voluble, distraído y ladino.

Paty tiene cejas medianas, ojos algo saltones y labios muy finos, con sus 1.70 de estatura, era la más alta que las chicas del barrio que to recuerde, siempre fué delgada e incluso hasta hoy en dia no ostenta grandes pechos pero lo que siempre llamó la atención fueron sus buenas caderas, anchas y altas por lo que algunos la conocian como "caballoncita"

Años después ya con empleo y auto regresé a San Borja, me enteré rapidamente que tuvo un hijo y luego de su embarazo era común encontrármela en la noche, los fines de semana pero sobre todo en las mañanas cuando saliamos apurados a trabajar. Se hizo común que me la encontrara bien vestida y arreglada a veces con una especie de uniforme o a veces con jean y blusa. No tenía hermanos, era hija única y sabía que sus padres de origen provinciano la habían sobreprotegido de chibola y siendo tan parlanchina en cada conversa iba dandome cuenta que a sus 25 años ansiaba recuperar esos años de privación.

Pues bastó que cortésmente la invitara a subir al auto un par de veces para jalarla hacia el paradero para que se lo asumiera como costumbre, no era raro encontrármela bien pintada y perfumada al cerrar la puerta de mi cochera, casi siempre con su cabello negro muy húmedo, casi mojado, cartera en mano y sus blusas ajustadas de casi siempre los mismos modelos.

_Fer, para donde vas? - era su frase tipica -
_please jálame al kiosko!

Así me di cuenta que el sonido del motor de mi auto la ponía de sobreaviso a esa hora y ella trataba de aguardar en su jardín, aunque no me negaba a la gentileza de jalarla, cuando estaba muy apurado me excusaba sutilmente, dejándola se vaya a pie sin mayor remordimiento. Cada vez que caminaba era mucho más evidente su figura delgada, incluso a la distancia resaltaban sus piernas largas y caderas altas. Aunque un poco más bajita tenía un aire a la conductora Chiara Pinasco.

Mirando a Paty más de cerca, su trasero amplio y chato me arrancó miradas mas de una vez, sobre todo cuando salía sin saco, ver menear sus nalgas apretadas bajo su pantalón sastre o sus jeans azules merecía al menos unos minutos de atención.

Dejando de lado su elocuencia y voz chillona, un poco harto de encontrarmela al menos 1 vez cada semana pensé que podia ir cobrándome esos favorcitos de alguna forma, lo sabría subiéndola al auto por más tiempo de vez en cuando.

Así, por cómico que parezca, algunas de mis primeras fantasías en esa época fueron espiarla, robarle los calzones o aplicarle alguna técnica de control mental.

Continúa...

 

...Continúa

Paty 02 - Robando calzones desde la Azotea indiscreta

Le cuento a los pulpines que las casas de los barrios de clase media de San Borja y San Luis, eran de 2 o 3 pisos, y siempre tenían en la azotea (ahora ni azotea hay) un espacio para el tendedero de cordeles y para el cuarto de servicio donde se alojaba la chica domestica (este cuartito alojó muchas historias con empleadas en los 90s).

La casa de Paty, mi vecina, era de este tipo, grande y al lado de la mía, como les conté, ya le andaba echando un ojo pero para mi mala suerte solo podía divisar a la distancia cuando salia o regresaba a casa bien arregladita en uniforme hasta entrar a su jardin. El tiempo que pasé en San Borja me dedique los fines de semana desde muy temprano 6 o 7 am a hacer refacciones silenciosas en la azotéa, grande mi sorpresa al asomarme por un espacio del tragaluz al ver que los sonidos de agua y lavanderia venian justamente de la lavandería de Paty.

Su azotea era un rectangulo amplio a la derecha cerca a la escalera un cuartito techado en madera, era el cuarto de servicio que tambien lo usaban de almacen. A la izquierada un amplio lavadero comode 3 metros con 2 caños, donde cabian facilmente 2 personas, algunos baldes limpios, unas bateas con ropa a medio lavar y un pequeño cesto de ropa.

En medio, el amplio espacio de cordeles, con otra sorpresa! habia un par de blusas de manga corta , de talal mediana y a botones, con los mismos flequitos que habia visto a Paty. Eran sus Blusas colgadas! eso me llamó la atención pero tambien me calentó un poco. Me acomodé mejor, juntas en un colgador habían otras prendas, y ropa interior, brasier de los cuales no distinguia el tipo y tangas.

Si, tangas! de color amarillo y blanco, estaban enganchadas. la sangre me recorrió en un segundo, pensé en verlas o robarlas, pero era mejor esperar o confirmar eran de ella. Pasé unas semanas subiendo cuando no había nadie, temprano y tras ruidos en las mañanas siempre encontraba no solo el cesto de ropa, sino la lavadora encendida, blusas y pantalones sastre oscuros y claros colgados. Era usual encontrar tangas en cordel, abiertas, blanco, rosa, amarillo, crema y negro. Tangas en T, en V, y uno que otro cachetero, tenía un estilo moderno pero cómodo, quizas por su trabajo. En definitiva a Paty le lavaban o lavaba su ropa los fines de semana. Me la encontraría algun dia?

NO pasaria mucho para encontrarla una mañana en plena tarea de lavado y subir á mirar ese panorama cada semana a la misma hora, solia hacerlo casi siempre con pijama, entero de colores rosados y celestes o veces con pijama de short y capucha. Bien ubicado y protegido de miradas extrañas, era un deleite verla desfilar por 20 o 30 minutos en sus pantalones de dormir delgados que trasparentaban sus nalgas anchas y en sus shorts sueltos que dejaban ver sus piernas palidas. llegué a disfrutar un menú de posturas, de píe, apoyada en el lavabo, en cuclillas lavando en el piso, agachandose y otras, detalles ue contaré en otro momento.

Un dia Casi de madrugada, cuando habian colgados varios calzones, me aseguré que ningún vecino estuviera en sus azoteas, aventurado bajé a su azotea, con calma pero agil directo al objetivo, no era buena idea llevarme uno de encaje o diseño, cojí uno de color crema palido que aprecia desgastado ( supuse que ni cuenta se daría).

Era como una primera tarea cumplida. Lo enrolle y guarde bien, sin dudar me apoye en una caja, silencioso estuve de nuevo en mi azotea y regrese a mi habitación a guardar ese hasta el momento tesoro. Recién al dia siguiente con calma lo observe con detenimiento: Era una tanga nada pretenciosa, sencilla pero parecía comoda, no tenía encajes solo una delgada banda elastica en la cintura, por detrás parecía que cubria al menos la mitad o un tercio de sus nalgas, por delante el puente algo ancho lucía un poco desgastado. Tras mirarla unos minutos, la olfatée y tenia un aroma floral, limpio que aun recuerdo, algo asi, como esta pero mas clarita:


Lo decidí, la proxima, con mas calma, iría por la ropa usada que dejaba en su cesto de un dia para otro, quizás encontraría un nuevo tesorito.

Comente cofrade, como le ha pasado encontrase de "casualidad" con la ropa interior de alguna hermana, prima, tia, vecina o amiga?

Continúa...

 

03 Paty trajina en viernes

Aunque aún me incomodaba que Paty me encontrara "casualmente" en las mañanas, no era tan malo verla con su típico saquito, blusa y pantalón de sastre que formaban bien sus caderas en su silueta alta pero aplanaban su culo hacia los costados. Ya los dias viernes de cada semana en la chamba le dejaban vestir informal y llevaba jeans azules o celestes, esos que marcaban su cola y levantaban su derriere.

Yo le decía que si al jalarla me agarraba el tráfico, me debía cobrar la gasolina de la semana o me ayude con el control de calidad de unas herramientas que compraba y empacaba.

Ella sonreía diciendo:

Fer sé que te debo compensar, no soy tan conchuda..
Es que si no me jalas al paradero me demoro 15 minutos caminando y a veces voy en tacos.
Normal pero primero debes enseñarme lo del control de calidad que no se de esas cosas. Si se trata de ganarme mi pasaje de dia o de noche yo aprendo si?

En casa poco a poco, mientras Paty aflojaba ya cumulaba arrugitas, cada fin de semana yo subía a mi trinchera en la azotea para "cobrarme" en secreto conociendo un poco mas de cerca su físico en plenas tareas domésticas. En la noche volví a mirar la tanga crema de la ultima vez, que además por su desgaste parecía serle comoda. El puente en doble tela se veia algo estirado por la tension constante de su monte y la banda elastica estaba bastante suelta por la anchura de sus caderas. Era inevitable de cuando en cuando imaginar si esa tanga adornaba sus caderas y gluteos pálidos con soltura o las ajustaba como rienda de caballos.

Me acordé que los viernes por la noche Paty dejaba su cesto de ropa en la lavandería y se encargaba los sábados o domingos. Al día siguiente, sábado muy temprano repetí la misma intervención de la primera vez, ingrese a la azotea y una vez llegado al cesto encontré debajo de una sábana las mismas blusas sin manga de siempre, pantalones y algo de ropa interior desperdigada.

Encima había brasieres color negro que parecían de esos para hacer deporte, a un lado habían otros bra color carne. Eran aquellos de media copa con encaje que a veces se marcaban bajo sus blusas, incluso uno sin encaje tenía una especie de espuma push up. Los tomé e instintivamente los olfatée notando un aroma parecido a perfume de rosas o desodorante de barra. No perdí tiempo en llevármelos porque las tiras dificultaban enrollados, mi objetivo eran las tangas y no podía quedarme mucho tiempo mirando.

Tambien había tangas de color oscuro tiradas en medio de la ropa, me tomé unos segundos y busqué mas abajo entre camisetas. La arrechez me vino al cuerpo al ver que había tangas semi enrolladas dentro sus pantalones azul marino, pero decidí abrir el pantalón jean y encontré una tanga negra de regular tamaño aún semi enrollada dentro del jean, como sacada con apremio y apuro. Tenia un paño claro como refuerzo del puente, instintivamente la cojí, guardé en mi bolsillo, nuevamente escalé la pared y me fui a mi habitación.

Esa tanguita estaba dentro del jean que usaba los viernes, era lo último que había puesto en el cesto y estaba recién usadita, ahora era el nuevo tesorito.

Prefieren toparse con pantalones? Faldas? Brasieres o tangas?

Continua...

 

• 

Paty 04 - Los secretos de una tanga usada y enrollada

Inmediatamente volví a la tranquildiad de mi habitación aún algo inquietado. Con esta tanguita negra tenía ya 2 tesoritos y creía que ya tendría material para imaginar si le quedaban sueltas, ajustadas o cómo quedaría en la figura de Paty. Solo quedaba verla durante las mañanas cuando usaba sus pantalones de sastre trasparentones o sus pantalones stretch al cuete.

La calma duró poco, con esa prenda medio enrollada en mis manos no me quedó mas que desenrollada, la tela era suave, flexible y anuqe tenía algo de encaje en el borde, no parecia de material sintético. La arrechez incrementó al abrirla y ver que podia cubrirle media nalga ancha por detrás y bastante angosta por adelante, llegué al tope imaginando si había frotado su vagina por muchas horas. Yo aun estaba en ropa deportiva y me puse cómodo con una ereccion en desarrollo contemplando por varios minutos e imaginando la prenda en Paty.

-La usará muy seguido? La usará con otras prendas? cuanto tiempo usará sus tangas?

Me tomé varios minutos más hasta acercarla para mirar mejor, el paño blanco olía bien y parecia embebido por algun jugo blanquecino muy tenue. La mancha vista de cerca formaba una linea difusa a lo largo del puente, al mismo tiempo se notaba la tela endurecida y marcada, En definitiva ese puente habia estado humedecido durante buena parte del dia y embebido en algunos jugos que ahora emanaban ese aroma particular.

Una vez me dijeron que las tangas de tela sintética provocaban olores mas intensos, porque calentaban más la vaginas. Aun era muy temprano para comprobarlo, pero hasta el momento esa prenda de tela había absorbido bien la esencia de Paty.

Era inevitable sentir el aroma que desprendía a sexo y suficientemente intensa como antes no había sentido. Al tocarla no supe discernir si estaba aún humeda o era la frialdad de la mañana. Sucumbí al aroma, tratando de reconocer los que Paty dejaba en el auto y en el fondo me recordaba mas al dePaty cuando me la encontraba en la calle luego de un dia de trabajo o cuando me la encontraba de noche y subía al auto para jarlala a casa.

Había escuchado historias sobre calzones, robos y otras manipulaciones, pero una cosa era encontrar brasieres de desconocidas o de alguien conocida. Mirar tangas en un cordel o tocar algunas usadas, incluso habiendo tenido experiencias con las de mis primas mayores esto era distinto. Tras ese trabajito ni pense en dejarlas como estaban o en impregnarlas. Desajusté mi pantalón y me corri de forma abundante en una toalla sucia que tenía dejando fuera el riesgo de volver a subir y devolverlas.

Ese aroma intenso me haría pensar en conseguir un pronto cunnislinguis para Paty.

Continuará...