La última veneca de mi vida

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Siempre le tuve algo de recelo a las venecas, siempre creen estar un paso adelante de uno, pero esos culos son la perdición de cualquiera. Así conocí a Michelle, una veneca de 1.65 blanca como la leche, ojos claritos y un poto que parecía un corazón esculpido por algún artista rococó.
Eran los tiempos en que las primeras venecas estaban llegando, pero yo siempre tuve malas referencias de ellas porque un amigo mío había vivido en Venezuela durante 5 años y había trabajado en una empresa como gerente de RRHH hasta que se regresó por la crisis. Él me contó todas las aventuras que pasó por esas tierras y el como cada seis meses cambiaba de flaca (todas venecas) y el cómo a pesar de ganar un sueldo por encima del promedio, todo se le iba con las flacas y los "caprichos" que tenía que complacer. El man paraba deslechado, pero un punto de quiebre fue cuando, borracho y en compañía de una flaca se desbarrancó con su camioneta mientras la flaca le hacía un mamey.
A Michelle la conocí de casualidad y como la carne es débil, apenas la vi, ese culo me embelesó y no iba a parar hasta convertirla en mi perra personal.

 

Hermano continue con su relato, la cosa tiene para mas

 

cofra las primeras venecas que llegaron a nuestro querido Peru estaban uffffff riquisimas , aun se encuentran buenos lomos pero esos años abundaban y era mas facil comertelas

 

Michelle era una mujer profesional en Venezuela, pero aquí sus papeles estaban todavía en trámite para convalidaciones y otros detalles más; pero, todo era dinero y ella ya se había gastado mucho de lo que había traído y necesitaba trabajar. Así llegó Michelle a la Universidad, donde por esos tiempos laboraba, ella estaba asignada a mi jefe como su secretaria; pero, conmigo siempre coordinada las tareas y actividades diarias, así nos conocimos y caí en la tentación de invitarla a comer en más de una ocasión, hasta que en unas de las tantas conversaciones que tuvimos me dice "Mario me ha dicho que tenga cuidado contigo porque eres casado" , pensé mi jefe me quemó en una con la secre, seguro él también se la quería comer (Mi jefe ya se la había comido incluso antes de que entrara a trabajar, por eso, casi sin papales la aceptaron en el trabajo).
Yo solo le dije la verdad "Sí, soy casado y fiel" ella se metió una carcajada y luego me dijo "Y que haces aquí conmigo" a lo que respondí, pero si contigo solo estoy almorzando, ambos nos miramos y nos matamos de la risa. Por esos días, mi jefe salió de licencia por un mes, se iba a operar (le iban a poner pelo en una conocida clínica, la verdad le quedó bien la operación, quedo mismo Omar Ruiz de Somocurcio) y para variar, tuve que asumir el trabajo de mi jefe y el mío mientras él regresaba.
Esos días fueron una locura por la cantidad de trabajo acumulado que tenía y solo me relajaba cada vez que Michelle entraba a mi oficina (la de mi jefe) y podía ver ese culazo que se manejaba. Dentro de la oficina no podía hacer nada porque todo estaba lleno de cámaras de seguridad, así que solo me conformaba con mirar y tratar de sacarle algo más a Michelle hasta que por fin los astros se alinearon y en la U nos comunicaron que un viernes iban a fumigar las oficinas administrativas y no trabajaríamos ni viernes, ni sábado. Gente, esa noticia caló en mi de tal forma que ya me estaba imaginando que iba a hacer esos días, pero hasta ese momento de conversaciones calientes, no pasaba con Michelle.
Un día antes de la fumigación invité a almorzar a Michelle y ver que planes tenía para esos días. Ya en plena conversa ella me dice que la iba a pasar en su casa porque una amiga le había propuesto un trabajo de redacción y ella necesitaba el dinero, gente entendí la indirecta al toque, ya sabía de que pie cojeaba esa culona. Alisté mi sutileza y las palabras correctas hicieron magia, le pregunte cuanto iba a ganar y me ofrecí darle el doble si ella me ayudaba con unos papeles que debía redactar urgentemente, pero que tenía que dictarle. Ella aceptó solo con la condición de que trabajemos en su casa porque no quería levantarse temprano un día que no debía ir a la oficina. Gente, no me negué y solo atine a decirle que llegaría a las 9 a.m., así terminamos de coordinar todo y mi corazón latía a mil por hora con solo la idea de que podría ver desnudo ese culazo por primera vez.
Gente, yo tenía bien claro que a las venecas solo debías cogerlas y desecharlas sino corrías el riesgo de enchucharte y no tenía planeado joderme la vida.
A la mañana siguiente me dirigí a la casa de Michelle, pero más temprano de lo que le habíamos acordado, eran apenas las 8 a.m. cuando toque el timbre del edificio donde vivía, ella respondió por el intercomunicador y me abrió la reja con seguro eléctrico, subí al pequeño departamento de una sola habitación (era una ratonera) y me encontré con una Michelle en pijama, aun sin alistarse, pero con una sensualidad natural que me ponía fierro de solo escucharla con ese dejo característico de las venecas.

 

que siga la aventuraaaaaaaaaa

 

No he tomado desayuno, si pides algo podemos compartirlo. Esas fueron la palabras de Michelle mientras se dirigía a su habitación y me dejaba solo en esa mini sala que tenía. No soy muy bueno con los deliverys así que fui a la segura y pedí algo del chinito mientras escuchaba como el agua de la ducha corría a lo lejos.
Cuando salió de su habitación no tenía nada de maquillaje, pero se le veía radiante y con un aire sensual como toda buena caribeña. Mientras llegaba el delivery empezamos con lo que habíamos quedado (eran solo dos documentos sencillos) y entre el dictado y la organización de ideas, habremos demorado algo de una hora, con todo e interrupción por la entrega del desayuno. Al terminar, Michelle, puso a hervir agua para el café y tomamos desayuno tranquilos. En la conversa salió el tema de como llegó al trabajo y muy suelta de huesos dijo que entró con ayudín y luego se mando con la historia de todo lo que hacía en Venezuela y se quejó de que aquí en el Perú sus papeles valían menos que un caramelo de limón. Como la cosa se estaba enfriando, le pregunté si tenía pareja y en una me salió con que era casada en Venezuela, pero su esposo no se animó a venir junto a ella, hasta que pudiera vender todas las cosas que tenían y con esa plata legalizar sus documentos aquí en Perú, pues tenían planes de quedarse por lo menos unos 5 años.
Gente mientras más me contaba, más me daba cuenta que esta flaca era recontra interesada y la plata marcaba su camino a seguir. Como la conversa estaba avanzando bien, me animé a invitarla a un restaurant muy conocido por sus platos marinos, Michelle, sin dudarlo aceptó, pero como aun era temprano, me dijo que para hacer hora podíamos poner un poco de música.

 

Siga maestro!!!!!!!!!!

 

Confínua !!!!!!!!!!!!!!!!!

 

Llego el marido y lo hicieron sushi

 

Aun sigo vivo man, espero terminar el relato el viernes que tengo el día libre.
Saludos,

 

Al llegar al restaurant, todo fluyó. La comida, la conversación, el trago, yo no podía tomar mucho, pues estaba manejando, pero la flaca se pidió algunos traguitos que quería probar (eso fue una bendición para mi), gente con tres tragos la flaca ya estaba bien sazonada y hasta se le trababa un poco la lengua, parece que no sabía que en dos de esos tragos llevaban pisco que es muy trepador. Como quien no quiere la cosa le digo, flaca que te parece si nos vamos a terminar el día a otro lugar, ella con una mirada picara me dice "Que crees, que me vas a llevar de nuevo a mi departamento, no, a mi me llevas a un buen lugar" y así sin más ya la tenía lista para todo. En el carro no paramos de besarnos y aproveché en amasar esas tetas operadas que estaban a en su punto. No sé mucho de medidas de tetas pero amabas llenaban completamente mis manos.
Gente, estaba tan arrecho, que ya me la quería cachar en el carro; pero, mis instintos me regresaron la cordura, estaba en una cochera a la vista de toda la gente.

 

Al ingresar a la habitación, mis manos ya habían amasado ese culazo más de una vez y ya sentía como esa concha estaba recontra caliente. Esa perra veneca quería cachar y yo no la iba a defraudar. Apenas cerré la puerta la tomé fuertemente de la cintura y con voz firme le dije "Ahora voy a llenarte de leche", la muy perra solo volteó y me metió un beso con todo y sabor a trago. No sé si fue el trago o es que ella estaba aguantada; pero, la flaca, luego de voltearse me empezó a quitar la ropa con una desesperación única, casi puedo decir que me arrancó el polo de un tirón, yo no me quise quedar atrás y fui quitándole la blusita que llevaba e intenté sacarle el pantalón, pero estaba tan al cuete que ella tuvo que recostarse sobre la cama para poder jalarle el pantalón, esa culona estaba recontra ajustada.
Al verla desnuda la pinga me quería explotar, esa perra tenía un cuerpo tuneado, sus tetas no eran grandes pero si eran equilibradas, eran el trabajo de un buen cirujano, mientras que su culo si era recontra cachetón y natural, típico de las venecas. Gente, me abalancé a lamer ese culazo (ojo solo las nalgas, nada de concha u ano) y morderlo, que buenas nalgotas me iba a comer. Ahí mismo saqué los condones que había comprado en la recepción y me los puse para evitar cualquier olvido. Mientras iba acariciando su concha (con la yema de mis dedos) sentía como sus gemidos se iban intensificando en señal de que ya estaba lista para ser penetrada. La seguí calentando, mientras notaba que Michelle tenía una ligera cicatriz de cesárea (tenía un hijo y lo había dejado en Venezuela, me lo contó mucho después) me hice el loco y seguí con lo mío mientras su concha rebalsaba en jugos. Al fin sentí que ya era el momento, así que me incorporé al filo de la cama y acomodé a Michelle de tal forma que su culo estaba completamente al aire, al filo de la cama. Ese culo era blanquito y cachetón, acomodé mi pinga en la entrada de su concha y lo fui sobando en esos labios vaginales gruesos y rosaditos, que rica concha, se notaba que no había sido usada en semanas. Mientras rozaba mi pinga, por la puntita de su clítoris, la muy puta no dejaba de decir groserías en un dejo venezolano que estaba fuera de mi comprensión, hasta que finalmente me dijo "Ya deja la broma y mételo bolsa" (traducción, deja de jugar y métela idiota). Gente, fui introduciendo poco a poco mi pinga y esa concha con labios salidos iba succionando mi pinga, que tal concha, con cada metida se acoplaba más y más a mi pinga y su ajuste a pesar de su edad era muy bueno, yo me sentía como pez en el agua, esa chama era jugosa y apretada, cada vez que sacaba mi pinga sus labios vaginales se estiraban y se quedaban pegados a mi pinga, que sensación para mas placentera.
Mi pene no es muy largo, pero si es grueso y esa chama era recontra ajustada, por lo menos para mi lo era, y con cada embestida iba abriendo un poco más esa concha, hasta que en un movimiento rápido la flaca se dio vuelta y en el acto me metió una mamada recontra empiladora que si no estaba concentrado, fácil me deslechaba ahí mismo. Si bien no mamaba muy bien, lo hacía de tal forma que con cada lamida, hacía que mi cerebro quisiera explotar. Mi pinga no le cabía completa en su boca, pero ella igual quería metérsele toda hasta atragantarse, era un hecho esa perra estaba recontra aguantada. No aguanté más y se me vino toda la leche, que rica vaceada me di, Michelle nunca dejo de mamármela, y mientras llegaba, ella iba succionando mi pinga hasta sacar la ultima gota de semen.
Gente, como nunca mi pinga no dejaba de estar erecta, creo que ese cuerpazo era un afrodisiaco para mi, así que le dije a la flaca que me iba a meter un duchazo por el sudor y antes de terminar de hablar ella se incorporó y me tomó de la mano para ir juntos a la ducha, ahí me quité el condón y pude ver que había botado una buena cantidad de semen, creo que fue más de lo que normalmente botaba, pero la verdad ese cuerpazo lo ameritaba.
Ya en la ducha nos enjabonamos mutuamente mientras nos íbamos besando, que rico fue el recorrer cada parte de su cuerpo, no era muy alta pero eso lo compensaba con su cuerpo bien formado. Gente, Michelle estaba caliente y cuando pasé mi mano por su concha, emitió un gemido tan sensual que me dieron ganas de metérselo ahí mismo, pero siempre con la cabeza fría, me pude contener y sin decir más la saqué de la ducha y me la llevé directo a la cama, así medio mojados y chorreando algo de agua. Que rico fue verla que ella solita se acomodaba en un perrito espectacular, podía ver su ano rosadito y su concha con labios gruesos y salidos.
Busqué mi condón y luego de ponérmelo, me ubique detrás de esas nalgotas para consumar ese perrito que me estaban regalando, puta madre, que concha para más ajustada, mi pinga no paraba de hacerle más ancha su concha, y sus labios vaginales cada vez se estiraban más, que rico gemía mientras le daba a full, no les voy a mentir, ese ritmo casi me aceleró el corazón a mil por hora; pero, antes de cambiar de pose, fui metiendo mi dedo índice a la entrada de su culo, como midiendo si estaba disponible ese ano, pero en un solo manotazo la chama, me dice, "eso no, eso es de mi marido". Gente, me mate de risa y le dije, "flaca, mejor móntame, quiero sentir el roce de tu concha con mi huevos" y la flaca no lo dudó ni un segundo y se volteó para luego sentarse sobre mi pinga, emitiendo unos ricos gemidos y chorreando todo mi vientre con sus jugos, que buena cachera era. Podía ver su culazo rebotar sobre mi pinga, mientras ella volteaba a mirarme y su concha chorreaba contantemente, ajustaba más y más. Gente, que buena montada me estaba dando esa veneca, así que le dije "espera, quiero cacharte frente a ese espejo", ella se incorporó y yo junto a ella, ambos nos abrazamos mientras nos acomodábamos, la apreté frente al espejo y acomodé mi pinga en la entrada de su concha, e intenté metérsela de golpe, pero su ajuste me lo impedía, esos labios gruesos e hinchados hacían que su concha se sintiera más estrecha y eso me encantaba, así que mientras gritaba de placer (con cada metida la fricción entre nuestros cuerpos se hacía mas intensa), yo me iba poniendo más caliente, hasta que luego de varios gritos e intentos de arañazos las piernas de Michelle comenzaron a temblar y un líquido comenzó a chorrear entre nuestras piernas, había tenido un Squirt intenso. La abracé y la cargue hasta la cama sin sacarle mi pinga, que rico era sentir su concha chorreante mientras nuevamente la acomodaba al borde de la cama, pero ahora estaba desplomada, sin fuerzas a mi total disposición y tomé mi oportunidad, abrí sus piernas y comencé a darle duro y parejo, con furia y con todas mis fuerzas, que rica hembra estaba partiendo, estuve así por unos 10 minutos y podía ver como los labios de su concha estaban rojitos y completamente hinchados, hasta que no aguanté más y boté toda mi leche dentro de esa rica perra veneca. Ese placer fue brutal, boté todo lo que tenía dentro y al sacar mi pinga la cabeza estaba al aire y chorreando, carajo el puto condón se había roto y me había venido dentro de Michelle.
Deje a la perra chorreando mi semen y fui a lavarme de inmediato, luego pensé un poco y fui reunirme con la flaca. "Me dejaste la leche dentro, mosca eh, que yo no me cuido", fueron sus palabras y solo atiné a decirle, "ok saliendo te compro la pastilla", "Tranquilo, que no te voy a contagiar nada, desde que salí de Venezuela solo he estado con tu jefe y eso fue hace dos meses". El alma me regresó al cuerpo, pero analizando fríamente todo, ella era casada, tenía un hijo y en Venezuela trabajaba en su profesión así que era poco probable que haya tenido algo. Pero, por las dudas, me hice exámenes de todo al día siguiente y luego de tres meses (todo salió negativo, menos mal) y luego de todo ello me dije "esta es la última veneca de mi vida" nunca más me volveré a arriesgar así.
Después de eso, ambos nos asesamos y la dejé en su departamento, despidiéndonos con un beso largo y profundo, "espero que se repita".

 

Pues a la espera de la continuación cofrade;

 

Al día siguiente, los astros se alinearon y tenía toda la mañana libre (gracias a la fumigación) así que fui directo al depa de Michelle, gente la flaca me recibió en un camisón transparente y ni bien entré me dijo "que, no te bastó lo de ayer" gente, no la deje terminar y le metí un chape con harto fuego, la flaca solo me aceptó todo y solita se quitó el camisón que llevaba, me volví loco con ese cuerpazo, y como el día anterior ya me había vaciado dentro de ella, solo seguí sin parar (si ya sé que fui imprudente y lo asumí, luego de los tres meses que tuve que esperar para corroborar las pruebas negativas) fue riquísimo sentir su concha ajustada y recontra jugosa, era una veneca casada, con un hijo, pero era joven aun, a sus 27 años era toda una mujer caliente y llena de energía. Ahí en medio de su depa, la flaca estaba completamente entregada a mi, en ese momento me sentí iluminado y le hice cuanta pose se me ocurrió en su sofá, esa perra veneca no le decía no a nada (luego me contaría que Esa noche hizo una videollamada con su esposo y había amanecido con hartas ganas).
la pose que más recuerdo de esa mañana fue cuando la puse apoyada sobre el sofá con sus piernas en mis hombros y yo dándole a full por esa concha que me volvía un animal. Que rica concha, chorrreaba jugos como nunca antes había visto, y ni siquiera había llegado aun, ahí mismo la cargué y me la llevé hasta su cuarto, la acomodé en la cama pero ella de inmediato se puso en cuatro mostrándome lo mejor que tenía, su culazo, cachetón y blanquito, con unos labios vaginales rosaditos y chiquitos. Gente, mientras rozaba mi pinga por esa concha, mi dedo índice intentaba lubricar ese culo, que esta vez no me sería negado.
Ya cuando sus jugos rebalsaban, empecé a penetrarla suavemente para que sienta todo el grosor de mi falo, mientras ella gemía cual perra en celo, puta madre, era una buena cachera esa veneca. Gente, me sadiquié con esa hembra, la penetré hasta lo más profundo de su concha porque sentí su pared al final, mientras ella con una mano intentaba empujarme para que no la desboque, que rico gritaba y gemía, estaba desesperada hasta que ya no pudo más y se vaceó, soltó todo la muy puta. yo me calmé y solo atine a acostarme a su lado, mientras ella me abrazaba y besaba. "Eres un abusador, ehh" me decía, mientras yo solo atinaba a sonreír. Ahí en medio del calor y el sudor, hablamos un montón, las venecas nunca paran cuando les das cuerda. Me contó que se casó jovencita y su esposo fue el primer hombre en su vida (el pata era de clase media con algo de billete) y fue quien le pagó la carrera completa. Su peque tenía en ese entonces 6 años y siempre hablaba con él por teléfono y no veía las horas de tenerlo nuevamente con ella. Según Michelle, en Venezuela siempre le fue fiel a su esposo, pero cuando se vino para acá conoció a mi jefe y tuvieron algo pasajero y ya luego ella entró a trabajar a la U y me conoció a mí, en sus palabras "si todavía siguiera en Venezuela nunca hubiera sido infiel".
Ahí también me soltó que hasta ayer, solo había recibido la leche de su esposo y de nadie más porque con mi jefe solo había sido con condón (a mi se me rompió, sino también hubiera sido siempre con jebe). Gente esa flaca no paraba de hablar y yo ya me estaba aburriendo, pero no la quería cortar porque parecía que la flaca tenía una conexión conmigo y no quería arruinarlo. Yo aproveché ese momento y le dije si podíamos ir juntos a sacarnos unas pruebas de ITS y ella me dijo que normal, podíamos ir esa misma tarde porque ya el lunes teníamos que regresar a nuestro horario normal de oficina. Según la flaca, el condón la irritaba mucho y con su esposo no lo usaba porque se ponía inyecciones (pero desde que vino a Perú no vio la necesidad de ponerse nada, porque al no estar su esposo no iba a tener nada de sexo). Esa mañana con Michelle nos hicimos más patas, y el sexo fue recontra hot, según ella durante los 3 meses que estuvo en Perú solo tiró dos veces con mi jefe y de ahí el día anterior conmigo, por eso estaba recontra mojada cuando lo hicimos y si yo quería podíamos ser "amigos cercanos" hasta que llegue su esposo el próximo mes. No lo dudé ni un segundo y le dije que sería nuestro secreto, gente fue un día a todo dar y luego de ir a la clínica a hacernos las pruebas, ella aprovechó en ponerse su inyección de tres meses y regresamos a su depa a seguir apagando el fuego que llevaba dentro, Michelle.
Ese mes que no estuvo mi jefe fue una locura, todos los días en lugar de ir a almorzar, me iba con Michelle a un telo cercano, pedíamos un delivery y luego de tirar comíamos rápido para regresar al trabajo, ese mes bajé 6 kilos y mi abdomen se puso como una tabla de tanto sexo que tenía. Ya con más confianza Michelle me exigía que le hiciera anal todos los sábados, según ella, su esposo tenía esa costumbre y ella con el tiempo lo fue haciendo una necesidad. Puta madre, la primera vez que le hice un anal, me dejó seco, ese culo me succionó todo, Michelle, tenía tanto ajuste ahí que el primer polvo, con solo 10 sentones ya me había hinchado las pelotas, puta madre que rica hembra era, con razón su esposo la engreía en todo. Gente, la flaca y yo nos hicimos recontra patas, tanto así que Michelle, ya no tenía roche ni de ir al baño frente a mi, era su marido, sin serlo. La última semana, antes de la llegada de su esposo, ella me aclaró las cosas, "el próximo domingo llega mi esposo, así que hasta ese día seremos, lo que somos", gente yo también lo tenía claro así que solo asentí a lo que ella me decía y luego de la conversa nos metimos un polvo de rompe y raja. Le dí tan duro por el culo, que hasta sus pliegues se volvieron más gruesos de como los tenía antes, gente ese culo estaba tan abierto, que seguro hasta su esposo lo notaría, me había sadiqueado tanto, que no reparé en cuidarla, todo lo contrario, la deje recontra abierta. Michelle fue mi hembra, mi perra, mi cachera durante esas tres semanas, su concha creció y sus labios vaginales se volvieron crestas rosadas, puta madre que buenas succionadas de semen me había dado esa veneca. Un día antes de la llegada de su esposo, Michelle y yo nos despedimos con un encuentro de solo anal, esa tarde me vine tres veces dentro de ese culo que no paraba de chorrear mi semen, fue una gran despedida y luego de eso, ella me sugirió crearnos un facebook juntos para mantener el contacto, pero ya de forma esporádica o solo para conversar, luego de eso me fui de ese pequeño depa que guardó celosamente nuestro secreto.
Saludos,

 

Buena historia vivida cofrade....saludos

 

qué decidida y práctica la veneca, así debería ser toda hembra.

 

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Man, Michelle era de las venecas "sanas" las que llegaron en la primera ola (la mayoría profesionales), pero era recontra convenida. Las que llegaron después y aparecen en la mayoría de los relatos del foro, son de las zonas picantes de Venezuela y pues sus mañas son conocidas. No te sorprendas de encontrarte una Veneca con su hija que compartan al mismo cachero u otras cosas por el estilo.