Un taxi hacia la noche

Recuerdo que era sábado y me acababan de pagar. Estaba soltero y me había asegurado con últimos cursos de la universidad, podía faltar toda la semana y no afectaría al promedio. Mis patas me dijeron para ir a una discoteca en Miraflores, accedí. Levantamos un par de flacas para el agarre y los tragos, quedó en nada. Algunos sugirieron ir a Las Cucardas, no estaba convencido, no disfruto de los prostíbulos. El grupo terminó por convencerse de que no habría mejor opción y partieron. Me quedé fumando un cigarro y entré al Casino Fiesta a hacer hora. Salieron un par de mis números favoritos. No mucho, con 100 soles ya tenía 500 y pensé en meterle una puta. No estaba tan seguro de los anuncios de las webs, todos son muy prometedores, pero pocos consiguen ser coherentes de verdad.

Paré un taxi y le pedí que me dejara en aviación, más precisamente en san borja. Estaba buscando números y por error le di play a un video, se escucharon gemidos. El taxista volteó a verme, pero lejos de mostrar reprimenda o fruncir el ceño me dijo " ¿qué pasa sobrino, estás carretón?". Dije que quería una buena, pero que todos los avisos me generaban desconfianza. De pronto estacionó el taxi, pensé "ahorita me cagan por bocón, por ese video de ". Sin embargo, salió del taxi y me pidió que bajara.

- Putas hay un montón, cómo quieres, yo tengo un par de recomendadas- dijo el taxista.
- Que esté rica- dije
-Tienes que ser más específico, tetonas, negras, rubias, chatas, menores de edad, tías. Yo debuté con una tía.
-Pero yo no voy a debutar, solo quiero una puta, una buena puta.
-¿Tienes plata?

Pensé que en ese momento me asaltaría si le decía que sí.

-No te voy a robar webón- replicó.
-Un poco- dije
-Con 200 te llevo a una, es por acá cerca.
-¿Cómo se llama?
-Mariza
-La puta no, sino usted
- Ramón
-Ramón ¿por qué tan buena gente?
-Me recuerdas a mi hijo
-¿También le gustaban las putas?

Guardó silencio. Prendió la radio y sacó un porro, empezó a fumar. Pensé en pagarle la carrera y largarme pero por alguna razón quise conocer a Mariza. Sacó el teléfono y la llamó, dijo que tenía un cliente. Por mi mente pasaron decenas de mafias y la inútil pero siempre válida impresión de ser pepeado. Se estacionó junto a un edificio familiar por el que he pasado miles de veces. Aquí es, me dijo. Toca el 301 te está esperando.

-¿Quieres que te espere?
-No, mejor no.

Me dio su número y lo guardé. El recinto era lúgubre y permanecía atento a cualquier aparición conforme subía las escaleras. Frente al 301, sin explicarme todavía el porqué de haberle creído a ciegas a un taxista, me agarré el pájaro y pensé que de todas maneras debía meterme un revolcón. La puerta se abrió lentamente. Al ingresar solo observa su silueta a contraluz en dirección a la sala. Encendió la luz de la sala y vi una mujer madura, de unos 40 años aproximadamente, frente a mis 24. Tenía el pelo castaño, las piernas no eran el paraíso, pero su culo lucía apetecible. Sus senos invitaban a morderlos, no era tan agraciada es cierto, pero despertaba una suerte de deseo jamás explorado hasta el momento. Sacó una cerveza, la destapó, tomó un sorbo y la dejó sobre la mesa.

-¿Cuántos años tienes?
-24
-Eres un niño
-¿Tú?
-42
-¿Qué haces por la vida?

El interrogatorio no parecía parte del protocolo convencional de prostituta a cliente, quizá la inexperiencia me hizo aprender.

-Trabajo como redactor para una revista y estudio comunicación.
-Yo tengo mi puesto en el mercado, trabajo en esto, pero todo el tiempo

Pensé que continuaría con las preguntas, pero se acercó a mi boca, me miró con deseo y me dio la espalda, empezó a frotarse con mi verga, me besaba apasionadamente y lanzaba gemidos. Se montó con ropa aún y se apretó los senos, se masturbaba violentamente y me pedía que la bese. Le quité la ropa, la arrechura me hizo romperle el babydoll que llevaba puesto, la mordí y la penetré en la sala, lo hicimos de pie y nos fuimos trasladando hasta su habitación, estaba mojada y parecía que mi pene iba a reventar. La experiencia de Mariza me mostraba que existían cosas mejores en ese vasto universo de sexo por dinero, lo hicimos a pelo, pero no hablamos de dinero. Cachamos como animales, y el amanecer empezaba a entrar la ventaba, ella desnuda con mi verga dentro de ella, solo gemidos, fluidos, gritos de placer.

Me levanté de la cama para ir al baño y escuché ruido en la habitación contigua, sonidos irreproducibles, pero que invitaban a algún tipo de locura. la curiosidad me hizo abrir la puerta de donde emitían los sonidos y vi a un adolescente, quizá mayor de edad, no sabría cómo precisar eso. Iba de un lugar a otro y hacía se reía, agitaba las manos y parecía no reconocer que alguien más lo observaba. Cerré la puerta y volví a ver a la mujer sobre la cama, se metía un poco de coca y frotaba sus tetas. Me miró con desconcierto y me pidió que le cancelara los 200, le di 100 más porque me había gustado el polvo. Entonces ocurrió. Este tipo de cosas que no debes hacer, pero terminas haciendo, un cuadro boca abajo. Lo levanto y están los tres: Ramón, Mariza y el chico. Giro para verla y ya está con los ojos rojos diciendo que fue su culpa, que Ramón siempre le echó la culpa y que ahora debía trabajar para pagar el tratamiento, que no podía escapar y que la ayude, que es su hijo y que lo ama, pero la droga le generó una alteración en el cerebro y quedó así, su droga. Pensé que en ese momento alguien me golpearía por la nuca y borraría casette para despertar en un terral por el Rimac. Pero no, salí del edificio rumbo a alguna juguería para terminar de procesar la historia, atar lo cabos sueltos, imaginar quizá lo que vendría después. Nunca volví a ese departamento. Sin embargo, Ramón me sigue haciendo taxi desde entonces.

 

A la mela.. que webos de entrar a un lugar sin conocer , agradece q no amaneciste tirado en cualquier playa desnudo y sin organos , tod por arrecho

 

es real esto? hace cuanto paso?

 

que buena historia, nadie sabe lo de nadie

 

Fácil sale para una pela en Netflix, la realidad supera a la ficción

 

Buena historia dr. Full hardcore

 

Que tal relato, el pata ponia a la flaca que era su mujer o ex mujer. hay muchas historias en Lima la gris.

 

Sci-fi, te recomiendo que la desarrolles un poco mas, pero el hilo esta bueno. Felicitaciones

 

Buen relato cofra, algo lúgubre, pero cumplidor para el babeo. Saludos.

 

La arechura aveces nos agarra en nuestros 5 minutos de huevon y hacemos cosas impensables

 

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Asu causa, facil te podian dar vuelta
Yo hace mucho hacia taxi a trokeras a la salida las llevaba a sus casas, me hice amigo de varias putas, y algunas veces se subian los templados q las llevaban a un telo para atencion privada.
Me paso varias veces q los patas me buscaban xq se les habia perdido su reloj, aveces billetera y pensaban q se les habia caido, pero yo estoy seguro q la trokera los atrazo, esas pendejas tienen mañas bien maleadas, jalan koka , y mas de una tienen problemas mentales,
Hay q tener cuidado o saber como vas a,salir
Saludos