Crónicas del Placer ¡Qué linda es la selva!

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Esta es una historia que me sucedió un tiempo antes de la pandemia, más o menos un año o un poco más antes.
Antes he contado mi historia con tres señoritas a las que quise mucho: Jenni, Alondra y Mariana. Si gustan pueden revisar lo que conté. Las tres fueron muy especiales para mí y las recuerdo con cariño.

Esta historia es antes de que conociera a Mariana y un mucho tiempo después de que dejé de ver a Alondra, no fue con una kine ni con una masajista, eso lo hace más alucinante.

Como en mis otras historias, voy a cambiar el orden de varios eventos, y voy a cambiar algunos detalles de los eventos para que guardar la privacidad de los involucrados.

Desde ya, las señoritas a las que voy a mencionar no son kines, les agradeceré que no me pidan datos de ellas pues no los voy a compartir por ningún motivo.

Primera Parte
En aquel tiempo estaba trabajando en una consultora que prestaba servicios a otras empresas, yo me encargaba de brindar algunos de esos servicios y normalmente no me movía de Lima. Los servicios se brindaban a empresas de todo el país, fue así que en cierto momento tuvimos un cliente en Pucallpa. El cliente era muy bueno, muy amable y sabía su tema, así que era un trabajo agradable. En cierto momento nos contrató por un tema más complejo y nos pidió ir para allá, se hicieron las coordinaciones y finalmente me enviaron para Pucallpa.

La verdad es que no quería ir, era para estar por allá por dos semanas completas y si se concretaba un servicio más, podía quedarme una o dos semanas más. Pero era trabajo y no lo iba a desperdiciar. Así fui y llegué a Pucallpa un domingo, me recibieron dos personas de la empresa que ese día me llevaron a mi hotel, que iba a ser mi casa por dos semanas por lo menos, fuimos a comer y a conocer algunos lugares por ahí.

El lunes fui a trabajar. En verdad que si no estás acostumbrado al calor, es una verdadera molestia. Esa primera semana fue muy buena. Estaba gratamente sorprendido del orden que tenía la empresa y pude hacer mi trabajo sin problemas, de hecho completé casi el 80% del trabajo en los primeros 4 días, para el jueves habíamos avanzado bastante y el cliente estaba feliz. Toda esa semana me centré en trabajar y pasear un poco. El viernes salí con algunas personas de la empresa cliente y empezó mi historia.

Fuimos a tomar unos tragos, me cuidé bastante de no emborracharme. Luego fuimos a una discoteca. Había salido con dos patas y una chica del trabajo. La pasamos bien pero de una manera muy sana, bailando, conversando y tomando. Como éramos 3 varones, en cierto momento uno de ellos bailaba con nuestra amiga y el otro me dijo vamos a sacar a bailar a unas chicas, así que buscamos y encontramos a un grupo de chicas que estaba por ahí, nos acercamos y bailamos con dos de ellas, resultaba que ellas eran 5 chicas, así que nos juntamos todos en plan tranquilo. A cierta hora las tres personas del trabajo se fueron y dos de las chicas del grupo también. Me quedé solo con tres de ellas.

Una de las chicas es mi musa de esta historia, la llamaré Rubí. De todas ellas fue la que más me agradó porque era conversadora y tenía una sonrisa muy bonita y contagiosa. Rubí es delgada, piel canela (típica de la selva), carita alargada con ojos chinitos (también típico de la selva), pelo largo y lacio. Estuve conversando y bailando con las tres chicas hasta que se tuvieron que ir. Eran cerca de las 3 de la mañana, creo, así que decidí acompañarlas a sus casas a todas, contraté una mototaxi que nos llevó. Dejamos a las dos amigas de Rubí primero y al final la dejé a ella en su casa, al llegar me quedé conversando con ella un buen rato más. Al final nos despedimos y entró a su casa, pero antes me dijo que si tenía tiempo podíamos ir a almorzar al día siguiente, así que quedamos así, me dio su número y quedé en llamarla. Aquel viernes no pasó nada, pero tampoco lo estaba buscando, eso sí, Rubí me cayó muy bien.

El sábado la llamé, nos encontramos y fuimos a almorzar, luego me llevó a algunos sitios a conocer. Estuvimos juntos toda la tarde y parte de la noche. A eso de las 8 me dijo que se tenía que ir a encontrarse con unos amigos, entendí que hasta ahí quedaba yo, así que me despedí de ella, pero hice un primer movimiento, me acerqué y le robé un piquito. Me dijo que de repente me llamaba más tarde.

Me fui a recorrer algunos sitios en los que ya había estado y a buscar un sitio donde comer. Luego pensé en ir a tomar algo, así que volví a uno de los locales donde estuve el día anterior. Pensé en visitar a alguna kine, pero al final me desanimé. Eran como las 10, ya me estaba yendo a mi hotel, y me llamó Rubí, me dijo que le dijera a la moto que me lleve a un local y así lo hice. Llegué y la encontré con unas amigas, dos de ellas estuvieron con nosotros el día anterior. Estuve con ellas un buen rato, tomamos unos tragos, conversamos un montón, a cierta hora quedaron en irse a algún lugar, Rubí se quedó conmigo y nos fuimos a otro local, a bailar porque le encantaba bailar y al final... la llevé a su casa... no pasó nada tampoco, pero para ser sincero tampoco lo estaba buscando.

El domingo todo fue normal, ella me llamó en la tarde para vernos, fui a buscarla, paseamos, comimos unos postres, conversamos un montón, nos dio la noche, le dije para cenar, fuimos a comer algo y tomamos unos traguitos. Ya le había dado unos piquitos y un par de buenos besos, esta vez, me imaginé que iba a ser igual, es decir que la iba a llevar a su casa y nada más, pero esta vez me dijo "¿a dónde vamos?", a lo que respondí "bueno, ya es tarde y mañana sí tengo que trabajar, así que en un rato ya me tengo que ir al hotel", "te acompaño", me dijo. Yo no me hacía ilusiones y me imaginaba que al llegar al hotel se iba a despedir y se iba a ir a su casa, pero al llegar al hotel, se bajó de la moto y me dijo que el hotel era bonito, "¿quieres entrar?" le dije y me respondí "ya pues", así que entramos.

Entramos al hotel, el encargado me dijo que no estaba permitido entrar a la habitación con alguien que no estaba registrado, así que fuimos a los salones a tomar unos traguitos más y unos piqueos. Al final fui donde el encargado y le di su propina para que me dejara subir con Rubí, así que la llevé a mi habitación, pedí unos traguitos más.

Entramos, ella fue al baño, luego se sentó en la cama, conversamos y tomamos los traguitos, ella se soltaba cada vez más, jugaba con su pelo, hablaba conmigo, se reía bastante, me contaba un montón de cosas que le habían pasado, me pidió que le contara ciertas cosas, y cuando yo estaba hablando, se quitó el top que tenía puesto, por fin le vi sus preciosas tetitas, como era delgada, sus tetitas eran pequeñas, sus pezones eran pequeños, no podía dejar de mirarlos. Me dijo, "pero cuéntame pues", así que seguí contándole lo que me había preguntado, en eso se paró de la cama y se quitó el short, mostrando un hilo criminal que tenía puesto. Sus piernas eran delgaditas pero suaves, y tenía un trasero muy bien formado, la verdad es que era una chica bonita.

Me quedé callado, se acercó a mí y esta vez sí me dio un señor chape, acabé recontra emocionado, así que no aguanté y la llevé a la cama. La besé por todas partes, ella también lo hizo conmigo, entonces bajó y empezó a jugar con mi muchacho, lo lamía, lo besaba y en cierto momento lo engulló con ganas. ¡Qué rico mamaba! Era una experta y me encantó lo que hizo. Luego se puso encima y rozó su conchita con mi muchacho una y otra vez, luego lo volvió a engullir y jugar con él. Hice lo mismo, la empecé a besar por todas partes y al final me dejé llevar y me comí esa conchita preciosa y se notaba que le gustaba, se movía como loca, pero en mi cabeza estaba que la única cajita de condones que había llevado la tenía en el cajón y que no sabía como aguantar hasta sacarlo. Ella me jaló y me puso en su encima mientras con su mano jugaba con el muchacho y lo rozaba con su conchita, me estaba costando mucho aguantar las ganas de clavársela en ese momento, pero lo hice, saqué el bendito condón, me lo puse a la volada mientras ella se puso en 4 y le di de alma.

Probamos un montón de poses, perrito, cowgirl, cowgirl inverso, donde se le veía su precioso culito. Se notaba que le gustaba que la viera y la tocara, días después me confesó que le gustaba que la tocaran y sentirse deseada. Lo hicimos dos veces esa noche. Fue una delicia, la chica me gustaba un montón.

Después de las faenas, estaba muy preocupado porque ya era tarde, lo que me parecía increíble es que nadie de su casa la había llamado. Así que después de darnos una ducha juntos donde me la levanté de nuevo, la llevé a su casa. Nos despedimos, pero me costó irme.

En el trabajo, como el servicio original se cubrió en menos de una semana, la empresa contrató el otros servicios que me obligaron a quedarme por Pucallpa casi un mes entero. Pero valió la pena, no solo por Rubí sino porque recibí un buen bono por mi trabajo.

No fue la última vez que estuve con Rubí, estuve con ella casi todo el mes que estuve ahí y fue increíble porque ella era más movida de lo que jamás me hubiera imaginado. Pero eso lo contaré en una segunda parte.

 

Prosiga cofra

 

Segunda Parte

Aquella segunda semana de trabajo fue totalmente diferente y mucho más agradable gracias a Rubí.

Eso sí, llegar a trabajar cansado y con el calor, no era la mejor combinación, pero el trabajo se hizo en el tiempo indicado.

Rubí no era fastidiosa, me escribía algún mensaje, como un "te extraño! cuando tengas un tiempo me avisas para conversar un ratito", un par de veces le avisé y me llamaba rapidito para contarme alguna cosa o para preguntarme qué tal me iba. Almorcé con ella un par de días esa semana, pero, eso sí, todos los días la veía al salir de la chamba o después de cenar con la gente de la chamba. Nunca me puso mala cara ni me apuró, se comportaba como si fuera mi flaca oficial pero sin presiones. Debo aclarar que por aquel entonces, en Lima me encontraba solo, sin pareja, así que no había problema con Rubí.

En esa semana, recuerdo que el lunes salí de la chamba, tomé una gaseosa helada y llamé a Rubí, me moría de ganas de verla, le dije para cenar, "ya, nos vemos en tu hotel" me dijo y así lo hizo, llegué al hotel, me bañé al toque y me pasaron la voz de que ella me estaba esperando, bajé y salimos a cenar. Regresamos al toque, propina al patita de recepción, no más de unos cuantos soles, y subí con Rubí. Esta vez entramos y estábamos como locos, apenas cerré la puerta nos comíamos a besos, ella luego me bajó el pantalón y empezó con su maravillosa succión, era una delicia no solo lo que hacía sino verla hacerlo. Luego me echó en la cama y siguió jugando con mi muchacho, mientras se iba quitando toda la ropa, al toque y condón de por medio, se montó y se movió como loquita todo lo que quiso, yo estaba feliz pero sudando como pollo a la brasa, así que luego me quité todo, nos fuimos a la ducha donde ella siguió succionando y jugamos un buen rato. Hasta ese momento, si se han dado cuenta, en mi cabeza la palabra "condón" siempre estaba presente y es un detalle importante para lo que pasó al día siguiente.

El martes, la llamé en la mañana y quedamos en almorzar. Fui con ella y le conté que en la noche saliendo con la gente de la chamba iba a cenar con los jefes de la empresa y luego seguro que íbamos a tomar algo. Me preguntó si nos veríamos y ahí me dijo la primera frase que me dejó impresionado, esto fue más o menos lo que me dijo. "pero, nos vemos hoy? tienes que decirme para ver si me tomo mi pastilla"... yo pensé "qué ha dicho?", luego pregunté "qué pastilla?"... respondió "la anticonceptiva pues!!! tengo que prevenir o quieres ser papá? jajaja"... mi cerebro explotó... lo dijo con tanta naturalidad, hasta su risa fue muy natural... mi linda Rubí tomaba anticonceptivas... me comentó que con su anterior pareja empezó a tomarlas y les fue bien porque nunca salió embarazada, así que cuando me conoció, le caí bien, luego le gusté y sabiendo que iba a estar poco tiempo por ahí, empezó a tomarlas de nuevo. Como ella no era kine, el hecho de que tomara la pastilla me dio cierta confianza.

Ese martes, cumplí con mi trabajo, salí con la gente de la empresa, la pasamos bien. A eso de las 9:30 la mayoría se habían ido y el jefe del área donde trabajaba, me jaló al hotel, al quedarme solo, llamé a Rubí, pensé que me iba a decir que sería para el otro día, pero me contestó del mejor humor del mundo "ya estás libre? Quieres que nos veamos", "claro" le dije, "ya dame un ratito y te busco en el hotel", "no, te recojo mejor", "bueno, si quieres, ven". Fui a su casa, apenas bajé de la moto, ella salió, y me dijo que no me bajara, subió a la moto y regresamos al hotel. "Qué lindo que me recojas" me dijo.

Esa noche todo fue un poco más tranquilo. Llegamos a la habitación, tomamos unos tragos, como siempre ella se desnudó, esta vez me dijo que quería que la viera un rato así, me hizo un mini show tocándose y acariciándose hasta que me jaló encima de ella, como antes yo estaba encima de ella y jugó con mi muchacho con sus manos y rozándolo en su bella vagina, pero esta vez lo de las pastillas lo había cambiado todo, me sentía con cierta confianza así que me arriesgué. Fue una delicia, ahora sí lo hicimos en toda la habitación, el segundo polvo fue en la ducha y después ella siguió jugando con mi muchacho pero yo estaba preocupado por la hora, eran cerca de las 2 de la mañana, me dio sueño y a ella también, sin darme cuenta nos quedamos dormidos y al despertar eran más de las 3 de la mañana. Me desperté preocupado porque tenía que llevarla a su casa, la desperté y me dijo la segunda frase que me dejó impresionado "ya, normal, mañana me voy, ven duerme conmigo" y se quedó conmigo hasta el día siguiente.

Obviamente, el miércoles me desperté y tenía a esa belleza desnuda a mi lado, así que procedimos con el mañanero correspondiente... una delicia, ahora lo hicimos un muy buen rato en perrito y ella, que gemía riquísimo, lanzó grititos y se movía más hasta que me hizo terminar. Yo estaba feliz y me fui a trabajar feliz.

La vi toda la semana. Se quedó a dormir un día más esa semana. El miércoles me confirmaron que se había cerrado el contrato por los dos servicios adicionales así que teníamos dos opciones o irme y regresar un mes después o quedarme por allá casi un mes. Lo pensé mucho, en verdad no quería irme por Rubí, pero al regresar ella iba a estar ahí también, pero habían otras razones laborales y personales que hicieron difícil que me fuera y regresara, así que me quedé casi un mes por allá. Le conté a Rubí y se puso feliz, esa noche repetimos el plato, dos polvos más, Rubí era un sueño. Conversando, me dijo "pero te vas a quedar sin ropa limpia", "sí pues, supongo que pagaré para que el hotel me lave y planche la ropa", "no, yo te la lavo, dame lo que quieras que lave y lo llevo hoy mismo", así lo hice, al día siguiente llevo mi ropa lavadita y planchadita al hotel en la noche, hasta eso hizo por mí. Esa noche, jueves, me preguntó "y vas a quedarte aquí siempre", le dije que sí, así había quedado con la empresa, "si quieres vengo y me quedo contigo" me dijo... y otra vez mi cabeza explotó... coordiné con el hotel, pagué la diferencia y a partir del día siguiente, Rubí se quedó conmigo en la habitación.

De una semana a otra había cambiado por completo mi estancia en Pucallpa. La verdad es que no sabía como reaccionar. Se lo comenté a un pata y él me contó que en la selva habían chicas que eran así, que me fijara si era mayor de edad porque sabía de casos que se le habían hecho a otras personas, pero yo había confirmado que Rubí era mayor de edad, era menor que yo pero era mayor de edad confirmado, vivía con su mamá y una hermana en su casa. Por las cosas que me contó, entendía algunas cosas de su personalidad, pero igual me impresionaba como era conmigo. Días después me contaría que hizo todo eso porque yo le gustaba y porque sabía que luego me iría, así que quiso vivir todo rápido.

Se acercaba el fin de semana, no sabía las sorpresas que Rubí me iba a dar esos días, así que eso lo dejo para una tercera parte.

 

Uff que buen relato cofra!

 

Tercera Parte
Aquel viernes por la mañana Rubí llegó al hotel con una maletita y su llave, se instaló en mi habitación y me llamó para avisarme que ya estaba ahí, que le avisara cuando iba a la habitación para que me espere como a mí me gustaba. Sinceramente era agradable saber que ella estaría ahí. Mientras, en el trabajo, las cosas iban bien, con algunas complicaciones pero nada fuera de lo normal, eso sí, a veces me costaba un poco concentrarme. Ese viernes, me dijeron para salir todos juntos, me dijeron que llevara a Rubí, así que le avisé y ella se arregló mucho para salir, opacaba a las otras chicas... y yo feliz.

En esos días lo hicimos hasta el cansancio, todos los días. Si la veían por la calle iban a pensar que es una chica tranquila porque se le veía así, pero cuando estábamos solos se desataba, era una loquita. Le encantaba cambiar de poses, creo que es la chica con la que más poses he probado, algunas eran bastante físicas, pero a ella le encantaban. Le gustaba mucho hacerlo parados y cambiaba de poses cada vez que estábamos de pie. También le encantaba el sexo oral, tanto hacerlo como recibirlo. Eso sí, nunca hicimos un anal, a ella le daba miedo porque sus amigas que sí lo habían hecho le dijeron que les había dolido al principio y ella no quería sentir dolor. Así que no insistí, solo disfrutaba de estar con ella. Era muy conversadora, mientras estuve con ella, me contó mil cosas sobre ella. Por eso se dio la conversación más hot que tuvimos y que me pareció alucinante.

Aclaro que lo siguiente no lo vi, no lo viví, solo me lo contó ella, tampoco lo voy a contar tal cual me lo contó porque no recuerdo todos los detalles, pero es la cosas más alucinante que me hayan contado, no sé si será verdad, pero elijo creer que sí, dicho esto, procedo al relato.

Ese viernes, salí temprano de la chamba, me fui al hotel a ver a Rubí, le avisé que ya estaba en camino, así que me esperó completamente desnuda, me llevó a la ducha y lo hicimos ahí y en la cama, me pidió que no me esforzara mucho porque al regresar quería hacerlo de nuevo, así que estuve tranquilo, pero era difícil con ella ahí. Después de un rato, nos pusimos a conversar, entre una y otra cosa le dije que le gustaba cambiar de poses, me dijo que sí, que le encantaba probar cosas y que como yo me iba a ir en unos días, quería vivir lo más que pudiera conmigo en esos días. Como dijo lo de probar cosas, le pregunté si había probado por atrás, me contó lo de sus amigas y que no quería sentir dolor, "vas a estar acá unos días no más y quiero recordar cosas bonitas, no quiero recordar que me hiciste doler", me pareció una excelente forma de negármelo, así que lo respeté, pero... "¿cómo es eso de que tus amigas sí lo han hecho?", "mis amigas son unas locas" me dijo y procedió a contarme varias historias de sus amigas, cada una más alucinante que la otra, me contó que por ejemplo, una de ellas lo estaba haciendo con su enamorado, cuando la otra la buscó, la primera amiga le abrió la puerta calata, le dijo que pasara y que la espere que estaba "ocupada", se metió a su cuarto y lo siguió haciendo, gritando como loca, hasta que el pata terminó, luego salió la segunda amiga, ya vestida y diciendo "qué rico!" la primera amiga le contó a Rubí que estaba super emocionada y quería irse a su casa a que su enamorado también se la levante, pero se aguantó y otro día se vengó, haciendo que su enamorada se la tire delante de su amiga... me pareció toda una porno esa historia. Y así me contó otras cosas de sus amigas.

Hasta que llegó el relato, lo resalto para que noten que ella me lo contó, insisto en que no sé si fue real, pero elijo creer que sí sucedió. Esto fue más o menos lo que me contó:
Un día salieron con sus dos amigas más queridas y otras dos amigas cercanas. Fueron a tomar unos tragos y a bailar, estuvieron hasta temprano nada más, compraron tragos y fueron a la casa de una de ellas. Según dijo, tenían bastante trago y estuvieron tomando y bailando entre ellas. en cierto momento se pusieron solo a tomar, dejaron de bailar y empezaron a contarse cosas de ellas, algunas tristes así que una de ellas les dijo que no estaban ahí para ponerse tristes, así que empezaron a hacerse bromas y hacer juegos entre ellas, estaban muy pero muy ebrias porque algunas de ellas hablaban raro, según me contó. Una propuso jugar la botella borracha, pero otra les dijo que solo entre ellas iba a ser aburrido, pero al final dijeron que sí porque los castigos iban a ser medio picantes. Fue así que a la primera que perdió le pidieron que confiese si lo había hecho con dos chicos a la vez, respondió que sí y la hicieron contar todo, estaban muy pero muy ebrias, se reían de todo y a cada una le hicieron contar cosas así, una contó como se la tiraron por atrás la primera vez, otra de ellas, a la que llamaré Perla, dijo que le gustaba que le dieran por atrás. Y así siguieron.
En una de esas, una castigó a la otra diciéndole que se subiera el top y les mostrara a todas sus tetas, Rubí me dijo que ese castigo fue para la que tenía las tetas más grandes. Otro castigo para la misma chica fue que se sacara el top por completo y entre risas así lo hizo, así que otros castigos fueron así, se quitaban alguna cosa o contaban algo muy picante. En cierto momento todas estaban con las tetas al aire, así que siguieron con esos castigos, una de ellas se tuvo que quitar el pantalón, se quedó en calzón, otra de ellas se quitó el short mostrando su hilo, dijo "era por si salía algo pues", ósea que la flaca iba a ver si se la levantaban ese día. Siguieron así y en otro momento todas estaban en calzones y nada más.
Seguían con los tragos y los castigos, ya no usaban la botella sino solo señalaban a la que iban a castigar y le decían lo que tenía que hacer. A una de ellas la hicieron ponerse en perrito y moverse como si le estuvieran dando en esa pose. A otra de ellas la castigaron haciéndola ponerse en la pose más incómoda que había hecho.
Si bien todo el relato es casi increíble, esta parte que sigue es la que me cuesta creer y la que elijo creer.
En cierto momento, una fue castigada para que se pusiera en perrito y se moviera como si se le estuvieran dando en esa pose, otra hizo la broma de ponerse delante de ella, con su vagina a la altura de su boca, diciéndole "pasa la lengua" y se reían un montón, estaban tan borrachas que la que estaba en perrito acercó la cara y sacó la lengua, obvio que la que estaba de pie, tenía el calzón puesto así que no lamió nada, pero las demás la animaron a sacarse el calzón, la del perrito no metía la lengua así que un rato después la chica que estaba parada movió el calzón a un lado y la del perrito en verdad se la lamió, obviamente como lamió el clítoris, se emocionó y la que estaba en perrito se acercó más y siguió lamiendo, todas las demás se emocionaron y las animaron a seguir, así que la que estaba parada se echó en el mueble y siguieron, para esto, ya se habían sacado el calzón las dos, las otras chicas estaban emocionadas y le preguntaban a la que recibía las lamidas si estaba rico, ella respondió que sí y le dijo a su amiga que siguiera. Una de ellas les dijo "que alguien le lama a ella también que se está quedando con las ganas", así que otra super borracha empezó a lamerle la conchita a la que estaba lamiendo a la primera chica, todo un trencito, mientas las demás, semi desnudas seguían mirando, riendo y tomando tragos. Según me dijo Rubí al final todas le lamieron la conchita a alguna otra, nadie se quedó con las ganas. En pocas palabras fue casi casi una orgía lésbica. Eso sí al día siguiente un par de ellas estaban super arrochadas pero al final no hubo mayor drama.

Rubí me contó que no fue su única experiencia lésbica porque lo hizo con otra chica hacía un tiempo. Eso sí, con sus amigas no lo había vuelto a hacer, pero sí las había visto calatas varias veces. Mi Rubí, parecía tranquila pero no lo era para nada.

Ese fue el relato que me contó aquel viernes antes de salir con la gente de la chamba. Me dejó super movido así que antes de ir me la levanté de puro arrecho. "Te dejé emocionado" me dijo, "obvio, no puedo creer lo que me has contado", ella solo se reía y me encantaba como era.

Esa noche salimos con la gente del trabajo, una salida divertida y tranquila. Rubí era un encanto, le cayó bien a todos. En la madrugada, nos fuimos al hotel y lo hicimos una vez más. Rubí me dijo que si quería el sábado que saldríamos con sus amigas les preguntara si de verdad hicieron un lésbico. Así lo hice al día siguiente, a las dos que les pregunté me dijeron que sí pero que no se acordaban mucho porque estaban ebrias.

Pero ese fin de semana no terminaba, así que las cosas se dieron mucho mejores.

Sigue una cuarta parte.

 

Prosiga cofra, buen relato.

 

Esperando la cuarta parte cofra

 

Carambas Cofra, que tal Tesorito

 

Cuarta Parte
Luego de lo que me contó, no sabía como sentirme con respecto a mi linda Rubí, es decir, se le veía tan tranquilita y había hecho esas cosas (tan ricas) con sus amigas. Pero si soy muy sincero, no estaba ni enojado ni nada por el estilo, me parecía la cosa más hot del mundo y estaba impresionado.

Aquí hago un paréntesis para contar un poquito sobre las amigas de Rubí. En ese tiempo ella tenía dos amigas muy cernas, Perla, a la que ya había mencionado y que estuvo esa mágica noche con sus otras amigas, y otra a la que llamaré, Ceci, que también estuvo esa noche. Rubí me dijo que en otras ocasiones ya las había visto calatas y ellas a Rubí, tanto antes como después de esa noche. Había una tercera amiga que no salía mucho con ellas, la llamaré Carla, ella tenía una hija, pero no estaba casada. Según todas ellas, Carla era la brava del grupo, esa idea me impresionaba, con todo lo que sabía de estas chicas, ¿qué más haría Carla?

A Carla la conocí días después, como era mamá, no salía mucho. Tuvo su hijo con un enamorado con el que estuvo varios años pero se separaron por temas de él, nada grave, pero esa historia no viene al caso. Siempre pensé que Perla era la más brava pero cuando conocí a Carla, entendí porqué le decían la brava.

Aquel sábado salí con las amigas de Rubí y la pasamos bien. Les encantaba bailar y los pocos amigos que les conocí no eran precisamente bailarines, yo tampoco, pero me dejaba llevar y digamos que era el único que bailaba con todas. Esa noche, cuando nos fuimos, acompañamos primero a Ceci a su casa, ahí nos tomamos unos traguitos y me contaron historias de ellas y sus salidas, luego llevamos a Perla, y ahí me contaron algunas cosas que hicieron con Carla. Por ejemplo, un detalle que había notado era que mi Rubí tenía la conchita peladita, sin vellos, ahí me contaron que Carla les enseñó a depilarse, obviamente cuando lo hizo, todas tenían las vaginas al aire... se imaginan que el cerebro se me secaba con historias como esa. Me contaron más historias de Carla como cuando tuvo un pata con el que cuando tenía ganas, iba a buscarlo solo para que se le haga, ósea un Boy Toy, el pata acabó enamorado de Carla y ella lo rechazó por el papá de su hija... como que no salió bien la cosa.

Conversamos un ratazo en la casa de Perla, ellas ya estaban borrachitas y se empezaban a juguetear tocándose y haciéndose bromas de todo tipo, era tarde de madrugada y la verdad es que me quería llevar a Rubí para hacerlo en el hotel, así que les dije que ya nos íbamos, Rubí abrazó a Perla y ella le dio un piquito, Rubí no se quitó y se mataba de risa, luego Perla le dijo "despídete bien oye" (pónganle dejo de la selva y muchas risas para que se den una idea), Rubí se acercó a darle un abrazó y Perla le dio un beso de aquellos, lejos de molestarme o incomodarme, me dieron muchas más ganas de llevarme a Rubí, aunque obviamente quería levantarme a las dos, pero no creía que Rubí me dejaría hacerlo... no lo creía en ese momento... luego Perlita fue hacia mí y me dio un super beso, me quedé helado y pensé que Rubí se iba a molestar... pero NO!!!! Se reía y le dijo a Perla "oye, no te chapes a mi enamorado"... luego Perla le dio otro chape y le dijo "tú no te dejas pues"... yo estaba inmóvil... no sabía qué hacer... así que Rubí, me tomó de la mano y me sacó de ahí, "mejor me lo llevo para que me haga cositas"... y nos fuimos al hotel.

Al llegar, la que estaba super arrechita era mi Rubí, que me comió a besos y luego me tumbó en la cama, se montó y luego me dio una de sus alucinantes mamadas. Creo que lo hicimos por horas, a tal punto que cuando terminamos, estaba amaneciendo, si no hubiera estado con tanto sueño creo que la seguía.

Rubí me contó que esa vez que hizo un lésbico fue con Perla... y era su amigaza!!!! Según ella, creía que a Perla le gustaban los chicos y las chicas, y que era recontra sexual, ósea que era probable que yo estuviera conociendo a una chica bisexual y adicta al sexo... ese viaje se estaba poniendo muy intenso.

La siguiente semana fue de trabajo serio, salidas tranquilas con Rubí y coordinaciones para el viaje de regreso. Logré sacar una semana de vacas y postergar mi pasaje de regreso. Al final estuve cerca de mes y medio por allá. El mes y medio más intenso de mi vida.

Si se preguntan si pasó algo con Perla... pues sí, pero no fue solo. Un fin de semana, volvimos a salir y quedarnos hasta el final con Perla, está vez Rubí me dijo que vayamos al hotel con Perla, así que fuimos, el que se quedaba cuidando en recepción en la madrugada ya nos conocía así que al llegar le dije "recuerda, llegamos solo los dos", una propina en su bolsillo y subimos con Perla a la habitación y con trago. En la habitación Perla nos hacía bromas y se reía, nos pidió ir al baño y cuando entró escuchamos la ducha, la loca había entrado a bañarse para que se le pase un poco el trago, la verdad es que yo estaba con ganas y me quería tirar a mi Rubí, así que la empecé a calentar mientras Perla se bañaba, Rubí me decía que ahorita salía Perla y que me detuviera pero no podía, estaba super arrecho, así que le saqué el pantalón y el hilo, la puse en perrito y le empecé a dar, siempre atento a que Perla cerrara la llave de la ducha, era riquísimo hasta que Rubí se dio cuenta de que la loca de Perla no había llevado toalla, así que se paró, cogió la toalla y abrió la puerta, Perla no la había asegurado, Rubí entró semi desnuda porque no llevaba nada debajo y le dio la toalla a Perla, "por qué estás calata? ya están cachando seguro" dijo Perla, "no fastidies y sécate loca", le respondió Rubí que cerró la puerta, regreso conmigo y se puso el hilo, me puse el boxer y se echó a mi lado. Perla salió con la toalla y se echó con nosotros, conversamos un buen rato mientras tomamos el trago.

En cierto momento, Perla me preguntó "te ha contado mi Rubí que las dos estuvimos juntas?"... "Sí"... "Y qué tal?" me dijo... "Me pareció alucinante"... "No te enojó?", "la verdad es que no", "y si me la tiro ahorita".... otra vez mi cerebro se secó... "qué? en serio quieres eso?" le dije, "Sí, mi Rubí me gusta mucho, es linda, no?", "Obvio, a mí me encanta"... "Entonces, ¿me dejas?" me insistió, le pregunté a Rubí si ella quería... y timidamente me dijo que si yo quería, sí lo haría... así que atraqué.

Perla se sacó la toalla, tenía un cuerpo bonito, tetas más grandes que las de Rubí con pezones formaditos y ricos, caderas más pronunciadas y piel suave, cabello largo, carita redondeada, pernas gruesas y ricas, era más gruesita que Rubí, pero no era gorda para nada. Le sacó el hilo a Rubí y se la empezó a comer, yo estaba alucinando, no es común ver a tu enamorada haciendo lesbianismo, estaba al palo, Rubí lo notó y entre sus jadeos me dijo, "Ven, ponmelo en la boca", así que le puse a mi muchacho en la boca y ella succionaba tanto como las lamidas de Perla le dejaban. Algo que noté era que Perla tenía un lindo culito, formadito como sus piernas, de verdad me la quería tirar ahí mismo, pero no, Rubí era mi flaca y no podía hacer nada a menos que ella me dejara.

Estuvimos así un buen rato, con Perla comiéndose a Rubí, ella jadeando y dándome una de sus espectaculares mamadas. Hasta que Perla, se separó y empezó a besar a Rubí, luego se echó y le pidió a Rubí que ella se la comiera, Rubí me miró y le dije que si quería que lo hiciera, así que se empezó a comer la conchita de Perla. No es común, pero en mi caso, era muy alucinante ver a tu flaca comerse a otra, yo estaba al palo, no podía más, Perla me miró y entre sus jadeos cogió a mi muchacho y lo empezó a mover, le dijo a Rubí "está que no puede más, ¿se la chupo?", Rubí me miró y le dijo "Ya pero despacito, no me lo maltrates". Para mí fue la sensación más rica del mundo ver a mi flaca comerse una rica conchita mientras la otra flaca me la chupaba.

Llegado a ese punto, ya no aguantaba así que me acerqué a mi Rubí que estaba echada boca abajo lamiendo la conchita de Perla, así que se la metí con más ganas que nunca. Me di cuenta que los tres estábamos como loquitos, Rubí daba grititos de rato en rato, cada vez más fuertes y volvía a comerse a Perla, Rubí me daba mamadas riquísimas y parece que también hacía lo mismo con Perla que sí se dejaba llevar y gritaba como loquita mientras no nos quitaba la mirada de encima, se notaba que la gustaba vernos mientras Rubí se la comía. Luego Rubí dejó de comerse a Perla, empezó a gritar más, la puse en perrito y le di duro un rato, hasta que me pidió que me calmara porque no quería que termine todavía. Perlita aprovechó, y me la empezó a besar, luego se la pasó a Rubí y estuvieron un ratito las dos ahí, pero suave, no querían que yo terminara. Luego Perla se echó en la cama y le dijo a Rubí "oye loca, déjalo que me la meta, mira que ya estoy recontra arrecha, no solo tú vas a gozar pues", Rubí se reía, me miró, yo estaba impresionado, no me imaginé que Perla se lo iba a pedir. Rubí la pensó un rato, y me dijo "ya pues, métesela", la miro a Perla, "que te la meta!", Perla se puso boca arriba, abrió sus piernas, metió sus dedos a su conchita, la humedeció y me dijo "ya pues, ven!". Miré a Rubí y me dijo "Ya, entra, rapidito", "¿Segura?", "Sí, dale no más que está que te pide". Así que lo hice, me tiré a Perla delante de Rubí y fue una delicia, si bien Perla era una loca, cuando se la metí gemía duro, me acariciaba con una mano y con la otra tocaba a Rubí que empezó a jugar con su conchita y a gemir duro. Los tres estábamos como locos.

Después de un rato, mi Rubí se puso en 4 al lado de Perla, entendí el mensaje y le empecé a dar, suave no más porque sentía que si me apuraba un poquito se me venía todo, Perla la empezó a besar por todas partes. Luego Perla se volvió a echar y Rubí se puso encima de ella, se besaban harto y yo veía el maravilloso espectáculo de dos vaginas bonitas, una encima de la otra y frente a mí. Se la volví a meter a Pilar y luego cambié a Rubí, era una película porno y yo la estaba viviendo. Después de un rato Perla se puso en cuatro y le empecé a dar suave pero fui aumentando la intensidad, sencillamente ya no aguantaba, pero Rubí me interrumpió y me dijo "espera, espera, no acabes en ella, espera", se puso en 4, "dame a mí, dame a mí", cambié de vagina, le di a Rubí con más ganas que nunca, está vez la hice gritar y terminé en ella. Sucede que Rubí no sabía si Perla estaba tomando las anti conceptivas, pero como ella sí lo estaba haciendo, quiso tomar precauciones.

Y así terminé, feliz, emocionado y agradecido con mi Rubí, la chica más alucinante con la que había estado.

Como era tarde conversamos un ratito y nos echamos a dormir, como ellas no eran altas y eran más o menos delgadas, pudimos dormir tranquilos los tres en la cama. "¿Te gustó?" me preguntó Rubí, "obviamente que sí", "Se ha tirado a dos chicas, ¿cómo no le va a gustar?" dijo Perla, "tú pues loca, que me haces hacer esas cosas!" le dijo Rubí, "y tú que no querías!" Dormimos y al día siguiente repetimos la faena. Fue alucinante.

Los coqueteos con Perla se repitieron pero no se volvió a dar un trio de nuevo, Rubí siempre me dijo que no le había incomodado, pero sí me dijo que eso había sido cosa de una vez no más. Incluso me llegó a preguntar si yo estaría con Perla a solas, pero en verdad no era algo que quisiera hacer. Confieso que a esas alturas sentía muchas cosas por Rubí.

En el trabajo las cosas fueron muy bien, las cosas con Rubí también iban bien. Los días pasaban y un día terminó el trabajo. La empresa me agradeció y estaban contentos con lo que se había hecho. Fuimos a cenar como despedida, me comentaron que el pasaje había sido postergado como yo se los había pedido, me dijeron que antes de que viajara los visitara para despedirme, así lo hice, estaba a una semana de irme y sinceramente me empezaba a sentir intranquilo, sabía que tenía que irme pero no quería dejar a Rubí.

 

Continua el relato cofra, esta bueno

 

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Quinta Parte
Rubí y yo vivimos muchas cosas en muy poco tiempo, y se notaba. Hasta ese momento no había entrado a su casa ni conocido a su familia y prácticamente vivía con ella en el hotel. Pero eso hizo que esa última semana fuera muy intensa entre nosotros.

Esa última semana yo no tenía que ir a trabajar, así que me pasé casi todo el tiempo con Rubí, hacíamos todo juntos porque sabíamos que esa era nuestra última semana. Y en ese contexto, tuvimos la conversación incómoda que viene con una relación con fecha de caducidad: ¿qué iba a pasar después? ¿seguiríamos juntos? ¿se acabaría todo? ¿volveríamos a vernos?

La respuesta era simple: todo se terminaría. Era obvio, yo no podía dejar mi vida, mi trabajo y todo lo demás solo por irme con ella, y ella no podía dejar toda su vida para irse conmigo, por lo menos no después de tan solo un mes y medio. Nos queríamos, y mucho, me encantaba pasar el tiempo con ella... pero, solo había pasado un mes y medio, o menos... era muy poco tiempo para decidir cambiar nuestras vidas así... Y de eso hablamos y ella fue la que me lo dijo, "pero mi amor, solo estamos juntos por dos meses", sí se equivocó de tiempo, "no sé si esté bien" me decía y sus ojos se llenaban de lagrimas y su voz de dudas. Esas cosas impulsivas solo son bonitas en las películas. Esa conversación fue muy triste y terminamos los dos llorando, abrazados y decidiendo que cuando me fuera se terminaría todo y seríamos muy buenos amigos.

Pudo ser una conversación triste, pero después decidimos disfrutar al máximo el poco tiempo juntos que nos quedaba. Esa semana creo que dormí entre 3 y 4 horas al día. Disfruté cada minuto a su lado.

Creo que esos días lo hicimos 2 o 3 veces al día. Ella andaba en la habitación desnuda casi todo el tiempo, me encantaba verla así, por eso me encanta la selva con su clima cálido. Dejamos de apurarnos al hacerlo, lo hacíamos despacio, disfrutando del momento. A ella le encantaba que la acariciara en esos momentos, así que tomaba mis manos y las pasaba por todo su cuerpo, también, como ya lo había mencionado, le encantaba el sexo oral, así que andaba prendida de mi muchacho todo el tiempo. Fue super complaciente y yo traté de hacer lo mismo, si me pedía algo trataba de hacerlo, me pidió mil poses y las hice todas, en algunas acabé lesionado... pero al diablo con todo! Era mi última semana con ella y la iba a disfrutar.

Sabiendo que la despedida se acercaba, a media semana, me dijo que quería intentar por atrás. Yo se lo había pedido los primeros días, ella ya me había dicho que le daba miedo, que no quería que le doliera y que no quería recordarme por ese dolor, pero esta vez ella estaba decidida, compramos lubricante, tuvimos una sesión larga de besos y caricias, lo hicimos suavemente y en las poses que a ella le gustaban, nos echamos en la cama y me dijo que se sentía preparada, así que lo intentamos. Le puse bastante lubricante, la besé mucho, la acaricié mucho más, ella estaba feliz con eso, le abrí su bello culito con los dedos y con mucho lubricante, me tomé mucho pero mucho tiempo preparándola, entonces apunté mi muchacho a su bello culito y lo fui empujando de a poquitos... pero no entraba, usé los dedos para dilatarla mucho más, ahí cedía y hasta parecía disfrutarlo, pero al momento de querer entrar, se cerraba, se ponía tensa y hasta de desesperaba, sencillamente le daba miedo, así que le dije que si no quería, lo dejáramos ahí, para mí ya no era importante. Admito que sí quería tener sexo anal con ella, pero no se podía y la verdad era que más eran mis ganas de estar con ella que cualquier otra cosa. Pero ella se sintió medio mal, derramó unas lágrimas y me dijo que quería hacerlo así conmigo, que la disculpara... me conmovió. También me dijo algo que me dejó impresionado, "si quieres le decimos a Perla, ella lo hace por atrás, le digo que venga para hacerlo los tres y le das por ahí"... no sabía qué decir, qué pensar, esa preciosa chica me estaba ofreciendo otro trío solo para darme el gusto de tener sexo anal. La consolé y la animé, salimos esa noche, llamamos a unas amigas suyas y fuimos a tomar unos tragos, la pasamos bien y cuando ella estaba sonriendo feliz, le dije que ya se olvidara del tema y le dije algunas cosas más con mucho cariño, se emocionó y se puso feliz.

Esa noche regresamos a la habitación y lo hicimos a lo loco. Esta vez ella se pudo en todas las poses que yo quería. Fue delicioso, dormimos 4 horas y me despertó con una deliciosa mamada, me pidió que terminara en su boca y succionó de una manera alucinante, hasta hizo garganta profunda en un momento fugaz, fue como una mamada de estrella porno, me hizo terminar y nunca dejo de succionar, luego dejó que todo se le derramara por el cuerpo y se tocó mientras lo hacía, si físicamente hubiera podido, al verla haciendo eso, hubiera terminado de nuevo... jejeje.

Ese día mi linda Rubí, me iba a dar la última sorpresa de ese viaje. Estuvimos casi todo el día en la habitación, salimos a almorzar con sus amigas, ahí estuvieron Perla y la loquita de Carla. Conversamos de todo, fue muy divertido lo que las chicas contaban. Pasamos la tarde con Ceci, Perla y Carla. Ceci fue la primera en irse, como siempre, y me quedé con las tres, conversando. En cierto momento fui a hacer una compra, Perla me acompañó, conversamos de varias cosas, de lo que ella quería hacer, me dijo que veía a Rubí feliz y que yo le había caído bien, estaba contenta por su amiga. También me dijo que le gustó estar conmigo y con Rubí, que ojalá se repita y me dio un piquito... Perla era una loca, una loca de verdad.

Regresamos con Rubí y Carla, ya era de noche, Perla se tuvo que ir, quedamos en vernos al día siguiente. Pensé que nos íbamos a ir a dejar a Carla, pero en ese momento ella se despidió y le dijo a Rubí "me avisas entonces, voy a mi casa a prepararme y si se puede, voy al toque", "ya pues, dame un rato y te confirmo" le dijo mi linda Rubí, Carla se despidió y se fue a su casa un poco apurada. Ya solos, Rubí me dijo que nos fuéramos al hotel, la verdad es que todavía no me quería ir, pero ella me convenció. Al llegar al hotel, subí a la habitación, pero Rubí regresó para preguntarle algo en recepción, luego fue a la habitación y me pidió que nos bañáramos juntos, esos baños eran más que nada una sesión de besos y caricias, y las deliciosas mamadas de Rubí. Pero esta vez noté que ella se limpió bastante el culito e hizo lo mismo conmigo. Fuimos a la cama, ella respondió un mensaje y luego se puso a calentarme de todas las maneras posibles, incluso montó un ratito, hasta que alguien tocó la puerta, Rubí se paró, fue a la puerta y abrió... era Carla!!!

Rubí había abierto completamente desnuda, yo estaba igual en la cama, y entró Carla, con un top criminal, un pantalón super pegado y oliendo riquísimo, saludó a Rubí, se acercó a mí, me dio un piquito y luego cogió a mi muchacho, "está rico!" dijo, yo estaba muy pero muy sorprendido, "Rubí, qué pasa?", "Carlita nos va a acompañar, ¿quieres?"... "Tú, normal?" le dije, "claro, yo le dije que viniera", me respondió. Carla al toque me dijo, no te hagas el tímido que he venido a comérmelos a los dos, le dio un chape riquísimo a mi Rubí, que se sorprendió con eso, y luego se sacó el top, mostrando sus tetas que eran más grandes que las de Rubí y las de Perla, obvio, había sido mamá, pero Carlita se había cuidado o había hecho algo bien porque no estaba para nada gorda y la barriga no se le veía mal como a otras chicas que tienen hijos, se le veía bien, eso sí tenía unas caderas anchas pero riquísimas... "te gusta mi culito" me dijo Carla mientras se ponía de espaldas, Rubí le dio una nalgada y yo en verdad me la quería tirar en ese momento, así que cogí a mi Rubí por la caderas, la puse en 4 y le empecé a dar despacito, luego le dije a Carla, "quitate el pantalón", Carla se sentó frente a nosotros y se sacó el pantalón despacito, mostrándome el culo que era su mejor atributo, lo tenía gordito, redondito y rico, Carla era rica en general. Se quedó en calzón y luego de me acercó, yo seguía dándole despacito a Rubí, se quitó el calzón despacio, luego tomó mi mano y la puso en su vagina y la movió, "mojame", me dijo, así que le sobé su riquísima vagina que en segundos se puso mojadita, Rubí se paró de su pose y me la empezó a mamar, "chupale sus tetas que le gusta", me dijo, a lo que me pregunté "¿y como sabe Rubí qué le gusta a Carla?", pero le hice caso y le empecé a chupar la tetas a Carlita y en verdad le gustaba, no le quise pedir nada a Rubí, pero en cierto momento ya no le estaba tocando la vagina a Carla que se había echado en la cama, ahora solo le chupaba y acariciaba las tetas y qué ricas tetas tenía, pero mi Rubí se acercó a Carla y se la empezó a comer. Ya había dicho lo rico que me parecía eso, así que me puse más al palo y esta vez yo se lo puse en la boca a Carla sin esperar a que me lo pidiera, y e dio una buena mamada mientras Rubí se la comía.

Fue una delicia, Carla era una lobita en la cama, le comió la vagina y el culito a mi Rubí, era una delicia ver como Rubí se movía de placer, estaba jalándomela de solo verlas cuando Rubí me pidió "métesela, dale rico!", yo dudé, pero noté que Carlita abrió más sus piernas y Rubí insistió "cáchatela! dale!" . En verdad dudé, una cosa era el sexó oral pero estaba en mi última semana con Rubí, no sabía si hacerlo o no, pero fue Rubí quien insistió "cáchatela mi amor! quiero que lo hagas".. "estás segura?", seguía dudando. En eso Rubí se paró, me tomó de la mano, Carla estaba echada boca abajo en la cama, Rubí la levantó y la puso en 4, me jaló y me puso detrás de Carla, cogió mi muchacho y lo jalo para meterlo en la vagina de Carlita que gimió riquísimo cuando me sintió. Y fue así que empecé a tirarme a la otra amiga de mi Rubí.

Fue riquísimo, la sensación de tirarme a otra chica, delante de mi enamorada, que ella lo apruebe y que se toque mientras lo hago, es algo que no puedo describir. Disfruté al máximo tirándome a Carla, pero ver a mi Rubí tocarse, me puso como loco, así que se la metí a Rubí, pero esta vez estaba como loco, le di con fuerza, la hice gritar, Carlita nos besaba a los dos mientras me tiraba a Rubí, luego Rubí suavemente salió y me dijo que me tranquilice, me dio besitos ricos pero suaves, poco a poco me tranquilicé y me eché con las dos un rato. No paraba de besarlas, pero no soltaba a Rubí la tenía abrazada todo el tiempo, "qué tal? te está gustando?" me dijo Carla, "claro! ha estado bien rico", le contesté, "todavía no terminanos! quiero me hagas más cosas y quiero que mi amiguita termine" respondió Carla, que procedió a comerse a Rubí de nuevo, me dijo "ya, no te toques y miranos no más un rato" Carla le lamió todo a mi Rubí, que se notaba que lo estaba disfrutando, no solo eso sino que Carlita se puso en 69 para que Rubí también se la comiera, aproveché para metérsela a Rubí un ratito mientras Carlita la acaba y me la chupaba un poco... otra vez estaba en una película porno!!!

Después de un rato que ellas juguetearon, Rubí empezó a jugar con el culito de Carla, lo besaba, lo acariciaba, le metía los dedos untados en saliva y se notaba que a Carla le gustaba, estuvieron así un rato muy pero muy largo, luego Rubí me dijo "ven!", me acerqué, cogió a mi muchacho y lo puso en el culito de Carla que empezó a retroceder mientras Rubí mantenía mi muchacho en la entrada del culito, al final entró la punta y luego Carlita poco a poco fue moviéndose para que entre el resto, "déjame a mí, déjame a mí", conforme entraba más, más lanzaba un gritito riquísimo. Al final cuando estuvo todo adentro, tomó mis manos y las pasó por su cuerpo, se movió despacito hasta que se acostumbró, Rubí se le acercó y le empezó a besar las tetas, se notaba que Carla estaba contenta, empezó a moverse cada vez más rápido y más fuerte. Llegado un momento, Carla se embestía con mi muchacho en su culito, y daba alaridos de gusto, mientras Rubí seguía besándole todo el cuerpo, en verdad me sentía feliz, era riquísimo, de rato en rato Rubí me daba riquísimos chapes que me ponían como loco. Después de un rato eché a Carla y le empecé a dar más rápido, casi como si le estuviera dando por adelante, Carla no se movía, gritaba rico y decía "sigue, sigue", la puse en 4 y le di duro, después de un rato se salió y seguía gritando, su cara estaba rojita y después de un ratito sonreía, creo que había terminado (no estoy seguro de eso), pero yo no había terminado aunque creí que no me iba a dejar seguir así que bajé de la cama y me fui al baño para lavarme, pero Carlita me llamó y me dijo "pero no te vayas todavía que no has terminado, ven! sigue! termina! ven y dame", escuchar esas frases era todo un sueño, Rubí me dijo "ven amor, no te quedes con las ganas", así que me puse detrás de Carla, que me dijo "en perrito no porque me haces venir muy rápido así... ven, entra" puso mi muchacho en su culito y procedí a darle. Esta vez fui más amable, no la embestí al principio, pero era una sensación tan rica sentir el culito de Carla, ver a mi Rubí ahí besándola que no aguanté mucho más, el problema que tenía era que no quería salir del culo de Carla para entrar a la vagina de Rubí a terminar, pero Carlita me dijo "termina ahí, dale no más", "pero voy a tener que darte más duro para poder terminar" le dije, "dale, yo aguanto, date el gusto, dame no más", así que le di de alma, la hice gritar al ritmo del movimiento, y cuando estaba terminando mi Rubí me dio un chape riquísimo. "Asu... nunca me habían dado tanto... qué rico!" dijo Carlita, "gracias amiguita linda" le dijo a Rubí, pero yo la estaba besando y no la dejé responder.

Luego me paré al toque porque quería lavarme al toque, pero Carla me comentó algo que tiempo después supe como se llamaba, me dijo que ella se lavaba el culito con una pera tipo enema cuando sabía que lo iba a hacer así, usaba esa pera hasta que se limpiaba por completo y con eso podía hacerlo sin problema. Años después mi amiga Mariana, cuya historia ya conté, me dijo que eso se llama una "ducha anal" y es recomendada para las chicas que practican sexo anal para no manchar a sus parejas. Igual me dijo que me lavara, estuve un par de minutos con ellas antes de ir a lavarme. Mi Rubí me preguntó "te gusto mi amor?", le dije "estuvo increíble!", sentía unas ganas locas de besarla, así que lo hacía a cada rato, Carlita me decía "ya pues, no coman frente a los pobres"... "jajaja, mi amor, chápate a Carla para que no se quede con las ganas" así que también la empecé a besar y aproveché para chuparle sus tetas que a cada minuto me parecían más ricas... "chapar? quiero me abra el culo de nuevo", dijo Carla y los tres nos reímos con ganas.

Fui a la ducha después de un buen rato, Carla se me unió un rato después para ayudarme a lavar mi muchacho que efectivamente estaba limpio y sin olores, eso de la pera funcionaba. Carlita igual me lo lavo con mucho cuidado. Me dijo que ella ya había hecho lo de la pera antes y que nunca había tenido problemas de manchas o de salud, así que me lo lavó muy pero muy bien y después para darme confianza, me dio una rica mamada en la ducha. Rubí entró después, "despacito, no me lo maltrates" le dijo a Carla que seguís chupando, Rubí me besó, luego por costumbre, porque así lo hacía con Rubí, cogí a Carla, la puse de pie y se la metí con todas las ganas del mundo, en eso me di cuenta de que me estaba tirando a otra chica delante de mi enamorada sin que ella me hubiese dado permiso, pero Rubí me besó, y me movió para que siguiera dándole a Carla, luego nos dijo que fueramos a la cama, así que lo hicimos, puse a Carla en 4 y empecé a darle pero por adelante, le di duro, Rubí me miraba, se tocaba, me besaba, se tocaba, la vi más sensual que nunca, más rica que nunca, a Carla le estaba dando como loco, así que cogí a Rubí, la puse en 4 y le di con muchas pero muchas ganas, en serio no sé qué me pasó, me volví como loco, me las tiré a las dos con muchas ganas, les di de alma en muchas poses, las puse una encima de la otra con ellas mirándose, eché a Carla en la cama y puse a Rubí encima de ella y le di de alma, luego cambié de vagina, Rubí me decía "me gusta que nos des así, dame rico amor", esa frase la repitió muchas veces, en serio les di de alma. En cierto momento puse a Rubí en 4 de nuevo y le di como nunca, Carla nos besaba y Rubí gritaba mucho, estaba mojadita, pero yo seguía y por el espejo vi que Rubí estaba con los ojos super abiertos, la boca abierta pero no lanzaba ningún grito, hasta que se separó de mí con la cara rojita pero yo me moría de ganas de seguir dándole pero ella me pidió que le diera un rato, yo estaba como loco, en eso Carlita me dijo "cálmate, échate, yo te ayudo", me eché de espaldas, Carla se puso encima mío, puso a mi muchacho en la entrada de su culito y se sentó, y se empezó a mover cada vez más rápido, cuando Rubí se tranquilizó, le pidió que le lamiera "amiga, chúpame, chúpame mientras lo tengo en el culo... chúpame" casi le rogó, así que Rubí se la comió mientras Carla cabalgaba, se puso como loquita, salió de la pose, pero yo todavía no había terminado, así que me dijo, "ven, ven, no quiero dejarte con las ganas, dame, termina" pero yo quería terminar en Rubí, pero no se la quería meter sin lavarme, Rubí me dijo, "tranquilo amor, dale no más, después ya terminas en mí", estaba impresionado con Rubí. Así fue que le di de alma a la linda Carlita por su bello culito hasta que terminé por segunda vez ahí.

Después de la ducha, terminamos los tres en la cama, a diferencia de Perla, Carlita no se quedó y se fue una media hora después. Nos dio un beso riquísimo a cada uno y se despidió. Cuando nos quedamos solos Rubí me dijo "quería que lo hicieras por atrás, como yo no podía le dije a Carla que sé que lo hace por ahí, me dijo que sí y fue fue a su casa a prepararse, ¿te gustó?", "mucho" le dije. No sé qué harían ustedes en mi lugar, pero yo sentía muchas ganas de estar al lado de Rubí, no quería soltarla, era increíble lo que había hecho, yo estaba feliz y contrariamente a lo que se podría pensar, en verdad sentía que nos acercó más.

Esos 3 últimos días fueron de muchas emociones. Al día siguiente no vimos a nadie, fue un día para nosotros. Fue un bonito día. El penúltimo día conocí a su hermana, era menor que ella, almorzamos juntos y la fuimos a dejar a su casa, era una chica muy linda, pero nunca vi a su mamá. Ese día vimos a sus amigas una vez más. Esa noche era nuestra última noche juntos, lo hicimos toda la noche, dormí solo 2 horas, no quería perder ni un minuto con ella.

El último día pasamos la mañana juntos, almorzamos con Perla y Carla, al despedirnos Carla le dijo a Rubí "chao hermanita", "hermanita?" dijo Rubí, "somos hermanitas de leche pues" dijo Carla y nos reímos a carcajadas. "Oye ósea que tú nos haz hecho hermanitas de leche a las tres" dijo Perla. Fue de lo más gracioso que había escuchado en años.

Carla se despidió de mí dándome un gran beso, "te voy a extrañar, gracias" me dijo. Perla me dio un abrazo que parecía que no iba a acabar nunca, luego me dio otro super beso y con sus ojos llorosos me dijo "me encantó conocerte", Carla agregó "si vuelves, nos buscas, no te olvides de nosotras", "jamás las olvidaré" les dije. Así me despedí de dos chicas muy locas, muy lindas y grandes amigas de Rubí.

La despedida de Rubí fue muy difícil, en la habitación lo hicimos una última vez, nos bañamos juntos me pidió que le tome las últimas fotos desnuda para que la recuerde siempre, posó para mí, aún tengo esas fotos bajo un cerrojo digital (no las comparto por ningún motivo, circunstancia o precio). Luego de preparar maletas fue difícil hablar. Cuando salimos del hotel fue difícil caminar, en la mototaxi solo podía abrazar a Rubí que no dejaba de llorar. Al llegar, nos encontramos con Ceci, yo estaba preocupado por como se regresaría Rubí, pero Ceci había ido para acompañarla. Llegado el momento me despedí de Ceci.

Al despedirme de Rubí, no sabía que decir, nos abrazamos, no quería soltarla, ella me dijo muchas cosas lindas y cada palabra que yo le decía la hacía llorar, era demasiado triste. Finalmente, me dijo "te a..." nos besamos, tomé mi maleta y me fui.

Ya en Lima, me comuniqué muchísimas veces con Rubí, conversamos bastante los primeros días, contándonos todo lo que hacíamos. Pero el tiempo hizo su papel y con el pasar de los días y los meses, Rubí se convirtió en el recuerdo más bonito que tengo de la selva. También me comuniqué con sus hermanitas de leche, pero a ellas no las he vuelto a ver. No he regresado a Pucallpa desde aquella vez, aunque sí he vuelto a la selva a otras ciudades, pero en esas ocasiones he conocido kines o chicas del momento.

Rubí ha venido por lo menos 3 veces, la primera fue más o menos un año y medio o un poco más después de mi viaje. La segunda fue un par de años después. Esas dos veces vino sola, no tenía pareja en ese momento y tuvimos nuestro "remember" en ambas ocasiones. La tercera vez vino después de la pandemia, pero esa vez ya estaba con pareja y no hicimos nada más que cenar y tomar unos traguitos pero yo tampoco quería malograrle nada. Nos comunicábamos de vez en cuando, nos escribíamos y contábamos mil cosas. La última vez que conversé con ella por chat fue hace unos meses atrás, por eso me acordé de ella. Ya no vive en Pucallpa, está por otro sitio, ya está casada y tiene una hija pequeña que se parece bastante a ella. Espero que sea feliz porque para mí es un recuerdo más que feliz.

Y así termina mi largo relato, espero que les haya gustado.

Tengo otras historias más cortas, espero contarlas en algún momento pues para mí es casi casi terapéutico.