La chibola piurana de rico culito

Me interesó el tema y por fin me animé a contar mi historia breve y quizás última que pase en mi vida. Soy un hombre casado y que decir de mi bella esposa, tengo dos hijos y siempre estuve fielmente a mi relación, hasta que llegué a Piura por trabajo temporal. Me quedé alojado en la casa de unos tíos en lugar llamado la primavera, ellos ya son d e mayor edad. Resulta que al frente de mi cuarto en el segundo piso, estaba la habitación con un pequeño balcón de los vecinos. Ahí era el cuarto de su hija mayor. Gianella, era su nombre, delgada de estatura regular, curvilínea y con el culito bien paradito. Confiada de que mis tíos son personas mayores y en su segundo piso ya no habitaba nadie. Para la suerte de mi llegada, mi mirada se estrenó con una gran escena que me hizo cambiar la actitud de hombre fiel y hogareño. Gianella, había dejado las cortinas separadas y se miraba frente a su espejo, con su cabello largo hasta sus nalgas bellas y redondas. Con sus senos pequeños y sus pezones en punta y la tanguita subida hasta la cadera. Toda una escena de un hermoso paisaje ante mis ojos.




Me gustaría saber si subo más, espero su compresión y disfruten el relato. Estaré subiendo más. Y bueno le presento a Gianella.

 

La historia promete cofra, dale!!

 

Interesante, brindanosmás detalles de tu relato y con fotos mejor aún,promete esta historia asi que esperamos por más.............

 

SEGUNDA PARTE:

Desde aquella escena, totalmente todo cambió. A pesar que fueron algunos segundos de ese espectáculo visual. Mi mente hacía recordar en cada momento esa memoria de su belleza y exquisito cuerpo tierno. Un tipo como yo, ya mayor y con una familia, estaba apunto de romper toda barrera de mis conductas como buen hombre de casa.
Desde ese momento sentí unas ganas feroces de poseer todo de ella, su cintura pequeña, su bello rostro, los labios carnosos y aquel cabello largo que hacía crear las fantasías más sátiras. Las primeras oportunidades de tener contacto con ella fueron en las compras matutinas o aquel gustito que tenía. Cómo no recordar la primera vez que le saludé y apliqué la labia de saber más de ella. Fue en la panadería plan de 6:00 de la tarde. Regresaba de mi labores diarios, algo cansado pero motivado por apreciar esa tierna diosa que era mi vecina. Fue entonces que salió de su casa, apenas con una ligera bata, al aparecer había salido recién de bañarse. Llegó con su cabello húmedo y realmente se le marcaba esa tanguita pequeña ¡Dios mio mi mente voló!
Aún más peor o favorable para mi gustosa mirada, no se había puesto brasier. Y por la brisa friolenta del atardecer, se le notaba los pezones erectos.
Tuve la oportunidad de aprovechar que aún no saliera la señora de la panadería a atender. Esos segundos fueron eternos para empezar con un buenas tardes.

La saludé, le pregunté cómo se llamaba y ella con una voz suave y cariñosa me respondió con su nombre que ya sabemos mis queridos lectores.
Le dije que era nuevo por aquí en estos lares. Ella tan gustosa me respondía ni sobrada ni fría o seca que digamos.

Me preguntó cómo me llamo, que edad tenía, y de dónde era.
No he sido de ser un tipo de mentiras porque me crié en una familia que pertenecía a la comunidad Testigos de Jehová. No voy negar que aquella vez utilice todo tipo de desvío de sinceridad.
Le dije como me llamo, la edad y que actualmente era un hombre soltero y separado.

Cuando ya iba aplicar otro tipo de conversación, salió la señora, una mujer pequeña y gordita.
Cuando llegué a mi cuarto, noté que tenía la verga bien dura y parada. No pude más y tuve que aplicar la manualidades teatrales de mis manos en el baño. De imaginarme con ella en todas las poses, de poner mi boca en cada rincón de su cuerpo. Sentir esas nalgas paradas en mi rostro, oler ese manjar que esconde su tanga, saborear y conocer su hermoso coño.
Estuve de espía por la noche antes de dormir, no pude ver nada. Solo noté que unos minutos después que sonó el motor de una moto y la vi salir. Se acercó al tipo y lo saludó. Con una bulsita pequeña que daba a todo esplendor su cintura y un pantalón jean que pedía a gritos desvelar ese hermoso culo. ¡Qué suerte e envidia de ese cabron! Me dije, tenía que dormir ya mañana era el último día de trabajo de la semana. Pero no puedo negar que me quedé pensando en las cosas que ella haría y que ganas de estar en el lugar de ese tipo.

Pasaron algunos días y cada vez que podía iba creando una conversación desde saludos hasta con un poco más de tiempo de charla pasajeras.

 

Prosiga doctor cofrade

 

Siga cofrade,que el relato promete

 

Siguiendo con el relato.


Queridos lectores disculpen la demora, he tenido unos días difíciles. Y seguimos con la breve y locura historia.

Después de llevar una larga comunicación entre saludos y encuentros entre compras y idas y venidas.
Y llegó el momento donde no pude más y me atrevi atacar cordialmente con una salida. La encontré en el parque cercando dónde vivíamos, estaba algo intranquila, con una carita de pocos amigos. La saludé, yo llegaba de trabajo era plan de siete de la noche y no pude resistir mi mirada tan voraz a verla en su licra y polera que daba a notar sus pezones bien parados por la brisa friolento del momento. Me acerqué y le dije que hacía por esos lares o que tenía. Me comenzó a contar que su novio le había terminado y ya estaba cansada porque ya no era primera vez sino varias que ya la había pasado. Además de eso iban cumplir un año más y justo esa noche tenían una cena, pero el tipo le dijo que la relación ya no iba para más y estaba confundió o quería tiempo. Típica frases que dan entender que hay alguien más o tiene nombre y apellido ese "tiempo"
Aproveché para insertar todo tipo de malicia en palabras en ponerle más fuego al momento, en mencionar que lo más seguro estaba con otra chica, y que lo más fuerte y dolido era que ella ya le habían puesto los cuernos mucho tiempo atrás.
Le dije que era muy bonita, con un bonito cuerpo y unos labios muy hermosos para sufrir por alguien que no la valora. Me decía que si verdad, que mejor iba salir con un amigo a pasear o hacer hora por ahí. En ese momento se prendió la idea y se me paró la verga. Le comenté que mejor que salgamos y de paso me lleva a conocer su ciudad, ya que yo no era de por acá. Entre tanto hablar, no pude aguantar más y me acerqué y me lanzé sin miedo a probar su boca que sentía que me pedía a gritos devorar, tuve miedo pero ella me respondió con una sensación de venganza pero dulce. La comencé a besar tan intenso y aprovechando la poca luz de aquel parque que apoyaba mis deseos sátiros. Metí mis manos debajo de su polera, que delicia a sentir su piel, esa cintura tan pequeña y más aún sin miedo al éxito tocar sus senos que por suerte de la vida, no llevaba brasier. Ella me tocó el pantalón y sintió mi verga bien dura y erecta por ese momento. Cuando quise meter unas de mis manos hacía su coño, lo mínimo que pude sentir fue una depilada reciente, no pude introducir más mi mano porque ella reaccionó y me empujó.
Me comenzó a decir que era una aprovechador, y que abusaba de su confianza por lo que me contó sobre su situación sentimental. Tuve que ser rápido queridos lectores, en esa ocasión respondí que fue el momento y la sensación que sentimos. La calmé con mis palabras y que al final fue mi culpa. Le dije que no volvería a pasar y mas bien para olvidar esto, vayamos y salgamos para hacer las pases. Me miró con una carita pícara y dudosa que al final fue un si. También se disculpó porque el empujón y la forma como me habló. En ese instante le pedí su número para estar en contacto donde nos veríamos, me lo pasó y nos despedimos ante de irnos le dije, al menos un besito de despedida.
Me miró y se rió, se acercó tan rápido y me dio un piquito que hacía que mi verga tuviera más dura. Aprovechando ese mínimo momento para apretarle una nalga.

Llegué a mi cuarto, les dijes a mis parientes que saldría un rato para conocer un poco. Me fui a bañar, me alisté como nunca, había unos condones que nos dieron en el trabajo por una charla del salud. No los llevé, me dijo a mi mismo que ese culito lo tendría que probar piel con piel. Iba muy seguro de mi mismo.
Me llegó un mensaje, era ella. Cuando lo abrir me quedé sin palabras.
Me decía, ya en un rato estoy lista, ¿está bien así?

 

Wow cofra tremenda nena que UD disfrutó. Prosiga con el relato que pinta para ser un "relatazo".
Saludos

 

q rico, mas de ella por favor

 

Buen relato, ya me dio ganas de ir a piura.

 

Al decirte ya estoy lista está bien así, y encima te manda esa foto ya pues más fácil imposible así se haya hecho de "rogar" la chibola ya cayó. Tiratela y listo, lo demás son tonterías de chibola ya se te regaló ese tire está fácil. Saludos

 

Queridos lectores. Les pido perdón por la demora, tuve muchos problemas en el trabajo y familiares pero gracias a dios todo ha ido mejorando. Ahora sin mucha demora, seguimos..


Desde aquel mensaje y en la forma como respondió, mis ambas cabezas tuvieron una locura automática. Mirar ese culito parado, esa picardía y seductora tentación. Era el momento y más seguro que nunca, que ese hermoso rabo tierno iba terminar siendo saboreando por mi boca y mi verga.

La esperé a unas cuantas esquinas en el parque más cercano que había por esos lares. Llegó con ese jean y ese culito bien paradito, una silueta bien torneada y el sensual vaiven de sus caderas. Mi mente devoraba sin demora ese cuerpo tan bello y mi otra cabeza comenzaba a ejecutar la forma dura de mi verga. Nos vimos, la saludé y sin más duda y sin miedo le agarre tan duro su culo, ella me miró como queriendo decir "aquí no"

Me respondió con un beso largo, fuimos a comer algo suave y paseamos por aquella plaza de la ciudad. Sin más remedio con mi arrechura me llevó a decirle para ir una habitación, ella me respondió con un no y que leía mis intenciones pero me la pondría difícil, que si quería tenerla en una cama al menos sería más después. No podría quedarme con los brazos cruzados e intenté calentar más la noche pero quizás mi mente y mis hormonas me ganaron y quedé como un loquito arrecho o precoz. Al menos en esa velada noche solitaria y aprovechando la soledad de la calles piuranas, llegamos a un parque que no recuerdo su nombre. Estuvimos charlando y mañoseando a cada rato. La comencé a besar fuerte, le apretaba el culo, aprovechaba que no usaba brasier y solo tenía su blusita negra para morderle sus senos, no se imaginan sentir esos pezones duritos y paraditos en mi paladar queridos lectores. Ella gemía y por un momento pensé que allí ya estaba lista para tenerla en 4 paredes y varias posiciones, grave error mío, fui negado una vez más.

Esa nenita si que sabía calentarme, no aguantaba más, mi pene estaba demasiado duro y erecto por explotar, la noche me ganaba y mis ganas me harían quedar mal. Me miró y entre sus labios me dijo:

- Quiero verlo.

Rápidamente me saqué el miembro, lo agarró, lo apretó y se lanzó sin más temor para perderse entre su boca y mi verga. Pasaron algunos minutos y no pude más, terminé llenando su boca con mi desesperada leche. Ella se quedó un unos segundos y a salir, ya no había rastros de mi secuaz semen. Se rió un poco, entre sus palabras de burla me decía:

- Si que estabas con ganas heee y si es grande y gruesa.

Pensé que ya sería un ganador pero no me iba dar por vencido, fue una noche de mucha curiosidad y ganas. Sabía que algun momento ese hermoso poto estaría encima de este pecador e inocente ser.

Después de ese candente acto, salimos de aquel lugar. Comenzaron a llegar la gente de mal vivir y bueno era el momento de regresar a casa, además a ella ya la estaban llamando sus padres, así que fue el inicio de lo mejor que venía.

Llegamos a casa, nos despedimos dónde nos citamos, antes de decir adiós, me dijo:

- Tengo algo para ti, en un ratito lo verás.

Llegué a mi habitación, reposé un poco y tendido en la cama pensando en todo lo que pasó, sonó el teléfono, ví una notificación de ella y abrir el chat. Vi ese hermoso mensaje.

- Te lo ganaste pero te dejaré con más ganas. Bandido.

 

....que buen relato cofra, prosiga para ver como se deleito con tremenda chibola piurana ¡¡¡

 

POR FIN ME COMÍ SU CULO


Desde aquellas fotos todo era glorioso. Esa picardía y seducción me ponía demasiado excitado y con unas ganas de poseerla hasta consumir todo su esplendor. Un fin de semana estuve de descanso, aproveché para ir ejercitarme un poco en un parque cerca de ahí donde vivía. Era de tarde y desde lejos noté que alguien con excelente figurita y un vaiven de curvas sensuales se aproximaba. Fui al alcance y me acerqué, le pregunté dónde iba. Ella con su manera de botadita me respondió que acaso soy su marido y un tipo chismoso, claro se rió después a lo que me respondió que se iba a trabajar de dalina en su show que una amiga suya tenía. Le propuse que no vaya, que mejor vayamos a otro lado y dejemos de hacernos tanto rollo. Ella me dijo que no, porque aún amaba a su ex. Tuve que actuar rápido y aplicar la mala leche en decirle que seguro él estará con otra y ella como tonta esperando su regreso. La agarré de la cintura y me la besé con un fuerte apretón de nalgas que hasta suspiró hasta sentir un melódico gemido lento y pausado. Entre tanto bla, bla, bla.
Nos fuimos, agarramos un taxi y le dije que nos llevará algún hotel más cercano. Cómo buen conductor nos llevó directamente al matadero. Me bajé, le pagué y a la hora de darme el vuelto el mañoso chófer me dijo, provecho con ese culo que vas comer hoy, juegate sus datos. Solo me reí y le dije gracias.
Entramos, ella estaba algo tímida. Pagué y nos dieron una habitación bien cómoda, hasta sillón rojito tenia con sus espejos casi por toda la paredes. No pude más y en una la besé, le apretaba su culo, en esos momentos no lo creía como mis manos sentían esas nalgas, su cintura pequeña, mi boca comiendo su boquita carnosa. Me bajé cierre y la puse a que mame la verga. Ella bien obediente aplicaba su mamada. La tuve un buen rato abajo hasta que ella se levantó y se quitó la blusita y como me esperaba no llevaba brasier. Me lancé hacía sus senos y los fui devorando, sentía y escuchaba sus gemidos como se retorcía con cada bocado que le daba a sus pezones parados. Fui probando todo de ella, su brazos, sus hombros, su cuello delgado y demasiado suave. Llegué a su cintura le di una besos y luego le di una vuelta me agache. No podría creerlo todavía, tenía su culo de frente de mi cara pero ese pantalón no me permitía aún ver esa imagen tan esperada. Le desabroché la parte de adelante y fui bajando poco a poco hasta que se fue asomando la tanguita que llevaba. Hasta que por fin me quedé frente a frente con la tanga ante mi mirada, la bajé tan despacio para morbosear mi mente más y tener esa sensación de comerle todo. Estaba ante mis ojos su hermoso culo, sin prendas, sin nada que impida disfrutar ese hermoso paisaje, le abrí las nalgas, ella sé asustó y me dijo que haces, le comenté que solo se deje llevar, ella solo respondía que su ex no le había hecho y tenía algo de nervios que iba hacerle. Sin más trama, abrir sus nalgas y profundice mi cara, mi boca y mi lengua a degustar ese dulce manjar. La llevé cargada, la puse en 4 e introducir mi pene sin más pena o timidez. Esa vagina era una horno, un coñito pequeño y estrecho sin mucho uso. Le apretaba una nalga mientras con mi otra mano la nalgeaba y las embestidas que aplicaba en su agujero húmedo, gemía sin miedo, comenzaba a venirse seguido, goteaba su vagina de sus líquidos jugosos, fue tanto mi embiste duro que mi pene fue a parar a su ano, ella gritó, me pegó y me dijo que por allí no, yo todo arrochado solo la voltee y la puse piernas al hombro, seguía mi festín sexual. Me pedía que usará condom pero le comenté que después le compraría la pastilla, la goce en cada rincón de la habitación, las poses en la ducha después de la primera botada de leche, los brincos en el sillón y las caritas y muecas frente a los espejos. Es obvio que no se podía ir sin hacerle tragar mi leche, no fue un maratón de polvos con ella en esa tarde pero si disfrute varias deslechedas en esa habitación. Terminamos cansados, aprovechaba el relax para chuparle el coño y darnos un último polvo, una vagina bien depilada y deliciosa para mí paladar, nos quedamos dormidos, ya era tarde y tenía que llegar a casa. Fue tanto el apuro que si fue sin calzon, salimos lo más rápido que pudimos y la dejé me una esquina cerca a su casa. Me dijo, nos vemos quiero repetir me gustó cómo me lo hiciste. Yo solo sonríe y solo me dije a mismo, claro que sí.

 

EXCELENTE CORONADA Y MEJOR LAS FOTOS DE SU DERRIERE DELICIOSO.......BUEN PROVECHO COFRADE!!!!

 

Cofra continúe con la historia, no me creo que dejó esa colita sin analizar

 

Buenaza la Chiquilla, me puso en fa, la parte que le dice que su Flaco no le había hecho eso.

 

Buen relato, continúe el relato con la Piurana.

 

Cómo quedó, continúe la historia man

 

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Cofrade!!! Memorable historia. Espero y llegue a publicar más encuentros