Estoy cachando con un albañil chalaco de más de 50....

Si, ten cuidado para evitar momentos desagradables... interesante tu fantasía y bastante ambiciosa, yo he hecho solo trio mhm y hmh, casi un cuarteto con 3 flacas pero la ultima solo miro.
Y si, claro que es dificil de cumplir sobretodo en tu situación, el tema de conservar una canita al aire es bastante complicado. Pero más allá de eso, creo que el tema de gangbang rádica tambien en la duración del hombre y obviamente que sea bastante abierto de mente para poder compartirte a plenitus, de nada te servirían una tira de precoces o corchos... espero logres realizar tu fantasía en algún momento de tu vida y sobretodo que puedas disfrutarlo como se debe, quedo atento a más de tus publicaciones, me gusta leer tus relatos.
Buenas noches y feliz día.

 

Yo seré más directo sin dejar de ser cordial, yo me apunto para tu gangbang, luego de cerrar y abrir la puerta sigamos siendo desconocidos todos y paz .

 

Jajajaja, una cosa es tus relatos que son bien aceptados y entretenidos para la cofradía, lo acepto, los distintos escenarios donde ocurren y la narrativa enganchan y dan un claro panorama de tus multiples y frecuentes clavadas con cualquiera que te pueda montar, pero otra cosa distinta es que vengas a atarantar con lo "cuidadosa" y "ejemplar" que eres en el plano de la salud, si cuando lo narras, es espontáneo, es decir pantalón que ves por ahí, clavada que te dan, y da la casualidad que siempre hay condones a la mano y los cacheros esperan, se lo colocan educadamente y te la meten.
No quiero discrepar con tus defensores, es más este relato me parecio bueno, me gustó, pero no creo que el albañil, haya estado ese día recién bañadito para ti, por lo visto estaba trabajando solo, con esa ropa sucia de faena, sudado, con todo el cemento encima, y "obvio" sin ETS a la vista en una te la metió y tú normal porque te haces tus controles y todo bien, hasta un monje que de seguro también te la puede clavar puede tener una ETS. Me gustan tus relatos, pero tus lecciones de salud, o que digas que amas a tu esposo, en mi opinión, están demás. Saludos.

 

Hace tiempo lo dije, pero como no se pueden enviar MP por su rango, que ella coloque su Telegram, de seguro pueden comunicarse sin problema y con la discreción, si clava con cualquiera porque no los del foro. Animen a la milf

 

Luego de hacer unos trámites en el Cercado, llego a casa cerca del mediodía. Voy a la cocina y me sirvo un vaso de agua. Desde allí escucho al maestro chalaco trabajando en la casa vecina. El solo escucharlo, y saber que está ahí, a unos pocos metros, es suficiente para ponerme bien arrecha.
Mis hijos todavía no regresan del colegio, así que me decido. Abro la puerta del patio, salgo y lo veo en el segundo piso, desde dónde él también puede verme.
Está vez no hace falta colgar la toalla roja en el cordel.
A modo de saludo, me levanto la falda y metiéndome la parte de atrás de la truza dentro de la raja, me volteo, enseñándole sin pudor mis atributos posteriores.
Entro a mi casa, y dejando la puerta del patio abierta, lo espero en la cocina, haciéndome la que estoy preparando algo. Al rato, tras saltar por el paredón que divide ambas propiedades, se aparece tras de mí. Al voltear para verlo, lo primero que noto es que está con la bragueta abultada. Al parecer le pasa lo mismo que a mí, y con solo verme se excita.
Me apoya por atrás y me hace sentir su dureza. ¡Dios! ¡Que ricura! Me mojo de solo sentirlo.
Lleva las manos hacia adelante, y cogiéndome un pecho con cada una, se empieza a frotar contra mi cuerpo.
-¡Metemela... hazme tuya...!- le pido casi a modo de súplica.
Ahí mismo, dispuesto a complacerme, me levanta la falda, me baja la truza y bajándose también el pantalón, me pasea la pinga por toda la retaguardia. Está a punto de metérmela, estoy a punto de dejar que me la meta a pelo, pero en el último momento entro en razón y le pido que se ponga un preservativo.
-No tengo...- me dice muy suelto de cuerpo.
Así que de nuevo voy a buscar los de mi marido y le alcanzo uno. Se lo pone, me coloco en la misma posición en la que estaba, una pierna sobre la mesada, ya sin truza y con el vestido levantado. Ese primer envión, me hace acabar. Arqueo la espalda, echo la cabeza hacia atrás y suelto un suspiro gratificante, liberador.
¡Cuánto necesitaba una clavada como esa!
Me agarra del pelo, y me empieza a bombear fuerte, brutal, aguerrido. Es una delicia sentirlo, una locura.
-¡Si... Siiiiiii... Siiiiiiiiiiii... No pares...!- le digo, sintiendo que ya estoy por tener otro orgasmo.
-¡Sí conchasumare... Te voy a dejar coja de tanta pinga...!- bramaba excitado, fuera de sí,
La explosión llega. Me hago pis de la calentura. El Maestro me la saca y se aparta un poco para dejar que la catarata de orina fluya libremente. Cuándo ya dejo de mearme, me agarra de la cintura, me la vuelve a meter y empuja con todo, cachándome más fuerte que antes, como si la meada lo hubiera excitado más todavía.
Me clava la pinga hasta los pelos, una y otra vez, llenándome con esa carne dura, maciza, envuelta en jebe, que tanta satisfacción me proporciona.
Es tremendo cachero el chalaco... No me da respiro, mete y saca sin parar hasta que de nuevo acabamos juntos. No es tan simple llegar al mismo tiempo que el otro, con mi marido muy pocas veces lo conseguimos, a veces acaba él primero, a veces yo, en otras ni siquiera acabo y tengo que fingir el orgasmo, pero con éste Maestro, que me lleva más de quince años, quizás hasta veinte, era la segunda vez que cachábamos, y en ambas compartimos el polvo.
-¡Ufffffff... Cada vez me cachas mejor!- le digo complacida, sintiendo como el fuego del orgasmo se expande por todo mi interior.
Cuándo sale de mí, el Maestro se apoya en el otro extremo de la mesada, exhausto, sofocado, aunque terriblemente satisfecho.
-¡Conchasumare...!- exclama -¡Que chévere estuvo...!-
Recojo la truza del suelo, me la pongo y me aliso la falda del vestido. Él se sube el pantalón, se lo abrocha, como la vez pasada, se prende un cigarro y se relaja.
-¿Te falta mucho para terminar? Digo, la chamba de al lado- le pregunto mientras, ahora sí, me pongo a preparar el almuerzo.
-Una semana, semana y media quizás, por tu culpa se la estoy haciendo demasiada larga al dueño, creo que ya se está dando cuenta-
-Perdón, ¿por mi culpa? Sí igual podemos vernos en otro lado- le digo, aunque la verdad es que, al igual que él, creía que lo verdaderamente excitante era hacerlo así, en casa, a lo furtivo, con él trepándose al paredón para venir a cacharme.
-Es que apenas termine acá me voy a Puno, allá tiene otra propiedad, y ahí sí voy a demorar unos cuántos meses-
-Entonces, todavía tenemos para unos cuántos días más...- le digo al despedirlo con un beso en la puerta del patio.
-No te preocupes que te voy a dejar bien cachadita...- me asegura dándome una palmada en el poto.
Obvio que ahora que sé que nuestra relación tiene fecha de expiración, voy a disfrutar lo más que pueda los días que nos quedan...

 

Yo me ofrezco de voluntario

 

buena historia la verdad que ya deberia entregarle las 4 letras haber que tanto le gusta espero sigamos con estas historias que las disfruto mucho cualquier dia hago una paja con sus relatos para imaginarla mejor