En la cola de Claro

Siempre que reclamo en Claro, por un recibo u otro motivo, me gano con alguito. Esa tarde estaba por el centro de Lima y en Jirón había un centro de atención, así que aproveché en hacer mi trámite. La cola no era muy larga y como a dos clientes delante de mi, había una pareja discutiendo, algo pude escuchar "No seas idiota, ese celular no es tan caro" más o menos eso logré escuchar. Al toque se me prendieron las antenas y por suerte la señora que estaba delante de mi recibió una llamada y se quitó. Así pude ver bien a la flaca, era de mas o menos 25 años buen culito y buenas tetas, trigueña cual Shirley Arica, hasta en tamaño eran similares.

 

Ellos estaban ahí porque querían renovar a un Galaxy S6, ya se imaginarán más o menos que año era. La flaca tenía una voz algo chillona y se podía escuchar gran parte de la consulta que realizaban. La cosa para ellos no pintaba bien y terminaron rápido, yo por mi parte fui a dar de baja mi servicio; pues iba a migrar a Telefónica que me ofrecía un cel respetable a un 1 sol y con un plan de 69 soles mensuales. No demoré mucho y por más que insistieron yo ya iba decidido. Al terminar, me dirigía a la cochera para ya irme a mi casa a seguir con mis cosas; pero, por esos azares del destino veo a la flaquita en una pizzería muy conocida que queda justo en una esquina. Me animé, compre mi ofertón de piza más gaseosa y me dirigí al espacio compartido donde se ubicaba y para mi sorpresa estaba sola. Disimuladamente, le pedí por favor si me podía pasar el ají en polvo y ella muy amable accedió, justo cuando cruzamos miradas, ella me dijo, lo he visto en algún lugar, yo solo sonreí y le dije seguro en la cola de Claro. La conversación fluyó y hasta hablamos de porque no le aprobaron el fono que quería, le pregunté porque estaba sola y ahí soltó la sopa de que se había peleado con su flaco por el tema del cel y el pata no tuvo mejor idea que dejarla sola.
Gente, no sé, a veces pasa que justo llegas en el momento indicado o tienes una suerte de los mil demonios, no lo sé, lo que si les puedo contar es que esta flaquita quería cachar sí o sí ese día.
Cuando la pizza se terminó, le propuse jalarla a su casa y ella me dijo "mejor llévame a la costa verde que queda muy cerca a mi casa y ahí me dejas" no lo dudé y enrumbé a la costa verde por la zona de Magdalena, era temprano y se veía un bonito atardecer. Cuando ya me iba a despedir, le pedí su número para salir algún día (yo pensaba a futuro no en ese momento) en ese momento la flaca abre mi guantera y ve una caja de condones piel y dice "Mira y todo esto con quien lo vas a usar" yo, dude un segundo y luego pensé, no tengo nada que perder "Si quieres los podemos usar juntos" gente mis palabras salieron naturales y ella volteo a verme pero ya con fuego en sus ojos, estaba arrecha la condenada. Chapamos a full y como mi camioneta es polarizada, nadie podía ver que sucedía adentro. Ahí me puse a pensar, a esta perra la acabo de conocer, tiene enamorado y ahora esta chapando conmigo, fácil me quiere cagar, voy a estar alerta, no vaya ser que me dejen calato por aquí.

 

Se puso interesante la situación, hay oportunidades que se presentan y las tomas o te arrepientes toda la vida...no demore con la continuación cofra

 

Luego de calentarla un buen rato, nos pasamos al asiento de atrás y ni bien pude le quite el polito apretado que llevaba y bajé con suma premura el pantalón caqui que marcaba su culito. Grande fue mi sorpresa al ver que tenía puesto un hilito negro que apenas y cubría la línea de su culo. Sin duda esta perrita había ido lista para cachar con su flaco, pero como las cosas no le salieron bien, yo tomé su lugar. Acaricié ese culito formadito y luego lo amasé cual panadero experto, fue un deleite el poder sentir su piel suavecita de chibola arrecha. Gente me contuve para no lamer esa concha caliente (no la conocía por eso no lo hice, soy arrecho, pero no cojudo) pero mis dedos no perdonaron y suavemente se los fui metiendo hasta sentir que esos jugos se rebalsaban. En ese momento me transforme en una animal y como era flaquita y menudita, la maniobré cual muñequita y la senté sobre mi pinga y de un solo tirón se lo metí hasta el fondo, la muy perra solo atino a gritar y a intentar arañarme, pero ya todo estaba consumado, le había abierto la concha por completo, esa perra ya era mía. Se lo metí con fuerza y ella resignada solo gemía como poseída, gente sentía como mi pinga llegaba al fondo de su concha y de paso rozaba el fondo de su pared vaginal, la estaba abriendo cual perro callejero que abre a una perra lunada. Era incomodo cambiar de poses así que solo me esforzaba por hacerla gritar en la posición que se pueda, y ya como a la media hora de estar tirando cual animales, la puse en perrito y no paré de bombearla hasta que la flaca cayo rendida sobre el asiento posterior, con sus piernas temblando y con la concha completamente rojita de tanto que le di por ahí, en ese instante me saque el condón y tire toda mi leche sobre su culo cerradito.
Cuando la flaca reaccionó, me preguntó la hora y cual condenada, se vistió lo mejor que pudo y salió volando a su casa, pues parece que la estaban esperando.
Ahí caí en cuenta que nunca me dejó su número, el destino solo nos juntó para disfrutar de una buena sesión de sexo. Me acomodé la ropa y fui a la reunión de trabajo que tenía planificada para la noche. Espero que algún día me pueda volver a cruzar con esa preciosa criatura del señor y tal vez, tal vez... tenga la suerte de probar ese rico culito cerradito que pude divisar en nuestro encuentro.
Saludos,