Parte 4 - Historias con la familia de mi ex

Pasaron algunos días desde mi primer encuentro con Carmen y, por diversos motivos, no regresé a su casa hasta el cumpleaños de Maria Pia quien quería celebrar una pequeña fiesta con amigos cercanos. Dado que su casa no era tan grande, le pidió a sus papas que salgan a comer para que nos dejen estar tranquilos y relajados.

Llegó el fin de semana y la casa estaba con una decoración simple y con solo algunas parejas y amigos. Alonso, el hermano de Maria Pia, le pidió que lo deje invitar a dos amigos para tener con quien estar a lo que ella accedió, así que Diego y Gonzalo estaban en la casa también.

Yo llegué cerca de las 8pm y me cruce con Juan en la puerta quien salía elegantemente vestido a comer.

- “Hola Alberto, ¿cómo estás? Ya estoy de salida, hazme el favor de decirle a Carmen que la espero en el carro. Se nos hace tarde para la reserva.”
- “Hola tío, ¿qué tal? Dale no te preocupes, le digo.
Entré a la casa y estaba Maria Pia con algunas amigas. Al fondo vi a Alonso con Diego y un amigo más tomando unas cervezas, pero no encontraba a Carmen.
- “Hola amor, ¿cómo estás? Oye estoy buscando a tu mamá. Tu papá me pidió que le avise que la espera en el carro.”
- “Mmmm debe estar arriba terminando de alistarse. Porfa anda tú que yo estoy divertida acá.”
- “Ok, no hay problema”. Dentro de mí, pensaba que este podía ser un buen momento para divertirme un rato

Subí las escaleras y Carmen tenía la puerta el cuarto semi cerrado así que me asomé sigilosamente y la encontré de espaldas a mi con un vestido que le sentada muy bien. Aproveché que no me había oído para agarrarla por la cintura y hablarle al oído.
- “Que bien te ves Carmen”
- Asustada, volteó rápidamente. “Alberto! ¡¿Qué haces acá?!”
- “Tranquila, Juan me pidió que venga a buscarte. Pero creo que te vas a demorar un poco en salir…” – le dije mientras bajaba la mirada para verle las tetas. Su escote no era muy pronunciado, pero se notaba que tenía unos melones muy jugosos debajo del vestido.
- “Ni se te ocurra. Lo que hicimos hace algunas semanas estuvo realmente rico, pero ya lo pensé y no volveré a sacarle la vuelta a mi esposo. Tengo un matrimonio sólido y una familia, no puedo hacer eso”
- “Carmen… desde aquella vez que lo hicimos, haz vuelto a tener sexo?”
- “Eso no es de tu incumbencia” – me dijo tajantemente
- “Vamos. Dime la verdad. Juan ni si quiera te ha tocado, ¿no?”
- “Pues la verdad no, nada. Pero hoy vamos a salir a comer y a divertirnos así que espero que la noche termine bien”
- “No entiendo como Juan puede desperdiciar tremenda mujer que tiene al lado. Pero no te preocupes, para eso estoy yo. Para darte todo el placer que él no te puede dar.” – le dije mientras le agarraba nuevamente la cintura y le daba un beso en los labios. Al inicio se resistió, pero a los pocos segundos dejó que mi lengua entré su boca y empezamos a besarnos de una forma muy salvaje.
- “¡Ya no, basta!” – dijo separándose de mí. “Sabes que mi excitas mucho y estar contigo me prende muy rápido, pero soy una mujer casada y no quiero hacerlo”
- “Ya no te voy a chantajear con videos Carmen, sé que estás loca por mí. Se nota en tu mirada. Estás segura que no quieres probarla antes de irte?” – le dije mientras me bajaba el pantalón y sacaba mi verga dura la cual apuntaba directamente a su cara.
Su mirada se posó fijamente en mi verga, podía notar que tenía un conflicto interno entre irse de la habitación o arrodillarse frente a mí y metérsela toda en la boca.
- “Dios, qué malo eres. Sabes que no puedo… pero me excitas mucho. En verdad esto es culpa de Juan por no darme lo que necesito”. Apenas terminó de hablar, se subió el vestido hasta las arodillas y se agachó frente a mi verga para metérsela en la boca.
- “Mmmm… solo te la voy a chupar un rato porque ya me tengo que ir”
- “Está bien, voy a guardar la leche para darle su regalo de cumpleaños a Maria Pia” le dije riendo
- “Malcriado… le tengo celos a mi hija. Que bien se lo pasa contigo mientras a mi Juan me tiene desatendida” – se quejaba mientras seguía chupando
- “No te preocupes, yo me encargo de las dos”, le dije guiñándole el ojo
Al rato dejó de chupar, la ayudé a ponerse de pie y a acomodarse el vestido.
- “Espérate un rato. Debes salir a la calle como la zorra que eres, sácate la ropa interior”
- “Noo, cómo se te ocurre. Nunca haría eso”
- “Vamos, no me digas que no te arrecha hacerlo. Por ahí que tienes suerte y le da ganas a Juan”
Acto seguido le retiré el calzón y ayudé a desabrocharle el sostén. Definitivamente se notaba que no llevaba nada arriba, sus tetas grandes se notaban caídas debajo del vestido y se le marcaban los pezones.
- “Te ves riquísima, todos los hombres y mujeres van a voltear a mirarte. Anda disfruta tu comida” le dije dándole una nalgada mientras caminaba hacia la puerta.

Apenas se fueron, cerré la puerta y analicé la situación mientras me acomodaba la verga que aun seguía un poco dura después de la chupada de Carmen. Quería esperar que Maria Pia tome algunos tragos para que se relaje y se suelte más mientras se me ocurría qué podíamos hacer para pasarlo rico en su cumpleaños. Cuando me acercaba al jardín, donde estaba la mayor parte de la gente, me di cuenta de que había una chica muy simpática sola tomando un trago así que me acerqué a saludar. Mientras me acercaba la empecé a analizar, tenía pelo rubio, ojos claros, era flaca se notaba que hacía ejercicio, tenía un culo normal, pero eran sus tetas lo más llamativo. Eran grandes para el cuerpo que tenía y estaba con un polo apretado que dejaba fantasear bastante.
- “Hola, ¿cómo estás? Me llamo Alberto, novio de Maria Pia, pero a ti no te había visto antes”
- “Hola Alberto, soy Laura. Jaja es que no soy amiga de Maria Pia, en realidad soy hermana menor de Diego, el mejor amigo de Alonso”
- “¡Ah ok! Si claro conozco a Diego” – dije mientras recordaba cómo aquel chibolo le había reventado el culo a Maria Pia hace algunos meses
- “Sí, me dijo para venir porque estaba sola en casa así que me animé. Está buena la fiesta, mis papas no me dejan tomar alcohol así que estoy aprovechando que estoy sin ellos jaja”
- “¿No te dejan? ¿Pero qué edad tienes?”
- “Tengo 17 años jaja, ¿de qué edad parezco?”
- “!¿17?!”- dije sorprendido y mirándola de arriba a abajo. “Definitivamente pareces mayor
- “Jaja sí bueno, me lo han dicho antes. Eso me permite entrar a algunos sitios jaja”
- “Veo que ya conociste a mi hermana” – escuché una voz detrás de mí y era Diego que se acercó a abrazar a su hermana mientras me daba una mirada como diciendo “ni se te ocurra meterte con ella”
- “Sí la acabo de conocer, no sabía que tenías una hermana menor. Bueno vamos a reunirnos con los demás” – dije señalando al otro lado del jardín
- “Dale vamos” – me dijeron ambos
Después de un rato fui a la cocina con Maria Pia.
- “He estado pensado en qué podemos hacer por tu cumple. ¿Recuerdas que tenías la curiosidad de probar a una chica?” – le dije mientras le pasaba una cerveza
- “Sí, y después del trio que hicimos con Diego, creo que quisiera probar eso. Pero no estoy segura de con quién hacerlo, no quiero que sea con mis amigas”
- “¿Bueno, ves a esa chica de ahí? – le dije señalando a Laura
- “Sí la veo, se ve bien atractiva, ¿quién es?
- “Es la hermana menor de Diego. Parece mayor, pero tiene solo 17 años”
- “Asú, no sabía que tenía una hermana. Tengo que admitir que mi excita la idea de hacerlo con una chica más inocente”
- “Bueno no sé si sea inocente, pero creo que nos daremos cuenta pronto” le dije sonriendo
- “Me encanta la idea, pero voy a necesitar emborracharme un poco para soltarme con una chica. Más bien encárgate que ella también se tome unos tragos. Oye, ¿y qué hacemos con Diego? ¿Le vas a decir?”
- “Mmm no lo había pensado, pero llegado el momento vemos.”

Ya habiendo conversado con Maria Pia puse en marcha mi plan para emborrachar a Laura y pasar una noche bien divertida. Propuse algunos juegos con un grupo de gente donde debíamos tomar shots y obviamente me trataba de asegurar que Laura también lo haga. Al cabo de un rato pude notar que Laura ya tenía la mirada un poco perdida y Diego no estaba cerca así que le hice un gesto a Maria Pia y le dije que la ayude a ir al baño.
- “Ven por acá Laura, te llevo al baño para que te laves la cara”
- “Ya si porfa, creo que he tomado mucho jaja”
Estaba consciente, pero se le notaba más suelta y eso era justamente lo que queríamos. La guio al baño del segundo piso, dentro de su cuarto y yo iba detrás de ellas muy atento. Se metieron al baño, pero no cerraron la puerta así que yo me quedé detrás escondido mientras escuchaba lo que hablaban.
- “Hacía tiempo no tomaba tanto jaja. Mis papás no me dejan tomar por mi edad así que aprovecho en estas situaciones. Más bien gracias por invitarme”
- “No te preocupes, yo feliz que estés acá. No sabía que Diego tenía una hermana, eres bien bonita”
- “Muchas gracias, tu también eres bonita Maria Pia, Alberto es un chico afortunado, aunque él también es simpático jaja. Bueno déjame sola un momento que quiero hacer pis”
- “Cómo te voy a dejar sola, más bien te ayudo”
- “Ay no, qué vergüenza sacarme la ropa frente a ti”
- “No te preocupes, ¿acaso no has estado desnuda en un camerín de mujeres antes?”
- “Sí, es verdad, pero nunca en un baño chiquito jaja. Pero vale está bien”, acto seguido se bajó el jean dejando a la vista un calzón blanco. Se bajó el calzón también y pude ver una vagina 100% depilada y cerradita. Apenas la ví se me paró la verga y quería entrar corriendo al baño, pero me aguanté
- “Yo también me depilo siempre la vagina al 100%, a Alberto le encanta eso” le dijo Maria Pia mientras la miraba
- “Sí, yo lo hago desde siempre, aunque de todas formas me crece poco vello. No sabía que a los hombres les gustaba así. Yo tuve un novio por pocos meses, nunca tuvimos sexo pero sí jugamos un poco”
- “Uy no sabes lo que te pierdes. El sexo es riquísimo, lo pasarás genial cuando lo hagas”
- “Sí de hecho que sí, solo me da un poco de vergüenza”
- “¿Vergüenza de qué? Tienes un cuerpo muy lindo. Bueno al menos lo poco que he podido ver”. Mientras escuchaba esa conversación entre Maria Pia y Laura me empecé a pajear
- “Bueno ya terminé de hacer pis. Pásame el papel porfa” dijo Laura mientras se levantaba del wáter
- “Déjame ayudarte, debes estar un poco mareada”, Maria Pia se paró a su costado y con el papel en la mano acercó su mano a la vagina de Laura
- “No te preocupes, no es necesario” dijo Laura mientras le agarraba la mano a Maria Pia
- “Tranquila, estamos en confianza” le dijo sonriendo. Laura le soltó la mano y Maria Pia se acercó a su vagina y le pasó el papel lentamente mientras la miraba a los ojos
- “Disculpa que te lo diga, pero tu vagina es muy bonita. Está cerradita”
- “¿La tuya no es así?” le dijo Laura mientras se cubría un poco, aun con vergüenza
- “No, mira.” Maria Pia se bajó el jean y el calzón y le mostró su vagina pelada a Laura. “¿Ves como tengo los labios más salidos? Es normal una vez que tienes sexo. De hecho cuando tienes sexo, las tetas también se agrandan un poco. Yo siempre las he tenido de tamaño normal porque tengo un culo grande jaja”, le dijo Maria Pia agarrándose las tetas por encima del polo
- “Sí me di cuenta cuando te vi afuera en el jardín jaja. Estoy segura que a Alberto le encanta”
- “Sí, es la parte de mi cuerpo que más le gusta. Por eso le encanta follarme por ahí”
- “Wow, ¿dejas que te la meta por el culo? No me imagino el dolor que debes sentir”
- “Si te lo saben hacer no duele. También depende del tamaño del pene. Alberto la tiene de tamaño normal, pero he follada con un chico que la tenía realmente grande así que tuve que estar un poco borracha para aguantarlo jaja, pero estuvo rico”. Mientras escuchaba la conversación tenía la pinga totalmente dura y recordaba cuando Diego le metió toda la verga por el culo a Maria Pia por primera vez
- “¿Y cuando lo haces por atrás te deja el culo abierto? Jaja no me imagino cómo es eso”
- “Bueno míralo por ti misma.” Maria Pia se dio la vuelta, se agachó y se abrió las nalgas frente a Laura, quien abrió los ojos sorprendida. “¿Qué opinas?”
- “Bueno es la primera vez que veo un culo tan de cerca, pero creería que es más abierto que el mio”
- “Déjame verte, voltéate” le dijo Maria Pia. La cara de Laura cambió totalmente y no sabía dónde meterse. “Tranquila, no pasa nada. Solo estamos conversando” Puso a Laura de espaldas a ella y le bajó nuevamente el calzón lentamente. Tenía bonitas nalgas, no eran muy grandes, pero se le veía muy sexy. Maria Pia la agarró las manos y se las puso en cada nalga para abrirle el culo y dejar su hoyito al descubierto. “Mmm sí ábrete para ver bien. efectivamente lo tienes más cerrado que yo, no entra ni un alfiler por ahí jaja.” Maria Pia acercó un dedo al culo de Laura, quien dio un salto apenas lo sintió así que lo retiró de inmediato
- “Lo que tú tienes más grande que yo son las tetas! Te vi afuera y me sorprendió” dijo Maria Pia
- “Jaja bueno sí son un poco grandes para mi edad, mis amigas siempre me molestaban con eso”
- “¿Me dejarías verlas? Te apuesto que tus pezones son rosaditos”
- “Pues adivinaste” sin mucha vergüenza se levantó el polo y el sostén para dejarlas al descubierto. Tenía unas tetas realmente hermosas. Eran grandes pero no estaban caídas pero aun era muy joven, sus pezones eran rosadas y medianos
- “Mmm son muy lindas, ¿me dejas tocarlas? Seguro son súper suaves”
- “Sí está bien, puedes hacerlo”
Maria Pia acercó las dos manos para agarrarle las tetas muy suavemente, pude notar que a Laura le gustaba lo que estaba pasando aunque no lo decía.
- “Son realmente suaves. ¿Sabes que es la primera vez que toco las tetas de una mujer? Lo que pasa es que me das mucha confianza”
- “Sí tu también me das confianza a mí, sino ya me habría ido hace rato”
- “Bueno si ambas estamos cómodas, entonces tal vez me dejes hacer algo más” le dijo Maria Pia mientras acercó su boca a la de Laura y le estampó un beso.

 

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