Me estoy culiando a mi nutricionista

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Que paso, el marido estaba de regreso!!!!

 

Era el perro del marido, por lo que dejamos la cacha hasta ahí. Al menos la dejé bien culiada, solo que no llegué a acabar. Me di cuenta que no solo era sexo hardcore con la Nutri. Es decir, me encantaba romperle el culo, cogerme su boca, bombearla hasta rebalsarle el estanque, pero también me gustaba ella. Su linda carita, sus manos en mi cuello y mis bolas, su potito rico siendo nalgueado... diablos, me estaba entre enamorando y empotando de Carolina. Necesitaba escuchar su voz o sus mensajes. Ese fue mi error.

Un día me contó que salía de vacaciones con el milico y sus niños, que por favor no la llamara un tiempo. Enloqueci de celos. Despechado, me agarré a otra enfermera de su trabajo y me encargue que lo difundiera, esta vez engañandola, diciendole que era separado. También me encargué de que difundiera las fotos de nuestros encuentros sexuales, supuestamente en firma casual. Lógicamente estas llegaron a la Nutri. Las mujeres no pueden con estos chismes. Al volver de sus vacaciones, me dijo que estaba super caliente y celosa. Que había tenido sexo con el marido, pero nada comparado conmigo, y que me preparara para culiar como los dioses. Sobre mi otra conquista, compañera y amiga de ella más encima, solo mencionó que no era su culpa, y que no le desagradaria experimentar un trío. Que me dijeron.

 

Buen relato continua ante mano de agradece

 

Caso de la vida real yo terminé culeandome a mi Entrenadora Personal a pesar que ella soli viajar mucho los fines de semana pues es conocida en todas las competencias pues no sé qué pasó le caí bien le atraje y me la cogi bien rico culazo blanco patona la chata bien rica

 

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Lunes de chamba, y ya necesito sentir el aroma de sus bragas, su concha húmeda y tibia, sus firmes y preciosas piernas abriéndose para mi. Pido permiso para ir a hacer un trámite. La llamo. Me dice que pedirá la mañana, que necesita este reencuentro. Me doy cuenta que ya no es solo sexo. En el motel me come a besos. Practicamente me viola, preguntándome como loca si mi nueva conquista lo hace mejor que yo. Inevitable compararlas, aunque gana lejos la Nutri, pero Elizabeth, la enfermera, sabe mamarlo mejor. Cometo el error de decírselo, como broma. Carolina se vuelve loca devorando mi verga, ya mordiendo mis bolas y atragantandose de pico hasta las lágrimas. Es el mejor mamón de mi perra vida. Me follo su lindo rostro a un ritmo enloquecedor, sin dientes, sin preservativo, empujando su cabecita contra mi pelvis. Apenas se saca mi miembro para respirar y escupir. Sus uñas largas y tan bien pintadas arañan mis gluteos y piernas, la muy perra. Me tira a la cama y continúa mamando. Su lengua recorriendo mis cocos es un placer de los dioses. Me sorprende bajando aún más para regalarme un largo y delicioso rimming o beso negro. Primera vez que siento una lenguita acariciando mi ano, penetrandolo, ensalivandolo como si quisiera sacarme petroleo. Veo por el espejo del techo ka escena porno y me calienta a full. Le digo que me hará acabar y se concentra en mi chuto. Sigue pajeandome y mamandome. Nunca antes me había realizado una americana tampoco. La sensación es exquisita. Me hace estallar dentro de su boca. Hace una arcada pero se lo traga todo, estoica, valiente, enamorada de mi y mi néctar espeso.

 

Buen relato continua

 

Elizabeth, la enfermera, es más conservadora, pero vaya que culea rico. Con ella es todo con condón, pero su oral es un lujito. Comienza basándomela entera, para luego recorrer mi glande con su delicada lengua, todo el borde, lentamente, mientras con sus manos acaricia mis bolas. Le encanta rascarmelas desde abajo, lo cual me enloquece. Hace 1 año que no pololeaba, por lo que el sexo con ella es hardcore, dejándome seco. Se supone iba a terminar con ella al volver Carolina, pero no podría dejar ese culito lindo y que necesita de mi pico con ansias. De hecho, mi próxima fantasía es un trío, lo cual creo lograr embriagandolas. La futura fiesta por el dia de la enfermera es una buena ocasión para intentarlo. Ya quiero ver a la Nutri y Tecnica devorando mi pene erecto y alternando esas conchas depiladas (en eso coinciden) para culiarmelas como se lo merecen. De alguna forma lo grabare todo también. Hay cada enfermera tan buenota en ese consultorio, con esos trajes ajustados que delatan braguitas o colaless. Muchas se me quedan mirando con esa carita de "comeme, perro". Pero ya tengo dos clientas mas mi señora...

 

Espero se concrete el trio

 

La Nutri era mi favorita, con ella culiaría toda la noche. Femenina, coqueta, jugada. La enfermera un pasatiempo rico, un gustito para entretener al sin hueso. Entregada, placentera, jovial. Y mi señora era mi señora, la jefa, madre de mis hijos. Mandona, exigente, me dejaba seco. Estaba teniendo sexo bien seguido, manteniendo a las tres satisfechas, solo que entre moteles, regalitos y cenas me estaba quedando en banca rota. Carolina no me pedía nada, pero tampoco podía dejar que pagara todo ella. Digamos que alternabamos los pagos de motel, más encima que a ella le gustaba uno bien exclusivo y caro. Elizabeth era más sencilla pero ahí pagaba todo yo. Ella no ganaba mucho al ser nueva y de un principio la acostumbré así. Lo bueno es que ella me pagaba con carne y de que forma. Y mi señora estaba empezando a sospechar entre los mensajes y salidas imprevistas. La mantenía con su dosis de sexo para mantenerla a raya.
Ya con tres hembras tenía la cagada en mi vida aunque la pasaba rico, cuando apareció ella. Secretaría del consultorio, unos 23 añitos, rubia y de juveniles curvas, me tocó un trámite con ella. Conversando, me confesó su curiosidad a mi persona, puesto que en el consultorio todos sabían que me comía a dos de sus funcionarias, y siendo tan normal. Le dije que tenía mis técnicas, ella río e intercambiamos celular. Su vagina inexperta seguramente goteo al imaginarme sobre ella, fornicandola sobre su mismo escritorio en hora de colación, pensé.
Era bajita y con un poto esculpido por los Dioses, de ojos pequeños y hermosa sonrisa. No tuve piedad con ella. La salida nocturna derivó en una cacha deliciosa. Sin grandes excesos, todo muy controlado pero con la dosis precisa de calentura para terminar culiando en su depa, por suerte no pagué motel, con preservativo pero montandola bien rico a la rubia veinteañera, la cual tenía un sexy tatuaje de corazón en el cachete izquierdo. Devore su conchita rosada, lengueteando a la pasada su arterisco cerradisino, todo un desafio para mi vergota curva y gruesa. Pronto entraríamos allí.

 

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Buen relato continua contando